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Así empezó... la porcina -u- (continuación) por kao_o

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Notas del fanfic:

ocurrio un pequeño percance, y no me pude meter nunca mas a mi cuenta, y nunca me llego la contraseña cuando la solicite ;---;

pero estoy devuelta, y lo mas probable es que continue con el fic un tiempo mas ;D

ojala les guste y me den su opinion para saber si lo continuo o... no xDDD

link de los anteriores 23 capitulos:

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=54118

Notas del capitulo:

lo siento si me demore ;---; pero aca esta la continuacion, y como ya dije, lo mas probable es que siga unos cuantos capitulos mas...

el 25 ya esta escrito ;D

 

ojala les guste ;O;

besos a todos por su apoyo! los amo <3

Capítulo 24

Ya me encontraba sudando bajo él, disfrutando el como se movía, como frotaba con fuerza su pantalón contra el mío, como su lengua recorría mi cuello, llegando a mi boca donde sus labios apretaban los míos con lujuria mientras libaban el néctar de su boca. Su torso desnudo permanecía pegado al mío, y mis manos desesperadas querían tocarlo todo, bajando y subiendo cada vez más, tratando de indicarle qué es lo que quería, sosteniendo su nuca con una mano, y jalando de su pantalón con la otra. La adrenalina ya se respiraba densa en el ambiente, como si estuviera saliéndose atropelladamente por los poros de nuestra piel, provocándome unas ganas desenfrenadas de saborearlo, de aprovecharlo, de querer recuperar todo ese tiempo malgastado en mirar hacia otro lado. Me dejaba loco por querer mas de él con todo lo que hacía, considerando que lo que es él en si es suficiente para alborotar mis hormonas. Estaba perdiendo la cabeza, la noción del tiempo y del espacio, sobretodo… por sus gemidos. No importa si en mi boca o en mi oído, no paraba de suspirar, y todo lo que ocurría entre los dos, me estaba gustando demasiado como para perder esta bendita oportunidad.
-La ropa… -me dijo al oído mientras su rostro seguía sumergido en mi cuello y él trataba de desabotonarse el pantalón en esa posición.
-¿Qué?
-Quítate la ropa –se apartó un poco de mi, respirando bocanadas de aire. Tomé desde abajo mi camisa, pero antes de comenzar a quitármela decidí empujarlo y acostarlo, a lo que el sonrió y se acomodó en la cabecera de la cama- ¿me vas a hacer un show?
-¿Quieres que lo haga? –acaricié despacio el bulto que se asomaba por su pantalón abierto.
-Me encantaría ver eso.
-¿Y si no te gusta?
-Sabes que no va a pasar. Estas dentro de la industria del entretenimiento, y bueno, te entrenan para entretener.
-Pero no de esta forma –me levanté y me dirigí a la cocina sin avisar, con una cara de indagación por lo que dijo. Él, sobresaltado, se levantó demostrando en sus ojos la preocupación por lo que dijo. Quise reír, pero no debía- ¡Quédate ahí! –le grité en un tono brusco, a lo que el hizo caso, pero sin entender nada. Al llegar, abrí la puerta del refrigerador y pensé en darle un buen uso a esto tan caro que pedí que me trajeran del supermercado. Claro, siempre quise probarlo, pero siempre se me olvidaba o nunca supe a que echárselo, pero creo saber que ahora es cuando. Me devolví al dormitorio con el disgusto aun dibujado en la cara y me senté en la orilla de la cama.
-Amor, no pensé que te pondrías así por ese comentario –se acercó a abrazarme y a acariciarme la cara con el dorso de su mano.
-¿Qué comentario? –lo miré extrañado y él se confundió aún mas.
-El del entretenimiento.
-Aaaah, no era por eso, es solo que al fin pensé en darle un uso a esto –le mostré la lata que tenía en la mano- pero es caro, y es de otro país, y me da pena.
-¿Qué es eso? –me preguntó tomando el tarrito entre sus manos.
-Leche condensada.
-Y… ¿Qué es eso?
-No lo sé, quiero probarlo. Solo me dijeron que es dulce, y que le hiciera dos hoyitos.
-¿Para que dos?
-Uno es para soplar, y el otro para que salga… ¡Ya, ya quiero probar! –dije al levantarme. Me puse a lado de la cama, quitándome la ropa poco a poco, despacio y procurando llamar su atención, mirando fijo a sus grandes y penetrantes ojos, los que me entregaban esa sensación de seguridad, con esa mirada que me transmitía tantas cosas a la vez, que me hacía sentir deseado, amado, que me hacia sentir que todo es verdad… él y sus palabras, nuestro presente y nuestro futuro, que nunca me defraudará, porque me quiere. Quedando solo en ropa interior, sonreí y me acerqué a besarlo nuevamente.-No quiero que te enfríes amor –me tomó de rostro con ambas manos, y me besó por más tiempo, hundiendo y fundiendo sus labios con los míos, con un ardor que aumentaba cada vez más mi presión sanguínea- vas a dejarme los labios adoloridos de tanto que me besas.
-Entonces no lo hago más –dijo haciendo un puchero y acariciando mi oreja.
-Pensándolo bien… me gusta el dolor –tiré de sus pantalones y me quedé mirando su llamativa entrepierna, acerqué mi mano para tocar, pero me detuve de nuevo, recordando mi tarro de leche condensada. Me senté encima de aquello que destacaba tanto de su anatomía en estos momentos, y escuché su glorioso y fuerte suspiro, a lo que puso sus manos en mi cadera, tratando de moverme para sentir un poco más de nuestros cuerpos. Comenzó a jalarme cada vez con más fuerza, y yo decidí moverme también mientras trataba de controlar mis gemidos y soplar por el orificio de la lata al mismo tiempo.
-Taemin más rápido -las súplicas de MinHo me obligaban a hacer todo lo contrario. Quería que me pidiera más y más- No, no ¿Por qué te detienes? –se levantó y se aferró a mi para hacer quizás que cosa. Solo sé que se detuvo al sentir la gran cantidad del frío líquido recorriendo su pecho- esto… esto parece…
-Pero es helado- con un dedo esparcí un poco de la leche, y partiendo de su boca, me agaché a lamer lo que había caído en su cuerpo, partiendo desde arriba, dejando que lo demás bajara junto conmigo. Se podía observar claramente el escalofrío en su piel cuando jalé del elástico de su ropa interior, y me aproximaba a eso que tanto necesitaba de mi atención.

