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You are my Distress, I am your Coma por Lovely Paranoid

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Notas del capitulo:

¡PERDÓNENME!

Tengo muchas excusas para haberme retrasado tanto pero realmente eso no comensa nada T^T 

Este capítulo -Lo juro por the GazettE- lo tenía listo el MARTES, pero no pude subirlo por que no sé si lo dije antes xd pero no tengo internet y me es probrlamtico encontrar un lugar en donde haya. Pero al fin pude conseguirme algo n_n

Tengo hasta la mitad del XXI también así que pienso subirlo tan pronto pueda. Éste capítulo dice muchas cosas y explica algunas cosas que quedaron mal del capítulo pasado. De verdad pido disculpas a las personas que no han quedado conformes pero les pido me comprendan también. La historia es así porque mi imaginación así lo dicta, ¡La pobre Chizuru está que se suicida (?)! 

xD

Muchas gracias por soportarme ♥ 

Capítulo XX

 

De nada por todo.

 

Sentada con las piernas cruzadas y vestida de jeans y un grueso suéter ámbar más una larga bufanda a juego, Chizuru esperaba la llegada de su novio quién llevaba media hora de elegante retraso…pero, a diferencia de lo que se cree, ella no exasperó, simplemente esperó con una tasa de leche achocolatada y un sándwich de pan molde, con el semblante callado y sumiso como si no esperase a nadie.

El frío del otoño y las voces de los clientes despejaron su cabeza el tiempo en el que decidió esperar allí sentada, y rechazó la oferta del mesero de traerle algo más cada vez que le preguntó, como si realmente le preocupara verme allí tanto rato sentada, pensó ella, sólo es para conseguir más dinero. Pero su pensamiento se desestimó cuando el chico, el cual no parecía tener más de dieciséis años, le sonrió y apareció con una jarra entre sus manos y dijo:

-Cortesía de la casa, para que no se enfríe tanto.

Pensó que quizás le estaría coqueteando, pero el pensamiento se disipó tan pronto vio su infantil rostro.

-Gracias-Tan sólo dijo con la expresión endulzada.

Ella se tomó su segunda porción de leche en poco tiempo y no volvió a ver al chico sino hasta que, después de dos horas, se dio cuenta que Yuu la había plantado. Allí, le pidió la cuenta, pagó y se marchó cabizbaja, con el cabello cubriendo su avergonzado rostro.

Apretó su vientre con una de sus manos y lo intentó abrigar entre sus dedos…Su felicidad, yacía flotando allí, más pequeña que un frijol, pero más grande que todos los obstáculos que pudieran tener…Es por ello, que decidida y con el semblante más animado, decidió ir al departamento de su novio, pues, si él se negaba a encontrarse con ella, fuera cual fuera el motivo, ella se encontraría con él. Y si necesario fuere, le esperaría, sentada fuera de su puerta…

Dobló en la esquina y se dirigió a la estación de tren más cercana para llegar a su destino. Esperó cinco minutos y tomó el tren que recorrería la prefectura en donde se encontrara para llegar luego de veinte minutos de viaje, al susodicho departamento. Saludó al señor Morika, el cuidador del apartamento:

-Buenos días, Morika-san-Dijo con una sonrisa.

-¡Buenos días, Chizuru-chan!-Respondió animado el hombre- ¿Buscas a Shiroyama-kun? No está…salió algo apurado…

El rostro de Chizuru no se desquebrajó.

-Ah…no, no importa, puedo esperarlo, sé que Takashima-san está arriba.

Era evidente que lo estaba, sino, él habría mencionado.

-Sí, efectivamente no ha salido.

-Bueno, nos vemos, que tenga un buen día-Se despidió con un ademán y el hombre vio desaparecer su espalda entre las escaleras.

Al llegar, golpeó unas cuantas veces y luego de un par de minutos, Takashima-san apareció en pijama con el rostro adormilado, pero, en cuestión de segundos, al verla, cualquiera hubiera pensado que estaba viendo un fantasma, pues su rostro, más que parecer cálido y amigable se emblanqueció de espanto y Chizuru casi lo ve desvanecerse en el acto.

