Capitulo 9.- Sensaciones
Caminaban por los pasillos, Aoi iba a toda prisa, tenía que llegar lo antes posible a su departamento, tenía que arreglase, y gracias a eso el ensayo había concluido, un ensayo que hace una semana se había puesto algo tediosa gracias a aquellos conciertos que se venían a la vuelta de la esquina.
-Aoi, si llegaras… camina más despacio hombre, que casi corres... - se quejaba Takehito. – mira que tu nena no se te ira… - todos rieron.
- Deja de decirle nena!... – se quejó enojado.
- Uy, hasta la defiende… - bromeo Kenzo.
- Ya déjenme… - chillo. – si llego tarde, me matara! –
- No creo que Ryohei pueda asesinarte… - hablo el bajista. – que ganaría con eso –
Todos reían, las caras de fastidio que ponía el vocal eran verdaderamente graciosas, pero había una cosa que Yume le preocupaba, él era el único que no decía nada, guardaba silencio, solo miraba el comportamiento de su vocal, pero que pasaría si supiera que Ryohei estaba enamorado de él.
-Aoi-kun… - susurro bajito, siendo escuchado rápidamente por el baterista que caminaba a su lado.
- Pasa algo Yume?.... – pregunto mirándolo interrogante.
- Es que… No nada, olvídalo. – no había nerviosismo alguno en Yume, solo algo de preocupación, a leguas podía notar que el vocal se moría por su antiguo guitarrista.
Se sentía feliz por Ryohei, alguien en verdad lo quería, pero se sentía triste por Aoi, ya que Ryohei no quería nada con nadie.
-Seguro que estas bien. – pregunto una vez más Kenzo, recibiendo una respuesta afirmativa por Yume.
Aquel susurro de Yume para el baterista había sido un suspiro, se estaba imaginando cosas, cosas que en cierto modo le dolían, le dolía que Yume quisiera a otra persona que no fuera el, claro… como amigos.
-Bien, me voy, cuídense!... – Aoi prácticamente gritaba mientras arrancaba, después de aquella despedida se había escuchado el rechinido de los cauchos sobre el asfalto.
-Nosotros también nos vamos… - dijo Takehito.
- Bien, cuídense chicos… y nos vemos mañana. – contesto Yumehito.
Takehito había tomado de la mano a Intetsu, acompañándolo a que subiera al carro y cerrarle la puerta seguido de entrar, este era un gesto bastante lindo de su parte, esta era una de las cosas que más amaba el bajista, los detalles, los gesto de cariño, todo, absolutamente todo!.
- Parece que estamos solos… - hablo Kenzo después de ver como aquel carro de la pareja se perdía por la salida del estacionamiento.
- Eso parece… -
- te parece si vamos a comer?... –
- me parece bien. – una sonrisa se dibujó en sus labios. – Pero solo si pasas por mí… -
- Esta bien, pasare por ti… - hablo Kenzo fingiendo fastidio. – solo espero que no tardes horas en arreglarte, porque si es asi, ya puedes irte yendo!... –
- Oye… me estas corriendo? – lo codeo.
-No claro que no!... pero deberías irte, se te hace tarde… - rio. – nos vemos en un rato, cuando llegue nos vamos inmediatamente… - Kenzo estaba fuera de su carro justo enfrente del de Yumehito.
- Bien.. – contesto de malas, frunciendo el ceño.
Habia entrado a su coche, encendio el motor y justo tras de Kenzo había salido de la compañía, ahora su destino era casa, bañarse y como había dicho Kenzo, debía de arreglarse.
Yumehito Pov
Había agarrado una manía nueva, arreglarme lo bastante bien, porque lo hacía?, ni el mismo tenía la idea especifica del porqué, solo siempre tenía una sensación, esa sensación de verme bien para “El”.
Había abierto el grifo dejando caer el agua, me disponía de quitar la ropa que tenia encima, para después entrar por completo a la ducha, el agua recorría mi cuerpo, cerraba mis ojos, sentía como si esa agua me relajaba.
Una risita se escapó de mis labios al recordar lo de hace rato, Kenzo era una buena persona, una persona de la cual sería fácil enamorarse, una persona de la cual si le gustaran los hombres, lo hubiese enamorado desde el momento en que estos sentimiento de tranquilidad, paz, amor, al estar con él, comenzaban a crecer.
-… Momento!
Desde cuando le pasaba esto?, desde cuando estaba tan decidido?, desde cuando se había fijado en Kenzo, no como amigo, sino como algo más.
