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Amor robado por Pikacha-sama

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Notas del capitulo:

Bueno ¿qué les diré? Amo está historia y es la que tengo mejor planeada xD. Espero que les diga gustando y le debo la imagen, pero es que no la piedo pintar, me hacen faltan los plumones xD

Amor Robado.

 

2
|Uchiha Sasuke|

 

— Lo siento Minato-san. Hicimos todo lo que pudimos, pero nos enfrentamos con los hermanos Uchiha.

 

Kakashi estaba delante de los Reyes de Konoha, disculpándose por su fracaso en la misión y sobre todo por la pérdida del príncipe Naruto. Kushina se exaltó demasiado al dar a su único hijo por perdido ¡No podía creerlo! Le dolía, un dolor indescriptible se albergaba en su pecho, no podía perder algo tan sagrado como su primogénito.

 

¡¡No, Minato!! ¡¡NO!! Naruto, no… apenas es un niño… — se había puesto de pie demasiado exaltada, sus ojos estaban bañados en lágrimas del dolor que la invadía. Sacudió a su esposo que estaba en un reciente shock.

 

My lady, si me permite decirle le puedo asegurar que Naruto sigue con vida.

 

¡¡Pero ¿Por cuánto tiempo?!! — gritó la Reyna.

 

Minato había salido de su shock por el gritó de su mujer. También le dolía pensar si quiera en perder a su hijo. Había sido demasiado rudo la última vez que hablaron, lo había obligado a hacer algo que no quería y se arrepentía de ello.

 

No lo sé — contestó sinceramente —, pero no lo mataran. No es eso lo que quieren, si ese hubiera sido su propósito lo hubieran asesinado en ese preciso momento, pero sólo se lo llevaron. Sin embargo, desconozco cuál sea su plan.

 

Gracias, Kakashi — decía el rubio, pero algo llamó demasiado su atención — ¡¡¿A dónde vas?!!

 

Su esposa se había mantenido callada y prestado atención pero ahora se encontraba entre la puerta de la torre a punto de salir.

 

Voy a rescatar a mi hijo.

 

Kushina siempre había sido una mujer fuerte y determinada. No dejaría que nadie destruyera a su familia, lucharía por ella, aun si moría en el intento.

 

.

.

.

 

¡¡Gaara – sama!!

 

Un soldado mensajero venía gritándole a su espalda. Estaba algo cansado de todos los preparativos que se estaban llevando a cabo para ser Rey, así que había salido del palacio a tomar un poco de aire fresco, pero aun así no dejaban de hostigarlo.

 

¡¡Gaara – sama!! — volvieron a gritarle.

 

El príncipe detuvo su caminata esperando que su súbdito lo alcanzara. El soldado tardó un poco en llegar para ponerse a su lado jadeante.

 

Tiene un mensaje urgente de la Nación del Fuego — dijo al momento de entregarle un pergamino.

 

Lo tomó sin dudarlo entre sus manos, si era de Konoha debía de ser muy importante. Y así lo fue. Su prometido… ¡¡Había sido secuestrado!!

 

¿Hace cuánto llegó? — preguntó a su vasallo.

 

No estaba acostumbrado a expresar sus sentimientos abiertamente, pero en ese momento sentía una furia ardiente en su interior, su estomago parecía arder en llamas, sentía una bestia rugiendo dentro de él ¡¡Malditos Uchiha!! ¡¡¿Cómo se atrevían a llevarse algo suyo?!!

 

Su súbdito lo miraba sin comprender. Sólo sabía que eran malas noticias ¡Muy malas! Por la forma en que su futuro Rey apretaba el rollo con el mensaje.

 

Hace menos de cinco minutos, señor — dejo un poco nervioso.

 

Si esos bastardos querían guerra, entonces guerra tendrían los Uchiha.

 

.

.

.

 

Le dolía la cabeza a horrores, le pulsaba constantemente. Sin contar que su cuerpo lo sentía mallugado ¡¿Qué diablos le había pasado?! Trataba de abrir sus parpados pero le pesaban, pero lo peor no era eso ¡No podía mover ni sus brazos ni sus pies! ¡Estaba amarrado!