Chizuru sólo decidió reírse ante ello.

-No me mires así, no estoy tan fea-Se carcajeó.

-No…lo siento…-Se disculpó preocupado-¿Vienes por Aoi? Salió temprano, dijo algo así de ir atrasado a algo…no sé a qué…

-Lo sé-Dijo ella amablemente intentando tranquilizarlo con las manos-, lo puedo esperar.

El rostro del castaño le decía evidentemente que esa sería una mala idea…

-Es que…

-Takashima-san…-Lo interrumpió-es algo importante, necesito decírselo.

Apretó los ojos con dolencia y enterró las uñas de sus manos en sus palmas cuando las cerró con demasiada fuerza sin querer. ¿Acaso alguien la detendría alguna vez? ¿Acaso alguna vez ella se enteraría de lo sucedido? ¿Por qué Aoi ocultaba todo a todo el mundo? Él no sería el amante. No…

-Aoi no quiere entender-Susurró tocando su vientre algo que Uruha vio con peligro-. No me importa…no puede abandonarnos…

¿Abandonarnos?

¿Abandonarnos? ¿A quiénes? Sus ojos se abrieron sorpresivamente.

-Acaso tu…

De pronto, el teléfono de Shima comenzó a vibrar sobre la mesa del living y ambos lo escucharon.

-Espera.

Como si los cuatro segundos en los que tardó en acercarse a la mesa y coger el teléfono fueran eternos, el castaño respiró hondo y tragó el amargo sabor de su boca al digerir el nombre de su amado en el remitente. Tan oportuno, pensó… ¿Acaso esa sería la razón por la cual él lloró la otra noche? ¿Acaso…?

Negó con la cabeza.

Imposible.

Aoi y Chizuru jamás habían tenido intimidad. Él lo sabría, por lo que, en parte se tranquilizó y presionó la tecla de contestar en su celular. La voz agitada de Aoi se escuchó retumbante como en un eco, como si estuviera escapando de las escaleras de algún subterráneo.

-Shima-Le llamó, nuevamente por su amoroso apodo-, estoy llegando…

-Y tu novia está aquí, se te adelantó.

Escuchó como sus pasos se detuvieron al acto, seguramente él también estaba sorprendido por ello, lo cual, redujo su sospecha.

-¿Qué?

De pronto, sintió como si su voz fuera a salir patosa, por lo que carraspeó la garganta y se aclaró la voz antes de hablar, intentando sonar neutro y decidido, no como un maldito llorón, no como la amante desesperada que no quería ser…

-Lo que escuchaste-Reiteró-. Chizuru está acá, sólo que…se ve extrañamente calmada.

Por la mierda…Fue lo más coherente que pudo pensar Aoi al momento de detener su marcha. ¡OBVIAMENTE ESTABA CALMADA! ¡No tenía nada que perder! Ella…ella estaba decidida a amarrarlo fuera como fuera ¿Por qué? ¿Por qué no lo dejaba ir? De pronto, no sintió cariño por ella y algo amargo comenzó a consumir una cavidad desconocida para él en su pecho…Chizuru y Shima juntos… ¿Qué pasaría si ellos hablaban? ¿Qué pasaría si Chizuru le contaba a Shima de su presunto embarazo? ¿Qué pasaría si Chizuru se enteraba de su relación con Shima? Eso…la mataría. Engañarla era lo último…jamás pensó en hacerlo, jamás quiso serle infiel y mucho antes de darse cuenta ya lo había hecho. Ya le había mentido, ya la había abandonado y dejado de amar, porque, le preocupaba mucho más pensar en qué sucedería si Uruha se enteraba de ese presunto hijo, de aquella personita que flotaba en el vientre de su desesperada novia…la chica dulce a la cual él corrompió y convirtió en lo que era ahora.

Todo era su culpa.

Todo.

Ahora todos saldrían heridos. Ahora todos llorarían. Nuevamente, interpuso sus necesidades y sus deseos por sobre el bien de otros, nuevamente corrompió…

¡Maldición!

