Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te amaré en silencio por Etsuko Sohma

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola!

¡Vaya! Creí que este día, lo que estaría subiendo sería un 2U. No otro TaeKey, igual éste ya tenía planeado subirlo.

Escrito como regalo de navidad (super atrasado u.u) para mi linda amiga Tsuki, espero que te guste ^^ 

Notas del capitulo:

Espero que no se pierda el hilo de la historia. Escrito desde el punto de vista de TaeMin (otra vez).

Tsuki, sé que leíste el principio desde antes. Espero no defraudarte con lo último. A nadie.

La que se supone la "carta" bueno el contenido de ésta, es la letra de una canción de Miguel Gallardo, ignoro si él escribió la letra; pero sólo quiero aclarar que no me pertenece y le hice un imperceptible cambio. El título es el mismo nombre de la canción.

Bueno, esto todos lo saben y nunca lo había puesto, pero he visto que ya muchos lo colocan por aquí, estos hermosos niños no me pertenecen (lamentablemente, pero quisiera a JongHyun).

 

Te amaré en silencio

 

 

Tu cabello oscuro resalta la claridad de tus ojos; por eso atrae las miradas tu andar pausado y airoso;
y tu cuerpo cimbreante con una sombra perfecta, es el centro de mis sueños, es lo que a mí me atormenta.

Yo te amaré en silencio, como aman los poetas. Mis cartas serán versos, y mis palabras promesas.
Y te amaré en silencio, sin que nadie lo sepa; pero tu despertar será siempre un poema.

Cada día de mi vida recibirás una carta, una carta muy hermosa, una carta poesía...

Nunca te diré mi nombre; y nunca firmaré las cartas; pero debe ser bonito, saber que alguien te ama.

Yo te amaré en silencio, Kim KiBum.

 

                                                                                                                  Tu enamorado secreto.

 

 

 

"No es lindo TaeMinnie"

 

"Sí, Hyung. Es muy hermosa"

 

"Ah... TaeMin. Creo que al fin me he enamorado" Suspiraste ilusionado aquella vez. En la cual emocionado me despertaste sin reparo alguno. Habías recibido de nuevo, una carta... Una hermosa carta de "Tu enamorado secreto" como se hacía conocer aquella persona, que anónima, cada mañana dejaba una pequeña carta, bajo la puerta de nuestro dormitorio.

 

Te veías tan feliz... Eras feliz recibiendo aquellas significantes notas.

 

Cada mañana, Hyung, te levantabas ilusionado en busca de aquellas pequeñas notas. Cuando las encontrabas, venías corriendo a mí emocionado, despertándome entre tanto salto que dabas sobre mi cama, como un niño pequeño que había visto sus regalos bajo el pino de navidad y que impaciente espera por abrirlos. Nunca pude evitar sentir ternura hacia ti, Hyung.

 

Tranquilo, y volviéndose una rutina, me sentaba en la cama y paciente, te escuchaba leer aquellas bellas palabras plasmadas, en tinta negra, sobre las blancas hojas entre tus manos. Siempre te miraba fijamente y admiraba las delicadas y finas líneas de tu rostro, el largo y negro de tus pestañas enmarcando tu coqueta mirada. La mía, te recorría por completo, hasta detenerme en el rosa fino de tus labios, hipnotizándome por momentos el suave movimiento de ellos.

 

Siempre te escuche atentamente. 

 

 

La ilusión en tu mirada y la emoción en tu voz. El sentimiento impregnado en cada palabra con la que te dirigías hacia él... El brillo en tus ojos al mirar aquellas hojas blancas. 

 

 

"Quiero saber quién es"  Murmuraste un día cualquiera. Yo desde mi escritorio, deje un momento la pluma de tinta negra con la que escribía y, gire en mi silla para mirarte.

 

"Y ¿Para qué quieres saberlo, Hyung?" Te pregunté desde mi lugar. Mirabas el techo blanco de nuestra habitación, extendido de brazos y piernas sobre tu cama.  

 

"¡TaeMin, es obvio!..." Contestaste después de un rato. "Quiero conocerlo, saber de él... Yo necesito saber quién es... De verdad"

 

"Hyung..." Me interrumpiste.

