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You are my Distress, I am your Coma por Lovely Paranoid

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Notas del capitulo:

;______;

Antes de llegar a decir algo relacionado con el capítulo -el cual me COSTÓ MIL DEMONIOS CREAR-quiero agradecerles en sobremanera por seguirme. No saben cuan triste-emocionada-feliz-angustiada estoy, les doy todas las gracias del mundo por haberme leído, para mí es algo muy importante.  

Éste capítulo, bueno, me lo craneé mucho, no sé si estará a la altura de lo que esperaran, me costó x_x no sé si pude plasmar la idea del final...así que x_x estoy nerviosa...

Bueno, no los sigo molestando más con mis palabras insípidas.

Muchas gracias por todo.

¡Los adoro!

Lovely Paranoid

Capítulo XXVI

 

 

 

Juntos todos al fin y al cabo

 

 

 

 

El sol caía rápidamente frente a un hermoso atardecer. Las nubes  se distanciaban unas de otras abriéndose paso a un paisaje memorable. La playa se sentía como el paraíso mismo; con blancas arenas, aguas cristalinas, y una brisa envidiablemente placentera al tacto…Sí, todo era realmente hermoso, pero a ciencia cierta, aunque sonara subjetivo y emotivo, todo palidecería si su viaje no hubiese sido en compañía de la persona que amaba. Puesto que, estar abrazados con la hermosa puesta de sol ante sus ojos-románticamente hablando-era el sueño de cualquier romántico empedernido…

Lo besó. Un tierno tacto de sus labios tras una risita disimulada mientras los dedos de su novio se  cerraban entorno a su abdomen, acariciando su piel bajo la débil tela de su camisa cuadrillé abierta de los ojales la cual enseñaba su envidiable estado físico.

Yuu apoyó su mentón sobre el hombro de su novio. La diferencia de estaturas pareció desaparecer puesto que el moreno estaba subido en el peldaño de la escalera del mirador.

-Éstas sí son vacaciones-Apreció el castaño quitándose los lentes de sol cuando el sol por fin consiguió ocultarse tras las olas en el horizonte.

-Perdón por no tener un panorama mejor el año pasado-Protestó desviando la mirada-. Mi hermano no heredó la mejor casa del mundo, pero…

-No me refería a eso-Se adelantó intentando explicarse-. Es sólo que no pude disfrutarlas sólo contigo.

Ahí se entendía el punto.

-Takahiro es un entrometido, no nos dejó solos…

Shima rió y enredó sus dedos sobre los de su amante al mismo tiempo en que volteaba su rostro para besar a su novio. Hace más de un año que estaban juntos y por fin celebraban su salida de la universidad con creces.

Uruha se había graduado antes que Yuu debido a que él pasó todos sus ramos sin complicación alguna, a diferencia de Aoi, quien por alguna que otra dificultad, se había perdido en un sólo ramo el cual le había costado un semestre más en la universidad. Ya iba atrasado un año, pero eso no significaba mucho, aunque Shima no estuviera en la universidad por el semestre restante estaba  más que seguro que lo tendría revoloteando por allí sin que lo llamase.

-Te amo-Dijo con un beso fugaz el moreno para luego acercarse a él hasta poder juntar sus frentes la una con la otra.

Ambos sonrieron y dócilmente se besaron. Sus labios se entrelazaron y allí fue cuando el corazón del castaño comenzó a bombear más sangre de la necesaria. Sus mejillas se encendieron producto del beso y se animó a seguirle el ritmo a su novio adentrando su lengua por su boca. Se abrió paso luego de pasar a rozar sus dientes hasta llegar a la de él.

-Yo también-Consiguió decir entre beso y beso, amoldando sus labios perfectamente ante la situación, dejándose llevar por el placer de su tacto.

Las manos del moreno raudamente llegaron a recorrer su piel expuesta a la brisa sin vacilación alguna, lo cual no provocó respuesta negativa alguna en su correspondiente, sino que más bien, éste aprovechó el momento y tomó las manos de su novio para que subiera por su torso hasta tocarle el cuello, el rostro, el pecho, todo.

