Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Así nace el Amor por -Mikunami-

[Reviews - 165]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Entre realidades

 

Esa tarde Sasuke salió de su casa dando un portazo y prefiriendo ignorar el supuesto respeto que le debía a su padre, el cual últimamente parecía querer echarle en cara hasta los asuntos más banales, pero en los que su desenvolvimiento fuese escueto, con la única finalidad de joderle los ánimos. Ahora la discusión había partido de algo que sencillamente le parecía una estupidez. Su supuesto aislamiento social.

Todo comenzó cuando a la mitad de la cena -único momento en el que sus roles se asemejaban a los de una familia funcional-, Itachi hizo alusión al montón de eventos que tenía programados apenas el descanso del verano se lo permitiese, y más notorio, a que a punto de terminar la carrera, ya había conseguido una plaza lo suficientemente bien remunerada como para pensar en partir del nido -acto que aún no desempeñaba, porque no viviría en algo menos que un piso lujoso en el centro de la urbe-. Hasta ahí todo era normal, cuando a su madre se le ocurrió preguntar si él tenía algún plan para las vacaciones. Seguramente la respuesta esperada por sus progenitores era la confesión de desear vivir una loca temporada trasnochando con sus amigos. Pero no. Aquello no era ni remotamente lo que su nene anhelaba; únicamente quería desplegar sus días de reposo entre estrictos entrenamientos físicos, salidas ocasiones al parque y veladas acompañado de buenos libros.

Sí, para la mayoría eso sería el desperdicio de la primavera de la juventud, pero nunca imaginó que sus rituales de entretenimiento terminarían con Fugaku reclamándole por ser un mocoso engreído, incapaz de interactuar con cualquier ente.

¡Jajaja, que chiste más imbécil! Si él tenía el nivel de socialización de una roca, era por culpa directa de su padre. Ese hombre seco y huraño, que de niño le había arrancado la motivación para seguir haciendo migas, luego de la dura crítica hecha por el primer amigo al que se le ocurrió escoger. "Aléjate de ese rubio limítrofe ¿Qué eres incapaz de juntarte con alguien que no sea obviamente un idiota?". A los ocho años, aquello es un infalible método para estropearle la seguridad a cualquier crío mentalmente escuálido, eternamente enviciado con que el dictamen de sus padres es axiomático.

Ahora, mientras iba desplazándose por las desoladas calles, seguramente a causa del turbio cielo que rugía por un próximo tifón, Sasuke comenzaba a creer que los dichos de su progenitor no estaban tan alejados de la realidad. No tenía a donde ir. Otro chico de su edad hubiese recurrido sin pensárselo al cobijo y alacena de algún amigo pero él… sus compañeros Juugo y Suigetsu eran buenos como respaldos en la escuela, pero no poseía la confianza para acudir a ellos. Eso y que su celular quedó abandonado en su residencia, por lo que no tenía forma de localizarlos.

Su errático avance lo llevó a una pequeña plaza, llena de frondosos arboles y engalanadas bancas de acero, tomó asiento dispuesto a congelarse con el fresco viento cargado de imperceptibles gotas. Siempre podía aventurarse a ver que tal le iba en casa de alguna admiradora, en donde su integridad física correría un peligro infalible. No estaba de humor para que una niña intentara abusar de él… las opciones comenzaban a menguar y regresar a su morada a tener que pedir una hipócrita y superflua disculpa no era una opción.

— Nada es tan eficiente generando traumas como la familia —musitó alentado por la seguridad que le conferida el desierto espacio. Y entonces cuando una pequeña risita se dejó escuchar a unos metro de su persona, supo que su magnifico oído seguía incapaz de detectar unos pasos sutiles, mermados por un colorido calzado deportivo.

— No puedo creer que esté tan de acuerdo contigo —sinceramente ¿De quien más se podría tratar?—. Encontrarnos asi se está volviendo una costumbre macabra.

— Y que lo digas.

Por cuestiones del destino, el aburrimiento o capricho de un todopoderoso y ocioso ente supremo, Naruto tenía la manía de aparecerse cuando la vida se empeñaba en mostrar su faceta menos habitual, la jodida. Sin pedir permiso el blondo tomó asiento al otro extremo de la helada banca donde él ya estaba posado, y sin hacer alguna otra alusión, sus cuencas cerúleas se perdieron en el estrato gris que amenazaba con empaparlos si no movían sus traseros a un lugar que les brindara el resguardo mínimo.

Los minutos pasaban, la brisa húmeda revolvía juguetona las cabelleras de ambos, ahí tranquilos como si la tarde estuviese rebosante de sol, entonces el Uchiha viró la cabeza en dirección al áureo cuya presencia, para su extrañeza total, no le era cargante más bien… se le antojaba simpática.

