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Cuestión de Suerte por Shinigami_Maxwell

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Notas del capitulo:

Lo siento, estaba de vacaciones, y no hay internet en donde voy :pueblitoenmediodelanada:

Y eso! Gracias! ^^

 

02 - Malas experiencias

 

De pie frente a un espejo terminaba de peinar su cabello, los años no habían pasado en vano y ahora Duo era un joven de catorce años, sus ojos violetas no habían perdido aquel singular brillo, y en todo este tiempo jamás había tocado su cabello el cual ahora caía por debajo de sus caderas, peinado el día de hoy en un larga trenza castaña, su piel pálida parecía bañada en leche, y poseía un cuerpo delgado que a la vez era varonilmente delicado. A pesar de atraer constantemente las miradas el parecía no darse cuenta de su atractivo, o tal vez solo le era indiferente.

Miro su reloj, estaba atrasado, Relena ya debía estar en la escuela, a pesar de vivir juntos, hace mucho tiempo que Duo había comenzado a llevar un ritmo de vida totalmente separado de Relena y su padre, cosa que ninguno de los dos había reclamado, de hecho el estaba seguro que si seguía siendo mantenido por el señor Peacecraft, era por las posibles habladurías de echarlo a la calle, sin embargo prefería no pensar en ello, para que amargarse con lo evidente, y sin pensar mas se puso la corbata y salio de su habitación, la escuela no estaba demasiado lejos, pero a pie de todos modos se tardaba un poco, así que estaba seguro de que no llegaría al acto de apertura del año, agradecía haber leído la carta que admisión de la academia que le indicaba en que salón estaba, así por un lado ya sabría a donde ir, por otro lado también le había servido para enterarse por adelantado que seria compañero de su amigo de la primaria Quatre y además de la fortuna que no estaría con Relena, lo que por otro lado era evidente, pues en los salones los hombre estaban separados de las mujeres, así que esta vez al menos no tendría que aguantar las bromas crueles de Relena y su sequito de amigas.

Al fin había llegado, y como lo supuso el acto de apertura ya había terminado, peor aun, ya todos los alumnos estaban en sus respectivos salones, suspiro un poco y llamo a la puerta de su salón para entrar seguido de eso. Era evidente, pero aun así se sintió intimidado al ver a todo un salón con la vista en él, incluyendo a la maestra presente.

 

 - Bien joven, debo informarle que las puertas del salón se cerraron hace 8 minutos. - Hablo una mujer seria de cabello castaño recogido y gafas.

- Etto… yo… lo lamento maestra…

- Maestra Une jovencito.

- Si… lo siento maestra Une. – Esa profesora intimidaba, pero más aun lo hacían las miradas de sus compañeros, sentía que más de uno lo estaba mirando con una doble intención.

- Como primer día lo dejare pasar, ahora déme su nombre para anotarlo en la lista y tome asiento.

- Si, Duo Peace… Maxwell, Duo Maxwell… - Dijo algo confundido y comenzó a buscar un asiento libre.

Para Duo cuando pequeño había sido difícil acostumbrarse a ser Peacecraft, ya que se había acostumbrado a ser Maxwell, sin embargo había aprendido con los años, pero no había sido mas que una perdida de tiempo y paciencia para el, ya que hace dos años el señor Peacecraft había caído gravemente enfermo, y si algo le ocurría todo sus bienes habrían recaído en su hijo mayor, Duo el cual era un mes mayor que Relena, y de Miliardo nada se sabia hace mucho tiempo ya, así que  para evitar eso el señor Peacecraft no hallo mejor idea que quitarle su apellido a Duo, sin embargo el solo imaginar las habladurías de echar a ese niño de su casa lo hicieron desistir del resto de su plan, sin embargo a los doce años Duo había vuelto a ser un Maxwell.

El trenzado miro a su alrededor y vio a su amigo rubio de ojos aqua con un asiento libre al lado, al cual se dirigió, lo saludo con una sonrisa, pero con el miedo que le provocaba aquella maestra, prefirió no hablar durante la clase.

 

El siempre había pensado que las ciencias eran aburridas, pero cuando la maestra Une impartía la clase podían serlo más aun, el pobre Duo luchaba contra sus parpados para no caer dormido sobre su mesa. Luego de lo que para Duo habían sido las dos horas más tortuosas de su vida la clase llego a su fin, e inmediatamente escucho la voz de su amigo rubio.

- Hey Duo, vamos a almorzar.

- Hmmmm… me encantaría, pero hoy no alcance a prepararme nada para comer. – Menciono cabizbajo.