Debo confesar, que si hay algo que me provoca mucho, es escuchar las súplicas de su grave voz exigiéndome. Dejó caer su cuerpo en las sábanas, y apoyó su mano en mi cabeza, pidiendo tregua a lo que parecía tortura para él.
-Más adentro Taem, más rápido –dejé que mi mano continuara mientras yo alzaba mi rostro para mirarle. Sus ojos estaban cerrados, apretados con fuerza. Como puede alcancé la lata, y soplando nuevamente, dejé que cayera en la entrepierna de MinHo. Su cuerpo se sacudió un poco por el contrate de temperatura, a lo que se levantó, y quitándome mi tarrito, me abrazó y me habló al oído- ¿Quieres saber que es lo que se siente?
-No puede ser tan malo –le respondí mientras trataba de posicionarme encima de él.
-Solo tú haces que después de unos instantes no se vuelva tan malo –sin perder mas tiempo bajé mis caderas, sintiendo el dolor que era disminuido por la leche condensada, sintiendo como él me apegaba más a su cuerpo- ¿Por qué así?
-Porque ya lo necesitaba.
-¿No te dolió?
-Un poco –reí, y como de costumbre, me cubrí la boca con mi mano empuñada, a lo que el la agarró y la puso en su cuello.
-No cubras tu sonrisa y tampoco vuelvas a hacer esto… No me dejaste tiempo de hacerte disfrutar como se debe.
-Ya tendremos más oportunidades amor. Pero por ahora, solo quiero entregarte todo lo que mereces por todo lo que te hice antes.
-¿Esa es tu meta de hoy?
-Si.
-Entonces, comienza a moverte –me susurró, al mismo tiempo que con la punta de sus dedos descendía por los costados de mi torso.
-Pero… deja que me acostumbre un poco.
-Eso no será problema –sentí su mano en mí, subiendo y bajando rápido, apretando fuerte, haciendo que me relajara, que disfrutara…. Que me estremeciera encima de él. Y fue el impulso. MinHo me dio el impulso para hacer que mi cuerpo se fuese activando de a poco y me motivara a moverme, a seguir su ritmo, el que me imponía al rodearme con un brazo de la cintura- ¿Se paso el dolor? –no respondí por el simple hecho de que no era necesario. Ya era bastante obvio.

