Aaaa que bonito día, el cielo está nublado, no hace mucho viento, y lo mejor de todo es que me tire a la niña más bonita de mi salón y sin contar el hecho que hoy sale un nuevo número de mi revista de anime
Me llamo Mitori, estoy en el último semestre de la prepa, me gustan las mujeres, también los hombres pero no para tener una relación seria, así que soy bisexual sin serlo.
Hace unos aproximadamente 10 minutos estuve en una situación comprometedora con Alejandra una compañera del salón, es muy bonita pero no es vanidosa, ni grosera, tampoco se siente “Afrodita encarnada”, sino todo lo contrario, es tranquila, muy amable, demasiado social y lo mejor muy tímida.
Flash back
Me encontraba felizmente en el sanitario de la escuela arreglándome mi uniforme y revisando que no tuviera ningún chupete en el cuello, atrás de mí se encontraba Ale sonrojada hasta las orejas, igual arreglándose el uniforme.
-oye… aa…Mio-chan-extrañamente la gran mayoría de mis amantes en turno me llaman así, no sé porque pero no me gusta mucho.
-¿Que paso?-
-No le contaras nada a nadie ¿verdad?-
-la verdadera pregunta es ¿Por qué les tengo que contar?-termino de arreglarme mi blusa, por suerte Ale no me dejo ningún chupete-mi vida personal no les incumbe, y mucho menos con quien estoy ¿no crees?
-¡si muchas gracias! espero poder repetirlo de nuevo- sale corriendo del sanitario con una enorme sonrisa en el rostro, en definitiva yo que creí que esa niña no podía ser más linda, lástima que ya tendrá novio.
Fin del flash back
Entre mis tantas políticas de pasar un buen rato están:
•No meterse con niñas que ya tengan novio o novia
•Prohibidos los besos en la boca (no es que no me gusten pero eso ya abarca una acción más sentimental)
•Estrictamente prohibido contar lo que hicimos o con quien estuvimos (este punto es para las dos en cuestión)
Si hoy es un muy buen día, continuo mi camino hacia el puesto de revistas y como si Kami estuviera de mi lado logro conseguir la última revista que tenían, estoy dispuesta a regresarme a mi casita, cuando paso enfrente de un pequeño callejón entre dos tiendas, y observo que un montón de apestosos están rodeando una pequeña bolita de pelos, ¿Qué son los apestoso? Así es como llamo a los perros, no me gustan esos animales, pero no por ellos los voy a maltratar, a decir verdad tengo como 4 de esos en mi casa por parte de mi papá, indecisa me acerco para ver que esa bolita de pelos.
Al estar lo suficientemente cerca todos los perros emprenden la carrera como si les fuera a hacer algo, tirándole importancia me agache para observar que la bolita de pelos es un chibi-apestoso, estaba tentada en dejarlo ahí pero me dio mucha lástima verlo tan indefenso.
-total un apestoso más uno menos, ¿Cuál es la diferencia?-me quite mi suéter y envolví al chibi.
Al llegar a mi casa me quede sorprendida al ver que no había nadie, usualmente esta mi mamá o alguno de mis hermanos pero hoy era la excepción, subí a mi cuarto y comencé a revisar al nuevo integrante familiar a ver si tiene heridas o algo similar, pero no tenía nada, al parecer solo estaba cansado, con toda la pena del mundo comencé a preparar todo para bañarlo.
Después de unos minutos metí al peludo a una tina que utilizo para bañar a mis nekos, si yo tengo unos gatitos muy lindos solo son 2 pero aun están chiquitos, bueno dejando el tema de mis nekos, note que el chibi reaccionaba un poco pero no le hice mucho caso y continúe lavando su pelaje es muy suavecito y brilla mucho.
Al terminar envolví al chibi en una toalla que había encontrado, lo termine de secar y lo deje sobre mi cama, lo que más o menos me gustan de los apestosos es que cuando son cachorros no huelen feo, al contrario huelen a croquetas, baje a la cocina para prepararle un poco de comida, nada laborioso solo un poco de croquetas remojadas en leche, al subir me encontré con mis nekos que estaban olfateando al chibi, ambos me miraron extrañados de que un apestoso estuviera en mi cuarto-no me miren así, saben que si yo lo traje será mío, según mi papá ya saben cómo es, además esta cachorro no creo que nos cause problemas- siempre platico con mis gatos y ellos pareciera que me entienden, los acaricio un poco, dejo el traste a un lado del chibi, el cual despierta de inmediato metiendo todo el hocico en el traste, estornuda varias veces por culpa de la leche que entro en su nariz, y como si nada se atragantar con la comida.
Comienzo a reírme por la expresión que según yo mis gatos ponen, es algo así de “que modales” o quizás “mastica con la boca cerrada”, seria gracioso que así fuera, termina de comer y el chibi se queda totalmente dormido en el piso, me levanto y lo cargo donde lo dejo en un pequeño cojín que ya no ocupo y me doy cuenta que el chibi es hembra-creo que te tendremos que castrar, si no, no te podrás quedar-digo para mí misma.
Me comienza a dar sueño-“este irradia flojera”-me dejo caer en mi camita y me dejo llevar, siento que mis nekos se van de mis piernas, quizás ya se aburrieron, pasa poco tiempo y siento un peso extra en mi cama, al abrir los ojos me encuentro con una niña a escasos centímetros de mi rostro, si una niña muy bonita, que está completamente desnuda.
-por favor no me castres, seré buena te lo prometo-con unos hermosos ojos llorosos comienza a suplicarme, recarga su cabeza entre mi hombro y mi cuello, pensé que así se quedaría, pero comenzó a besarlo y morderlo.
No se si fue por el susto pero me dejo llevar por las caricias que me esta regalando-"este es el sueño de todo amante del hentai, yuri o yaoi, despertar y tener una bellesa que le haga cosas ricas"