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"No hay mal que por bien no venga" por Xafy_new

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Notas del capitulo:

Repito que no es copia...
Este fue el 1º fic que escribi, asi que si es la 1º vez que lo leen sean amables, aunque claro, cualquier queja se acepta de todas maneras ^w^

- ¡Adiós Fernando! – Decían a coro un grupo de chicas.
- Adiós – Respondió gentilmente el castaño.
- Chao Fernando, nos vemos mañana  - Dijo un chico.
- Adiós.
- Recuerda traer tus cosas para el examen de mañana - Dijo otro.
- Si, gracias.
- ¡Fernando!, ¡Espérame! - Grito un chico que corría torpemente hacia el grupo.
- Jaja, ¿De nuevo atrasado, Cristian? - Dijo otro joven del grupo.
- Jaja, idiota - Decía otro mientas estiraba su pie para que el chico tropezara.
- ¡Waa!
- ¡Hey! Ya es suficiente - Dijo Fernando – ¿Estas bien? ¿Se te ha quedado algo de nuevo?
- Si, pero ya estoy bien - Contesto el pelinegro desde el suelo.
- Aun no entiendo como te juntas con alguien tan torpe
- Dijo una chica mirando despectivamente a Cristian - Deberías dejarlo y estar solo con nosotros.
- ¿Para ser un idiota sin corazón como tu? No gracias - Dijo el castaño mientras ayudaba a su mejor amigo a pararse - Vamos Cristian.
- Si... gracias.
- Hmp… Vamonos nosotras también - Dijo la chica hacia su grupo al haber sido ofendida.

 Cristian no podía recordar desde hace cuanto tiempo conocía a Fernando, pero si sabia que era lo mejor que le podría haber pasado; aunque ahora, a sus 16 años de edad, no podía entender como alguien tan popular como su amigo se juntaba con el. Fernando era del tipo sociable y de buenas calificaciones, era también deportista por lo que tenia un cuerpo ‘perfecto’, según Cristian. Fernando era alto y de piel color bronce, sus brazos y piernas tenían la musculatura necesaria como para levantarlo, pero no tanta como para que se vieran demasiado grandes, su cabello era castaño oscuro con visos naturales de un castaño mas claro y sus ojos... Jamás conocería a alguien con ojos como los de Fernando, eran de un color miel brillante con pequeñas tonalidades en verde y café y siempre demostraban una sonrisa que combinaba perfectamente con la sonrisa de sus labios, que siempre mostraban sus blancos dientes cuando el llegaba. Esa  sonrisa era suya, lo sabia por que jamás había visto a Fernando mostrársela a alguien mas. A pesar de todo lo bueno de su amigo, jamás le conoció una novia, de hecho era de conocimiento publico que al menos 3 días a la semana una chica se le declaraba y el siempre la rechazaba.

 Y el… Que decir de el… Era el ‘Desadaptado’, decían unos o ‘El tipo con suerte’ decían las chicas mas celosas, ya que era el único amigo con el cual Fernando pasa todo su tiempo. Su pelo era totalmente negro, aun a la luz, aunque al contacto con esta se podían ver pequeños reflejos azules que combinaban ‘perfectamente’, según Fernando, con su tez blanca, de aspecto enfermizo y sus ojos de un azul brillante, estos eran grandes lo que le daba un aspecto un poco infantil; su tamaño era pequeño, apenas media 1.56 en cambio Fernando y la gran parte de su clase no media menos de 1. 75, era delgado y no muy sociable y sus calificaciones no eran las mejores. Fernando siempre le decía que no se preocupara por cosas como esa, que el era la persona mas amable y hermosa que jamás había conocido, pero ese era el problema, todos decían ‘Es amable’, ‘Es buena persona’. En lo que llevaba de su escolaridad se le había declarado a 7 o mas chicas y siempre obtenía el mismo resultado: ‘Eres buena persona y me caes bien ,pero.. .’. ‘Pero’, siempre estaba el ‘pero’. Recordaba cada una de las veces que lo habían rechazado: caminaba solo a casa donde se encontraba con Fernando que ya lo estaba esperando en la puerta con su helado favorito. Fernando siempre estaba ahí para el y eso nunca cambiaria.