 

"¿Cómo crees que sea?" Te sostuviste en tus codos y me miraste fijamente. Aquella era una buena pregunta... ¿Cómo era?

 

"No lo sé, Hyung... no lo sé" Aparte mi vista de la tuya, tu mirada penetrante comenzaba a ponerme nervioso. Era como si pudieras ver atreves de mí y leer mis pensamientos, aquellos que pasaban por mi cabeza en aquel momento.

 

"Sabes... Yo me lo he imaginado o bueno..." reíste, "intentado imaginar... Pero por más que mi mente quiera crear una imagen de él, no puedo" suspiraste y te dejaste caer de nuevo sobre tu cama. "Me encantaría conocerlo..." Suspiraste otra vez. "Deseo saber quién es la persona que logró enamorarme con pequeñas cartas"

 

Hyung... Tú en verdad querías saberlo...

 

 

Desde aquella platica entre los dos... Algo cambio.

 

Hubo una semana en la que yo me mantuve reflexivo. Tan sumergido en mis pensamientos que no me percaté de la distancia que pusiste entre los dos. No, hasta que en la segunda semana lo note; ya con la mente más clara y una decisión tomada.  O al menos eso creía.

 

Permanecías alejado de mí. Me hablabas más que lo necesario y yo, no entendía nada. Había veces hasta en las que me ignorabas. Logrando con ello lo que nadie y lo que nunca: enojarme.

 

Con la frustración corriendo por mis venas y cierto resentimiento, me acerque a ti un día. En el que tranquilo leías un libro y mantenías unos audífonos en tus oídos. Siempre me pregunté el cómo podías hacer ambas cosas al mismo tiempo. En sí, no parece ser difícil; pero, leer es un proceso que requiere concentración, y escuchar música, aunque te relaja, no se puede evitar el que te distraiga de la lectura.

 

 Decidido a romper aquel distanciamiento que habías puesto entre los dos, y sin importarme el hecho de interrumpirte, te hable:

 

"Hyung" Intente no sonar serio ni enojado. Simplemente quería que fuera algo normal, un tono casual y que no llevara la importancia que realmente llevaba el asunto. Pero Hyung, tú no me hiciste caso. Supuse ese hecho debido a la música que escuchabas a través de aquellos audífonos. Y yo, si hubiera sido otra la situación, te hubiese dejado tranquilo y me hubiera retirado de la habitación, a hablar con MinHo hyung u Onew hyung, hubiese ido a jugar con JongHyun Hyung o simplemente me hubiera recostado sobre mi cama, mirado el techo blanco y me hubiera perdido en mis pensamientos por largo tiempo; para de rato girar en mi lugar hacia tu dirección y quedarme mirando tu bella figura y la serenidad en las facciones de tu rostro apacible. Esperando a que terminaras; pero, esa ocasión no era así, ni simple ni de poca importancia. Había algo que quería arreglar, una amistad que recuperar y quizá, una confesión que hacer.

 

Te quite los audífonos y el libro sin contemplación alguna, los arroje hacía mi cama sin ningún cuidado. Tu reacción no se hizo esperar...

 

"Pero ¿qué te pasa?" me miraste furioso "¿Qué es lo que haces?"

 

"Te he estado hablando, Hyung. Y no me hacías caso"

 

"Pues si no te hacía caso, es obvio el por qué, ¡estaba ocupado!"

 

"Pero pudiste dirigirte a mí, para decírmelo, ¿qué no?"

 

"Pude, de haberme dado cuenta de tu presencia"

 

Siempre fuiste así, Hyung. Nunca te dejabas amedrentar. Si te enojabas, simplemente te enojabas. Pero esa vez había algo diferente en mí, y eso era que yo también estaba enojado y para empeorar, contigo.

 

Decidido a no discutir ni a pelear por algo tan trivial como aquello, iría al verdadero asunto.

 

"¿Por qué me has estado ignorando, Hyung?" No pude evitar mostrar cierta tristeza en mi voz; pero sólo por un momento. Había más seriedad en mis palabras que tristeza. Tú solamente apartaste tus ojos de los míos y miraste hacía un lado.

