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You are my Distress, I am your Coma por Lovely Paranoid

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Notas del capitulo:

PERDÓNENME!

Tengo problemas debido a que estoy en la peor semana del año del colegio xD entrega de tesis y proyectos D: así que no he tenido tiempo de nada. Mañana las entrego. Deseenme suerte la necesitaré XD 

Acá el capítulo nuevo (: esto explicará lo del anterior y bueno, cada día más cerca el final! 

Ni yo sé cual es (?)

 

 

Capítulo XXII

 

Miedo sin voz

 

No pegó ojo aquella noche. Le fue imposible…Y el ver dormir tan plácidamente a Aoi a su lado, calmado como un bebé no ayudaba. Ahora, su maldito y bondadoso corazón le dolía y se afligía por lo que había hecho con la chica extranjera. Esperaba realmente haber hecho lo correcto. Es decir, por primera vez había visto por él…por su felicidad…

Recordar el porqué y el cómo había llegado a sus brazos la primera vez…Ah. Reila no era una mala chica y quizá por ello se había vuelto implicada en todo este asunto también.

Se levantó de la cama y se vistió con rapidez y por primera vez en mucho tiempo, tomó un cigarrillo y comenzó a fumar.

En una esquina había una guitarra. Era de Aoi.

Sonrió…Lo había olvidado, gracias a esa guitarra se habían conocido en primera instancia.

Separó los labios del cigarrillo y exhaló nicotina por su boca, dejando que el humo se disipara con lentitud, observándole viajar hasta el instrumento a cuerdas. Hacía mucho tiempo que no tomaba una guitarra…Cuán rápido pasa el tiempo. Podía decir que desde la última vez en la que él tocó el instrumento fue cuando interpretó una canción antigua de Metallica con su banda-es decir los idiotas de sus amigos-para la despedida de final de curso…De eso ya van muchos años, años en los que había llorado, reído y sufrido. Pero todo aquello había valido la pena. Porque gracias a esas lágrimas, a esas risas y a ese dolor es que ahora estaban juntos…

Tomó la guitarra negra de su funda y comenzó a tocar; lento, despacio...Pensando en qué quizá así arrullaría los sueños de su novio, de su amante, del amor de su vida.

No supo qué fue lo que tocó, simplemente fueron el florecimiento de sus emociones y sentimientos fusionadas. Una dulce tonada. Un sonido acaramelado con gusto a desesperación. Una melodía sin nombre que bailaba al compás del silencio, en medio de una habitación vacía, la cual iba volviéndose más y más acogedora conforme la música del instrumento a cuerda se iba rasgueando hasta el punto en el que los acordes se volvieron más fieros consiguiendo que el compás se aligerara. Podía escuchar la voz temerosa dentro de su pecho gritar la letra aun no descubierta de la canción.

El ritmo era pegadizo. Eso fue lo que pensó…

Tocó por mucho tiempo y sin darse cuenta, por primera vez en su vida había compuesto algo. Por primera vez había expresado todo lo que quería decir audiblemente. Aunque jamás podría reconocer a viva voz sus inseguridades, acababa de hacerlas escuchar. Las paredes eran testigo de su esfuerzo. Acababa de liberar todos sus sentimientos en la voz de su guitarra. La canción sin voz. Su miedo sin voz.

¿Cómo es posible que Chizuru aun siguiera siendo algo tan importante para él?

Rasgueó la guitarra, lentamente.

¿Por qué? ¿Por qué no podía rendirse y hacerse a un lado?

Una lágrima cayó de su ojo hasta su rodilla.

Es decir…aún tenía su rostro lloroso, su sonrisa quebrada y las muchas veces en las que la vio de reojo tocarse el vientre…

No, debía de sacarse esa imagen de su cabeza, porque bien sabía que Chizuru no era una mala niña. No es que tuviese malas intenciones, no es que deseara el mal, sino más bien era una desesperada mujer enamorada. Tal como él. Un ser desesperadamente enamorado que haría lo que fuera por aferrarse a su felicidad. Ahora lo comprendía. Ahora que sin querer había cortado la llamada pudo entender el penetrante sentimiento que Chizuru acarreó en todos los meses en que supuso que él estaba enamorado de su novio, y para peor, en todo el tiempo en el que se hizo la tonta e ignoró la infidelidad de Aoi y siguió a su lado.

Ambos eran iguales.

-¿Shima? ¿Eres tú pato idiota?

Su cuerpo se tensó y por el susto casi deja caer la guitarra de sus manos.

-¿Aoi?

De espaldas a él sentado en el sillón sólo sintió unos cálidos brazos abrazar su cuello. Como siempre, regalón como un gato, se aferró a él y respiró en su cuello depositando un tierno beso en su piel, exhalando necesidad, necesidad de degustarlo otra vez.

-Oh idiota-Se rió tiernamente-, me asustaste.

Sus manos tocaron la piel de su amante y se acurrucó a él.

-¿Tienes insomnio? No ayuda el que estés aquí tocando guitarra.

-¿Te desperté? Lo siento…-Murmuró dejando en el suelo el instrumento, para así poder respaldarse en el sillón y tocar la piel del antebrazo con sus dedos.

