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Recuerda por Nero Sparda

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Notas del fanfic:

Para Naoki, por que me acosaste

para que lo terminara y aun lo sigues haciendo -w-

aah y el teñido sempai, :P

Notas del capitulo:

pues ya lo dije, am....

la otra cuenta mia es Zero Uchija

pero esa es la mas vieja ._.

y como que algo hard -w-Uu

Sus manos lo rompían, sus labios lo volvían a unir, a una eternidad no deseada a lado de alguien a quien no amaba, pero lo sentía,


cada caricia repartida a su cuerpo frio y muerto era sentida hasta la medula, era un experto pero no era amor, era sexo frio y sucio,


 ¿para qué decirle hacer el amor entonces? Solo cargaba una pena en el alma que deseaba desahogar en la cama de alguien mas,


con esos jadeos incontrolables y esa cercanía embriagante, Natsuno creí que por fumar tanto sus labios sabrían a tabaco, pero se equivocaba,


(últimamente le pasaba) sabia a cerezo maduro y delicioso, se le hacia un vicio probar pero a mitad de aquel acto banal y desagradable


 (pero delicioso) gritaba su nombre, no Toshio, ese nombre le resultaba ajeno,


el único que venía a su mente era aquel rubio que había hecho su corazón latir, que se había llevado su primera sonrisa a un desconocido


(entre otras cosas) entonces las lagrimas comenzaban a brotar mescladas con el sudor y apenas distinguibles de sus muecas de placer aquellas muecas de dolor incontrolable,


se había formado un hoyo negro ahí donde debería estar su corazón, uno que amenazaba con tragarse todo a su paso, incluyéndolo, y no le importaba, ya nada tenía sentido,


lo necesitaba a él, amaba a Tohru pero deseaba a Toshio ¿ que hay de diferencia entre el amor y el deseo?


Ambos son fuego que destruye y calcina todo a su paso, consumiendo, amando y muriendo, eso era el amor, eso era la pasión que terminaría destruyéndolo, pero no importaba.


Ahí, inerte en esa cama mirando la espalda de Toshio mientras se vestía, esperando en vano que llegara a su puerta uno que otro día aquel rubio de ojos profundos y caricias tiernas,


 lo deseaba pero era demasiado el orgullo que los separaba, el le había dado la opción una vez, la de escapar juntos y vivir una vida de felicidad,


 estar juntos era mejor que nada, perdería sus sueños, su familia, renunciaba a ellos ante dios y se entregaba al infierno por aquel amante suyo, por el primero y el ultimo en su corazón


–Tohru-


 susurro inaudible para el doctor pero lo suficientemente fuerte para que abrumara sus oídos haciéndole derramar una lagrima traviesa que traicionaba su orgullo,


su ego,


lastimando su corazón y cayendo al suelo frio, perdiéndose en el de forma que nunca mas volvería, pero la sentía, 


clavada en su pecho igual que una estaca ¿era esto una tortura peor para un inmortal? Vivir eternamente con un vacio por dentro,


alimentándose como un simple animal y existiendo solamente por hacerlo, sin que nada mas pueda destruirte, esto era el infierno en vida


 –Tohru-


 volvió a repetir, torturándose con su nombre mientras salía a la luz del sol, le molestaba, por su brillante forma que le recordaba los cabellos de su amado, esa sonrisa que todo lo iluminaba,


 pero era peligroso, el no venía a él y era demasiado listo (o estúpido) para ir a él, aunque sus pies lo guiaran hacia él a cada paso dado en falso,


a cada latido que gritaba su nombre contra su pecho, a esas llagas dentro del que ardían como si fuera un hombre en llamas, odiaba a Tohru,


lo odiaba demasiado, lo aborrecía porque….el jamás llegaría a odiarlo de verdad, haciendo lo que fuese que estuviera haciendo, habiéndolo condenado al infierno sin su amor,


alejándose y prefiriendo a su familia antes que a él, lo amaría por siempre, y no importaba morir calcinado, todo eso era mejor que el dolor que lo invadía,


llevaba muerto demasiado tiempo ya y vivo solo aquellos segundos que había pasado entre sus brazos, entre sus labios,


cuando tomaba su cuerpo con aquel calor que aun siendo vampiro conservaba,


¿Qué había pasado con esa amabilidad? Con aquellos días que solo le sonreía a él, que no había que preguntarse por el futuro de ambos o si el bando en el que estaban era el mejor


