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You are my Distress, I am your Coma por Lovely Paranoid

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Notas del capitulo:

Bueno, no actualice antes y lo lamento mucho. ¡Perdon! De verdad...es culpa de la pagina que habia estado mala, y mia, tambien, por no tener el suficiente tiempo, pero este capitulo ya estaba listo el sabado pasado pero no pude subirlo u.u

Fue inspirado en la cancion de Evanescences Together again n_n espero les guste.

Capítulo XIV

 

Juntos otra vez

 

Titilaban las luces. Las festividades acababan de llegar y Chizuru lucía hermosa en su kimono; bordado de flores primaverales, con un gran y grueso obi blanco anudado en su abdomen. Sus ojos castaños lucían transparentes frente al color avellana de la estación segunda…Aoi sonrió al verla a ella reír.

…tú no me amas. Solo estas despechado… Recordó.

Observó la creciente luz del pacillo y al hacerlo, una mujer con kimono y dos niños de la mano pasaron por allí. Sin saberlo, le presto más atención a los transeúntes que a su propia novia, por lo que ésta; abalanzó sus brazos y se colgó de su cuello para besarlo: Sus labios estaban fríos como el hielo de la acera de tráfico y su piel tan suave como el polar de su bufanda.

Cerró los ojos y sintió los dedos de Chizuru entre la solapa de su camisa azul, bajando por su grueso cuello hasta tocar el hueso sobresaliente de su columna vertebral.

Muchas cosas habían pasado entre ambos y desde entonces, ella se había mostrado cada vez más y más impulsiva en sus actos…Como si quisiera desesperadamente recordarle que ella estaba allí, para él.  A su lado con la mano extendida para brindarle todo lo que llegase a necesitar.

Verdaderamente sintió que no la merecía. Era demasiada bondad y amor para alguien como él.

Debería quedarse solo. O simplemente, podría amar a Chizuru como antes y ser feliz. Feliz…Al lado de alguien a quien nunca am-

-Yuu-Susurró ella apretando sus labios contra su cuello, subida de puntas para llegar a su altura-, hace frio ¿Por qué no me dejas pasar?

Él la besó en la frente, y esta aprovecho para besarlo en los labios.

Nadie se había dado cuenta que Shima llevaba un rato presenciando la escena. 

Aoi se aferraba fuertemente a ella, quizá en un desesperado intento de quedarse con algo de cordura, pero… ¿Por qué parecía querer borrarse? Uruha lo vio, el, en su burda farsa, no parecía querer estar a su lado, más bien, era ella quien lo sujetaba a él, como cuando sujetas a alguien quien  cae de un precipicio, a alguien quien quiere caer…

Se separaron un poco después de ello y Chizuru saludó a Shima con un gesto de mano y una sonrisa. Aparentemente luego de un año separados ella pudo “olvidar” el incidente vivido entre él y su novio. Aquel clandestino sentimiento que jamás se podría llevar a cabo…

Aoi la soltó. Sus manos instintivamente se separaron de las de ella apenas los ojos avellana de su mejor amigo se posaron sobre estas, como si se hubiese quemado.

Deseo agarrar el mismo las manos de Shima.

La pareja entró desde el quicio y la chica cerró la puerta tras de sí.

Un pequeño lapsus de silencio les impacto, pero el golpe se hizo mayor entre los hombres presentes en la sala.

-Te ves linda con kimono, Chizuru-san-Comentó Uruha mientras, casualmente caminaba desde la pequeña salita del departamento compartido, al espacio al cual llamaban “cocina”, el cual se  dividía por una pared cortada a la mitad, en donde se había creado una especie de encimera en donde habían un par de vasos. Uruha tomó uno de ellos y abrió el refrigerador para sacar una cerveza y verter un poco en el vaso.

-Gracias-Dijo esta-. Es para el festival, ¿Iras con Reila-san, Kouyou-san?-Quiso saber ella colgada del cuello de Yuu…aun.

Los ojos color avellana de Shima se ensombrecieron. Él bien sabía que ella no había hecho el comentario en mala forma, pero  ciertamente dolía, porque tenía doble significado.

-Reila no puede-Murmuró intentando sonar completamente normal-. Yo tampoco iré.

Todos guardaron silencio, entendiendo lo incomodo de la situación.

-Pero no se preocupen; diviértanse ustedes.

El rostro del moreno desvió la mirada. Intentando disminuir la voz en su cabeza, la cual le decía abiertamente que lo llevase consigo…

-Nos vemos entonces, Kouyou-san-Se despidió ella-. Quiero llegar antes de que Yuu se arrepienta de llevarme.

Avergonzado el moreno escondió el rostro en su novia y con un ademán se despidió de su amigo.