Realmente nunca quiso herir a Chizuru, pero la situación se había vuelto insostenible para todos. Hasta para él mismo quién ya no sabía a quién debía decirle “te amo” aun cuando su corazón le dictase que fuera a Shima, la razón le decía Chizuru…

De pronto se dio cuenta que había dejado de hablar y que la voz preocupada de su amante se escuchaba por el auricular por lo que cortó acobardadamente. No se sintió capaz de hablarle, sintió vergüenza y quiso llegar lo más pronto posible a su departamento. Porque escapar, sería otro error el cual no quiso cometer.

Nunca supo que de igual forma, ya todo era inevitable, pues, cuando llegó, el rostro bañado en lágrimas de Chizuru le dio a entender que Uruha se había ido de lengua y le había contado todo.

Se vio blanco del espanto.

Vio su cara, sonrosada húmeda y quiso abrazarla, pero no pudo. Porque más que protegerla, sólo la dañaría más.

-Chizuru yo…

Todo estaba acabado…no tendría palabras para explicarle a su novia que había pasado semanas acostándose con otro mientras que ella sufría por su embarazo, no podía decirle ni entendía como su mente lograría maquinar una respuesta coherente, si es que la había claro está…

Si es que la había…

Apretó los puños nuevamente y sintió que la voz con la que hablaba ya no estaba y un nudo en el pecho le impidió articular palabra. Cerró los ojos con la imagen de Shima en su mente; allí, despreocupado, con la mirada neutra y plasmada en seriedad, como si también esperase una explicación coherente, la explicación que no tenía.

¿Por qué todos esperaban que él tuviese algo más que decir?

Abrió la boca nuevamente para decir algo lo cual ni él supo qué sería pero algo lo interrumpió. De pronto, la situación se volvió bizarra.

Chizuru sonrió y se comenzó a reír y Shima la acompañó.

-¡Mira tu cara! ¿Por qué? ¿Acaso tan mal me veo?-Bromeó ella a carcajadas, siendo acompañada por Uruha quien evidentemente no podía sostenerse en pie-¡Takashima-san puso la misma cara!

¿Qu…e? ¿Qué?

-Lo siento…-Se disculpó ella entre risitas doblando el torso al hacerlo-no entiendo…

-¡No puedo reírme más! No puedo-Manifestó el otro, el castaño, quien permanecía escondido entre el quicio de la puerta.

¿Por qué reían? ¿Qué les causaba gracia? ¿Era su cara de agonía? ¿La bizarra situación? ¿El hecho de que no hubiera alguna otra forma de solucionar éste enredo amoroso? ¿O acaso simplemente se reían porque no podían hacer otra cosa? ¿Por qué jugaban así con él…? Acaso…

Se mordió los labios y se tragó toda clase de palabra inteligente.

-¿Aoi?-Preguntó entre risas Shima.

El aludido caminó, enfurecido, tomó por la muñeca a su novia y la arrastró hasta su habitación, la cual, seguía intacta, como si no hubiera dormido allí, porque, evidentemente, no lo había hecho, no allí por lo menos, pero aquel detalle, por suerte, no fue tomado en cuenta por Chizuru quien, para la fecha, estaba más ocupada pensando en la conversación que sostendrían su novio y ella, una conversación que sería recordada por ambos el resto de tiempo que les quedaba “juntos”…si es que a eso se le podía llamar juntos…Aunque, por otro lado, el solitario Shima sólo pudo sonreír amargamente.

-De nada-Citó en silencio-, no te preocupes, guardar el secreto jamás ha sido doloroso para mí-Suspiró-. De nada-Repitió-. De nada por todo.

En segundo plano, otra vez, Shima decidió vestirse y largarse del lugar, pues, para él, evidentemente lo que vendría después no le sería de beneficio. Nunca esperó que Aoi le digiera directamente de su relación, sinceramente no confiaba en él hasta ese punto. Pues lo conocía y por ende, podía decir que para él, Chizuru siempre fue importante, aunque, no dudaba de su amor, sí veía capaz a Aoi de negarse el resto de su vida por temor. Porque muy valiente podrá ser frente a mucha gente, lo veía capaz de pararse en plena universidad y gritar a todos los vientos que lo amaba, pero frente a su novia, su confianza y valentía se veían reducidas a migajas, porque ella era mucho más importante de lo que nadie nunca llegó a considerar. Porque, él sentía por ella algo mucho más allá de amor de pareja. Definición en la cual, él nunca encajaría.

