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Amor robado por Pikacha-sama

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Notas del capitulo:

                 ¡Hola a todos! Sí, me tarde un poco pero está algo larguito (?), ok, no xDD, espero que les guste este capítulo, miren que yo lo he amado.

Amor Robado.

4
 Libertad.

 

 

La libertad es la capacidad que

tiene el hombre de elegir sus cadenas.

 

 

            Sasuke desde niño había sido descrito con las palabras maduro, intelectual, solitario, antipático y sobre todo frio, sin embargo, no todo había sido así desde un principio. El pequeño Uchiha no había nacido con todas esas características, sino que gracias al tiempo él sólo las había generado y tomado como parte de sí.

 

Cuando la reina del sonido falleció el pequeño mundo de Sasuke se había derrumbado, el dulce niño había desaparecido y un infante ególatra había usurpado su lugar. E Itachi no quería que eso fuera así.

 

Había vivido el dolor de haber perdido a su madre y todo lo demás que conllevaba el verla desfallecer a su costado, era por ello que comprendía el dolor de su hermano menor, sin embargo, no justificaba del todo la actitud que había tomado.

 

Lejanamente consideraba que cuando su hermano madurara un poco más dejaría esa aptitud, pero los años pasaron hasta convertirlo en un adulto y su actitud seguía igual de arisca.

 

Fue por eso que cuando conoció a Naruto una sonrisa y esperanza surgieron, algo le decía que ese chico era diferente, esa alegría, fuerza de voluntad y autoestima sin duda harían derretir a cualquier tímpano de hielo, incluido su hermano menor.

 

 

_____

 

 

— Sasuke-kun, ¿estás seguro de querer llevarlo así? — preguntó Sakura mirando con cierta duda las acciones del príncipe. Muchas personas considerarían una osadía hablar de tú al heredero al trono, pero desde un principio el príncipe había quedado a iguales con ella en el preciso momento que se unió a su escuadrón. “Somos iguales, Sakura. Tú salvarás la vida mis hombres” había dicho unos años atrás. Tan contrario al que tenía hoy delante.

 

— No es algo que te importe — dictó el mencionado con una frialdad muy característica de su persona.

 

Sakura se sentía tan insignificante en ese momento, el príncipe ni siquiera le dirigía una mirada. Era su peor castigo, la indiferencia del Uchiha menor. Bajó su mirada mientras subía a su corcel de pelaje blanco, jamás se acostumbraría a la opresión en su pecho ante las fechorías de Sasuke.

 

— Sí seguimos a este paso tardaremos más en llegar al Reino, otouto-baka. — Se unió a la conversación Itachi que iba un poco más delante de ellos montado en su semental de raza pura, negro.

 

— Podemos noquearlo…— comentó como idea la única doncella del grupo, pero al instante calló por la interrupción del príncipe.

 

— ¿Y dejarlo más usuratonkachi? — preguntó retóricamente con aparente molestia. — No, gracias — se contestó a sí mismo con sarcasmo.

 

— ¡¡Teme!! — Rugió Naruto — ¡¡No actúes como si no estuviera aquí!!

 

Oh, sí, Naruto había estado escuchando todo esa conversación donde Sasuke se encargaba de humillarlo ¡Maldito bastardo! Mira que tener el descaro de burlarse de él en su presencia ¡Lo odiaba! ¡Eternamente! Trataba de moverse inútilmente mientras el príncipe le apretaba fuertemente la cuerda que rodeaba sus manos. Otra vez lo habían amarrado para poder continuar con el desolado sendero del bosque. Ya ni siquiera sentía la circulación en sus manos por la presión ejercida, pero no se iba a quejar, no le daría ese gusto al bastardo de Sasuke.

 

La razón por la cual no lo subían a un caballo en ese preciso momento era demasiado lógico. Ya llevaba dos intentos fallidos de tratar inútilmente de escapar, y cada uno de ellos involucraba un bello caballo negro.

 

Sasuke le había amarrado fuertemente las manos a su espalda, con el intelecto suficiente para que Naruto no se soltara como la última vez. Dudaba que aun mordiendo la cuerda (ilógicamente porque estaba en su espalda) pudiera soltarse. Era meramente imposible. Sin embargo, no es como si Naruto fuera dejarse vencer por aquel pequeño inconveniente. Iba a soltarse y borrarle de la cara al príncipe bastardo aquella sonrisita arrogante que le dedicaba exclusivamente a él.