-No, no…era una canción muy linda ¿De dónde la sacaste?

Avergonzado, jamás admitiría que era propia.

-Por ahí la escuché y quise tocarla…

-Es muy linda-Le halagó sonriendo, apoyando su cabeza en su hombro por detrás de él-. Aunque…me dejó cierto sentimiento de tristeza. Aun cuando fuera dulce me dio algo de pena.

Shima tuvo un revoltijo de sentimientos en aquel entonces y prefirió quedarse callado. Sólo podría decir cosas tontas. Sabía que sus preocupaciones eran estúpidas y no debía echárselas a Aoi. Por ahora, prefería guardar silencio y cargar con ello solo, como siempre lo había hecho. Estaba acostumbrado después de todo. Siempre había hecho las cosas de ese modo y no las iría a cambiar a estas alturas de la vida.

-Volvamos a la cama-Le pidió besando su cuello-. No puedo dormir si no estás ahí.

-Maldito gato regalón-Se carcajeó.

-Maldito pato idiota.

Y como lo había predicho. No pegó ojo en toda la noche…

 

 

 

Reila no volvió a llamar. Shima prendió el teléfono al día siguiente y se dio cuenta que después de eso sólo hubo una llamada perdida de su número. Quizá se dio cuenta que no quería comunicarse con ella, lo cual significaba que…

-Maldición…

Seguramente iría a aparecerse por el departamento, lo mejor sería sacar a Aoi de allí…

No. ¿Por qué estaba huyendo? ¿Había necesidad de hacerlo? Debería darle algo de crédito a Yuu-quien últimamente andaba más cariñoso que de costumbre, maldito gato en celo-, después de todo, ya eran novios oficiales. Chizuru sólo era una ex novia.

Sólo eso.

Cerró los ojos y enjuagó su cara con el agua del grifo del baño luego de haber cepillado sus dientes temprano por la mañana. Las enormes ojeras que se reflejaban en su rostro no eran para nada atractivas y no le parecía tentadora la idea de salir luciendo esas pintas justo ese día.

-¿Puedes apresurar la causa?-Se escuchó gritar desde el pasillo, fuera del baño-tus maletas no se harán solas.

Era Halloween. El invierno se iba aproximando nuevamente y su viaje-feliz viaje de amantes-había sido planificado por su novio como tres días en su ciudad natal: Mie.

Al principio no entendió porque llevarlo hasta el pequeño poblado de Mie, pero tras una corta explicación comprendió lo que él quiso expresarle con aquella invitación.

-Quiero que conozcas lo más importante que tengo en la vida.

Aoi se mudó a Kanagawa-ciudad en donde estudiaron todos en el instituto-cuando cursaba sus últimos años de estudio, pero antes, toda su niñez fue vivida en Mie.

No lo supo de su propia boca, pero escuchó de Reita que la razón por la cual su novio se mudó a Kanagawa fue debido al fallecimiento de sus padres y su hermana mayor en un accidente automovilístico y debido a las circunstancias de la vida, quedó bajo el cuidado de sus tíos los cuales vivían en esa ciudad, por lo que ahora, además de tener unas gloriosas vacaciones lejos de todo, quería presentarle a su único familiar cercano vivo.

Su hermano mayor.

Él es mucho mayor que Yuu, y no son muy comunicativos el uno con el otro pero según supo, hasta Chizuru llegó a conocerlo ¿por qué él no? Se merecía ese privilegio. Aunque quizá no se presentaría como la pareja estable de Aoi pero por lo menos como su confidente.

-¿Qué tanto haces? ¿Te tragó el inodoro o qué?

Imprudente como siempre, el moreno abrió la puerta y se encontró con Shima frente al espejo, observándose las ojeras como si fueran lo más horrendo que pudo haber visto en su vida.

-Vanidoso…

-Tú cállate y vete…

-Te dije que mucho sexo nocturno hace mal.

-¡¿No eras tú quien estaba en celo?!-Gritó exasperado consiguiendo risitas por parte del moreno.

-¿Sucedió algo malo que te ha quitado el sueño?

El recuerdo de la llamada de Reila lo atormentó. Inmediatamente para cuando Yuu quiso besarlo lo rechazó en un mero acto reflejo. No por su novio, sino que por él mismo. Aunque claro, eso Aoi no lo sabía, por lo cual, su rechazo significó algo mucho más negativo de lo que pudo imaginar Shima. Sus ojos castaños se clavaron con firmeza en su rostro intentando dilucidar el problema.

-¿Acaso estoy yendo demasiado rápido contigo?-Preguntó con cautela.

No… ¡No era eso!

-¿Acaso estás a-?

-¡NO!

Desesperado, Takashima acortó la distancia entre ambos y lo besó.

¿Cómo podía creer eso? Será idiota…Él era la razón de sus constantes respiros, de las palpitaciones en su pecho, del fluir de su sangre por su cuerpo, de sus suspiros, de sus risas, sus lloros, sus pensamientos, su todo. Su mundo y su vida…

No…

Más allá de eso. Lo amaba como un enfermo no razona.