- No seas tonto, compartimos el mío, sabes como es Rashid, siempre prepara mucho mí.

- ¡¡¡Eres el mejor Q-chan!!! – Exclamo el trenzado sin ocultar su felicidad.

Salieron del salón tranquilamente, la hora de almuerzo era bastante larga, y el clima estaba excelente así que aprovecharon para ir a comer a los jardines, por alguna razón que ellos no entendían poca gente iba para allá, por lo que era desde su punto de vista un lugar muy agradable para comer.

- Vaya Duito, de verdad te queda bien ese uniforme, no había tenido el gusto de verte con el.

Ambos chicos voltearon de inmediato al oír esa voz tras ellos, para toparse con otro alumno, dos cursos mayor que ellos con una sonrisa petulante en su rostro.

- Solo… - Fue todo lo que menciono Duo.

- El mismo, que pasa, porque esa cara Duito. – Hablo divertido.

- Habíamos quedado en ya no hablar más que en casa, sabes que Relena se molesta.

- ¿Y que mi importa a mi lo que le moleste a Relena?

- Debería importarte, por algo es tu novia. – Hablo sin ocultar el fastidió en su voz el chico de ojos violetas.

- ¿Por qué ese tonito? ¿Celoso?

- Nah, solo me preguntaba que tan buena puede ser en la cama como para que la soportes por más de tres meses.

- Pues, eso te lo podría responder si tuviese un punto de comparación…

- Cerdo. - Fue la única palabra que formulo Duo antes de darse vuelta y seguir caminando con Quatre, sin embargo Solo lo sujeto de la muñeca.

- Agradece que tu amigo esta aquí Duito si no… - Pero una tercera voz lo interrumpió.

- Siempre he pensado que eres patético Solo, pero estar acosando a los de primer año ya es demasiado.

La mirada de los tres presentes se volcó hacia la persona de donde venia la voz, y al instante Solo soltó el brazo de Duo para pararse molesto con los suyos cruzados, mientras los otros dos chicos lo observaban curiosos, su porte era atlético e imponente, de seguro era de tercer o cuarto año, su cabello era castaño oscuro y lucia desordenado, y su piel parecía bronceada, pero, no era eso lo que mas llamaba la atención de él, si no sus profundos ojos azul cobalto, su tono era tan frió que parecían poder intimidar a cualquiera, sin embargo con Solo parecía no funcionar. Tal vez era el efecto que daba no conocer a aquel estoico chico de ojos cobalto el que intimidaba tanto.

 

- Yuy, alguna vez te dijeron que no fueras donde no eras invitado. – Dijo solo en un tono venenoso

- Vaya, duras palabras para alguien que definitivamente no sabe lo que es ser bienvenido en algún lado. – Respondió el chico de ojos cobalto con rapidez.

- No fastidies Yuy. – Hablo antes de comenzar a caminar. – Luego nos vemos Duito… y… a solas. – Empujo levemente el chico estoico al pasar y se alejo.

El joven de ojos cobalto se quedo de pie en el mismo lugar, no dijo nada, realmente parecía no hablar mucho. De hecho, el que rompió el silencio fue Quatre.

- Duo, deberías agradecerle. – Murmuro el rubio, sin embargo el chico de tercero lo alcanzo a oír.

- ¿Agradecer que Quatre? Yo no le pedí ayuda.

- Pero… deberías.

- Hmmm… esta bien. – Farfullo y camino hacia el chico más alto molesto. – Gracias. – Fue breve, odiaba que lo defendieran, el podía solo.

- No se preocupe señorita, ese sujeto siempre… - Pero lo interrumpió Duo.

- Señorita!!!??? Que mierda te pasa idiota!!!???

El chico estoico enarco una ceja, ese no era vocabulario para una chica, menos para una así de linda, por su parte Quatre suspiro profundo, sabia que si había algo que Duo no soportaba era que lo confundieran con mujer, cosa que a menudo le ocurría por su apariencia delicada y mas aun, por su cabello. El de ojos cobaltos no se molesto en entenderla y se dio media vuelta, sin embargo no se esperaba lo que haría la chica de la trenza. Duo lo sujeto del brazo y lo hizo voltear, tomando una mano de este y haciendo que tocara su pecho.

El chico de ojos cobalto, por primera vez en todo ese rato mostró una emoción, impresión, sus ojos se abrieron enormemente, que demonios le pasaba a esa niña, el no era un pervertido… Pero noto algo… no era una chica…

- ¿Te parezco una señorita idiota?

- Hn. – Fue todo lo que dijo antes de retirar la mano molesto, volviendo a ponerse en total seriedad. – No es forma de hablarle a la persona que te ayudo con ese pervertido, niño.