 

"Yo... Yo no te ignoro TaeMin" Me dijiste.

 

¡Ah, no! Pudo ser mi reacción irónica y la que hubiera querido tener.

 

"Entonces, sino me ignoras; por qué no me hablas; por qué no me miras ni me sonríes... Por qué, ¿por qué te has alejado de mi, Hyung?" Con cada palabra que salía desde mi garganta, mi voz subía su tono: en uno de replica y desespero, hasta que al final se volvió un simple susurro. Sentía ganas de llorar, sí; pero no por tristeza o desolación. Quería llorar de enojo, frustración, de desesperación. Y no por las causas que pasaron por tu cabeza en aquel momento.

 

"TaeMin, lo siento. Lo último que quiero es que sufras y estés triste. Pero es lo mejor." Lo mejor, habías dicho... Lo mejor. Pero definitivamente eso no era lo mejor; por lo menos no para mí. Quizás para ti; pero ¿en qué aspecto?

 

"Lo mejor, dices..." musite colérico; "Para quien, Hyung, ¡eh!; ¿para quién? ¿Para ti? No te creí tan egoísta. Porque esto, Hyung,  ESTO, no es lo mejor para mí" Estaba rojo, furioso y apretaba mis puños tan fuerte que sentí como se encajaban mis uñas en la palma de mis manos.

 

"Y YO A TI NO TE CREÍ TAN COBARDE" ¿Cobarde? Cobarde habías dicho. Con tu simple oración lograste descolocarme por completo. ¿De qué hablabas? Era lo que se pasaba por mi cabeza. Y tú al parecer te diste cuenta. "Sí, Lee TaeMin, eres un cobarde" Y con eso, saliste de la habitación, dando un portazo. Dejándome con un hueco en la boca del estomago. Lo que había vislumbrado en tu mirada había sido, ¿desilusión? Pero...

 

"Yo no soy ningún cobarde" susurre a la nada.

 

 

Desconcertado, enojado, furioso, triste y un sinfín de sentimientos que hicieron un remolino en mí. Salí también de la habitación.

 

 

¿Qué había pasado? En vez de arreglar algo, que ignoraba en mayor medida o eso creía. Había empeorado las cosas.

 

 

Dos días habían pasado, sólo dos días. Aunque las cosas entre nosotros no mejoraron ni un ápice en ese pequeño transcurso desde nuestra discusión. No esperaba que llegaras y me digieras aquellas frías palabras.

 

"Ya no quiero ser tu amigo" 

 

Era consciente de que las cosas entre los dos no estaban bien. Pero de allí a que decidieras romper con nuestra amistad, era algo precipitado e inaceptable. Yo no estaba preparado para perder tu amistad. No quería.

 

"¿Por qué?" Sin despegar mi mirada de la ventana te cuestione. Sabía que mi actitud contigo también era seria e inclusive en ocasiones hasta fría; pero no más de lo que tú eras conmigo.

 

"Simplemente TaeMin" musitaste. "Ya no puedo ser más tu amigo... Ya no te quiero como amigo"

 

"Es por él, verdad" No tenía porque preguntarlo. Ya había leído aquella última carta, hace algunos días. Pero que era totalmente diferente a las demás. Completamente diferente... Era extraña, una intrusa.

 

"Él no tiene nada que ver" Pude percibir el nerviosismo en tu voz. Y ahí entendí que algo ocultabas.

 

"Está bien" Nunca en mi vida me había resignado a algo tan fácil. Y nunca lo haría. Pero entendía que algo ahí no podría recuperarse.

 

Estabas a punto de salir de nuestro dormitorio cuando te detuve en la puerta. Estuviste por abrirla.

 

"Sólo una cosa, Kibum Hyung" No pude evitar que en mis labios se dibujara una sonrisa resignada, lastimera y vacía. Tú no pudiste verla, ambos nos dábamos la espalda. "Tú realmente no sabes quién es él, no lo conoces y nunca lo conocerás..."