 - Bien, nos vemos mañana - Dijo el ojimiel.
- ¿No quieres pasar? Tengo helado - Dijo con una sonrisa el pelinegro.
- Esta bien, pero solo un rato, mañana tengo examen.
- Ok.

 - Así que…¿Quienes fueron las de esta semana? - Pregunto Cris.
- Mm… No tengo ganas de hablar de eso.
- ¿Por que?, ¿Sucedió algo?.
- No… Es solo que aun espero que ‘esa’ persona se me declare, pero cada vez veo mas lejano ese día.
- ¿Y porque no te le acercas tu? Con tu popularidad estoy seguro de que ella no podrá negarse..
- Ese no es el problema… - Respondió Fernando cabizbajo - Es solo que.. No lo se.. Es como si yo le gustase a tomos menos a esa persona.
- Jaja. ¿Y eso es posible?.
Fernando solo lo miro desaprobatoriamente.
- Ya debo irme, nos vemos - Dijo el castaño antes de correr hacia la salida.
- Esp..!. ¿Que diablos le sucede?.

 En las siguientes semanas Fernando evitaba a toda costa a Cristian, esto asía que el pelinegro se sintiera mal y culpable ya que pensaba que quizás fue algo que dijo aquella tarde en su casa.
A pesar de esto, ahora Cristian estaba preocupado de no volver a ser rechazado por Alejandra , la chica nueva de la escuela y su nueva enamorada, así que la cito en el pequeño parque que había frente a la escuela.

 - …Me gustas
- …Cristian…Tu eres muy simpático, pero… Me gusta Fernando…

 Y ahí estaba, el ‘Pero’, el que todas decían, ‘Me gusta Fernando’. Realmente quería a Fernando, pero nunca pudo evitar tenerle envidia.

 - Esta bien..Si.. Entiendo
- Si.. Adiós..

 Cristian ya no sabia que hacer, esta ves Fernando no lo estaría esperando y si lo hacia no tenia las ganas de verlo de todas maneras. Ya había tenido demasiado, lo único que reacciono a hacer fue sentarse sobre el pasto y llorar, llorar no por sus constantes rechazos, sino que llorar porque tenia vergüenza, vergüenza de si mismo, de ser como era. ¿Por que no podía ser como su amigo?. Quizás ni siquiera era su amigo, ¿Como era posible que alguien como Fernando estuviera junto a alguien como el?. Seguramente era por lastima, no podía haber otra razón.

Mientras lloraba alguien se acercaba por su espalda

- Por lo general esperas a llegar a tu casa para llorar - Comento alguien en un susurro.
- ¡Mierda! ¿¡De donde demonios saliste tu!? - Grito sorprendido y con sus ojos inundados en lagrimas.
- Pues la verdad es que siempre oigo a escondidas cuando te confiesas con alguien, es por eso que siempre estoy en tu casa antes que tu - REspondio avergonzado mirandose los zapatos.
- ¿Siempre? ¿¡Acaso eres psicópata!? ¿¡O es que te gusta burlarte de alguien como yo?! - Grito enfurecido.
- ¿Pero de que hablas? Eso lo hago por que te quiero. Y jamás me reiría de ti.
- Ah, ¿Sí?. ¿Y por que otra razón alguien como tu estaría con alguien como yo?.
- Pues..
- ¿¡Que!?. ¿¡Temes decir que es por lastima!?.
- ¡No es lastima! - Estaba empezando a perder la paciencia.
- ¿¡Entonces que!?. ¿Un nuevo proyecto llamado: ‘Recoge a un pobre idiota y dale falsas esperanzas’?.
- ¡Te he dicho he no es por eso! - Grito
- ¡Entonces dímelo!, se supone que eres mi amigo..

