Un auto pasaba a gran velocidad por la pista de carreras, rebasando a muchos competidores en la ultima vuelta, después de haber tenido un pequeño retraso, pero eso no basto para llegar fácilmente al 3 puesto en la vuelta definitiva, teniendo a tan solo 2 autos negros delante, los cuales no lo dejaban pasar ni por casualidad, pero en tan solo un pequeño descuido del segundo, basto para que el tercer auto pasara, dejándolo atrás en un instante, solo faltando 600 metros para el final, el cual se acercaba a gran velocidad. Quedando tras el primero, el cual se movía en zigzag con el segundo, quien quería rebasarlo, paso por su lado, estando codo a codo con el contrincante. Pasaron la meta en foto, dejando atrás a todos los autos restantes, comenzaron a frenar poco a poco cuando llegaban a sus puestos, bajaron del auto con casco y todo, el conductor del auto negro se saco el casco al llegar donde su equipo, dejando libre una cabellera negra, al igual que sus ojos.
-Buen trabajo Taki!! – le gritaron los ayudantes del sujeto.
-Gracias – le respondió con una sonrisa, miro al auto que iba a su lado, viendo como el conductor se sacaba el casco – una chica!? – grito extrañado, viendo la cabellera rosa y facciones delicadas.
-No Taki – le corrigió el capitán de equipo – es un novato que llego este año, al parecer se llama Shindo Shuichi, tiene 16 años y es su tercera carrera, ya que recién cumplió la edad requerida, y a estado participando en pequeñas competencias – leyó en los papeles que poseía.
-Y… quien gano? – Pregunto, sabiendo que cualquiera de los dos pudo haber ganado – no me puede ganar un novato – pensó por ultimo con furia.
-No lo sabemos, fue de foto, en un momento la mostraran en pantalla – vio como el pelinegro miraba detenidamente la pantalla, y haciendo lo mismo, quedo de pie junto a su corredor.
-Estas bien Shuichi? – pregunto un pelinegro con gafas.
-Si, si – respondió con una sonrisa tranquilizadora para el nervioso capitán de equipo – no me paso nada.
-Pero es tu primera carrera larga, no crees que fue mucho? – le paso una botella con agua, la cual fue bebida con rapidez.
-No, no te preocupes demás, no es necesario, pero gracias por el agua – le sonrío, dejándolo mas tranquilo – los resultados se mostraran en pantalla? – pregunto sabiendo que el final fue muy cerrado.
-Si, ya están por salir – le apunto la gran pantalla, la cual se encendió, sumiendo todo el lugar en un sepulcral silencio, no dejando que ni una mosca interrumpiera.
-Aquí vienen – pensó nervioso el pelirrosa – vamos, vamos – susurro.
La pantalla mostró en primer lugar al tercero, seguido de fotos de ambos chicos, la cual fue cambiada por foto final, mostrando como el auto negro, de Taki, ganaba por tan solo unos centímetros al otro. El lugar se sumió en gritos ensordecedores, y el pelinegro empezó a saltar y a abrazar a todo su equipo, en cambio el pelirrosa, quedo mirando impresionado la pantalla, y siendo felicitado por el segundo lugar en una carrera mundial y mas encima siendo un novato.
-Muy bien Shuichi!! – le dijo el jefe de la compañía para la cual corría el pelirrosa, el cual era un rubio alto con coleta – eres muy bueno, no me extraña que Sakano te haya recomendado siendo tan joven.
-Se…gundo… lugar – susurro con una sonrisa enorme – segundo lugar!! – grito feliz, abrazando al rubio – viste Claud? Salí segundo!! – le decía mirándolo con los ojos bien abiertos y una sonrisa marcando su rostro.
Después de todas las felicitaciones, los tres primeros pasaron a recibir tanto copa, como medalla según lugar. Cuando el equipo del pelirrosa y el mismo, llegaron a celebrar a la compañía, se les unieron los ahí presentes.
-David, saque segundo, que te parece!? – le grito a un pelinegro, el cual le abrazaba feliz, al ver a su amigo con una gran copa en su mano.
-Muy bien Shu, apuesto que tu padre estará feliz de saberlo – le animo también contento, viendo aun mas feliz al pelirrosa.
-Yes Pink boy – se unió el rubio – apuesto que el presidente estará mas feliz que nunca.
-Si – susurro, esperando a que llegara su padre, como en las otras competencias a felicitarlo – ojala llegue luego – pensó, escuchando la puerta golpearse con furia, dejando entrar a un señor de unos 40 años, pelo castaño y ojos morados – papa – susurro asustado al verlo acercarse enojado – que pa-
PAFF!!
Un golpe seco se escucho, siendo acompañado por el cuerpo del pelirrosa, el cual caía al piso con sangre en la mejilla, ya que le habían pegado con un anillo en la mano. El chico miro hacia arriba, muerto de miedo, viendo la furia marcada en el rostro de su padre.