 

Abrió los ojos asustado ¿¡Dónde estaba?! ¡¿Por qué diablos estaba amarrado?! ¡¿Quién era?! ¡Oh! De eso si se acordaba, no cabía duda que su cabeza ya no le permitía razonar muy bien. Estaba a punto de gritar por ayuda cuando muchas imágenes vinieron a su mente y de nuevo la furia surgió ¡Maldito teme! ¡Cuando lo atrapara iba a saber quién era Uzumaki Naruto!

 

Exaltado, crispado y exasperado comenzó a moverse desesperadamente en un intento de quedar en su dichosa libertad. Ni siquiera se había dado cuenta que estaba arriba de una cama, hasta que por su hiperactividad terminó en el piso, golpeándose la cabeza en el trayecto.

 

Auch— se quejó.

 

Dobe.

 

Al escuchar la voz, por primera vez se puso a recorrer con la mirada lo que lo rodeaba. El lugar era estrecho y las paredes eran de manta, así que lo más seguro es que estuviera dentro de una carpa. La cama y un buro eran los únicos muebles de la tienda ¡Oh! Y claro, el bastardo del cual ni siquiera sabía su nombre estaba parado delante de él con su típica sonrisa sínica de “soy mejor que tú” en los labios.

 

Tenía suerte de que estuviera amarrado o sino ya se lo hubiera…

 

Quita esa mirada reta…

 

No alcanzó ni a terminar de decir una simple frase cuando el rubio comenzó con una diatriba contra él.

 

¡¡Maldito teme!! ¡¡Me atacaste por la espalda!! — gritaba violentamente — ¡¡Eso es de cobardes!! Pero era más que obvio que lo harías, jamás en tu miserable vida podrías derrotar a alguien tan superior como el gran Uzumaki Naruto ¡¡Eres un engreído, cobarde, bastardo!! Pera verás lo que te pasa cuando osas desafiarme — charloteaba el rubio altaneramente. — Sólo espera a que me suelte — pidió para de nuevo comenzar a moverse escandalosamente por el suelo. Para sorpresa del azabache, el secuestrado había comenzado a morder la cuerda que ataba sus manos. — Quédate quieto mientras me libero dattebayo.

 

Sasuke jamás en sus veinte años de vida había conocido a alguien como aquél rubio que se retorcía en el suelo.

 

Te soltaré — aclaró con la misma sonrisa prepotente de siempre.

 

El rubio dejó de moverse y lo miró con odio, sabía que no accedería a soltarlo nomas porque sí — ¿A cambio de qué?

 

De que escuches lo que tengo que decir.

 

Al parecer al chico no le importaba en lo más mínimo sus palabras, porque comenzó a forcejear contra las cuerdas de nuevo, es más, ya las sentía mucho más flojas. Estaba seguro que pronto quedaría libre y le daría su merecido al azabache altanero que tenía delante, porque nadie se burlaba de Uzumaki Naruto y salía ileso.

 

Sasuke, al ver la reacción del dobe, añadió: — ¿No quieres saber por qué estás aquí? — preguntó picando su curiosidad.

 

Y por obra del destino, Naruto dejó de moverse — Te escucho ´ttebayo.

 

Mi nombre es Uchiha Sasuke.

 

¿Había escuchado bien? Uchiha… ¡¡Uchiha!! ¡¡Era un Uchiha!! Naruto lo miró con todo el odio que sus hermosos ojos azules pudieran expresar ¡¡Todo era por culpa de esa maldita familia y sus ansias de poder!! Su desgracia, su presente y sobre todo su futuro estaban involucrados con él, y eso era lo que más detestaba.

 

Veo que me conoces.

 

Ahora con más ganas patearé tu trasero, teme.

 

— Aunque lo intentes no podrás siquiera rozarme.

 

¡¡Sólo deja que me suelte!! — y de nuevo comenzó la pelea con las cuerdas.

 

Usuratonkashi.