-Que imbécil soy. –
Salí de la ducha y aun con la toalla amarrada a mis caderas, busque mi ropa, 30 minutos aproximadamente había tardado en combinarla, me esmeraba tanto en hacer esto, en verme bien solo para una simple comida.
Ahora lucia unos Jeans ajustados, los cuales habían sido un regalo de Taizo, una camisa de vestir con mangas larga, color café claro, y zapatos, me arreglaba el cabello, dejándolo lo mejor posible, hasta que el timbre de la puerta llamo.
-Ya voy!... – Grite ante la insistencia de aquellos toqui dos, pero tal fue mi sorpresa al ver a aquella persona parada en mi puerta.
- Me has dejado solo… - su voz infantil, esos ojos que mataban a cualquiera, y ese adorable puchero que hacía con su boca, le provocaban doblegar.
- Ryuuji… - susurre.
- necesitamos hablar… - Entro a la casa y camino al living dejándose caer al sofá, trate de sentarme en otro de los sillones, pero él me había ganado, sus manos jalaban la mía, tirándome en el sofá, justo a un lado de él.
-Que es lo que quieres que hablemos… - hable tranquilo y a la vez desesperado, Kenzo llegaría en cualquier momento… Kenzo…
- De nosotros… -
Esa respuesta me había tomado por sorpresa, quería hablar de nosotros?, No había ningún nosotros!... si se refería a la banda, yo no regresaría con ellos.
-No regresare!... – dije decidido, no lo haría!
- No es eso… - susurro bajo. - solo quiero decirte alfo, necesito saber si es verdad... –
- Que?. -
- Tu… Tú me quieres?... –
No entendía esa pregunta, como es que lo sabía, como sabía que lo… quería?, lo hacía, nunca había dejado de pensar en él, solo en aquellos momentos en los que en la compañía de Kenzo podía olvidar completamente todo.
-Te quiero!... - Acercaba sus labios peligrosamente, los sentí rosar, pero lo aparte, no quería herirme como la hacía antes, me había dispuesto a olvidarlo, y cuando estaba a punto de hacerlo, venia y me decía aquellas palabras que tanto había anhelado escuchar, pero ahora era diferente, sus palabras no causaban ningún efecto en mí.
-No, tu estas con… - no termine mi frase, ahora devoraba mis labios, quería apartarlo, pero simplemente no podía, estaba sobre mí, aferrado a mi cabello, enredando sus dedos, apegándose mas a mi cuerpo, aquellos labios que yo hubiese querido poseer antes, ahora estaban devorándome, pero había algo, ese beso no era lo que yo hubiese querido.
Simplemente, no sentía nada…
-Yo no estoy con el… yo te quiero, y cuando supe que tu sentías lo mismo, me emocione… - su voz tenía un timbre diferente, nerviosa, cariñosa, y a la vez con temor, sus mejillas sonrojadas lo hacían ver inocente.
- No puedo, ya no puedo, yo te amaba, pero tú no dijiste nada!... si hubieses sentido todo aquello que dices sentir, porque no me lo dijiste?... porque esperaste hasta ahora?... –
Me encontraba molesto, no podía dejar de preguntarme el como había sido posible que se enterara, me había levantado de golpe, haciendo desconcertar a Ryuuji, se levantó justo después que yo lo hice, me miraba insistente.
-Yo te he amado desde hace mucho. – su voz volvía a sonar seria, dándome a entender que hablaba con la mayor sinceridad posible. – pero tenía miedo al decírtelo, tenía miedo el decirte un te amo, si me despreciarías, no quería eso, y mucho menos quería que me dejaras de hablar… si para estar más cerca de ti, tenía que ser tu mejor amigo, lo haría. – sus ojos se cristalizaron, me gire, no quería verlo asi.
-Discúlpame… ya nada es lo mismo… - susurre bajo, me odiaba por decir esto, pero me lo había propuesto, tenía que olvidar el poco amor y cariño que le tenía.
- Entonces… - se acercó a mí, abrazándome por la cintura. – solo un beso más… -
Su respiración choco con la mía, su lengua comenzó a delinear mis labios, recorrió mi cintura con desesperación, me apego a su cuerpo y justo cuando me iba a besar la puerta se abrió.
Nunca me había sentido peor!...
-Yume-chan~ ya le… - se quedó callado, podía ver aquella expresión tan desfavorable para mí.
-Ken… zo… - que decir, Ryuuji no se separaba, no dejaba de abrazarme.
- Tú quién eres?... – interrogo Ryuuji colgado ahora de mi cuello. – porque entras de esa manera, acaso es tu casa?...-
- … - Kenzo no contestaba nada, estaba ido, me miraba con reproche, trate de hacerle señas con mi mirada, pidiendo o más bien suplicando que lo apartara de mí, y al parecer comprendió.