 El castaño ya no aguantaba mas, así que demostró la verdadera razón de por que siempre estaba a su lado.. Lo agarro de la muñecas con sus manos y lo arrojo contra el suelo poniendo su peso encima asiendo que el cuerpo de Cristian quedara atrapado entre el y el suelo.

 - ¿Fernando?. ¿Que haces?. ¡Bájate!, pesas mucho. ¡Bájate!

 Su cuerpo actuó solo. Beso a Cristian. Al comienzo  fue un beso brusco, liberando la rabia de la pelea y la ansiedad de la espera, pero se fue suavizando; Fernando estaba demostrando lo mucho que quería a Cristian.

Cristian no podía creer lo que sucedía, ¡Fernando lo estaba besando!. Al principio dolía, seguramente era por su discusión anterior, pero luego se volvió en algo suave y creía poder sentir el amor de su amigo siéndole transmitido.

 - ¿Que demonios ha sido eso? - Pregunto un muy confundido y avergonzado pelinegro - ¡Alguien a podido vernos! - El color se le subía a las mejillas.
- ¡Te amo! – Contesto Fernando escupiendo las palabras que parecían jamás saldrían de su boca -  Siempre lo he hecho, desde el primer momento en que te vi. ¿Recuerdas ese día?.
- Pues.. ¡Claro que no! Fue hace mucho tiempo.

 Pero eso no era cierto, puede que no recodara hace cuantos años sucedió, pero nunca olvidaría el día en que vio los ojos de Fernando por primera vez.

 Flash back

 A la edad de once, Cristian era el blanco de los abusos de todos, era a el al que le robaban el dinero, al que golpeaban sin razón alguna y al que humillaban todos los días.

Para el ese día era como cualquier otro, se encontraba tirado en el suelo protegiendo su rostro, esperando a que terminaran de golpearlo, pero por alguna razón los golpes cesaron súbitamente; no se atrevía a mirar lo que sucedía, eso le había costado un par de dientes en el pasado. Mientras esperaba que los golpes comenzaran una vez mas, pudo escuchar como a unos metros de el se iniciaba otra pelea. ‘Seguramente encontraron a uno mas pequeño’, pensó, pero a los pocos minutos ya no se oían ruidos y una voz que nunca había oído le hablo.

- ¿Puedes moverte?
Podía sentir el suave tacto de unas manos pequeñas tratando de moverlo
- Hey. ¿Puedes oírme?

Cuando se atrevió a mirar, los ojos mas hermosos que había visto en su vida lo miraban fijamente.

- ¿Como es posible que esos idiotas puedan golpear a alguien tan hermoso como tu?.. Debe de ser la envidia - Le dijo sonriéndole, era una sonrisa calida, totalmente distinta a la de sus agresores que sonreían al golpearlo.
- Mi nombre es Fernando, ¿Cual es el tuyo?.

Cristian no podía responder, su cuerpo se abalanzo sobre el de su salvador y comenzó a llorar.

- Shh… No llores - Le dijo abrazándolo suavemente - Venga, dime tu nombre.
- Cris.. – Respondió con un hilo de voz.
- ¿Solo Cris?
- Cristian…
- Cristian... Que lindo nombre… No te preocupes Cristian yo siempre estaré a tu lado para protegerte.

 La voz de Fernando lo regreso de sus recuerdos.

 - Te amo.
- Yo… Pensé que solo estabas conmigo por lastima – Dijo, evitando la mirada de su amigo.

- Siempre has sido tan torpe, incluso con los sentimientos. Siempre que me decías que te le declararías a una chica me ponía tan nervioso, por eso siempre espiaba, y cuando ellas te rechazaban era un alivio tan grande para mi, pensaba ‘Esta vez se lo diré’, pero nunca me atreví temiendo por tu reacción.
- Creí que te habías enfadado conmigo, después de esa tarde en mi casa.
- Jamás podría, yo huí por que temí haber dicho demasiado.
- ¿Porque?
- Temía ser rechazado
- ¿Porque? – Repitió
- Pues… Para empezar ambos somos chicos y a ti siempre te gustaba alguien - Respondió con una sonrisa de medio lado.
- Bueno si.. ¡Pero yo jamás podría rechazarte!, eres lo mejor que le ha pasado a mi vida.