Uruha se volteó y quedaron frente a frente con los cuerpos abrazados, y sus deseos a punta en flor.

-Shima-Ronroneó separándose un poco-, yo…

-¡¡Ay!! ¡Qué asco! ¡Por favor dejen de besarse de esa manera! ¡Para eso existen las camas de los moteles!

-Si quisiera ver a dos gays besándose arrendaría porno gay…

-No sean tan exagerados chicos, se aman, déjenlos en paz.

La primera voz, como lo reconoció perfectamente Uruha, fue la de Reita. La segunda de Ruki y la última  la de Kai.

Aún seguía preguntándose cuando fue que ellos lograron convencerlos de llevarlos consigo a sus súper vacaciones…

-Yuu…-Protestó el castaño al ver que no lo soltaban-suéltame sino seguirán molestando.

Aoi aún tenía los brazos alrededor de su novio y su mirada parecía impávida. No le molestaba el hecho de tener público en sus actos amorosos, por lo que, sin problema alguno, se acercó con una sonrisa sardónica y comenzó a besar apasionadamente a su novio, algo que, por supuesto, no fue del completo agrado del público presente por lo cual, los gritos de disgusto y molestia se hicieron presente conforme que sin ningún reparo, Aoi acariciaba a su pareja como si estuviesen en completa privacidad.

Shima sólo se dejó querer, pensando que en el fondo, la intención de su amante era fastidiarlos, pero luego se dio cuenta que el beso realmente iba enserio puesto que no paró.

-Aoi…-Dijo intentando quitárselo-Detente.

-Oh, genial, ahora Aoi no nos mostrará simplemente sexo en la playa sino que violación en la playa-Reclamó Ruki.

-Ruki…-Llamó su atención Kai codeándole-creo que es mejor que les demos privacidad. Si mal no recuerdo los han interrumpido desde la mañana…

Ciertamente así había sido. De partida, no los habían dejado en paz desde el momento en el que se encontraron en el aeropuerto. Primero, les habían cambiado los pasajes para que no se sentaran juntos, sino separados por tres puestos entremedio-primero a la ventana estaba enojadísimo Aoi, luego Kai, a su lado Reita, Ruki, y finalmente Uruha-. Luego cuando consiguieron llegar en la noche, cansados por el vuelo largo de siete horas, no les dejaron ni siquiera compartir su cama. No, Reita tomó a Uruha y lo secuestró toda la primera noche con el argumento de “hace mucho tiempo que no tengo a mi amigo de infancia, préstamelo por un momento para preguntarle algunas cosas”…finalmente ese “por un momento” terminó siendo la noche entera en la cual Aoi se hastió de jugar al carioca-póker no porque Kai alegaba que siempre perdía todo su dinero por culpa de Ruki-con el par restante…En fin, a la mañana siguiente, es decir, hace precisamente nueve horas atrás, Yuu había conseguido unos cuantos minutos con Shima los cuales fueron interrumpidos por el desayuno, el cual, pasaron junto a sus amigos para luego salir del hotel e ir a la playa a pasar el día. Nadaron y se divirtieron TODOS JUNTOS, por lo cual, no hubo romance en lo absoluto…hasta que, por supuesto, el trío diversión volvió al hotel a buscar algo de dinero para salir nuevamente de parranda a un bar cercano. Allí fue el momento justo y crucial en el cual consiguieron algo de intimidad…algo…

-Pasan juntos todo el maldito año, porque nos soporten un maldito fin de semana no se morirán-Reprochó Reita cruzándose de brazos.

Algo de razón tenía el rubio de la bandita. Desde que podían recordarlo, todo el año de relación-los trece meses que llevaban juntos-lo habían pasado aislados de sus amigos. Fueron contadas las veces en las que salieron con ellos porque nunca tenían tiempo, y como decía Reita, preferían estrenar la cocina o el balcón de su apartamento nuevo-el cual compraron ambos con su salario hace un par de meses-antes que salir. Las cosas ya no eran como antes y esa era su demanda.

Sólo pedían tres días juntos. Nada más que eso, pero el insensible y egoísta Aoi no podía procesar la idea.

