Capitulo 1: cuento de Hadas.
-Kamijo, leeme de nuevo el de “el lago de los cisnes”. -pidio un lindo niño de seis años a su amigo castaño de diez años mientras lo acomodaba para dormir.
-de nuevo, Hizaki-chan? -el joven acababa de leerle “la bella durmiente” por tercera vez para hacerle dejar ese cuento de hadas que le habia leido seis veces anteriormente.
-Hime!! recuerdalo! Dilo, Hime-chan. Dilo!! -gritaba casi poseso por la desesperacion el pequeño rubio.
-ok, ok, Hime-chan. Pero de nuevo quieres el de “el lago de los cisnes”? -
-hai! Que otros cuentos hay? -
-te gustaria “la cenicienta”? O “la sirenita”? En “Aladino” tambien hay una princesa. -todo por hacerle abandonar “el lago de los cisnes”.
-honto? -pregunto el menor emocionado.
El mayor asintio antes de que una persona llamara por detras de la puerta.
-Kamijo, tu madre te llama, ya es hora de irte. -el padre de Hizaki.
-hai, arigatou. -contesto el joven antes de mirar a Hizaki con lastima. -me tengo que ir; prometo venir mañana, de acuerdo? -el menor asintio levemente, triste de que su unico y mejor amigo tuviera que irse.
El mayor salio del cuarto apagando la luz, pero dejando una pequeña lamparita con forma de rosa encendida.
**********************once años despues***********************:
el rubio estaba sentado en su cafe favorito, esperando al que habia sido su mejor amigo que llegaba esa tarde de un viaje que habia emprendido hacia ya cinco años.
Aun seguia gustando de los cuentos de hadas, pero ahora era mas discreto que cuando era niño; nunca llevaba amigos a su casa, y cuando lo hacia, raramente, ordenaba a sus doncellas esconder en el sotano todos sus vestidos de princesa que seguia mandando a hacer a los sastres de la ciudad.
Miro su reloj de pulso, habian quedado de verse a las seis de la tarde, ya pasaban de las seis diez. Su mocha con vainilla francesa ya iba por la mitad; hasta que al fin, el principe hacia aparicion. Debia admitirlo, su amigo estaba mucho mas sexy que cuando se habia ido, a los dieciseis.
Se levanto para recibir a su amigo con un fuerte abrazo, sonrojandose un poco del aroma a rosas que el mayor despedia; ademas de que el joven le abrazaba posesivamente por la cintura.
-no haz cambiado nada, Hime-chan. -le comento el castaño al rubio mirandole de arriba a abajo.
-aun recuerdas ese apodo de cuando eramos niños? -contesto sonriendo el menor mientras ambos tomaban asiento.
-como olvidarlo, me hacias repetirlo cien veces cada vez que te llamaba por tu nombre. Llegue a llamar asi a mi hermano Kaya. -se burlo el castaño. -y no le hizo mucha gracia. -
-bueno, ahora es opcional. Solo puedes llamarme asi, cuando estemos solos. O cuando te apetezca. Ya no es obligatorio. -sonrio Hizaki, haciendo sonreir al castaño.
*************en otro lugar, muchisimo muy lejano llamado Hana no Sekai**************:
-JUKA!!!!! -grito un joven de cabello plateado con mechas negras y ojos color azul cobalto vestido de princesa con un vestido del color de sus ojos, con encages negros en los bordes y rosas negras bordadas en los bajos del vestido y en el pechero. -grandisimo bromista, yo le voy a enseñar lo que es una buena broma. -murmuraba molesto mientras caminaba apresuradamente entre las gardenias.
Al fin, despues de tanto buscar, lo encontro en el jardin de los rosales, admirando los botones y capullos. Un peliplata con ojos verdes y casaca negra con detalles en oro. Al oir los pasos del ojiazul levanto la mirada y casi como un mero acto reflejo, se echo a reir como maniatico.
-muy gracioso. No tengo la menor idea de como lo hiciste, y solo te voy a pedir que dejes de hacerlo si no quieres que papá te quite la parte de herencia que te corresponde como primogenito. Estoy harto de que me pongas vestidos. -clamaba el pequeño ante la risa del peliplata.
-pero si te ves divino hermanito. Ademas, no quieren nuestros padres que te cases con un principe? No seas tan amargado, Teru. -fue la respuesta del peliplata entre risas.
-eso es independiente; no tengo planeado pasar el resto de mi vida vistiendo como una muñeca de porcelana solo para ser la escultura de mármol de algun viejo rey que no puede ni con su alma. Asi que te pedire que dejes de ponerme vestidos mientras duermo. -
-no lo haria si no te vieras tan lindo en ellos. -se volvio a burlar su hermano mayor.
-Aqui estan. Altezas, sus padres los llaman; al parecer es un asunto serio, ya que no tienen muy buena pinta. -los llamo un joven de cabello negro y ojos color granate como las rosas.
-en un momento estaremos ahi, gracias Asagi. -contesto serio Juka mirando al joven un poco mayor que el.
-compermiso, excelencias. -se retiro el muchacho haciendo una reverencia.
-que pasara? Nunca nos mandan llamar asi y mucho menos con su asistente personal. -indago el ojiazul.
-solo hay una forma de averiguarlo. Vamos. -el peliplata tomo a su hermano menor del brazo y lo llevo hasta el despacho de su padre donde el y su madre esperaban.
******************de vuelta a Tokyo*********************:
el castaño y el rubio llevaban andando por el parque un buen rato.
-tomen, es gratis para los que lleven disfraz. -se les acerco un joven de cabello negro pero no pudieron distinguir nada mas.
Tomaron el panfleto que les habia colocado contra el pecho y lo vieron desaparecer tras unos arboles.
“gran baile barroco; musica de epoca, y moderna; le esperamos en el centro de eventos detras del hotel 'comfort suites' ” (n/a: el hotel si existe en japon y el mundo.). “entrada gratuita para personas con disfraz”.
Se miraron con una sonrisa complice, y emprendieron el camino hacia una tienda de disfraces.
**************mas tarde*************:
-es aqui; aunque no parece muy alegre, o siquiera que haya alguna fiesta. -comentaron ambos con cierta sospecha.
-bienvenue monsieur, et mademoisielle; soy Jasmine You, pero todo mundo me llama Yuu, seguro que vienen al baile, verdad? -pregunto el joven con una sonrisa felina que entonaba muy bien con sus ojos chocolate.
-merci; pero no soy una chica, Yuu-san. -contesto Hizaki haciendo que la sonrisa del joven se encogiera un poco en una mueca de sorpresa.
-oh lo siento, pero te vez tan divino como una princesa. Puedo llamarte Hime-chan? -volvio a esbozar su sonrisa con un brillo de alegria en sus ojos.
-oh, porsupuesto. De hecho, ese era mi apodo cuando niño. -contesto de nuevo el rubio con el mismo brillo en sus ojos negros.
-y tu eres... -Jasmine se llevo dos dedos finos a la barbilla mirando al castaño con duda.
-Kamijo. -contesto escuetamente el mayor.
-bien, pasen por aqui. Estoy seguro que les va a encantar la fiesta. -se hizo a un lado para dejar pasar al par.
Despues de que ambos hubieron entrado, sintieron un fuerte golpe en la nuca, cayendo inconscientes.
-no crees que fue muy pronto Yuki? -pregunto el castaño de ojos chocolate a un castaño mas alto y serio.
-solo ayudame a llevarlos. -contesto el cazador seco.
-muy bien. -ambos cargaron cada uno a uno de los recien conocidos hasta un carruaje que esperaba en la parte de atras del local.
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