Fernando no contesto con palabras, pero si lo hizo con un beso, este era aun mejor que el anterior. Esta vez Cristian no se sentía confundido, pero podía sentir algo muy distinto, era una sensación muy placentera que envolvía todo su cuerpo y quizás jamás podría haber sentido esta grandiosa sensación si no fuera por todos los rechazos que había recibido.. Debía.. ¿Estarles agradecido?.. Quizás.. No estaba seguro… A medida que Cristian pensaba en esto, el beso se fue intensificando, Fernando ahora lamía con la punta de su legua los labios de Cristian; al sentir el contacto, Cristian entreabrió sus labios sin siquiera pensarlo, oportunidad que Fernando aprovechó para introducir su lengua en la boca de Cristian. Cristian nunca había besado a alguien antes y realmente no sabia como había podido perderse de algo tan genial como eso. La lengua de Fernando jugueteaba con la suya suavemente. Fernando soltó las muñecas de Cristian, las cuales ya tenían marcas rojas alrededor, y comenzó a tocar sus costados mientras que Cristian recorría la espalda de Fernando con las suyas. No era la primera vez que se tocaban, pero si lo era de esta manera. Fernando metió una de sus manos bajo la camisa de Cris, el frió contacto hizo que este se sobresaltara, pero pronto la mano intrusa se entibio y comenzó a recorrer el estomago y pecho de Cris. Fernando se movió un poco y al hacerlo Cristian pudo sentir la prominente erección de su… ¿Amigo?, rozando inintencionadamente contra su pierna. En ese momento Cris pudo sentir como la suya propia reaccionaba. Al notarlo, Fernando mordió suavemente uno de los pezones de Cris por sobre su ropa, haciendo que los labios de este se separaran lo suficiente para dar paso a un casi inaudible gemido de placer. Al oír su propia voz reaccionar así, Cristian tapo su boca con una mano y se levanto abruptamente.

 - ¿Qué sucede?, pensé que te gustaba – Dijo Fernando con una sonrisa de medio lado.
- No.. No puedo.. Aquí no.. Alguien.. Podría vernos.
- De acuerdo, ¿Prefieres mi casa?.Cristian estaba nervioso, sabia que pasaría si decía que si.
- ¿Y tus padres? - Pregunto con algo de esperanza.
- Fuera, como siempre.
Diablos.. ¿Que podía hacer?. Tenia miedo de dañar su amistad, pero quizás se dañaría de igual manera si decía que no.

- ¿Que sucederá si las cosa no van bien?.
- ¿A que te refieres?- Bueno.. Tu sabes.. Si no funciona, ¿Que pasara con nuestra amistad?
- ¿Por que piensas que no funcionara?
- Bueno.. Las relaciones no son eternas
- Si eso es cierto, pero esas relaciones no duran por que la gente no se ama realmente. Y yo te amo
- Yo.. No se.. - Una sonrisa de interrogación termino por convencerle - Es-esta bien.. Vamos
Fernando sonrió antes de agarrar a Cristian de la mano y pegarlo a el.
- ¿¡Que ases!?. Alguien podría vernos.
- Eso no me importa.
- ¿Que no te importa?.
- Sip, no me importa - Respondió con una voz infantil y una gran sonrisa en el rostro.

 El resto del camino transcurrió en silencio, ya que Cristian estaba demasiado nervioso mirando en todas direcciones como para entablar una conversación.

 - Ven, adelante- dijo Fernando una vez llegaron a su casa. Cada segundo que pasaba lo ponía mas y mas nervioso.
- Toma, báñate tu primero si quieres - Le dijo ofreciéndole una toalla - Yo espero.
- Si…- Cristian sabia el camino al baño de memoria, conocía todos los rincones de esa casa gracias a todas las noches que había pasado ahí.. ¿Como era posible que jamás notara algo en Fernando después de tantos años?.