 

Oh, sí, se vengaría.

 

De un sutil movimiento lo tomó de la cintura y lo subió al semental que relincho ante la presencia de alguien que no fuera su amo. Sasuke acarició lentamente su pelaje en la zona de arriba tranquilizando al animal. Estaba por subirse a él, cuando Naruto le sonrió y pateó el costado del caballo tratando de que iniciara una carrera, sin embargo, el caballo sólo dio unos cuantos pasos al frante cuando cabalgó en sus dos piernas traseras tirándolo al instante al piso al no tener como sostenerse.

 

Ahora el que sonreía era Sasuke, para su gran malestar.

 

Primer intento: Fallido.

 

La segunda vez también terminó en una fuerte caída.

 

Sasuke lo subió al mismo caballo como si fuera un costal de papas en el lomo del animal. Siendo demasiado hiperactivo fácilmente logró caer del animal. Al instante se repuso de la caída y comenzó a correr rumbo al espeso bosque que rodeaba el sendero, tal vez hubiera podido llevar a cabo sus planes, si Itachi no lo hubiera interceptado tan rápido.

 

No podía escapar a pie mientras esos bastardos anduvieran a caballo, era una completa desventaja. Sin mencionar que en su segundo intento había fallado.

 

<<Perseverancia, Naruto, perseverancia>> se repetía internamente. Intentaba a cada oportunidad escapar, sin embargo ¿y después? No sabía ciertamente donde estaba, sólo que se dirigían al Reino del Sonido y no era algo que lo orientara mucho. Bajó la mirada tratando de pensar en alguna forma de escapar, notando levemente como Sasuke jalaba la cuerda que lo ataba y subía a su corcel. Una fugaz mirada indicó una pequeña idea que pronto podría saborear como venganza.

 

Espero a que Sasuke se acomodara en su bestia (así denominaba al caballo por haberlo tirado), para jalar levemente la cuerda llamando la atención de Uchiha. Sólo recibió una mirada de reproche que le dio continuación a una sonrisa altanera. El príncipe del Sonido devolvió el jalón mientras tomaba las riendas del caballo y comenzaba andar un poco rápido para el caminar de Naruto. Tenía que dar dos pasos para poder seguir el ritmo del caballo. Sin embargo, sonrió ante su cometido.

 

Sasuke aumentó el ritmo del galopear mientras Naruto le seguía a grandes pasos corriendo por el sendero detrás. Itachi, Sakura y Deidara sólo observaban desde atrás el espectáculo que los dos niños ofrecían enfrente de ellos. En un momento dado el azabache buscó la mirada cansada de Naruto volteando hacía atrás, sin embargo, no la encontró ¡¿Dónde se había metido ese dobe?!

 

— ¡Oe! — escuchó la voz del rubio y dirigió su mirada ahí.

 

Naruto estaba cómodamente rodeando un árbol con la cuerda enrollada en el ciprés. Tal vez se hubiera preguntado cómo había logrado envolver la cuerda alrededor del troco aquel, si en ese preciso momento no hubiera hecho un viaje directo al suelo ¡¡Maldito usuratonkachi!! La cuerda lo había jalado y había terminado en la tierra con un doloroso golpe en su espalda. El caballo relinchó y paró al ver a su amo debilitado.

 

Itachi cabalgó hasta quedar a un lado de su hermano, mirando como lentamente se ponía de pie.

 

Sasuke poco a poco se iba levantando, su espalda le impedía el movimiento libremente. Le dolía y todo era culpa de ese dobe, cuando lo tuviera entre sus manos se enteraría de quien era él en verdad. Cuando su cuerpo se erguió notó como Itachi estaba a su lado, con la mirada le indicó que el golpe no había sido tan grave solamente se encontraba con dolor muscular, sin embargo, Sakura llegó al instante a su lado, revisándolo inmediatamente.

 

El rubio observaba todo desde atrás sin aguantarse la risa, soltaba una escandalosa carcajada. Tal vez debió aprovechar esa oportunidad para escapar, pero no logró hacer nada, porque Deidara llegó a su lado con una sonrisa tan grande como la suya.

 

— Bien hecho — le susurró dándole una palmada en la espalda.