-Yuu-Reclamó nuevamente Shima-. Mira hagamos lo siguiente. El día entero lo pasamos con ellos y bueno, tú sabes, la noche es…

-¡Par de sucios!-Gritó Ruki a carcajadas-¡No pueden estar un día sin encamarse…!

Un par de ancianas pasaron y sus miradas no fueron precisamente de admiración. 

Kai y Reita estallaron en risas.

-¡Y qué! Tenemos una vida privada activa y sana, no es de su incumbencia-Se defendió bastante calmado el moreno sin soltar aun a su novio.

-Mira como lo cela, como si nos lo fuéramos a comer-Se rió Reita.

-No es eso-Le defendió con nerviosismo el castaño. Temeroso porque realmente creía que los pensamientos de Yuu fluctuaran por algo similar…conociéndole…

-Aunque-Siguió Kai-, si hablamos de celosos, Uruha lo deja muy atrás.

-¡Sí, sí!-Se acordó Reita-¿Recuerdan cómo reaccionaba cuando veía a Aoi y a Chizuru juntos?

Aoi de la nada soltó se sonrió, pero su sonrisa no fue de tristeza ni felicidad sino de nostalgia. Quizá, pensó Shima, se estaría recordando los momentos dichos por sus amigos, quizá, reiteró, estaría pensando cuanto habrían cambiado las cosas desde la primera vez en que lo besó ese día por los efectos del alcohol, hasta ahora, que son novios desde hace tanto tiempo.

Se rió de sí mismo. Si hubiese sabido con anterioridad que con perseverancia igualmente hubiera conseguido los sentimientos de Yuu para él sólo lo habría hecho mucho antes, porque, si pudo enamorarlo aun cuando fuese homofóbico y estuviese comprometido, ¿Acaso no pudo haberlo hecho mucho más fácil antes? Pero claro, no era adivino ni nada por el estilo.

Tan rápido había pasado el tiempo…tan rápido.

-Chizuru, ¿Sabían que me encontré con ella en un café?-Comentó Shima apoyando la cabeza en su novio.

Yuu se tensó a su lado y quedó mirándolo impresionado. Él no se había enterado de eso.

-Hablé un poco con ella. Está muy bien. No conseguí saber mucho. Lo único que hizo fue preguntar como estábamos, le respondí y sonrió para luego decir:

»-Me alegra oírlo.

»-¿Y tú?-Quise preguntar.

»-Muy bien, me mudé de casa de mis padres ¡Al fin!-Dijo, luego le sonó el teléfono y contestó algo así como que estaba cerca de allí y que ya llegaba-Era mi novio-Dijo con indiferencia con una pequeña risa-, nos vemos. Espero nos volvamos a ver. Adiós.

Aoi sonrió. Chizuru estaba feliz…

-¡A quién le importa!-Chistó Ruki-No te hagas el inocente, igual te alegra que esté fuera de sus vidas, reconócelo, cambia el tema y cuando la veas no le preguntes más, ya estás feliz porque tiene novio y porque los dejará en paz.

-Ruki…-Reclamaron Kai y Reita.

-¿Qué? Era lo que todos querían oír al fin y al cabo.

Al final, todos terminaron riendo ante el comentario de Ruki pues no había ninguna respuesta coherente ante ello. Chizuru había quedado completamente en el pasado.

Su mayor miedo había quedado atrás…

Sonrió mientras sentía los brazos de su novio desprenderse de su piel para luego tomarse de las manos.

Sin decir ni una sola palabra todos decidieron caminar por el litoral playero aprovechando el buen clima. Los comentarios burlescos en relación a la pareja que, a pesar de los comentarios, decidió caminar junta y de la mano, no faltaron. Es más, sobraron a la propia opinión del moreno quien apretaba los dientes y contenía las ganas de lanzar golpes al aire, pero bueno, eran sus estúpidos amigos, los quería tal y como eran, desgraciadamente, aunque lo odiase algunas veces claro…

Al final, cayeron por allí en un bar cercano y luego de algunos tragos, todos dispersos y disueltos en alcohol se rieron a carcajadas, tontearon y se lo pasaron fenomenal y a eso de las cuatro de la mañana recién se encaminaron de regreso al hotel.

