Pertenecer al grupo de los llamados Kages es el honor máximo de un ninja, se necesita tener la confianza y respeto de todo el pueblo en las virtudes del ninja escogido para ocupar tal puesto. Como uno de los Kages la obligación de la persona es tener en cuenta las necesidades de la villa y sus habitantes tanto como de las demás villas que necesiten de apoyo. Para esto se necesitan leer cientos de documentos con información de las peticiones y trabajos… ese era el trabajo del 5º Kazekage.
Dentro del mar de papeles que inundaban el escritorio se podía distinguir la cabellera pelirroja de Gaara, o al menos parte de ella. El chico estaba con el sello de aprobación en mano leyendo unos documentos de alianza con el País de la Sal, sus razones no le convencían mucho de ello y varias veces se tentó a desaprobar dicha petición.
-Kazekage-sama…- ingreso un chuunin de la arena- hay un shinobi de la hoja que trae un comunicado para usted-
-Déjalo pasar y vuelve a tu labor- dijo en tono tranquilo.
-Con su permiso- dio una leve reverencia y se retiro dejándole paso al ninja de la aldea aliada.
-Bien, escucho el…- se había puesto de pie para recibir al recién llegado-…Sai…-
-Buenos días, Kazekage-sama, traigo un comunicado urgente de la villa de la hoja- se acerco al oji agua y le tendió una nota con el sello de la villa estampado en el doblez, de forma que se notaba que no había sido abierta bajo ninguna circunstancia.
El pelirrojo tomo la nota, miro un momento al pelinegro que estaba demasiado serio para su gusto siendo que no había forma de borrarle esa sonrisita suya de la cara. Con algo de nerviosismo rompió el sello, tomo asiento detrás del escritorio y comenzó la lectura de la misma.
-Sai…- tenia el ceño fruncido-¿Qué significa esto?- extendió el papel demostrando que este tenia escrito “Feliz San Valentín, Gaara-chan”- Usaste el sello de la maestra Hokage…-
-Y no fue fácil conseguirlo…- respondió con una sonrisa- Sabia que no me atenderías y bueno… amor no me pongas esa cara. Por tu expresión tienes un enfado de tipo 4… estas enfadado pero no tanto y me perdonaras en un rato… vaya…-el ceño del menor se frunció mas- ahora es de tipo 3, o sea que voy a tener que compensarte-
-No puedo creer que hicieses esto- guardo la nota en un cajón- No es broma, me preocupe-
-Gomen- ladeo la cabeza como un niño- pero quería verte-
-Yo… también quería verte pero no hice nada de esto-
-Entonces solicitaste mi presencia como escolta por algo muy importante-
Gaara se sonrojo inmediatamente pero dio vuelta el sillón de modo que Sai no pudiese ver su rostro. La verdad había solicitado al pelinegro solo porque quería verlo después de más de 3 meses por las innumerables misiones que había tenido, pero no iba a decirle nada de eso y menos después de haberlo regañado.
Sai conocía de memoria cada reacción de su novio y por ello sabia lo que estaba pasando por su cabecita colorada. Abrió los ojos mirando en dirección a su pareja, se relamió lentamente los labios con una mirada repleta de libido y después volvió a su expresión normal para finalizar sonriéndole al otro de manera inocente.
-No te enfades…- se arrodillo junto a él- ¿Me perdonas?- finalizo dándole un beso en una de las pequeñas manos.
No hubo respuesta del otro cuando el de cabello oscuro aprovecho para besar a la autoridad máxima de Suna. Los labios pálidos de uno y rosados del otro se movían suavemente. Gaara sujeto la nuca de Sai y se desvió a la oreja del mismo susurrándole un “¿Qué harás para que te perdone?” en un tono muy sensual.
Hubiesen seguido desde allí, pero la verdad no estaban en un buen lugar considerando que ante cualquier situación iban a recurrir al menor para pedir autorizaciones y demás asuntos. Pensando el ello, el pelirrojo se separo de su novio con un evidente sonrojo en las mejillas. Sai también pensó en ello… como cuando Kankuro le dio una cuchillada de Karasu al verlo desnudando a su hermanito. Pero si tenían suerte debía estar muy acaramelado con Lee para molestar.
-Kazekage-sama, le traigo un obsequio-
-Deja de hablarme formal- pidió desviando la mirada algo molesto- ¿Qué es eso?-
-Bueno… planeaba ser un chocolate- abrió el papelito rojo- pero creo que no es buena idea traerlo por el desierto. Se derritió- tomo la pasta de color suave en el dedo índice y lo acerco a la boca del otro- Bueno te comprare otro…-
-Demo…-
-No sabes cuanto me costo poder conseguir un chocolate de camino aquí, venia pensando en darte algo mejor pero…- bajo la vista- no tenia tiempo para hacer fila en las grandes tiendas y… bueno-
(Reiki: jejeje es el amo de la manipulación…mmm… debería hacer lo mismo con Sharp)
-Bueno… etto… gracias, no me pongas esa cara- se sentía mal al saber que su amado artista había hecho lo posible solo por él.
Lamio el dedo del otro pasando la lengua en toda la extensión, succionando levemente y lo hizo con sensualidad al oír que al moreno se le había escapado un pequeño suspiro. Sus ojos estaban cerrados perfectamente, se notaba gracias al negro que los rodeaba, y por ello Sai podía disfrutar de la escena con la mejor cara de pervertido.
