En lo virtual
Naruto nunca podría comprender plenamente, las ideas descabelladas que algunas mujeres podían llegar a ejecutar.
Un buen ejemplo de ello era Ino Yamanaka, la mejor amiga-némesis de Sakura. Desde casi comienzo del año, la rubia, cansada de toda la palabrería inútil y las promesas frívolas que las revistas para adolescentes escondían específicamente en los tests, decidió que ya que aquello no funcionaba, ella sería la responsable de crear un simple cuestionario, que verdaderamente solucionase el problema de hallar la media naranja entre los habitantes de su escuela.
Y Puesto que la de ojos claros tenían un lugar bastante privilegiado dentro del comité de alumnos como tesorera -digamos con el camino libre para andar curioseando entre información reservada y expedientes- aunado al hecho de que su novio-genio-holgazán Shikamaru era fantástico en programación. No le fue precisamente imposible crear un programa con los parámetros de la mayoría de alumnos, para que quien lo utilizase pudiese encontrar a la persona con la que mejor congeniaba dentro del colegio.
Hasta donde nuestro rubio zorrito sabía, la maquiavélica de Ino ya había experimentado con más de diez jovencitas de primer grado. Todas saliendo con resultados favorables.
Era por ello que no le extrañaba que Sakura, al conseguir aquel software, se saltarse el almuerzo y lo arrastrara al aula de computo, para que una maquina le indicase quien era su estereotipado príncipe azul.
— Ya casi ¡Ya casi! —aulló la de cabello rosa al ver como terminaba de cargarse el bendito programa. Un minuto más y…
— Haruno-san —una agitada chica pelirroja la llamó desde la entrada. Al parecer llevaba rato buscándola—. Se le solicita de inmediato en la oficina de la directora.
— Diablos —Tsunade-sama podía ser tan oportuna. Lo mejor era ir lo antes posible para regresar rápido—. No tardo, Naruto —dijo Haruno, dejando a su rubio amigo en aquel desolado salón. Tan pronto como Sakura salió por la puerta, la aplicación terminó de cargarse.
"Bienvenido al Test de Ino ¡La prueba definitiva para encontrar tu media naranja! Por favor contesta con la más absoluta sinceridad las siguientes preguntas, y al final aparecerá cuál es tu pareja ideal en el colegio".
Quizás no era tan mala idea matar el tiempo con aquel cuestionario; después de todo la de cabello rosa se iba a tardar en volver. Naruto dio enter a la tintineante ventana y enseguida aparecieron una serie de preguntas cuyo título rezaba "De la vista nace el amor".
"Primeramente tienes que elegir las características físicas que más te atraen, es verdad que no todo se basa en el exterior, pero ¿Acaso no es mejor que a una buena actitud la sustente un buen porte? Quien afirme lo contrario es porque es ciego".
Vaya que la redacción de la Yamanaka era peculiar.
"¿Cabello corto, medio o largo? ¿Negro, rubio, castaño, pelirrojo o arcoíris? ¿Piel clara, bronceada u obscura?"
El Uzumaki se inclinó en la silla considerando las respuestas. A él le habían gustado chicas muy diferentes a lo largo de vida, no es como si se fijara en algo en particular. Cerró los ojos un momento para evocar la imagen de quien actualmente más lo atraída; Hinata. Ella era de piel clara y cabello carbón, y vaya que era muy hermosa con tales atributos, aunque para ser sincero, quizás le parecía un tanto más coqueta cuando la Hyuuga tenía el pelo considerablemente más corto.
Rápidamente eligió sus respuestas, añadiendo además que su gusto por los irises diferían bastante del resto. A él le gustaban los ojos obscuros, quizás porque en su familia todos tenían una mirada muy clara. También era cierto que si bien las chicas pequeñas tenían su encanto, le gustaban las mujeres que al menos fuesen de su estatura.
— Altas son muy lindas —canturreó feliz. Entre otros atributos optó por chicas atléticas, puesto que le gustaba la energía, piernas torneadas, buena retaguardia pero sin exagerar y finalmente…
"La verdad ¿Cómo te gusta sus atributos; pequeños, normales, que sean increíblemente dotados?"
Vaya que Ino quería respuestas completas. Con la cara enrojecida y volteando a todos lados antes de elegir una opción, terminó colocando dotados. Si bien le habían fascinado chicas bastante planas, no por nada Hinata era tan popular en la escuela.