-Bueno, aquí nos dividimos-Chistó Reita-, el par gay se irá a estrenar su habitación y nosotros la nuestra.

Nuevas risas por parte del grupo de amigos para luego dividirse.

El dúo amoroso se fue abrazado por las escaleras mientras que el resto prefirió subir por ascensor.

Caminaron en silencio sonriendo uno muy cercano al otro, a paso lento y humano, pues Aoi aseguraba que podría subir e ir como cualquier persona normal no como un animal hambriento en busca de comida, pues él no era eso que…

-Oh, qué diablos ¡No lo soporto más! ¡Corre!-Gritó Yuu jalando la mano de su novio para correr por las escaleras hasta llegar al cuarto piso.

-¡Qué infantil eres Aoi!

El moreno se carcajeó y llegaron mucho antes de lo previsto a su habitación.

Aoi no aguantó demasiado y no permitió que la demora de Shima entre buscar las llaves, aguantar sus caricias y sus besos fuese un impedimento para demostrar su amor en el pasillo. Lo mimó por el cuello y masticó dulcemente su piel hasta recorrer su rostro en caricias y besos.

-Aoi…-Reclamaba el castaño registrando su bolso con la mano en busca de las famosas llaves-de…déjame…ah…espera-Intentaba decir, pero ambos sabían que ni él mismo podría soportarlo por demasiado tiempo.

Con la espalda contra la puerta de la habitación Uruha consiguió justo la llave cuando el peso del cuerpo de su novio hizo que resbalara hasta caer sentado al suelo de cerámica gris perla. Evidentemente ni él mismo podía controlarse, por lo que, aceptó sus besos sin más. Después de todo, eran las cuatro de la mañana, ¿Quién podría verlos?

Por otro lado, a la subida de las escaleras, cierto trío se moría a carcajadas mientras que dos de ellos entregaban algunos billetes al más pequeño y rubio del grupo.

-Sabía que no aguantaría hasta llegar a la puerta-Dijo tras haber ganado la apuesta.

-Oh rayos, maldito pato, pensé sería más hábil y encontraría las llaves antes…-Reclamó Reita tras la pérdida de su dinero.

-Bueno, yo ya me imaginaba que algo así podría pasar-Insistió Kai-, pero jamás pensé que Aoi sería tan desconsiderado.

-¡Oh! ¡Están entrando!-Dijo Reita.

-Ya era hora…-Le siguió el menor.

-¿Apostamos para ver si mañana pasa lo mismo?-Insistió Reita.

-¡Para qué! Si sabemos que será igual…

Se sonrieron y vieron cómo, arrastrándose, entraban al apartamento.

-Parecen animales en celo, es como ver el Animal Planet-Pensó en voz alta Ruki.

Ningún comentario luego de ello…

Por otra parte, ya dentro de la pieza del hotel, Shima y Yuu se revolcaron en medio de la suave alfombra del lugar entre sus caricias y no pasó demasiado tiempo hasta cuando sus ropas ya no estuvieron en su lugar.

Las manos efusivas del moreno brincaron de un lugar a otro sobre el cuerpo de su amante, desde lo más íntimo a lo más accesible de su ser mientras qué, sin mayor queja, el receptor de las caricias, con las caderas alzadas y los brazos enrollados sobre su torso, gemía ante la intromisión permisiva de su amante quien, disfrutaba cada gemido y sonido salido de la boca de su ser amado. Su lengua lasciva recorrió cada centímetro de su piel. Desde sus labios hasta su cuello, desde su clavícula hasta su abdomen, y desde allí, descendiendo hasta el punto máximo del placer humano.

El castaño abrió la boca y luego de un gemido, enterró las manos en el cuero cabelludo de Yuu, enrollando sus dedos a su pelo lacio y fino, mientras que Aoi, enlazando su lengua con cuidado hizo que en poco tiempo, Shima terminara jadeando derrumbado frente a él. Como un animal exhausto, lleno y satisfecho. Sólo que, para él, no era ni el inicio de su acto amoroso.