— Me peleé con Dei* —declaró el zorrito tras sentir que la penetrante mirada obscura no dejaba de enfocarlo. Vaya que el bastardo irradiaba un aura pasada. Por lo que era mejor contestar a la pregunta que su mudo acompañante jamás exteriorizaría a seguir bajo la vigilia de aquellos irises noche.

Tenía entendido que el rubio con complejos de artista incomprendido era el primo del dobe, pero debido a que vivía en la morada Uzumaki -aparentemente por cuestiones académicas, por lo que la comadreja de su hermano había llegado a comentar-, y su apariencia era tan símil, generalmente los confundían con hermanos; cuestión que al parecer el menor terminó aceptando a forma de juego. Aunque tenía que admitir que aquel titulo luego podía ocasionar colisiones, puesto que el mayor se llegaba a achacar poderes que ciertamente no poseía sobre su persona. Pero aquello ya no le interesaba al Uchiha.

Entonces fue el turno para que en las redondas cuentas añiles se reflejada el pálido chico de cabello negro. Naruto no exigía una confesión, pero igual llevaba mucho tiempo guardándoselo y bien sabía que el rubio no diría nada, de ser asi, él igual poseía una larga lista de triunfantes momentos bochornosos para desplegar cual chismes virales por el colegio.

— Mi padre —soltó, y con ello su precaria situación se dejó vislumbrar.

Era curioso como pese a que ambos no se cansaban de pregonar lo mucho que se odiaban, en aquel momento la compañía del contrario se sentía como un desagradable bálsamo, que pese a la consistencia nauseabunda calmaba cualquier ardor que pudiese atormentarlos.

Las gruesas gotas comenzaban a precipitarse.

— Bueno teme, es un placer tener tales despilfarres de cuerdas vocales en tu compañía, pero me gusta esta chaqueta y no es mi intención que se moje —el blondo se levantó mientras estiraba los brazos, con intención de ir a gastar la generosidad de sus abuelos en comida caliente. Entonces se percató que el Uchiha no se movía de su lugar, lo miró extrañado arqueando sus simpáticas cejas desteñidas.

— Lo siento usurantokachi, yo me quedo.

Claro, seguramente para cantar bajo la lluvia. Metió la mano en su bolsillo percibiendo el puñado de billetes arrugados que ahí descansaban. Ya luego ahorraría más dinero para sus escapadas nocturnas de verano.

— Te invito un cappuccino —afloró de su garganta, tan natural que cualquier persona ajena a su circulo pensaría que eran amigos. Unos que se complementaban a la perfección.

Sasuke compuso un gesto de burla; podía mandar al carajo al rubio y hacerle ver que no necesitaba su exceso de generosidad, por no decir lástima… o podía aceptar el café, asi como ya había compartido tantas otras -desagradables- experiencias al lado del áureo. La realidad es que el Uzumaki era el eslabón directamente culpable de su falta de interés en convivir con el resto de la humanidad; tan dispar a su propia naturaleza, que cuando era un crío de parvulario aquello le pareció lo más fascinante del universo. Algo que su padre tachó de error. Un error del que nunca se pudo librar, porque asi aborreciera al de cuencas celeste -o lo hubiesen convencido de tal cosa- se le había vuelto un perturbador hábito eso de compartir emblemáticos momentos al lado de su supuesto némesis, el que bajo el lente apropiado ya no era tan fastidioso.

— Prefiero un expreso —la bebida caliente le caería bien, el refugio mejor y asi podría zanjar el asunto de su -disque- apatía por buscarse alguna amistad.

 

Notas finales:

*Por ahí en los primeros capis insinúe que Naruto tenía un hermano, sip, me refería a Deidara, el cual quedó únicamente como mención en el fic. Aunque la verdad es que desde el comienzo pensaba que su relación fuera de primos.

Por cierto, me preguntaron si al final sería SasuNaru o NaruSasu. Lo siento pero aquí no vamos a llegar al punto en que eso se defina XD, sólo son ellos dos en un proceso complicado para desvelar lo mucho que el contrario significa en sus vidas. La acción gay ya tendrá lugar en algún otro fic ¬3¬. Y bueno, siento que es el capi más "dramático" hasta el momento pero a la historia le queda poco, por lo que ya necesita centrarse en el clímax-desenlace.

Muchas gracias a todos por su gran apoyo, y haciéndome algo de auto propaganda, los invito a ver las otras actualizaciones que he hecho, jojojo que este mes he estado inusualmente activa, asi que motívenme antes de que los trabajos semestrales me maten XD:

Tetsuya Tanaka; Pikacha-sama; sweet okashi; Msiaki Birthday; yingyang; fabiola-san; Izumi Beloved y mioi.

¡Cuídense mucho y espero leernos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).