Después de haber revuelto las sábanas, de irnos desplazando con la embestidas, de haber botado un par de cosas, y de haber dejado mas de unas pocas marcas en el cuerpo del otro, se sentía también, incesante vibrar y la música de mi celular, aquella que me indica que es Onew el que estaba llamando. Pero ya estaba atrapado bajo mi novio, respirando apenas, ocupando todas mis neuronas en pedirle más, en hundir mis dedos en su piel, en disfrutar el crujir de la cama con nuestro vaivén, en escuchar sus roncos gemidos, en procurar gritar todo lo que pudiese gustarle, sin vergüenza, escrúpulos, límites o complejos. Teníamos el departamento solo para nosotros dos, y no había quien nos hiciera callar… y pobre del que se atreviera también, por lo que no contesté el llamado… Y pensándolo bien, casi nunca lo hago, ¿Por qué tendría que hacerlo justo ahora? Ya lo llamaré luego, seguro que es para avisar que ya vienen en camino, pero… ¿Y qué? Nos tomaremos todo el tiempo que sea necesario, porque es lo justo, digo… ellos lo hicieron mientras estábamos todos en nuestro hogar, por lo que nosotros tenemos el derecho de terminar aún cuando ellos hayan llegado.
-Ya… no puedo más –confesó dando sus últimos esfuerzos, para terminar junto a mí, ocupando el poco aire que respiraba para entregarme su orgasmo en mis labios, y recostándose a mi lado, hablaba con dificultad- Tienes… que llamar… a JinKi. Quizás es importante.
-No puedo.
-¿Por qué?
-Por que no me quedan fuerzas –reí al tratar de alcanzar el teléfono y caer rendido encima de su cuerpo- debo confesarte, que me encantó. De veras que no pude dimensionar las cosas, cuando te dije al principio, que me estaba gustando mucho –MinHo solo sonrió, bueno, solo hasta que sintió la puerta principal abrirse, ya que, como si estuviera asustado, se levantó enseguida y me tiró mi ropa encima.
-Vístete rápido.
-Pero no estés tan sobresaltado.
-No quiero que Onew te mire así. Si después empieza a correr su imaginación, y vuelve a tratar de conquistarte, y lo logra… te juro que me la corto y me la pego en la frente.
-¿Que te cortas qué? –lo miré divertido ante el comentario mientras me colocaba mi pantalón.
-No importa –se rió, y ordenando un poco la cama, observó a los recién llegados- Parece que se divirtieron comiendo.
-Ni que ustedes se hubiesen aburrido en nuestra ausencia –respondió Jjong sacando su lengua mientras iba abrazando a su novio por detrás- Espera… me falta uno. ¿No ha llegado?
-Creo que no llegará en un buen rato –habló JinKi, dando a entender que el sabía algo.
-¿De qué hablas? –JongHyun puso su característica cara de mono asombrado por la noticia.
-¿Vas a ponerte celoso a caso? –se notaba el tono de indignación del líder.
-No es de celos, pero tampoco me gustaría verlo con cualquier persona que… ¡ve tu a saber como es con él!
-Si… hay que vigilarlo. –se metió MinHo a la conversación, opinando sobre la vida de Key. Y bueno, creo haber seguido escuchando sus voces un par de veces más, pero iba perdiendo atención a medida que me iba quedando dormido en sus brazos, sintiendo su calidez al abrazarle por debajo de su ropa.

Ya quiero saber como amaneceré mañana, jajaja…

Notas finales:

to be continued~

uhuhuhuhuhuhu


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