Entro al baño y encendió el agua caliente metiendo la mano de vez en cuando para probar el agua, cuando encontró una temperatura que le agrado comenzó a desvestirse. Primero sacándose sus zapatos, luego calcetas y la corbata de la escuela y luego desabotonando su camisa; cuando sintió que la puerta se abría a sus espaldas. Al girarse vio como Fernando terminaba de cerrar la puerta con el dentro y mientras caminaba hacia el comenzó a desvestirse, zapatos primero, luego corbata y calcetas, casi arrancando su camisa. Al llegar junto a Cris solo le quedaban sus pantalones y comenzó a desabrochar casi desesperadamente los botones de la camisa de su ‘amigo’ que aun no le dejaba ver el cuerpo que tanto deseaba.

- ¿Que haces? - Pregunto Cris
- Cambie de opinión, quiero bañarme con tigo
- …
- ¿Esta bien?. ¿Quieres que me vaya?
- No.. Esta bien, quédate - Respondió con poco de color en sus mejillas.
- No te are nada que tu no quieras - Le dijo Fernando en un susurro junto a su oreja. Lo que provoco que Cris enrojeciera mas aun - Te ves lindo cuando te sonrojas.
- No seas cursi.
- No lo soy - Terminando de decir esto, el ultimo botón fue soltado y la camisa arrojada Dios sabe donde. Fernando comenzó a desabrochar los pantalones de Cris.
- ¡¡Espera!!. ¿¡Que haces!? – Pregunto histérico Cristian.
- No pensaras bañarte con ropa, ¿O si? - Pregunto sarcásticamente con una sonrisa traviesa jugueteando en sus labios.
- E.. Pues.. No.. - Respondió avergonzado.
- Ya te lo dije, si tu no quieres solo dímelo.  

 Cuando el pantalón bajo, procedió a sacarse lo propios.

 - ¿Prefieres que entremos así? - Pregunto Fernando señalando su ropa interior.

Cristian lo pensó un momento, luego se acerco para abrazar a Fernando y este se sorprendió al sentir como las manos de Cristian se deshacían de su ultima prenda para luego deshacerse de la suya propia.

 - Ven - Dijo Fernando entrando primero a la ducha – Esta perfecta - Dijo ofreciéndole una mano. Cristian la tomo y entro a la ducha ubicándose de espaldas a Fernando. Fernando comenzó a recorrer con sus manos el cuerpo de Cristian, después de un rato tomo una pastilla de jabón y repitió los movimientos. Cristian estaba tan relajado con los pequeños masajes, pero no podía ser el único que tuviese la atención, así que se giro quedando frente a Fernando, tomo las pastilla y trato de reproducir los movimientos anteriormente realizados en el. La sonrisa de Fernando solo podía crecer. Tomo suavemente a Cristian del mentón y levanto su rostro.

- ¿Lo hago mal? – Pregunto.
- Lo haces perfecto - Le dijo besándolo suavemente.

Cristian sentía que necesitaba mas de ese beso y agarro a Fernando por el cuello, Fernando por su parte tomo a Cristian de sus caderas acercándolo haciendo que sus pieles rozaran. Luego comenzó a repartir besos por todo su cuerpo, dejando pequeñas marca en la piel blanca que enrojecían aun mas con el contacto del agua. Pequeños ‘Ah’ escapaban de la boca de Cristian cuando Fernando besaba su cuello o mordía uno de sus pezones, mientras que sus manos recorrían su espalda, glúteos y muslos. Podía sentir como su erección se levantaba cada vez mas y también podía sentir la de Fernando, como cuando estaban en el parque.. El parque.. ¿Como se llamaba aquella chica?. Que importaba.

- Ah.. Fernando..
- ¿Te gusta? - Pregunto gatunamente.
- Hm…

Fernando rozó su entrada con uno de sus dedos y Cristian sintió que se derretía.

- Fernando.. A-qui no.. - Dijo tratando de concentrarse en sus palabras.
- Mm… De acuerdo - Fernando no estaba muy feliz por tener que detenerse.