Dio un paso y antes de seguir adelante no pudo más y dijo:

-¿Por qué no vienes?-Preguntó de espaldas a él.

Uruha parpadeo un par de veces extrañado.

-Ruki y Reita también quedaron de ir…Y en una de esas Kai se aparece.

Todos…reunidos como hace tiempo no lo hacían…

Sonrió al recordar la fotografía que guardaba en su billetera. La misma que se habían sacado luego de graduarse-con mucho esfuerzo algunos-del instituto. Aparecían en un bar al cual siempre-antes-habían frecuentado. Reita aparecía con un pulgar alzado sentado con una pierna doblada sobre su rodilla y su brazo derecho sobre el respaldo y los hombros del pequeño Ruki, quien, aun guardaba su cabello oscuro para esa época. Recordó tenía una mueca de malhumor ya que había perdido, todo por culpa de Kai, su billetera en la estación de metro…

Sonrió. Al lado de Reita, es decir, a la izquierda, estaba Aoi con una lata de cerveza en la mano enseñándola como si patrocinara un comercial. Kai estaba detrás de las sillas apoyado sobre las cabezas de Aoi y Reita con una gran y reluciente sonrisa, mientras que el, en una esquina, al lado de Yuu, se cargaba cercano a su hombro con una mueca de burla contra Kai quien no aparecía del todo en la foto.

¡Qué momentos aquellos!

Los extrañaba.

-¿Y vienes?-Insistió.

Uruha sonrió. Sin saber que esa decisión fue la que cambio el curso de toda su vida…

 

 

En una esquina, vio dos bultos que le parecieron muy familiares y no dudó en correr por ellos para así poder abrazarlos.

Reita se carcajeo en sus brazos mientras que sus oídos eran llenados por la risueña risa de cierto castaño al cual no veía hace bastante tiempo.

Kai se coló en su gesto de amistad mientras que la escena era presenciada por la pareja que se mantenía a unos pasos más allá a la distancia.

Uruha se veía feliz de ver a Kai y a Reita nuevamente, y sin querer, sonrió también, quizá recordando los momentos en los que los cinco hicieron la misma clase de cosas. Cuando ninguno tenía una novia demasiado importante, o un trabajo que le imposibilitara salir, o la universidad…O simplemente el cansancio o la falta de tiempo.

Quiso soltar la mano de su novia para acercarse a ellos. Pero no pudo. Fue demasiado cobarde. Tuvo miedo de olvidarse del resto e ir tras Shima…Tuvo miedo de dejar las apariencias en público y ser lo suficientemente valiente como para demostrarle sus errados sentimientos frente a todo el mundo. Y quiso hacerlo. Pero fue cobarde. Tuvo miedo. Se sintió indefenso. Se sintió débil y torpe y por primera vez…no se sintió egoísta. Por primera vez un gesto de bondad afloró en él y prefirió la felicidad de su amigo antes que su egoísta sentimiento. Quiso verlo sonreír entre Kai y Reita. Prefirió...Así lo prefirió. Porque supo que…supo que si soltaba la mano de su novia, Shima jamás lo perdonaría.

Se aferró a su realidad. A su cordura y beso la mano de su novia mientras esperaba a sus amigos.

-Oh, miren, miren-Dijo Reita apenas vio a Yuu-. Llego el señor Compromisos.

Yuu dobló una sonrisa.

-Chizuru-chan-Saludó el rubio a la chica con un gesto de mano-. Hace mucho que no te veíamos.

Ella devolvió el gesto amablemente, sin quitar los ojos encima del castaño.

-¡Aoi maleducado! ¿Nunca habías presentado a Kai? –Gruñó Reita.

Ella se rió.

-Nunca se habían topado. No veo la importancia de ello-Se burló.

-Tan sensible-Suspiró ella. 

-Un gusto, Chizuru-san, soy Uke Yutaka…pero sólo dime Kai ¿Si? –Se presentó éste con respeto.

-¿Kai-san?

-Claro-Accedió.

Chizuru se aferró al brazo de su novio mientras desviaba la mirada. A su lado un trio de niños de no más de cinco años se correteaba por los alrededores, llenando el ambiente de risas y quejidos por parte de una madre preocupada que les seguía. La chica alcanzó a agarrar por el brazo suavemente a uno de ellos, a un chiquillo de mejillas sonrojadas y cabello oscuro, lo que llevo al acto, la detención del entretenidísimo juego de los infantes.

La mujer sonrió a la chica al devolverle a su hijo mientras que ella con un gesto se despedía del pequeño niño.

-Te encantan los niños-Averiguó Shima en voz neutra, sin dejar la frase a interrogación.