 

 Abriste la puerta y sin decir nada, saliste.

 

"...como nunca me llegaste a conocer a mí, Hyung" Susurre a la vez que cerraba mis ojos.

 

 

Ese día me lo pase en la habitación, recostado sobre mi cama y mirando el techo, como si fuera la cosa más sorprendente y maravillosa sobre la tierra.

 

 

Una semana más paso.

 

 

Actuabas normal, eras el mismo de siempre. Tu sonrisa coqueta y mirada sensual permanecían impasibles sobre tu rostro. Al menos aparentabas ser el mismo de siempre, y eras bueno en eso.

 

Salías con cuanto chico te lo pedía. Siempre fuiste popular... Admiradores tenías por doquier... Sin embargo nunca les habías prestado la mínima atención. Y que de un día para otro te hubieras interesado en ellos, para los que te conocíamos, fue algo extraño.

 

Y entre nosotros...

 

Llegamos a ser dos desconocidos... Si nos encontrábamos nos ignorábamos, aunque eso se había vuelto tarea fácil, o eso parecía.

En la que era nuestra habitación, simplemente no existíamos... Yo no existía para ti.

 

Quizá fue mala idea el que te permitiera terminar con "nuestra amistad". Quizá fue mala idea el no haber aclarado las cosas, pero yo ignoraba lo que había pasado contigo, lo que pensabas. Te conocía, sí; pero nunca sabría lo que pensabas a ciencia cierta. Lo que creías.

 

Te extrañaba, Hyung.

 

Y gran parte de aquella decisión que habías tomado, era culpa mía.  Y lo sabía.

 

Porque, si, fui cobarde. Porque tenía miedo. Porque era una persona llena de inseguridades. Porque creí que te perdería. Pero ahora me dan ganas de reír; porque por mi cobardía terminaste por alejarte de mí.

 

 

Todavía recuerdo aquella tarde en la que descansaba bajo la sombra del que se había convertido en nuestro árbol favorito: grande y frondoso. El alumnado casi no transitaba por ese lugar del jardín. Y yo no me esperaba el verte ahí. Te sentaste a un lado mío, ninguno dijo nada; pero no era como si esperará que me hablaras, y aunque yo desde hace algunos días moría por hablarte, había algo en mi que no me lo permitía.

 

Porque me había acostumbrado tan rápido a tu frialdad, a tu seriedad, a tu rostro inexpresivo cuando estabas a solas conmigo; que me sorprendió el que me hablaras esa vez.

 

"TaeMin" El haber escuchado mi nombre de tus labios de nuevo, hizo que aquella calidez que no sentía desde hace tiempo regresara invadiendo mi pecho y acelerando mi corazón.

 

No te dije nada; pero gire mi cabeza hacia tu dirección y fije mi mirada en tu perfil.

 

"Estas equivocado" La pequeña sonrisa que se dibujo en tu rostro me dolió, reflejaba tristeza y cansancio. Esa sonrisa no iba contigo, no quedaba en tu rostro. Quería borrarla. Era obvio que ignorabas mi sentir en ese momento, y seguiste hablando. "Y ya me canse de esto. Te di mucho tiempo, pero ya no más... Sólo me lastimo más con los días que pasan y sé que también te duele a ti. Pero ya no más, TaeMin ah... Y como al parecer nunca te animaras a decirme nada. Solamente quiero que sepas... que sí conozco a la persona que me escribe aquellas cartas, sí... sé quien es... Y por esa misma razón las acepto. Yo sólo esperaba que me lo digiera de frente, que se animara a decirme sus sentimientos de frente, para confesarle así yo los míos, pero al parecer se ha resignado a sólo amarme en silencio"

 

"Hyung... Tú..."

 

 

 

No esperaba en verdad que me digieras todo aquello, vaya que fui un cobarde, un tonto. Por eso ahora estoy aquí, terminando de escribirte esta última carta, la más larga de todas, la más significativa y la más emocional... En la que por primera vez te diré que sí, yo soy la persona que se había resignado a amarte en silencio, la que siempre te amaría en silencio... Esa persona que no se había atrevido a decirte nada de frente, soy yo... Lee TaeMin.