- Mira, primero que todo, no soy ningún niño, y segundo, se cuidarme solo.

- Ningún niño tan lindo puede cuidarse solo. – Dijo esto sin emoción alguna, y luego volteo y se fue.

Duo se quedo parado, y porque no decirlo, intimidado por ese ultimo comentario, sin embargo Quatre no pudo hacer más que comenzar a reír.

- Vaya Duo, si que eres popular.

- No le veo la gracia Quatre, ese sujeto es igual que todos… igual…

Las palabras de Duo sonaron llenas de resentimiento, cosa que su rubio amigo noto, pero prefirió no entrar en detalles, y solo le sonrió, ante lo que el trenzado respondió de la misma manera, luego de eso comenzaron a charlar y terminaron almorzando en ese mismo lugar, sin volver a hablar del incidente recién ocurrido, sin embargo, de la cabeza de Duo no podía desaparecer la idea que había visto esa mirada cobalto con anterioridad.

 

Así paso el receso y el resto de las clases y llego la hora de salida, Duo caminaba tranquilamente por los pasillos, bueno, casi tranquilamente, ya que se sentía demasiado observado, sin embargo finalmente llego al baño y solo ahí se sintió menos incomodo, odiaba tener que atravesar el pasillo de los de tercero para llegar ahí, sentía que lo veían como un pedazo de carne, se miro al espejo analizando el porque lo veían así.

- Tal vez debería cortarme el cabello. – Menciono para si.

- ¿Para que? Si te queda precioso Duito.

Duo levanto la mirada al espejo y ahí vio nuevamente el reflejo de Solo en el.

- Solo… Me estas siguiendo o que. – Hablo molesto

- Si te digo que si, que me dirías. – Menciono acercándose al chico de la trenza quien se tenso de inmediato, más aun al sentir como lo sujetaba de la cintura.

- Maldición Solo, eres el novio de Relena, compórtate como tal y déjame tranquilo.

- Vamos Duito, me dirás que no te gusto ni un poco. – Susurro lamiendo el cuello del trenzado.

- Aléjate bastar…

- Shhhh… alguien así de lindo no debe puede tener tan mal vocabulario Duito.

Menciono Solo mientras tapaba su boca con una mano y con la otra lo giraba dejándolo acorralado entre el y los lavamanos, acción que Duo aprovecho para intentar pegarle una patada, sin embargo Solo la pudo detener sin problemas y molesto dirigió un certero golpe al estomago de Duo soltándolo del agarre y dejándolo caer de rodillas al suelo del baño. Al notar que solamente lo había golpeado sonrió calmo, a pesar de la falta de aire provocada por el golpe, pero eso no le importaba, lo importante era que ese loco lo había soltado, pero Duo no tenia tanta suerte como pensaba, Solo lo había soltado solamente para aproximarse a la puerta del baño y poner el seguro, de ese modo nadie entraría en mucho rato.

- Bien Duito, ahora si nos vamos a poder divertir.

El trenzado no fue capas de levantar la mirada, aun no recuperaba todo el aire del golpe, pero, eso no hizo falta, ya que sintió que alguien lo jalaba de su trenza obligándolo a ponerse de pie, y sin poder evitarlo dejo escapar un quejido de dolor por su cabello.

- Es muy pronto para que empieces a quejarte. – Dijo con una sonrisa para luego empujarlo hacia los lavamanos nuevamente donde quedo apoyado. – Si pones de tu parte te va a ir mejor Duito, yo no quiero hacerte daño.

- Imbécil. – Susurro Duo para luego volver a sentir otro golpe en el estomago.

- Te dije que pusieras tú de parte si no quieres que te vaya mal.

- Ve… te… vete al… cara…jo… - Murmuro con dificultad debido al segundo golpe, pero a cambio solo recibió una bofetada que le hizo sangrar el labio.

- Me gustan los retos Duito, pero tu te estas extralimitando.

Duo comenzó a respirar profundo, si quería salir de ahí primero debía recuperar el aliento, pero no tuvo tiempo para calmarse, no al sentir como Solo le quitaba la corbata y comenzaba a desabrochar su camisa, el trenzado era orgulloso, pero sabia que no tenia mas remedio que pedir ayuda, sin embargo Solo se anticipo a sus pensamientos y lo jalo de la trenza hacia atrás, mientras que lo amordazaba con la corbata.

 

 - Lo siento Duito, pero no quiero que lleguen a interrumpirnos.