-Planeo tener muchos de ellos-Confesó algo nerviosa.

Reita codeó a Aoi para que este se sintiera avergonzado, algo que consiguió con méritos, ya que no pudo sentirse cómodo con el comentario de su novia…aunque claro, aquello no había sido una insinuación para nada, pero aquello le recordó la época en la cual, pensó por asomo pedirle matrimonio a su novia. Cuando aún no descubría el ferviente sentimiento escondido que traía consigo; su pecado más íntimo y la razón de su tortura…

Todos esperaron a que Yuu digiera algo, pero no dijo ni una sola palabra. Lo cual resulto incómodo para todos. Solo hacía falta ver la expresión torturada de Chizuru al entender lo que acababa de generar inconscientemente…

-¿Y Ruki?-Rompió el silencio Shima intentando desviar la vista de la agridulce pareja.

-No lo sé…tenia trabajo. Dijo que su local estaba algo escuálido, así que no sabremos si vendrá…-Contó el rubio-De igual manera lo llamaré en un rato más.

Ruki…cierto, desde hace mucho tiempo ya que no lo veía ¡Y mucho más desde que no hablaba con el!

-No estoy enamorado de Uruha-Había dicho el pequeño rubio hace un año atrás-. Simplemente dije eso para deshacerme de ti.

Con el tiempo, había descubierto el significado de esas palabras. ¿Por qué él había sido el único imbécil al no enterarse de toda la telenovela que sus amigos estaban protagonizando a sus espaldas? Que yo te amo a ti, que tú a mí pero yo no… ¡Y una mierda! ¡Todo ese tiempo había estado siendo engañado y nadie había tenido la decencia de explicarle ni un pelo! Pero bueno, lo que todos realmente quieren saber ¿Cómo finalmente se enteró? Porque conste que no lo dedujo, no señor, no fue capaz de procesar ni el uno por ciento de la idea. El mismísimo Ruki había hablado con Aoi luego de unos meses de distancia entre él y Uruha.

-Sé que sucederá aquí-Le había dicho, hace más o menos unos cinco meses atrás-. Por favor no cometas el mismo error que yo.

-No entiendo de qué estás hablando-Recordó le confesó. Tan inocentemente, se dijo a si mismo…tan estúpido.

-Lo mismo que a ti te pasó con Uruha me pasó a mí con Reita.

¿Qué?

-¿Q-?

-Déjame terminar-Exigió-. Reita se me declaró hace algún tiempo también. La diferencia fue que él fue más directo conmigo…estas fueron sus palabras…

Tomó aire como si quisiera recitar algún verso y prosiguió:

-“Tú me gustas; yo te gusto. ¿No es así?”-Recitó-Mí mayor error fue haberme petrificado. Él lo malinterpretó.

-Pero…Supongo que tu no…

-Yo accedí salir con Reita. Fuimos amantes.

Demasiada información demasiado resumida. No podía tragarla de un solo sorbo así que se levantó del sofá del apartamento de Ruki y comenzó a dar vueltas mientras su mano, inquieta, se asomaba sobre su frente intentando mitigar los pensamientos aletargados que sobresalían entre unos con otros…Ruki no… ¡Ruki no podía haber sido gay! ¡Dios santo! Siempre lo vio demasiado rudo como para salir con un hombre de la mano…mucho menos Reita…Ugh… ¡Que enfermizo! ¿Por qué de la nada todos sus amigos resultaban ser homosexuales? ¡Por favor! Rogaba al cielo que Kai no saliera con una sorpresita de tamaño calibre porque ahí seria el día en el cual se pegaría un tiro…

-No te sorprendas tanto-Le reprochó-. Te lo cuento porque eres el único, además, que no tenía idea de esto.

-¿Qué?

Hola, pies a tierra, se dijo a sí mismo, Yuu eres el ser más idiota que…

-Me lo imaginaba…Ni sospechas tuviste. Tan concentrado estuviste en tu noviecita-Dijo enfatizando la palabra, Aoi no entendió en ese momento porque- que ni te diste cuenta de la gente a tu alrededor…Bueno, ahora que lo pienso, el único que se dio cuenta SOLO sin que se lo digeríamos, fue Kai. Reita le contó a Uruha.

Así que Kai siempre lo supo…Maldito bueno para las mentiras…pensar que se creyó todo eso de la ignorancia…

-A ver, detén el carro-Pidió-, cuéntame linealmente la historia, por favor.

Ruki se carcajeó.

-¿Estás seguro?

-Omite cosas que no sean necesarias saber…

Risas nuevamente por parte del rubio.

Y así Aoi fue informado de los ¿Tres meses? Si, tres meses de relación entre los rubios.