Estuvo a punto de abandonar la sala para cuando los dos aparecieron.

Habían hablado y arreglado las cosas bastante rápido al parecer.

-Uruha-Le llamó y estuvo a punto de no reconocer su voz, pues ya no le dijo Shima.

Lo sabía.

Sonrío.

-Ven aquí.

Escuchó un quejido y al voltearse vio como ella se limpiaba el rostro.

No veía lágrimas en su rostro, pero tampoco una sonrisa de victoria.

-Le conté todo.

¿Todo? ¿Qué todo? ¿Qué clase de todo?

-Le conté que somos amantes.

¿Eso podría significar una victoria…? Posicionó fuertemente sus pies en el suelo, porque temió caerse de la impresión, pero logró infundir indiferencia en su expresión magníficamente, algo que él mismo jamás creyó hacer en una situación tan tensa como esa.

De pronto, sus ojos se situaron en el semblante de Chizuru. Ella tocó su barriga y sonrió.

No, evidentemente no, no había ganado. Ante ella, hace mucho tiempo ya que había perdido…Hace mucho tiempo ya…

-Pero no sé si pueda seguir sosteniendo esta situación-Confesó-, pero no olvides-Sonrió, dolorosamente-, que tú siempre irás primero para mí.

¿Qué…? ¿Por qué sonaba a despedida?

-No te sigo-Manifestó, confundido el castaño, con las manos tiritando.

-Yo tampoco-Se rió sin humor-. Ahora sólo puedo ver las prioridades.

-¡Tu prometiste!-Alzó la voz, paranoico ante la idea de…

Aoi dio un paso en su dirección.

-No entiendo-Habló Chizuru al ver a quien había sido su novio abrazando a un extraño. A otro hombre-. No entiendo ni quiero entender cómo tendré que explicarme a mi hijo que su padre es homosexual.

Sus palabras no fueron cargadas. No expresaron odio ni tristeza, sino más que nulidad. Simplemente conformidad. Cómo sí el haber sido abandonada por él ya de pronto no significara nada, porque, quizás era algo que ya esperaba.

-Terminé con Chizuru-Susurró a su oído Yuu-. Te prometí que nada nos separaría jamás.

Takashima Kouyou abrazó a su amante y no le importó demostrar su afecto frente a la mujer que más parecía estar sufriendo. No le importó oír su llanto, no le importó pensar que quizás eso también era doloroso para Aoi…fue egoísta e intentó tragarse toda la humildad, pues ya llegaría de igual forma y le haría sentir miserable.

Ahora no.

De igual forma, cuando le contó a Chizuru en la puerta apenas llegó que ya eran amantes ella no se impresionó. Sólo le sonrió. Aunque claro, era evidente, puesto que ella siempre lo sospechó. No había sido ninguna clase de secreto nunca para nadie…

-Yo lo amo-Dijo él de forma tajante-. Él me ama. Por favor, no le hagas sufrir.

-Te comprendo.

Aquellas simples palabras produjeron una risa estúpida. Vacía. Sin significado de nada, sólo que, era irónico…era estúpido.

-Yo más que nadie lo puedo hacer, y puedo decirte-Sonrió, mientras las lágrimas cálidas bañaban su rostro-con sinceridad que…-Su rostro se quebró, mas Shima se mantuvo firme-que…lo último que quisiera, es verlo sufrir.

Ella acababa de entender. Por fin, después de tanto tiempo…había comprendido.

Chizuru estaba enamorada de Yuu, hasta el punto de volverse loca, y por ende…por ello lo último que quería era verlo triste. No podía soportar la idea de entristecerlo, sobre todo por sus actos, y si ahora, se sentía miserable por su culpa ella…Sus manos volaron a su rostro y lloró mientras que Shima sólo la veía desahogarse entre sus penas. La vio doblarse y cargarse a la pared mientras sus delgadas piernas tiritaban.

Shima apretó el teléfono entre sus manos y tras unos torpes pasos fue hasta ella y la abrazó.