Fuera de cualquiera de la cosas que Duo acostumbraba a hacer solo le dirigió una mirada de suplica, sabia bien lo que planeaba Solo y le aterraba, sin embargo por mas que forcejeaba no obtenía nada, y el pánico le invadió el sentir que le desprendía por completo su camisa, la cual ahora estaba siendo usada para atar sus manos tras su espalda, el trenzado apretó los ojos con fuerza esperando que todo eso no fuera mas que un sueño, pero nada cambiaba, mas aun, comenzó a sentir como la lengua de Solo recorría lentamente su pecho mientras sus manos empezaban a bajar por su cintura. Duo comenzó a desesperarse, esto iba mas allá de cualquiera de las cosas que hubiera vivido antes, no sabia que hacer, no podía gritar, no podía huir, no podía hacer nada, solo apretó los ojos esperando que Solo no fuera capas de lo que el tanto temía, sin embargo no tardo en sentir unas manos ajenas desabrochando su pantalón y eso fue suficiente para que tratara desesperadamente de escapar, pero solo consiguió hacer enfadar mas a Solo, le estaba haciendo las cosas demasiado difíciles, y no tenia todo el tiempo del mundo, así que ya aburrido de la falta de cooperación le propino en fuerte golpe empujándolo contra uno de los vidrios del baño y no supo mas, solo sintió que todo se iba a negro.

Con pesadez abrió los ojos le dolían los brazos y se sentía desorientado, sin embargo no tardo en sentir un fuerte dolor en su interior que lo llamo a gritar, pero le fue imposible, estaba amordazado, y ahí volvió nuevamente de golpe a la realidad, mientras sentía como Solo entraba y salía bruscamente de el, mientras lo único que deseaba era volver a la inconciencia, era doloroso, en todos los sentidos, quería morir en ese momento, o cualquier otra cosa, pero que no siguiera, sin embargo seguía entrando y saliendo de el, bruscamente, y el solo escuchar los gemidos de ese chico lo hacían retorcerse aun mas de dolor, sin embargo nada fue peor que la sensación final, cuando se dio cuanta que Solo estaba terminando dentro de el, sus ojos se apretaron con desesperación, y a pesar de estar amordazado grito con toda su alma al sentir como salían de el, no tenia fuerzas de nada, estaba en el suelo, no tenia idea en que momento lo habían bajado de los lavamanos y no le importaba, Solo se arreglo nuevamente, y soltó las amarras de los brazos de Duo, quien no se movió del suelo.

- Eres más delicioso de lo que me imagine Duito. – Pero se extraño al no recibir respuesta. – Bueno, en recompensa por lo bien que estuviste dejare con llave, cuando estés presentable tu sales, y… algo mas, dile a Relena que terminamos. – Y sin mas salio del baño.

No tenia idea cuanto tiempo había pasado, realmente habían sido segundos, pero para el fueron horas que estuvo inmóvil en el suelo del baño, hasta que finalmente con el dolor mas profundo se puso de pie y se vistió débilmente solo deseando llegar a su habitación para darse un baño, se sintió asqueado, con ganas de morir ahí mismo, y de matar a Solo al mismo tiempo.

Mientras tanto Solo caminaba sin ocultar su sonrisa triunfante por los pasillos de la ya vacía escuela a esas horas, eso hasta que se encontró frente a frente con el chico estoico el cual venia de la biblioteca.

- Vaya, quien diría que tu serias capas de quedarte hasta estas horas en al escuela Solo.

- Vete el demonio Yuy, nadie va a arruinar mi día. – Sonrió de una manera escalofriante y siguió su camino.

El chico de ojos cobalto le miro extrañado, de verdad algo raro pasaba ahí, no era normal que Solo estuviese aquí a estas horas, y menos con esa sonrisa, ese idiota escapaba de al escuela primero que cualquiera, pero bueno, no era su asunto, que le importaba ese cretino, de todos modos el también solo quería irse a su casa. Volvió a su salón ya vació y tomo su mochila dispuesto a pesar el baño a mojarse el rostro y luego irse, pero su fastidio fue grande el notar que estaba cerrado.

- Maldición, como cierran esta cosa tan temprano.

Se iba a largar cuando sintió el ruido de la puerta abrirse y volteo para encontrase con algo que llamo mucho su atención, era el chico del receso, pero su aspecto era otro, lucia lastimado y tenia el uniforme completamente desordenado al igual que su cabello, iba a peguntarle si estaba bien, cuando vio como ese lindo chico de la trenza caía inconciente ante sus ojos, y lo único que atino a hacer fue correr para alcázar a sujetarlo entre sus brazos.

 

Continuara...

Notas finales:

Bueeee... Gracias por darse la molestia de pasar por aqui... ♥


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