"¡Pero lo que importa es lo de adentro!"
"Segunda parte; ahora es turno para que pongas qué es lo que más te cautiva de la personalidad del amor de tu vida. Recuerda no pensar en cómo es quien según te gusta, sino en lo que te gusta".
"¿Te atrae la timidez, lo atrevido, lo reservado…?"
Quizás aquel aspecto era lo que más lo llegaba a fastidiar de la Hyuuga, la chica se acongojaba demasiado por cualquier cosa. Le gustaban las chicas que lo retaran, que fuesen independientes, con poco de vena romántica. No es que él fuese de piedra, pero siempre se le hizo exagerado las novias que se ponen histéricas por olvidar cualquier nimiedad como un aniversario o su cumpleaños. También le gustaban más atrevidas y quizás con un poquitín de reservadas. En parte porque él no era una luminaria de los estudios pero las mujeres listas sí que molaban, que fuesen hábiles en todo aquello de lo que el carecía y tuviesen su dosis de orgullo justificado.
— Dudo encontrar a mi chica ideal aquí, pero se vale soñar.
"Almas que se complementan".
"¡Hemos llegado a la última parte! Ahora debes recordar que para que tu pareja sea perfecta tú también le debes de gustar. Te lo ruego, no te exageres nada".
Al parecer consistía en una descripción de uno mismo; Naruto comenzó a responder más ansioso de lo que en un principio pudo imaginar ¡Ahora entendía porque las chicas se abstraían tanto con esas cosas! Puede que al final la maquina le respondiese que su perfil no encajaba con nadie, pero la burbujeante y dichosa ansiedad no se le podía quitar de la boca del estómago.
Había llegado al último punto, le dio el tan deseado click. La pantalla repentinamente sacó una pequeña ventana adornada con un sonriente avatar de la rubia Yamanaka, que le pedía gentilmente esperar en lo que era procesada su información.
Diez segundos para ver los resultados… tres, dos, uno.
— ¡Finalmente!
— Perdón por la demora Naru, pero Tsunade-sama cree que tenemos todo el tiempo del mundo para ella —dijo Sakura reintegrándose al aula con su mejor amigo. Apenas pudiendo contener las ganas de que aquel aparato le dijese cuál era su amorcito ideal—. ¿Qué estás haciendo? —preguntó la chica casi al llegar al lado del blondo, viendo como éste estaba absorto en la pantalla del ordenador.
— Lo siento Sakura-chan, pero no me pude resistir —contestó rascándose distraídamente la cabeza, apenas pudiendo desviar levemente la mirada a la de gemas verdes. Kami, la emoción lo mataba ¡Había una linda joven que tenía un 98% de compatibilidad con él!
— Naruto… —aquello no era cierto. Sakura rápidamente se puso a la altura del áureo, percibiendo como aun no terminaba de cargarse la imagen en la ventana. Tragó largo antes de añadir—. Este test es sólo para chicas.
Entonces la imagen y el nombre se cargaron.
En un aula al otro lado de la escuela, Sasuke Uchiha pudo haber jurado que escuchó un grito. Levantó la cabeza para observar como la vaga de su compañera, Ino, seguía perdiendo inmundamente el tiempo jugando con su celular en lugar de concluir el informe de gastos del comité de estudiantes, pero contrario a lo que pensó, estaba totalmente callada.
— Yamanaka, es mejor que dejes en paz esa porquería —la regañó el de cabello obscuro.
— No te enojes, Sasuke-kun. Sólo quería checar si alguien más había utilizado mi super prueba del amor —tan pronto como terminó de decir aquello, el aparato vibró al son de un vocecilla que anunciaba un nuevo mensaje. La rubia revisó rápidamente el contenido, y su cara pasó velozmente de pálida a bermellón, de incrédula a escandalizada para al final adoptar una sonrisilla picara—. Al parecer alguien sacó 98% de compatibilidad contigo, Sasuke-kun —el Uchiha levantó escéptico una de sus cejas, especialmente porque mucha de la información que le había proporcionado a la rubia era verídica. Ino al no ver que Sasuke se atreviese a preguntar nada, consideró que era prudente seguir, sin quitar en ningún segundo la mueca de burla de sus labios cereza. Sabía que chismes épicos tenían que salir de ese programa—. Que bueno que su cabello es rubio, pero me temo que lo tiene bastante corto.