 

 

 

—¿Qué haces TaeMin?

Preguntas al entrar a mi estudio. Te acercas a mí, yo me mantengo frente a mi escritorio sentado sobre mi cómoda silla giratoria. Terminando de escribir unas pequeñas cosas. Me abrazas por la espalda, acomodando tu cabeza en mi hombro derecho, intentas mirar lo que hacía.

—Nada, Hyung. Terminaba de escribir algo.

Te digo al momento de cerrar la carpeta donde guardo mis papeles importantes. Escondiendo ahí aquello que había estado escribiendo desde hace dos días.

—A sí. ¿Qué? —Intentas abrir la carpeta y mirar; pero te detengo al instante. Giro en mi silla y te tomo por la cintura. Hago que te sientes sobre mis piernas -. No me digas que te has enamorado de otra persona y le empezaras a escribir cartas anónimas.

No puedo evitar soltar una carcajada. Más por el tono entre enojado y celoso que utilizaste.

—Para nada hyung.

Escondo mi rosto en la curvatura que hay entre tu hombro y tu cuello. Aspiro el aroma embriagante y seductor de tu piel. Y no puedo evitar probarla, siento como te estremeces y ladeas tu cabeza hacia el lado contrario al que te beso, para así dejarme espacio suficiente para probar toda la tersa piel de tu cuello. Enredas los dedos de tus manos en las hebras oscuras de mi cabello.

—Que bueno, porque no todos se enamoran de esa forma. Es anticuada.

Key Hyung realmente eres divertido. Río de nuevo y tú giras en mí. Me besas suave y tranquilamente.

—Hyung... A ti te gustaba cuando te escribía. Aún recuerdo... La ilusión en tu mirada y la emoción en tu voz. El sentimiento impregnado en cada palabra con la que te dirigías hacia el autor de aquellas cartas...Y  el brillo en tus ojos al mirar aquellas hojas blancas. 

—Bueno; pero en esa ocasión iban dirigidas hacía mi. Es, era diferente. ¿Por qué ya no me escribes? Nada más me declare y dejaste de escribirme.

Me reclamas, y comienzas a desabotonar la camisa que llevo puesta.

—Bueno Hyung, ya sabías quien era, no había caso.

Te digo acariciando la piel de tu espalda y beso tu suave mejilla.

—Lo supe desde el principio y seguías escribiéndome.

Besas mi pecho desnudo.

—Pero yo no lo sabía.

Subes a mi cuello y lo muerdes.

—Ash...

Después de eso. Una tormenta de amor y pasión se desata entre los dos.

 

—Hyung, te quiero tanto... Ten esto.

En la noche, en medio de nuestra cama. Ya a la hora de dormir, te entrego aquello que no había querido que vieras en la tarde.

— ¿Qué es?

Preguntas analizando el pequeño paquete. Lo abres. Me encanta el brillo que se posa en tu fiera mirada.

—Un regalo.

Sonríes ilusionado.

—Ajá.

 

Mi última carta Hyung. Aquella que mantendrá plasmado entre sus letras unas de mis más valiosas memorias. Un pequeño recuerdo. Un regalo, que sé, será especial para ti, tanto como lo es para mí.

 

"Hyung... Tú... Yo...  Te amo, hyung. Por favor perdóname"

 

Notas finales:

Y ahí esta... (Vaya, no pensé que se me dificultara bastante el subirlo u.u)

 

 ¿Les ha parecido que lo último estuvo de más, se perdió el ambiente en el fic, lo arruino y debió de ser diferente el final? Esto no estuvo cursi, o bueno demasiado cursi, ¿verdad? Sean sinceros si comentan. Tsuki sé sincera. Nunca había estado insegura en lo que escribo, a pesar de que me gustó como quedo.

 

Saben, una de las ideas principales era que tuviera lemon, pero para eso debía matar a uno de los personajes, cosa a lo que no me ánimo y ni quiero, y mucho menos Tsuki quería tal cosa. Ah... No me gusta ese lado oscuro.

 

Gracias por leerlo ^^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).