 

Oh, sí. Sasuke había aprendido que Naruto también sabía jugar con el dulce sabor de la venganza.

 

_____

 

 

El sol se estaba ocultando entre los armoniosos árboles. El bosque había adoptado cierto tonó oscuro que poco a poco comenzaba a rodear a los soldados entre las penumbras. Con Sasuke lastimado de la espalda, un rebelde prisionero y una oscuridad obsoleta, lo mejor sería encontrar un buen lugar para acampar. Itachi fue el primero el desviarse del sendero y comenzar a andar entre los enormes cipreses del bosque.

 

Pocos minutos después decidió que ese sería el lugar perfecto. Estaba alejado del sendero, así que si Naruto lograba escapar se perdería inmediatamente. Era un espacio donde los arboles no permitían la visión más allá de ellos, además de tener a la oscuridad como aliada.

 

Naruto venía detrás de Deidara. Itachi se había dado cuenta del pequeño aprecio del menor de los rubios hacía el mayor y había decidido que fuera con su esposo. Aunque Sasuke no estuviera de acuerdo con ello, pero no le fue permitido replicar.

 

No mientras su espalda estuviera lastimada.

 

Improvisaron un pequeño campamento donde Sakura tendió agua a todos, en especial al sediento de Naruto. Además de alimentarlos a todos con algunas verduras que traía consigo. Ninguno esperó que el camino se fuera a ser más largo. Itachi esperaba en ese momento estar en el desierto bélico que daba paso al reino del Sonido.

 

            — Descansaremos aquí hasta el crepúsculo — anunció mientras se frotaba la frente con cansancio a la poca paciencia que le quedaba. Acaba de salir de la pequeña casa de campaña que había hecho para que Sasuke pudiera descansar. Había escuchado todo un berrinche con respecto a Naruto y de la forma en que debería de ser tratado a partir de ese momento, le fastidiaba en sobre manera tener que repetir la historia dos veces.

 

            Suspirando con pesadez se acercó a Deidara para susurrarle unas cuantas palabras y dirigir la mirada al rubio cabeza hueca que pronto pasaría a formar parte de la familia Uchiha. El chico bosteaba mientras observaba con realmente curiosidad a la chica de cabellos roseados, sin prestar realmente atención a su alrededor.

 

            Naruto estaba sumergido en su mundo, pensando realmente que hacía la chica entre una guerrilla, al instante pensó en su madre. En lo autoritaria y feroz que era en batalla, un arma realmente efectiva en el campo ¿Aquella doncella sería igual?

 

            — Yo te cuidaré esta noche —susurró Deidara sacando de sus pensamientos al menor.

 

            Volvió a bostezar sin poner atención a nada más dejando que su cuerpo cayera lentamente en el prado verde que estaba debajo de sí. Su guardián extendió una frazada a su lado y con un leve cabeceo le indicó que se recostara sobre ella. Orden que no tardó en acatar.

 

            — Tardaremos otro día más en llegar si seguimos a este paso tan lento, hm — le habló mientras que él también se recostaba sobre la frazada. — Nos hemos retrasado bastante —susurró fijando la vista en el amplio horizonte del cielo negro azulado.

 

            — No sé como soportas a esos amargados ´ttebayo —murmuró mucho más bajo de forma suave, tratando de que nadie más los escuchara.

 

            Sin embargo, ya no había nadie más que pudiera escuchar sus voces. Sasuke e Itachi estaban metidos en la misma carpa, mientras que Sakura revisaba los alrededores en busca de algunas hierbas y agua que pudiera llevar con ella.

 

            — Te acostumbras a todo, hm — contestó tratando de restarle importancia al comentario, después de todo estaba casado con uno de esos bastardos.

 

            — Necesito escapar lo antes posible…

 

            — Mientras no lo hagas cuando yo te vigilo…

 

            — Eres raro.

           

            — Ya me lo habían dicho — murmuró con una pequeña sonrisa en el rostro mirando como Naruto cerraba lentamente los ojos para comenzar a tratar de dormir.

 

            Habían pasado alrededor de siete horas cuando Deidara notó algún movimiento de parte de Sasuke. Uchiha menor había salido de su carpa estirando el cuerpo y buscando agua entre las pertenencias que se encontraban en los caballos, pronto la encontró y llenó su boca de ella.