Tomo una toalla y comenzó a secar a Cristian

- ¿Y tu?
- Yo me secare luego – Le dijo con una sonrisa – Ten, ve a mi habitación y sécate el cabello
- Si…- Tomo la toalla y se la enrollo en la cintura, luego tomo otra y se dirigió a la habitación de Fernando. Al llegar se sentó sobre la cama y comenzó a secarse el cabello. ‘¿Como es posible que nunca me diera cuenta?’,se preguntaba, en ese momento miles de recuerdos acudieron a esa pregunta “Eres hermoso”, “Eres lo mejor en mi vida”, “Que chico tan lindo”, “Nunca tendré con alguien lo que tengo con tigo”, todas eran frases que a los largo de los años Fernando le había dicho ‘Demonios’, pensó, ‘Siempre me lo dijo, solo que yo no oía’.

- ¿En que piensas? – Le pregunto Fernando desde la puerta.
- Nada en especial, ven, te secare el cabello - Fernando se sentó junto a Cristian mientras este le sacaba el cabello. Cuando termino se miraron a los ojos un largo rato hasta que Cristian se recostó sobre la cama y llamo a Fernando para que se acomodara sobre el.
- Te quiero – Dijo tímidamente.

La cara de Fernando reflejo sorpresa por un par de segundos, pero esta cambio rápidamente por un rostro comprensivo y una sonrisa de amor – Yo también – Dijo antes de besarlo, esta vez fue Cristian quien lamió los labios de Fernando para profundizar el beso.

Fernando apoyaba su peso en uno de sus brazos mientras que con el otro acariciaba el cuerpo de Cristian; desde su mejilla, por el cuello, pecho y vientre, al encontrarse con el borde de la toalla comenzó a besas y lamer el estomago de Cristian.

- Ah..

Fernando se deshizo de amabas toallas y siguió el recorrido de su mano por sus muslos creando pequeños círculos con el dedo pulgar.

- Ah..

Fernando tomo el miembro de Cristian y comenzó a masajearlo.

- Cris.. Tócame..

Fernando tomo una de las manos de Cristian y la llevo hacia su erección, Cristian trataba de repetir los movimientos que Fernando hacia con el.

- ¡Ahh! Cristian…

Los movimientos aumentaban de velocidad.

- Ah..Fernando… voy a..
- No.. Aun no.

Lentamente bajo la velocidad de sus movimientos.

- … ¿Puedo?.
- Yo.. Creo..Si..- Contesto Cristian con las mejillas sonrosadas.

Aun masajeando su miembro lentamente llevo su otra mano a la boca de Cristian, este comenzó a lamer los dedos que se colaban por su boca y cuando estuvieron lo suficientemente húmedos Fernando los retiro.

 - Párame si duele..

 Aparto su mano del miembro de Cristian y subió una de las piernas de Cris sobre su hombro, luego introdujo uno de los dedos en la pequeña entrada.

- ¡Auch!.
- Lo siento.
- No.. Sigue.

 Comenzó a hacer movimientos circulares con el dedo y antes de introducir el segundo opto por besar a Cris a modo de distracción del dolor.

- ¡¡Mmhhh!! - Se quejo el pelinegro dentro del beso.

Cuando su cuerpo se habituó a la intrusión del segundo dedo, metió un tercero, este ya no dolió. Cuando Fernando se percato de que el cuerpo de Cris estaba totalmente relajado retiro los dedos, lo que le dio una pequeña queja del ojiazul

- Voy a meterla..
- Esta bien..

Fernando tomo la otra pierna de Cris y la puso sobre su hombro para poder acomodarse mejor; primero metió la punta, a Cristian le atravesó una punzada de dolor, pero le hizo un gesto para que continuara. Tratando de no lastimarlo, introdujo otro poco y cada par de minutos, cuando el cuerpo de Cris se relajaba, introducía un poco mas, hasta que estuvo totalmente dentro. Cristian tenia lagrimas en sus ojos.