 

¡¡Haré que te tragues tus palabras, bastardo!! — Estaba bastante enojado y rabioso para si quiera seguir viéndole la cara al desgraciado ese ¡¡Lo iba a mutilar!!

 

Será mejor que te calles — habló un Sasuke autoritario—, porque lo que te diré tiene mucho que ver con tu futuro y tu gente.

 

¿Por qué ese repentino cambio de tono? Ahora el Uchiha lo miraba serio y eso no le gustaba, se supone que en ese momento debería estar a mitad de camino de su boda, pero no, se encontraba con un azabache amargado que no le diría nada bueno.

 

Había algo que le había sorprendido y es que Naruto por primera vez había acatado una de sus órdenes, tal vez no fuera tan difícil de controlar, con unas cuantas palabras bastarían para amansarlo. Y con esos pensamientos se acercó al rubio, jaló del cuello de la camisa por la espalda y lo subió a la cama dejándolo sentado, para él también ubicarse en la cama.

 

Naruto lo miraba curioso, sin comprender del todo lo que estaba pasando.

 

Tendrás un hijo mío y nos casaremos — le soltó sin rodeos.

 

Pensó que tal vez era una broma de muy mal gusto, pero el semblante serio del otro le confirmaba lo contrario… ¡¡¿ESTABA LOCO O QUÉ?!! Sus ojos estaban totalmente abiertos de la sorpresa ¡Un hijo! ¡Dios Santo! Le declaraban la guerra y luego le proponía matrimonio ¡Esa familia estaba desquiciada!  Era absurdo lo que le proponía el bastardo ¡Una locura!

 

Sasuke observaba las diferentes reacciones que tenía el rubio, no es exactamente como sí también estuviera feliz de casarse con él, pero era su obligación hacerlo. Primero fue una cara de sorpresa, después una de miedo para rematarla con una de contrariado, confundido, pero al final una sonrisa se asomó por su bella cara. Seguro que el dobe ya se hacía una idea del porqué.

 

De lo que Sasuke no se había dado cuenta es de que Naruto ¡Al fin! Había logrado desatarse las muñecas, mientras que las cuerdas de sus pies estaban bastantes flojas. Era ahora o nunca.

 

Sin importarle las consecuencias que tendrían sus actos después, con mucha fuerza e ira contenida, Naruto le lanzó un muy buen puñetazo a Sasuke, acertando en su pálida mejilla. Uchiha nunca lo vio venir, así que no lo pudo esquivar, pero ¡Diablos! El chico lo había golpeado con demasiada fuerza que había caído de espaldas contra la cama. Tomando ventaja de eso, Naruto comenzó a correr hacía la única salida.

 

Sin embargo, no contaba con cierto inconveniente, o mejor dicho, persona. Cuando estaba a punto de salir hacía su adorada libertad unos brazos fuertes lo empujaron contra el piso. Por efecto de la gravedad terminó en el suelo con el trasero adolorido.

 

No deberías intentar escapar, Naruto-kun… Es imposible. — comentó un poco burlón “esa” persona.

 

Uzumaki estaba por decirle hasta de lo que se iba a morir y más al reconocer la maldita voz de ”esa” persona, pero al verla quedó completamente callado, las palabras habían muerto en su garganta ¡¡Era igualito a Sasuke!!

 

Otro Uchiha — susurró para sí mismo.

 

Uchiha Itachi — se presentó pero no pudo decir nada más porque un grito llamó la atención de ambos.

 

¡¡Maldito dobe!! ¡¡Ven aquí!! — gritaba Uchiha menor fuera de sus cabales.

 

Su mejilla derecha estaba muy hinchada y roja. El estúpido rubio le había dado un buen derechazo, pero ahora obtendría su anhelada venganza, le demostraría que con un Uchiha nadie, absolutamente nadie, se metía. Ni siquiera se había dado cuenta de la presencia de su hermano, hasta que hablo.

 

Así que Naruto–kun sí sabe defenderse.

 

¡¡Cállate, aniki!! — rugió Sasuke. — Será mejor que vallas por Deidara, ya que quiero irme lo más pronto de aquí.