 

            — Pensé que Itachi te reemplazaría hace dos horas.

 

            — Esa comadreja seguro sigue dormida, hm —contestó frunciendo el ceño como signo de su enojo. Llevaba casi toda la noche en vela, mirando como el cuerpo de Naruto se movía por todos lados tratando de encontrar un lugar verdaderamente cómodo para dormir ¡Ese chico era hiperactivo hasta en sus sueños!

 

            — Yo lo vigilaré, procura golpear a Itachi antes de coger el sueño — bromeó mientras se sentaba al lado de un babeante rubio.

 

            — Me encargaré de hacerlo sufrir, no te preocupes por ello — susurró poniéndose de pie, y perderse dentro de la carpa en busca de su conyugue.

 

            Sasuke sentía su espalda más relajada gracias a las hierbas que Sakura le había puesto a mitad de la noche, por ello había podido dormir con tranquilidad.

 

            — Ramen~ —balbuceó el chico de dieciséis años entre sueños.

 

            Suspiró pesadamente, sí, definitivamente el destino debía de odiarlo para comprometerlo con ese rubio cabeza hueca.

 

 

____

 

 

            — ¿Debes estar bromeando, teme? ¡¡No caminaré por ahí!! ¡¡No lo haré ´ttebayo!! — exclamó Naruto retrocediendo lo más que sus pasos podían.

 

            Sasuke sonrió con clara burla expresada en su rostro.

 

            Aquella mañana, cuando el sol había salido entre las penumbras, el bastardo malnacido de Sasuke había pateado su espalda despertándolo al instante. Lo había maldecido, aborrecido y hecho un ataque verbal contra su persona, pero cualquier intento de agresión física había sido detenida por el estúpido de Itachi que lo sujetó de la patética playera que portaba.

 

            Después de ello, había comenzado de nuevo el viaje hacía el Reino del Sonido, donde Deidara era el encargado de llevarlo en su caballo mientras refunfuñaba sobre lo patético, malhumorados y bastardos que eran los Uchiha, de todo lo que les haría en el momento en que recuperara su espada, cuando calló arbitrariamente al ver el camino por donde lo llevaban.

 

            Delante de ellos había un acantilado bastante amplio que sólo tenía manera de seguir a través de un puente colgante de tablas de madera que era sostenido por unas cuantas cuerdas. Debajo sólo se miraban las turbias aguas azules moverse de un lado a otro.

 

            — ¿Qué pasa, miedosito? —le preguntaron con burla.

 

            — ¡C-cállate!… ¡Uzumaki Naruto no le teme a nada! — exclamó mientras su quijada se tensaba y un leve escalofrío le recorría el cuerpo. exclam

 

            Sasuke sólo pudo reírse de medio lado por la estúpida fobia a las alturas de la cual era dueño el príncipe de Konoha, podía meterse entre una pelea de varones sin el temor de morir degollado, pero pasar un simple puente colgante le hacía flaquear las rodillas.

 

            — Entonces no te molestará ir al frente ¿verdad, gatito asustadizo? — preguntó con clara burla en el rostro, se vengaría de todos los impropios que le había causado el adolescente.

 

            Itachi frunció el ceño mientras negaba en la cabeza, después incluso de haber hablado con su hermano se seguía comportando de la misma manera, cometiendo acciones fuera de su lugar, tratando de ganar el odio de quien sería su esposo. Mientras que Deidara bajaba de su cabello poniéndose delante de Naruto. En verdad le molestaba cuando Sasuke se comportaba como el maldito bastardo que era.

 

            — Sasuke — comenzó a hablar el joven guerrero de cabello rubio cuando el mencionado lo interrumpió.

 

            — Esto no es contigo, Deidara — reprimió frunciendo el ceño.

 

            — E-está bien, l-lo haré — respondió Naruto tratando de aligerar la tensión que se había generado. — ¡¡Te demostraré que no tengo miedo!!

 

            — No tienes porque hacer l… — decía Deidara tratando de detener aquella tontería de darle una lección a Naruto cuando sintió la mirada tan penetrante de su esposo. Al instante calló y chasqueó la lengua mostrando que estaba molesto.

