Este es un One shot que escribí hace tiempo, pero me daba fiaca publicar. Dos personas tuvieron la oportunidad de leerlo antes que nadie: Mi mamá y mi hermana. Se lo voy a dedicar a mi hermana porque cuando lo termino, se puso a llorar, y en ese momento me sentí muy mal, pero ella después de decirme que me odiaba por escribir esas cosas y que la dejara de abrazar porque la asfixiaba, me dijo que estaba bien. Así que Tatsuha, este fic es para vos, todo para vos!!!!! ^.^.
“Angels”
El sonido de las teclas hacia eco en el estudio poco amueblado del escritor. En corto tiempo debía entregar su novela, ya le faltaba poco y tenia que apresurarse ya que su koi no tardaría en llegar. El rubio emitió un quejido y se quito lo lentes.
- Otra vez este dolor de cabeza.
Se levanto fastidiado, abandono su estudio para entrar a su cuarto y tomar del cajón de la mesita de luz unos calmantes. No quería que el dolor volviera, pero tampoco quería descansar, así que sin más tomo un par y se dirigio al estudio, los calmantes eran muy fuertes, pero qué problema había si su dolor de cabeza también lo era. Prendió un cigarrillo y siguió escribiendo, pero los calmantes hicieron un efecto no deseado, y sin quererlo se quedo dormido.
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Un manto de estrellas cubría el cielo. Era una hermosa noche y la luna brillaba en lo alto. Por una de las calles de esa enorme ciudad caminaba alegremente un muchacho aniñado, con el cabello color rosa...
- Cuando llegue Yuki se va a llevar una sorpresa – comentaba, feliz, para si mismo – que bueno que bueno que salí temprano... vamos, vamos a cenar y después ^///^.... ¡¡¡YUKI YA VOY!!!
El pelirrosa comenzó a correr. Se escucharon un par de gritos, que al parecer provenían cerca del departamento, el cantante se sobresalto ante este pensamiento. Un camión de bomberos, otro y otro. Shuichi comenzó a correr más rápido. Sus ojos se abrieron de par en par.
- ¡¡¡¡YUKI!!!! – frente a él, la visión de el edificio envuelto en llamas, miro hacia todos lados, pero ni rastros del rubio.
Lágrimas salían de sus ojos y resbalaban por su rostro. No podía quedarse así, su Yuki estaba ahí adentro, fue por eso que decidió aventurarse dentro de la construcción.
Tuvo que derrumbar la puerta para entrar. El fuego lo consumía todo. Corrió hacia donde creía que podía estar el rubio, en su estudio. Abrió la puerta y ahí lo hallo, sentado frente a la computadora. Su koi parecía dormido, estaba transpirando mucho, Shuichi se alegro de ver que el fuego no lo había alcanzado como a todo lo demás, pero aún no estaba satisfecho, debía sacarlo de ahí.
- Yuki, Yuki, despertate... – lloraba de desesperación.
Rendido, tomo al escritor por un brazo y se lo pasó por detrás de la cabeza. Tiro de él con todas sus fuerzas y consiguió levantarlo.
El fuego envolvía el departamento. Un temblor, la construcción se desmoronaba bajo sus pies. Apresuro el paso. Atravesó la puerta de entrada al departamento a salvo, con su Yuki aún dormido. Lloraba, y las fuerzas le menguaban, pero las seguía sacando quien sabe de donde.
- Ya llegamos Yuki, ya casi.
Ahora sonreía, sólo por el echo de saber que se salvarían. A través de la puerta principal podía ver lo que sucedía afuera, los bomberos habían empezado a actuar.
Unos pasos más, tan sólo eso y estarían fuera de ese infierno.
Yuki comenzó a moverse.
- Yu... ki.
Un crujido. El pelirrosa miro hacia arriba y abrió los ojos desmesuradamente. Lanzo a Yuki fuera del edificio al tiempo que este despertaba.
El rubio lo miro unos instantes hasta que comprendió lo que sucedía. El pelirrosa sonrió mientras lagrimas asomaban en sus ojos.
- Aishiteru
Yuki supo al instante lo que su koi haría.
- ¡¡¡NO!!! ¡¡¡SHUICHI NO TE QUEDES AHÍ!!!
La Puerta se colapso en esos instantes y la llama de la vida de su pequeño koi se extinguió. El rubio abrió los ojos sorprendido y aterrado.
- No, no... ¡¡¡¡SHUICHI!!!! – trato de ir a rescatarlo, pero un par de bomberos se abalanzaron contra él para impedirle volver a entrar al edificio.
Un llanto, oía un llanto que no era el propio, y más bomberos apresurándose hacia la puerta, apagando el fuego.
- Shu... i... chi
Fue lo último que alcanzo a decir antes de caer inconsciente.
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Ojos amatistas por todas partes. Una sonrisa dirigida solo a él. “Yuki, Yuki” lo llamaba agitando los brazos. “Yuki” se acerco a él, cerro los ojos para besarlo, sus labios se juntaron transformándose en un cariñoso beso, al abrir los ojos, fuego. Su pequeña figura envuelta en fuego. Ojos amatistas. “Aishiteru”. Lágrimas.
Se despertó sobresaltado, transpiraba... menos que aquella vez. Limpio sus lágrimas y se acurruco en la cama de su nueva casa.
- ¿Por qué? Shuichi ¿por qué? – sollozaba- no puedo... vivir sin vos. Yo tengo la culpa. Perdón, perdón... de nada vale ahora.