¿Dónde quedo el amor? Golpeo un árbol y este produjo un estridente sonido al chocar contra el suelo desgarrado


-¡te odio!-


y sin embargo no era verdad, palabras sin sentido ni valor, como sus te amos, como sus caricias en medio de la oscuridad a su corazón


¿Qué paso con aquel juramento de amor eterno?


Escucho pasos a su espalda, no volteo, sabia quien era, aquel que derramaba lagrimas vánales y falsas, aquel que lo había traicionado,


pero aquel que aun amaba


–Natsuno-


 escucho su nombre pero no volteo, quería impregnarse en aquel aroma que le pertenecía, que era suyo o al menos así se repetía mentalmente, quería que se hiciera realidad o que por lo menos perdieran sentido sus palabras


 –dejaste que todo se acabara, dejaste que ellos ganaran…-


sus palabras quedaron en el viento pero certeras dieron en el pecho de Tohru, haciéndole retroceder como si de verdad hubiese sido herido por un arma en lugar que por palabras


–yo…sabes que…Toshio es tu nuevo amante….¿no?-


 menciono al final en un susurro, apenas audible que lastimo a Natsuno, era una guerra de palabras, una batalla para ver quién podía lastimar al otro antes y más profundo, volvió la vista al frente,


no quería que lo viera llorar, no quería ser una mascota lastimera porque su amo lo ha abandonado a mitad de la carretera sin lugar a donde ir


-¿importa?-


 murmuro suavemente, bajando corriendo por la ladera del camino, dejando aquellas lagrimas dispersas por el aire como gotas de lluvia,


Tohru intento perseguirlo, tomar su mano y estrecharlo contra su pecho para consolarlo de aquellas lagrimas obstruidas por el orgullo,


 lo intento pero aquellos ojos fríos solo le dedicaron desdén, dolor y un poco de llanto, estaba dolido y prefirió dejarlo ir


¿de que serbia retener alguien que quería marcharse?


Lo que no sabía era que Natsuno no quería irse, deseaba que lo persiguiera, que lo atara a su pecho y a su alma como el solo lo había hecho, entonces se detuvo,


al final de su carrera miro a su amor desaparecer entre las sombras, siendo devorado por aquella oscuridad que lo consumía todo al igual que el fuego, el prefirió la luz,


 aquella que podía calcinar sus huesos hasta dejarlos irreconocibles, no volverían a aquellos días soleados llenos de sonrisas y juegos,


 ya nada volvería a ser igual, dijeron adiós en la oscuridad mientras sus corazones se ataban al del contrario, no importaba lo lejos que estuviera de Tohru,


su corazón gritaría su nombre y su mente evocaría los recuerdos,


como una mala película, como lo único de su vida que valía la pena recordar una y otra vez hasta quedar exhausto de tantas lagrimas, hasta que su cuerpo no pudiese con tanto dolor y al final morir, con orgullo, de ese lado del sol,


y amándolo como nunca antes había sentido


–quiero un lugar en que podremos amarnos libremente, sin prejuicios y sin bandos que elegir y si en este mundo no hay lugar así, creare un mundo solo para nosotros dos-


susurro al viento, su único cómplice de aquella trágica historia de amor, lo quería, lo amaba y nunca nadie podría cambiar eso,


por más que su cuerpo fuera mancillado y tomado por alguien que no amaba, aunque el tiempo transcurriera en él y sus sueños se fueran haciendo menos vividos,


aunque perdiera sus sentimientos ese seguiría dentro, aun después de mil años seguiría amándolo, no había forma de fingirlo,


 lo amaba y lo amaría en esta vida y si había otra mas, lo seguiría amando aun entonces.

Notas finales:

la otra cuenta la abrire...algun dia cuando recuerde

la contraseña -.-"

algun dia....~


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