No había palabras. Nada, sólo el sentimiento puro. Un lo siento no verbalizado.

Ella se rió al rato y comenzó a limpiar las lágrimas de su rostro.

Allí había sido el momento en el cual Aoi llegó. Su rostro se veía tan perdido, tan dolido, que ambos prefirieron cambiar el dolor de las lágrimas traicioneras por una risa limpia y sin encanto.

Fue su pequeño secreto.

Fue la primera vez que Shima le ocultó algo a Yuu y la primera vez que se sintió bien consigo mismo, le dejó ser valiente a Yuu. Lo suficiente como para poder confesarle todo lo que había sucedido a Chizuru en aquella conversación y aunque, no tuvo ni la más mínima idea de lo que sucedió allí, no pudo sentirse feliz. No hubo vencedores ni perdedores. Sí ella estaba embarazada él se haría cargo del bebé pero no dejaría de lado a Uruha. ¿Qué más se podría pedir?

No era un final triste pero tampoco uno feliz, ¿No podía sentirse a gusto con ello?

No sabía que todo estaría muy lejos de significar un final.

-Lo siento-Dijo de pronto Uruha-. Yo no puedo con esto.

Se separó de Yuu.

-Lo siento, no doy más.

Chizuru levantó el rostro.

-No…no soy lo suficientemente capaz de lidiar con esto. No soy tan fuerte. No siempre puedes dar por sentado que yo te seguiré a pesar de las consecuencias de tus actos. No me predispongas.

Tras un empujón cariñoso y un leve beso en su mejilla, Shima sin tomar nada, salió del departamento y no volvió, dejando a Yuu petrificado en medio de la habitación, aun pensando en que quizás las cosas hace mucho tiempo se habían acabado.

Pero no importaba.

No importaba ahora nada más que Shima.

-Lo siento Chizuru-Dijo simplemente y lanzó las llaves que sacó de su bolcillo de sus jeans oscuros-, cierra con llave al salir.

Y dicho esto, comenzó a correr por el pasillo que daba ante las escaleras y apenas le encontró le abrazó. Se aferró a su delgado cuerpo con necesidad y aun cuando éste se quejó, no le dejó escapar. No lo haría nuevamente, no perdería lo más importante de su vida otra vez, no lo dejaría ir…no lo cambiaría por nada.

Sería egoísta otra vez. Dejaría llorando a Chizuru sola en el departamento y se interpondría ante los deseos de Shima. No importa. Así era él, egoísta, celoso, malhumorado, sarcástico, poco cariñoso y tosco. No importa.

-¡Déjame!-Se quejó por enésima vez Shima.

-No creo que sea verdad-Se rió-. Tú no te cansarás jamás de mí. Tú me amas.

-¿Qué puedes saber tú? ¡Estoy harto de…!

Lo interrumpió, tomó su mentón delicadamente entre sus dedos y giró su rostro para besar sus labios con pasión y una necesidad casi insaciable por descargar todo lo que quería decirle en un simple beso. Uruha se resistió, se separó de él e incluso lo mordió con fuerza. A Yuu no le importó.

-Tú me amas-Repitió.

-¡No! ¡No te amo!

Aoi se rió.

-Sí, me amas, por eso me haces ésta escenita.

-¿Qué escenita?

El moreno reía mientras cada vez, sin que el castaño se diese cuenta, se iban acercando y abrazando más y más, cada vez, el más alto dejaba de oponer resistencia ante los besos, cada vez, dejaba de gritar con insistencia y cada vez más se iba rindiendo al encanto de su amante quien, sin lugar a dudas, estaba en lo cierto.

Takashima-san amaba a Yuu así como Yuu amaba a Takashima-san.

Chizuru en la base de las escaleras observó cómo se besaban y allí esperó con lágrimas en los ojos y las manos sobre su vientre hasta cuando ellos, casi sin aire, cogidos de la mano, bajaron y desaparecieron del departamento.

 

 

 

 

Notas finales:

¿Esto compensa ALGO?

PRÓXIMO CAPÍTULO ME ESFORZARÉ POR CREAR UN LEMMON DESENTE! XD


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