Lo amaba con tanta fuerza que a veces odiaba ese sentimiento. Sentía que en cualquier momento Aoi era capaz de destruirlo en mil pedazos…tan vulnerable…

-Yo te amo estúpido-Dijo entre besos cortos el castaño-. Yo no sé qué haría sin ti-Prosiguió-. Si tú me dejas ahora yo creo que realmente moriría de soledad.

-¿Y te meterías a monje?

Quiso fulminarlo con la mirada, pero no lo hizo. Más rato se recordaría de hacerlo, ahora estaba muy ocupado degustando el sabor de sus labios.

-Yo también te amo, Takashima Kouyou-Respondió observándole con cariño-, y tampoco sabría que hacer sin ti-Se rió. Se rió de la forma en la que el castaño lo miraba, quizá debido a lo extraño de sus ojeras, en ese momento poco le importó-. Y si tú me dejaras ahora…sí, creo que sí me metería a monje.

-Aoi…

El susodicho volvió a besarlo más apasionadamente. Sus labios se fundieron nuevamente en uno solo y su lengua se abrió paso entre ellos con una facilidad increíble. Como si estuviera acostumbrado a hacerlo y allí, jugueteó dentro de su boca de la misma manera en la cual sus manos rodeaban sus cuerpos; apasionadamente.

-Ah…Aoi…-Gimió el castaño mientras éste bajaba y comenzaba a lamer su cuello-Aoi…

Él no hizo caso a sus quejidos y continuó con su actuar.

-A…Aoi…

Éste siguió bajando hasta llegar a sus caderas. Ese fue el momento en el que Shima reunió toda su determinación y consiguió decir:

-¡No tenemos tiempo para eso ahora! ¡Perderemos el vuelo a Mie!

-¡MIERDA!

 

 

 

 

El cielo estaba gris. No le gustaba la sensación que el lugar le daba. Tenía un mal presentimiento. Uno muy malo.

Suspiró, no quería realmente arruinar nada pero era algo muy importante, y si ella no era capaz de decirlo, no quedaba más remedio.

Shiroyama-san debía de saberlo. Sería injusto para él no estar enterado de nada.

Parada frente al complejo de departamentos, Reila la chica inglesa esperó a que el par saliera rumbo a su viaje. Había sido fácil conseguir información. Con unas cuantas botellas de alcohol, Akira-san, amigo de los chicos, había soltado toda la información que ella quería saber.

Los vio salir apresurados luego de unos cuantos minutos.

Sonrió. Esto sería como una especie de favor por todos los momentos en los que ambos estuvieron juntos.

Thank you for everything. I will never forget when you stay with me. Every day, when I…Pensó.

No se dio cuenta. De pronto ellos al verla, quedaron congelados.

Ella vio como el rostro de Kouyou-kun caía a pedazos entre sus manos. Sus ojos se abrieron como platos y su piel era más blanca que la nieve.

No había sido una visita agradable.

-Reila…-Pudo decir.

-Shiroyama-san-Dijo ignorando completamente al castaño-. It’s about that only you can know. Nobody else-Dijo sabiendo que éste le entendería, después de todo, se enteró que Yuu tomó un curso de inglés. Algo básico, pero lo suficientemente avanzado como para poder entender todo lo que ella decía-. Don’t worry. He can hear all of this. He cannot understand…a few of this maybe…but no more than this.

Petrificado, asintió con la cabeza, dándole a entender que sabía de lo que estaba hablando.

-Chizuru isn’t pregnant.

El rostro de Yuu para aquel entonces se iluminó, pero, inmediatamente su preocupación llegó y su tranquilidad se fue casi tan rápida como había llegado.

-But she is better, don’t worry.

-Why…-Habló calmadamente-do you do this? I mean, why you? Why isn’t Chizuru? She should stay here…

-She…she actually she, doesn’t wanna see you. She still loves you. And I don’t think that this be the better way…

-Está bien. Está bien-Dijo nuevamente omitiendo el inglés-. Hemos tenido suficiente.

-There is not enough for me!-Gritó- Still I…

-Es suficiente-Pidió-. Gracias por decírmelo, pero si no nos apresuramos-Dijo tomando de la mano a Shima-, perderemos nuestro vuelo a Mie.

Dicho eso, ambos corrieron hasta la estación de metro.

Shima no había entendido ni la mitad de lo que habían conversado realmente, pero aun así, no necesitó hacerlo.

Confiaba en Aoi. Una parte de él sabía que todo estaba bien.

 Y así, cuando tomaron el avión-justo a tiempo cabe agregar-, sólo necesitó apoyar la cabeza en el respaldo del sillón del avión para quedarse completamente dormido. Ni las jugarretas ni las frases tontas de Aoi pudieron despertarlo.

Tuvo un lindo sueño, pero cuando despertó, no pudo recordarlo.

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Tadá?

Gracias por sus comentarios n_n

*Traté de hacer el inglés lo más legible posible (y también porque no soy muy gringa) así que cualquier consulta, traductor google sirve, sino, un review y respondo (:


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