 

            El príncipe del sonido sonrió de medio lado mientras avanzaba hasta quedar delante del puente colgante, en un instante se hizo a un lado y cabeceo hacía el frente dándole una señal a Naruto para que caminara delante de él.

 

            Uzumaki titubeó nervioso dando pasos ligeros hacia el frente, el miedo se había reflejado en su rostro al igual que los nervios. Cuando pasó a un lado de Sasuke pudo apreciar con más detenimiento aquella sonrisa tan llena de arrogancia que le provocaba un leve dolor de estómago.

 

            Sasuke podía observar como un rubio temeroso caminaba sobre el puente mientras que él se quedaba en el mismo lugar, riéndose internamente de las acciones que pensaba realizar.

 

            Naruto ya iba a mitad del camino cuando sintió como se mecía el puente, giró el rostro impregnado de temor hasta encontrar al dueño de aquella anomalía, el maldito bastardo de Sasuke movía las cuerdas de un lado a otro cada vez con mayor fuerza, haciendo que perdiera el equilibrio y tuviera que sostenerse de las danzarinas cuerdas.

 

            Deidara estaba a punto de intervenir sin importarle las consecuencias, cuando aquel rubio hiperactivo mostró una zorruna sonrisa.

 

            — ¡¡Eres un bastardo!! — gritó colérico mientras giraba en sí y miraba hacia abajo. Se podría apreciar el agua mecerse y estrellar pequeñas olas que se creaban por la corriente peligrosa. — ¡¡Un bastardo con el cual jamás me casaré ´ttebayo!! — exclamó mucho más fuerte, mientras tomaba una cuerda con las dos manos y sin pensarlo saltaba hacia las profundidades del mar. El viento había golpeado su rostro y la adrenalina recorría todo su cuerpo, una triunfante sonrisa le había surgido del rostro, después de todo había logrado quitarse la cadena a la cual lo amordazaba Uchiha.

 

            Sasuke había corrido lo más rápido posible a su encuentro tratando inútilmente de detenerlo, se le había escapado de las manos por un pequeño error que cometió, sin mencionar que en ese instante el rubio no iba amarrado por lo cual le sería más fácil nadar.

 

            El príncipe de Konoha reía internamente ¿Uzumaki Naruto temerle a las alturas? ¡Nunca! Él era un habilidoso guerrero que no le temía a nada. Todo había sido una maldita artimaña para poder escapar, un engaño que había funcionado perfectamente.

 

            — ¡Mierda! — gritó Itachi que bajaba de su cabello aproximándose a Sasuke.

 

            El azabache menor soltó una palabrota, empuñando las manos, realmente colérico por haber sido engañado tan fácilmente ¡Joder! Que había caído como un idiota en la pequeña artimaña del rubio. Se mordió el labio tratando de reprimir el enojo que le provocaba todo ello, si de por sí ya estaban retrasados, con ello mínimo eran dos días más de camino.

 

            Los hermanos tenían la cabeza dirigida hacia abajo esperando mirar la cabellera rubia del príncipe, la cual no se hizo esperar y resaltó entre las turbias aguas. Sasuke podía jurar que ese chico tenía una cara de superioridad en ese momento.

 

            Fue así como sin que ninguno de los dos hermanos dijera una palabra se entendieron cuando Itachi le lanzó una pequeña mochila al menor, el cual se puso al instante sobre los hombros y siguió las mismas acciones que había hecho anteriormente el rubio.

 

            Se tiró a las profundidades del mar, imaginando como al estúpido cabeza hueca de Naruto se le quitaba la sonrisa del rostro.

 

Continuará…

Notas finales:

La verdad estoy teniendo problemas con la sangría, pero no los molestaré con mis malestares ortográficos xDDD

¡Gracias a todos los que llegaron hasta aquí! ¡Muchísimas gracias por leer! Y ya que andan por aquí nada les cuesta dejar un comentario, ya saben, son gratis xD

Un agradecimiento especial para las personitas que me dejaron comentarios en el capítulo anterior: Kami Uchiha,shixxen, MelissaHO, Danish, Blackstar, Luna, enigma, yume, Alicia, Verokiki, kallenparms, taiga chan, shinigami 31, sasukita15.

Por cierto ya los conteste todos :3


Nos leemos en el siguiente capítulo, que tengasn bonitos días y se bañan, también es gratis (?)... creo xDDD

Los quiere, Pikacha.


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