 

Está bien — le contestó Itachi soltando un largo suspiro. — De pasada iré por Sakura para que revise tu mejilla.

 

No es necesario, es sólo un rasguño.

 

Naruto se encontraba al margen de toda la situación, no sabía ni le interesaba saber quién era ese tal Deidara. Así que sin llamar la atención de los dos hermanos empezó a gatear hacía la salida.

 

No dirías lo mismo si pudieras verte, otôto baka.

 

Tks.

 

El rubio ya se miraba afuera del lugar y lejos de las locuras de los Uchiha, pero cuando estaba a punto de salir la gruesa voz de Sasuke lo detuvo.

 

— Aunque salgas de la tienda no podrás escapar. Estamos en un campamento lleno de mis soldados, dobe.

 

No me subestimes — susurró poniéndose rápidamente de pie. — Yo puedo con todos ´ttebayo.

 

Sin darle tiempo de reaccionar a alguien, el rubio salió de la carpa topándose con que su “amigo” no le mentía. Sin embargo, jamás se imaginó que fueran tantos ¡Eran miles! ¡Billones de soldados! Soldados que asesinarían a su gente, a sus amigos y sí se podía, hasta a sus padres.

 

Había muchas pequeñas tiendas donde se encontraban los guerreros preparando sus armas para luchar en cualquier instante, algunos platicaban entre ellos, mientras que otros preferían el silencio y se sentaban en el verde pasto que había bajo sus pies. Naruto no tenía la menor idea de cómo había llegado ahí, estaba en el desierto y de repente en el bosque. Aunque eso no le importaba, en ese momento su cabeza no vacilaba.

 

Sin pensarlo dos veces volvió a entrar a la tienda y se acercó velozmente a Sasuke con el seño fruncido. Estaba furioso e impaciente.

 

— ¡¡¿Dónde está?!! ¡¡¿Dónde la dejaste?!! ¡¡Dámela!! — Exclamaba y exigía entre gritos furiosos.

 

¡¡Los iba a matar a todos antes de que osaran atacar a alguno de los suyos!!

 

Tu espada estará confiscada hasta que lleguemos a mi palacio — le contestó Sasuke con simpleza.

 

Naruto–kun será mejor que guardes la calma, nosotros no… — trataba de decir Itachi, pero Naruto lo interrumpió.

 

¡¡Tú!! — rugió. El rubio dejó de molestar a Uchiha menor para agredir al mayor — ¡¡Cobarde!! No creas que no se que fuiste tú quién me atacó por la espalda.

 

Nunca lo negué — aclaró Itachi saliendo de la carpa.

 

Le deseaba suerte a su estúpido hermano menor con su matrimonio, porque valla que la necesitaría.

 

— ¡¡Malditos Uchiha!! Los voy a…

 

Estaba a punto de decir que los decapitaría vivos a cada uno de ellos y aunque suplicaran misericordia jamás los perdonaría, cuando unas cuantas prendas se estrellaron contra su rostro, cortesía del amable de Sasuke Uchiha.

 

Deidara te llevará a dar un baño — le dijo su verdugo.

 

No quiero — se negó haciendo un puchero, era urgente recuperar su espada si quería escapar de las garras de ese bastardo.

 

Sasuke sonrió altaneramente y se acercó descaradamente a su persona de una manera provocativa, invadiendo completamente su espacio personal. Aunque en ningún momento lo tocó, ya que sí lo tocaba, el dobe volvería a atacarlo y armar un escándalo. Así que sólo se acercó sutilmente a su oído para susurrarle unas cuantas palabras.

 

¿O prefieres que lo haga yo?

 

 

Continuará…

 

Notas finales:

Gracias a todos por leer. Y más a las personas que me dejan un valioso review; Lenayuri, Hikari-Kurosaki-chan, Kame chan, shinigami3193, haruhi28, Anónimo (xD) y Hikari_senshi.

Espero que puedan seguir comentando C: ayudan a la inspiración... para cualquiera de mis Fics xD

 

 

Por cada reviews que dejas Naruto coopera y no es violación~

 

Los quiere Pikacha.


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