Aprovechando el éxtasis del momento, sin mayor cuidado, el moreno tomó fácilmente a su novio y lo giró para así poder apoyarse en él. Besó su espalda descubierta y se introdujo salvajemente dentro de él. Uruha gritó. Pero no porque el dolor le embargara, sino porque su cuerpo, lascivamente pedía más y más, más adentro, con más pasión, por lo que respondiendo a sus pedidos, sobre él el dominante moreno se abrazó a su cuerpo y tras saborear desde el lóbulo de su oreja hasta terminar desorientado por su piel silvestre y fresca.

-Aoi…Ah…Estás algo…ahh…algo…algo efusivo-Logró decir Shima entremedio del coito. 

-Extrañaba esto-Exhaló como respuesta.

-Yo también…

Un último movimiento, y el clímax fue inminente. Aoi terminó dentro de él agotado como si lo hubiesen estado haciendo durante horas sin parar, por lo cual, satisfecho, recostó su cuerpo sobre el de su amante y con normalidad vio la hora en el reloj. Se rió al darse cuenta que realmente sí llevaban horas entre besos y caricias.

Junto a la persona amada realmente el tiempo se te escaba de las manos de una manera impresionante.

-Tengo frío-Reclamó el castaño.

Aoi le abrazó, pero sus delgados brazos no fueron suficientes como para mitigar la temperatura, por lo que, cansados se movilizaron a la cama, en donde no tardaron para amarse sobre las finas sábanas de lino, las cuales cortaban su piel ajetreadamente conforme sus cuerpos saltaban sobre el colchón unificando su amor.

Allí, abrazados, con sus rostros muy cerca el uno del otro, durmieron. Las manos de Shima se habían, inconscientemente, agarrado a las de su amante entremedio de sus sueños…Mientras que, por otra parte, con insomnio, el moreno no pudo pegar mucho ojo, por lo que, su mayor entretención fue mirar a su amante dormitar.

Muchas cosas pensó aquella noche. Muchos pensamientos volcaron su mente en un caos interno. Pero se burló de sí mismo al darse cuenta que no sacaba nada con pensar en hechos del pasado. Después de todo, la felicidad no era algo que escasease, sino que es más, desde que Uruha había entrado a su vida-de una forma abrupta y poco convencional-, nada había sido igual, sino que mucho mejor. Ahora podía decir que poco le importaba la opinión del resto. Ahora ese estúpido prejuicio contra la homosexualidad se le había borrado de la cabeza pues se dio cuenta que estaba destinado, desde siempre, a amar a Shima. Había caído rendido ante él sin mucho problema.

-Pensar que hace un año atrás jamás pensé poder estar en esta situación-Dijo en voz alta para sí mismo-…Uruha-Le miró con una sonrisa-jamás pensé poder amarte.

Besó su frente para luego levantarse de la cama. Se vistió y por la ventana observó el profundo amanecer.

Un nuevo día le brindaba una pronta oportunidad más para ser feliz. Cerró los ojos sin querer y se sonrió al sentir los brazos de su amante detrás de él con los brazos colgando a sus costados, para abrazarle. Se besaron dulcemente y frente al sol que revivía en un nuevo día, se amaron y sellaron sus vidas en silencio conforme, uno junto al otro, no necesitó palabras para describir los sentimientos que compartían.

Aoi se rió y Uruha le miró.

-¿Qué sucede?

-Recordé porque era homofóbico-Comentó.

Shima se rió junto con él. Él no sabía porque lo había sido, pero no le importó. No era cuestión de clasismos ni prejuicios. Ya nada como eso le interesaba más. Aoi le amaba, era lo único importante para él.

-Bueno, ahora que ya no lo eres, disfruta de tu nueva condición como se debe.

Abrazados ante el amanecer, esperanzados ante el mañana que acababa de llegar, se amaron hasta que ya no dieron más; con los brazos enredados y sus palpitares unidos en una única sinfonía.

-Te amo.

 Juntos para siempre, con los labios unidos y sus manos enmarañadas para no volver a separarse nunca.

Nunca…

 

 

Fin.

 

 

Notas finales:

Ésta historia por fin está concluida. Me siento extraña x_x espero simplemente que sea de su completo agrado.

Sin nada más que decir.

Lovely Paranoid.


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