 - ¿Estas bien? - Pregunto preocupado.
- Si.. Continua – Le contesto con voz ahogada.
- ¿Estas seguro?
- Si, estoy bien – Le dijo con una sonrisa.
- Bien - le contesto devolviendo la sonrisa.

 Fernando espero a que el pelinegro se relajara un poco, luego se salio un poco y volvió a meterse

- Ah!
- ¿Dolió?
- Un poco
- Quieres q..?
- No..Continua.

 Volvió a repetir la operación una vez mas, lentamente, una y otra vez. A medida que el cuerpo de Cristian se habituaba a las embestidas el ojimiel aumentaba la velocidad.

 - ¡Ah! - Ya no dolía, era una sensación muy distinta, era placer.. Eso era - ¡Ah!.

 Los quejidos de ambos se hacían mas constantes mediante las embestidas aumentaban. Con una de sus manos Fernando entrelazo sus dedos con los de Cristian y con la otra volvió a masturbarlo.

- ¡Ah! Fernando..
- Ah - Fernando comenzó a besar a Cristian mientras que este lo atraía mas hacia su cuerpo abrazándolo por la espalda. Los quejidos continuaban y a Cristian lo masturbaban al mismo ritmo que las embestidas, si seguía así Cristian no podría..
- ¡¡¡Aah!!! - Cristian se vino manchando los torsos de ambos. Debido a su orgasmo todos sus músculos se contrajeron, incluidos los de su entrada, al sentirlo Fernando fue llevado hacia su propio orgasmo, viniéndose dentro del cuerpo de Cristian.

Agotado, Fernando se salio y recargo su cuerpo en el de su amante.

- Cristian, te quiero - dijo somnoliento
- .. Yo también - Le contesto abrazándolo.

 El sueño pudo mas que ellos, por lo que se durmieron abrasados el uno del otro con esas palabra revoloteando en el aire.

 - ¡¡Buenos días!! - Dijo un muy entusiasta Fernando.
- Hoy estas de buen humor - Dijo un chico de la clase.
- Jeje, ¿Se nota?.
- Dinos, ¿Que sucedió? – Pregunto otro.
- Je.. Afín fui capaz de declararme y me fue mucho mejor de lo que esperaba.
- ¿¡Que!?, ¿Y a quien? - Pregunto histérica una chica notablemente celosa.
- Un caballero no habla de sus conquistas - Dijo antes de retirarse con una sonrisa.
- ¡Cristian!. Tu eres su mejor amigo, dime a quien se le declaro - Exigió la misma chica de hace un momento.
- Lo siento, si el no quiere decirlo…
- Hpm.. Esta bien… Vamonos - Exigió nuevamente hacia un grupo de chicas, pero una se quedo.
- ¡Alejandra!.
- Si.. Un minuto – Contesto la aludida – Hum.. Cristian.. ¿Podemos hablar?.
- Claro..- Bien.. Pues.. Estaba pensando.. La verdad es que Fernando es bastante inalcanzable, mas aun si se le declaro a alguien y pues, tu no estas nada mal y me preguntaba si aun quieres salir conmigo.
- .. Lo siento Alejandra, aunque quizás deba agradecerte, gracias a tu rechazo pude darme cuenta de que yo realmente quiero a otra persona.
- ¿Que?, pero yo creí.. - No pudo terminar su oración ya que Fernando llamaba a Cristian desde la puerta con un gesto de manos.
- Lo siento, tengo cosas mas importantes que hacer – Dijo antes de retirarse con una gran sonrisa dibujada en el rostro caminando junto a Fernando pensando que quizá debería probar un nuevo sabor de helado para esa tarde.

 

 

FIN

 

Notas finales:

hum.. ahora que la leo denuevo... es tan ñoña xD

 

Gracias por leer ^w^

Y recuerden!! sucederan 2 increibles cosas con sus reviews
1.- Salvaran a un gatito =D
2.- Chicos increiblemente sexys tendran sexo pirotecnico entre ellos xp


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