Todos le echaban la culpa. Hiro todavía no lo creía y se había encerrado en su departamento, Ayaka lo iba a ver siempre. Sakuma lo había golpeado, después había llorado amargamente mientras lo acunaba Noriko para que se calmara, y, en la tumba del pequeño pelirrosa, le dejo a Kumagoro, para que lo cuidara siempre. La familia Shindo había llorado mucho ante la perdida de Shuichi, no le habían echado la culpa... ¿o si? Talvez no directamente, pero lo creían. Tatsuha no lo sabia, pero seguro que cuando se enteraba lo iba buscar para cuidarlo, para no dejarlo solo. Mika lo miraba con lastima, al igual que Tohma que había llorado al ver su sufrimiento.
Mucha gente asistió al entierro. …l mismo había estado ahí, había llorado, sorprendiendo a la gente en el lugar, se había arrojado sobre el ataúd en donde descansaba el pequeño cuerpo de su koi. Ya no le importaba su reputación de ser frío, si no lo tenia a él, nada importaba, la única persona que lo había hecho feliz.
- Shu chan... aishiteru – murmuraba amargamente, murmullos que se convirtieron en gritos. Lloraba mientras abrazaba sus piernas y se mecía suavemente.
Después de unas horas lo venció el cansancio y se rindió al sueño, en donde aparecieron otra vez aquellos ojos amatistas, esa sonrisa... “Aishiteru”.
Se levanto a la mañana, algo aturdido, le dolían los ojos, pero era normal, o por lo menos lo era para él desde hacia algunas semanas. Hoy lo iba a ver, por eso se apresuro a bañarse y vestirse.
Ya no fumaba, mucho menos comía, sólo lo hacia cuando lo obligaban. Trataba de seguir la novela pero era difícil, para su suerte el mismo día del incendio, el le había mandado a su editora una copia de lo que llevaba escrito.
Agarro las llaves del auto y lo puso en marcha. Usaba lentes oscuros para que no notaran sus ojos irritados.
El camino se le hizo muy corto, presto muy poca atención a lo que hacia. Freno en las puertas del cementerio y salió del auto. Entro al lugar. De memoria se sabia el camino hacia la lapida de su ángel, porque seguía siendo suyo después de todo.
Comenzó a caminar entre las lápidas. Observaba como el pasto era aplastado por sus pies. Un viento suave acaricio sus cabellos dorados. Levanto la vista poco a poco, encontrándose primero con Kumagoro reposando a los pies de la lápida. Levanto la vista completamente, encontrándose con el perfil de Shuichi que miraba el cielo. Se saco los lentes para comprobar lo que estaba viendo, y sí, ahí estaba él, su cabello rosa era acariciado por la suave brisa, y sus ojos, esos que tanto ansiaba ver, seguían fijos en el cielo, aún no había reparado en su presencia. Alas Blancas . Hermosas alas blancas que salian de su espalda, tan blancas como su vestimenta.
Shuichi volteo a verlo, y ahí, otra vez esa sonrisa, aquella que él amaba. El rubio no contenía el llanto, quería acariciarlo, lentamente se acerco a él.
- Shuichi.
- ...... – Sonrió.
- Perdón – más lágrimas – fue mi culpa.
El pelirrosa negó con la cabeza.
- Yo quiero.... – hizo una pausa para repensar la frase – no quiero vivir sin vos... por favor Shu chan, dejame morir.
Una mueca de tristeza se apodero del rostro del menor.
- No... yo deseo que vivas.... que vivas por los dos.
- ¿Qué? – lo miro sorprendido. Su voz, como extrañaba esa hermosa melodía – pero...
- Shhh, Yuki, por favor.
- Yo... esta bien - más lágrimas, y esa sonrisa que tan feliz lo hacia.
Shuichi se balanceo un poco sobre la lapida. Se miraron cinco segundos que fueron eternos. Eiri se arrimo hasta él para besarlo, consiguiendo saborear los labios de su koi por última vez. Nuevas lágrimas saliendo de los ojos color ámbar.
- Aishiteru – un susurro - ¡¡AISHITERU!! – lo gritaba.
Shuichi, sorprendido ante la reacción de Yuki sonrió, sonrisa que fue respondida por el rubio, acrecentando más la sorpresa en el pelirrosa. Ahora los ojos de ambos brillaban.
- Nos vemos allá – el pequeño asintió. Desplegó sus alas y alcanzo vuelo. Ascendió hasta que Eiri lo perdió de vista.
El rubio se seco la ultima lágrima y sonrió.
- Me voy Shu... a vivir – sonrió para sí – Aishiteru...
“GRACIAS SHU CHAN POR TODO LO QUE ME DISTE”
FIN.
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HOLA!!!!! Bueno, esta idea se me ocurrió cuando estaba en un barco ^.^, no tiene nada que ver, pero bueno. No encontraba un buen nombre para el fic, hasta que en el auto mi papá puso el CD de Robbie Williams, en eso escuche “angels” versión castellano y me dije que me hacia acordar al fic, es un tema muy bonito (es mucho más lindo el original que esta en ingles), si quieren la letra la incluyo en algún review, así que me la piden (obviamente la letra de la canción en castellano, porque la de ingles ni ahí la saco). Después de escribir esto me quede callada media hora, no se porque. Al final, tan feo no me quedo el fic n_n, que bueno, porque a mi me había parecido que sí. Haber si con esto supero mi complejo de “me da vergüenza escribir y que lo lean”. Imaginándome todo como si fuera una película casi lloro. Próximamente voy a escribir más fic tristes, aunque primero tengo que terminar “long wait” antes de que alguien me mate n_ñU. Empecé un fic de Weiss Kreuz... pero todavía no me puse a pensar. Saludos a todos. Muchos B-sos y cuídense. Que no los coman las cucarachas (brrrrr). AIOS!!!!!!!
Yuki_1.
P.D.: Agradezco a todos los que leen, Saludos extraterrestres ^.^!!!.
Amor Yaoi
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