Aunque de principio, fueron momentos agradables, el pequeño manifestó nunca sentirse completo, es decir, nunca se sintió normal. El mismo prejuicio que tuvo Aoi desde el principio. El no querer manifestarse abiertamente al mundo como un homosexual más, por no querer salir del closet, por no mostrarse como realmente es y toda esa palabrería.  Ruki resumió eso a pocas palabras y dijo que simplemente no lo amaba de esa manera. Lo quería, sí ciertamente, pero como amigo, nunca como otra cosa, y nunca se arrepintió de haber acabado con esa insana relación, la cual, no le hacía ni bien ni a el mismo ni a su mejor amigo.

-Y si te preguntas, si tuve relaciones con Reita.

-¡¡No me lo preguntaba!!-Se quejó Aoi tapándose los oídos- Así que por favor no detalles, no quiero saber quién era el dominante en el coito…

Ambos rieron.

-Bueno, llegó un día, en el cual dije “basta”. Y allí terminé con él.

-¿Qué hizo?

-¿Reita? Se enfureció. ¿Qué otra cosa esperabas? Le dije que no lo quería y él quiso saber porque.

-Y allí inventaste eso de Uruha…

El pequeño dudo. Pero hablo como si no le avergonzara lo que estaba por decir:

-No. En ese tiempo era verdad.

¡!

-¿¡Estuviste enamorado de Uruha!?

¡Oh Dios santo sí que todos eran gays!

-Enamorado…es una palabra demasiado grande…simplemente me gustaba. Además, ya te lo dije, soy heterosexual.

-Mentiroso. Te gustó Uruha. Significa que eres bi.

-No. ¿Acaso no me has entendido? Ser homosexual significa tener preferencia a los de tu mismo sexo. Ser heterosexual significa al sexo opuesto y ser bisexual…atinarle a los dos lados ¿No? Bueno, considerando que nunca me sentí a gusto con Reita, se podría decir que mis preferencias hacia el lado opuesto no han cambiado. No me consideró homosexual solo por haberme refugiado en uno de mis amigos para escapar de una pesadilla. Además, nunca sucedió nada entre Uruha y yo…porque, el incidente de aquella vez no cuenta.

-¿¡Que incidente de aquella vez!?

-Te estoy inventando cosas, idiota-Se burló Ruki-. ¿Quién es el que ahora parece homosexual empedernido?  

Sin saber porque, Aoi presintió que el algo más le ocultaba.

-¿Entonces…?

-Entonces este es mi consejo-Dijo-. Yo creo que hiciste bien al rechazar a Uruha. Porque si llegaras a sentir algo más allá, sería la mera sensación de que llegaras a perder algo importante para ti. Lo mismo sentí y por eso, para no perder a Reita, estuve con él, pero nunca fui feliz-Dio una pausa y luego continuo-. Por favor…no hagas tal de caer en eso.

Las palabras que Ruki le dijo aquella vez significaron la razón de su alejamiento total durante un año con Uruha. Significaron la intensificación de su relación con Chizuru…Y ahora…cuando aquellas palabras solo significan…palabras…ahora cuando el comentario de Ruki le importaba un bledo…

Su novia apunto, entremedio de la multitud, un puesto en la feria.

Vio que allí se pescaban peces dorados y ella quiso uno. Se lo pidió más él no lo escucho en voz alta.

Pasó de ella como si estuviera enfadado y todos se dieron cuenta de ello.

-¿Quieres el pez dorado, Chizuru-chan?-preguntó Reita-. Uruha es experto en ello.

-Si-Se ofreció el-, yo lo puedo pescar por ti…aunque yo sé que tu querías fuera Aoi.

-No…no importa…Él está en su mundo ahora. Lo conozco muy bien. Está enfadado…

-No estoy enfadado. Simplemente no quiero pescar el maldito pez.

-Hay formas más elegantes de negarte-Rebatió Kai-. Simplemente podrías mostrarte más…

-¿¡Y que mierda les importa a ustedes!? ¡Es mi novia! ¡La trato como yo quie…!

De pronto, una cachetada hizo que sus gritos se detuvieran.

Su mano, blanca y grande se aplastó en su rostro dejando una marca carmín.

-Debí de haberte dado un puñete, pero eso realmente hubiera causado algo peor.

Realmente, nadie espero que el mismísimo Shima defendiera a la novia de Aoi. Eso sí era inesperado. Hasta la misma chica cubrió su rostro para evitar lanzar un grito…

La situación era algo bizarra.

El teléfono de Reita había comenzado a sonar.

-Es Ruki-Dijo al leer el remitente…

 

 

 

 

Notas finales:

¿Que tal? Espero no me asesinen xd


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