Fin Yumehito Pov
Podía sentir algo de traición, porque Yume no se lo quitaba de encima, acaso eran algo?, miraba al guitarrista con reproche, lo odio por un momento hasta que noto la mirada suplicante de Yumehito.
-Porque no lo sueltas. – hablo calmado acercándose a los dos.
- Tu quien eres para decirme lo que tengo que hacer!!... – lo estaba retando, porque había entrado de esa manera?
- No me retes… - rio el batero. – será mejor que lo sueltes. – su mirada cambio, si por el fuera, mataría a “ese” , se acercó amenazadoramente tomándolo por el cuello de la camisa.
- Espera Kenzo… - Yumehito lo había apartado, lo detenía del brazo.
- Quien te crees!!... – Grito Ryuuji.
- El Novio de Yume… -
Silencio total, Ryuuji y Yumehito estaban sorprendidos, Ryuuji se enfureció por eso y trato de jalar a un shockeado Yumehito, pero los movimientos de Kenzo fueron aún más rápidos, lo tomo de la mano, atrayéndolo a su cuerpo, pegándolo a el mientras que con una mano lo abrazaba por la cintura y con la otra acariciaba su mejilla.
Yumehito no sabía cómo actuar, aquello lo había sorprendido, su novio?, acaso no solo podía correr al vocal o algo por el estilo?, pero no, porque había dicho esto?, ahora estaba sonrojado, el tener tan cerca a Kenzo provocaba ese color carmesí en sus mejillas, su cuerpo comenzaba a arder, que le pasaba?...
-Yu… Yume… - el vocal de Soroban y ahora Zoro, los miraba con miedo, miedo a que aquel que tenía abrazado a Yumehito lo besara y este le correspondiera, era masoquista, quería ver si en verdad harían lo que planeaban o ver si tan solo le mentían.
Kenzo comenzó a acercar sus labios, juntándolos, solo había hecho presión en ellos, de a poco comenzó a besarlo con ternura, atrapando sus labios, abrazándolo mas por la cintura, Yumehito sentía morirse, no se movía, estaba estático.
Sintió la mano de Kenzo colarse por la suya entrelazando sus dedos, sensaciones recorrían su cuerpo, comenzó a responder, besando de la misma manera en que el batero lo hacía, ese sabor que amenaza Kenzo en definitiva lo idiotizaba, comenzó a corresponder, llevando su mano libre al cuello del otro, atrayéndolo más.
Por otro lado Kenzo no quería detenerse, nunca se hubiese imaginado que aria tal cosa, y que para variar llegara a besar a Yume, su cuerpo se movía solo, abrazando y entrelazando su mano con la de Yumehito, le comenzaba a gustar este contacto, no quería detenerse, se separó unos segundos para asi poder tomar aire.
-K-Kenzo… - susurro agitado.
- … - Kenzo no respondió a nada, solo comenzó a delinear con la punta de su lengua los labios del guitarrista, Yumehito sin pensarlo correspondió a aquello, dando paso a la lengua de Kenzo, de un beso tierno pasaban a uno más pasional, uno que no cualquiera se daría, y mucho menos dos amigos asi como lo eran ellos.
Sus lenguas comenzaron a entrelazarse una con la otra, jugando a ganar el poderío, todo iba tan rápido, que solo escucharon el golpe de la puerta al cerrarse se separaron, mirando hacia la puerta, Ryuuji se había ido, se miraron y en ese preciso momento los dos se sonrojaron, separándose al instante aun con su respiración por los suelos.
-Perdón… me deje llevar… - se disculpó Kenzo, mirando al piso.
- No solo fue tu culpa… - sus mejillas ardían.
- Creo que la comida será para otra ocasión… Yo… yo tengo que irme… -
Yumehito no lo detuvo, lo dejo salir de la casa, camino detrás de él, y cerrando se recargo sobre la puerta, se tocaba con la yema de sus dedos los labios, como tratando de no perder esa sensación que le había provocado el baterista, había sido un beso delicioso, no como otros, este le había encantado…
-Ken-chan… - susurro sonriente, como quisiera volver a repetir ese beso, fundirse en él una vez más, sentir esas sensaciones, sentir todo lo que pudiese sentir en ese momento.
Kenzo Pov
Como quedarme frente a él después de lo que había hecho, me tenía un buen merecido bofetón, pero no había sido asi, tocaba con la yema de los dedos mi labio inferior, me había aprendido cada movimiento y cada renglón de los labios de Yume en tan solo un poco tiempo.
Yume…