Al poco tiempo el kazekage estaba sentado continuando con su labor de leer los documentos, el shinobi de la hoja lo miraba con un poco de decepción, esperaba más de los chocolates. Seguramente se habían estropeado por el calor y su efecto ya había desaparecido. Pero no se quejaba porque podía ver trabajar a su novio… o eso creía porque dentro de los papeles no se veía mucho.
Se puso de pie y descubrió que la letra del menor estaba algo torcida, de hecho, el pincel temblaba un poco en sus manos. Pareciendo casual se acerco, lo observo otro momento y estuvo seguro, el efecto había aparecido favorablemente.
-Es un poco aburrido verme trabajar todo el día…- dijo con la voz algo tensa- Ve a… despejarte un momento-
-Claro que no, amor. Verte trabajar me hace sentirme orgulloso- poso una mano en la mejilla cálida del otro- deberías refrescarte el rostro, creo que has trabajado mucho y te haría bien-
-Si… es cierto- se puso de pie y entro en la habitacion a un lado. Allí pudo refrescar su rostro, se miro al espejo y noto sus mejillas encendidas- ¿Qué es… esto?- jadeo levemente.
Al salir se encontró con Sai sentado en su sillón cómodamente, no tenia ánimos para discutir y su novio palmeo su regazo incitándolo a sentarse. Sin decirle nada se ubico en las piernas del otro, apoyando su cabeza en el hombro de éste, continuo su lectura anterior.
El pelinegro sonreía internamente, su novio era muy tierno y se lo notaba apenado por lo que estaba ocurriendo. Pero necesitaba poder disfrutar del efecto del dulce que amablemente Sasuke la había obsequiado, así que poso una mano en el muslo del chico y comenzó a moverla suavemente de arriba abajo.
Gaara intento parecer indiferente, pero se sentía demasiado incitado, al parecer no estar con su novio había sido muy difícil y su cuerpo le exigía de la atención del ninja de la hoja. Sentía la respiración del otro chocar contra su oreja, se imaginaba los susurros clásicos de su pareja los cuales eran bastante subidos de tono.
-Sai…-
-Dime, Gaara…-
-Te… te extrañe mucho-
-También yo- beso largamente su frente- por eso necesitaba que te dieras cuenta y que mejor manera que te lo asegure tu cuerpo-
-Sai… bastardo- se puso de pie- El chocolate…-
-Sip… etto… ¿Estas enfadado?- le sujeto suavemente el mentón- ¿Qué puedo hacer para que me perdones?- susurro mirándolo sugestivamente.
Sin perder tiempo se ubico sobre las piernas del mayor y comenzaron un juego de besos rápidos pero intensos. Gaara podía tocar directamente la piel del vientre del otro gracias a la ropa que usaba, jugo con sus dedos húmedos con su saliva haciendo dibujos sobre el artista.
Sai descendió y succiono el cuello del pelirrojo dejando grandes marcas, lentamente lo libro de las prendas superiores y se dedico a chupar sus pezones con deleite. El Kazekage gemía al sentir como las manos del pelinegro se habían aventurado dentro de su pantalón y masajeaban su erección suavemente. Era un mentiroso, falso, hipócrita, traidor y seductor… pero así era como lo amaba.
Dentro de los besos más apasionados que se habían dado, Sai había logrado introducir dos de sus dedos en el cuerpo de su amado pelirrojo mientras este lo masturbaba suavemente. El pelinegro lo miro un momento, el chico entendió lo que significaba, aun faltaba algo y por ello saco la pierna izquierda de las prendas inferiores dejando solo la pierna derecha cubierta hasta la altura de la rodilla.
Con cuidado el ANBU guio su miembro a la entrada de su novio, una vez que estuvo invadido de la calidez de su amado comenzó a lamer su cuello suavemente mientras lo ayudaba a moverse sobre su erección lentamente. Pero guiado por el efecto del dulce, Gaara no soporto ese ritmo haciéndolo frenético y profundo.
-Sai… con… mas fuerza….- decía débilmente entre gemidos.
-Como ordene… Kazekage-sama…-
Gaara mordisqueo las orejas del moreno mientras este lo masturbaba al ritmo de las envestidas, se sentía completamente placentero estar en el interior de su koi de esa manera. Pero no lo suficiente, sentía que faltaba algo en ese momento.
-Sai… ¿Pero… que?-
En ese momento su novio lo levantaba del sillón sin desunir sus cuerpos, le dio un manotazo a la pila de papeles y los esparció por toda la habitación. Antes de que su novio pudiese quejarse ya estaba penetrándolo mientras lo tenia acostado en el escritorio, de esa forma era mucho mejor y mas cómodo para ambos.
Antes de que cualquiera de los dos pudiesen terminar el moreno dejo al pelirrojo bocabajo y lo penetro por detrás mientras mordía su cuello con lujuria. Gaara se masturbaba intentando llegar al orgasmo que tanto deseaba y que cosquilleaba en su bajo vientre. Unas firmes envestidas más y ambos derramaron su esencia.
-Nee…amor- el oji agua se había quedado dormido- en fin… Gracias por el obsequio- le dio un suave besito en la mejilla y lo dejo descansar.
El kazekage despertó con un fuerte dolor en la cadera, miro y estaba dormido con la cabeza apoyada en las piernas de su novio.
-Buenos días- sonrió- etto… junte los papeles-
-Ah… gra…gracias- se sonrojo al tener recuerdos de lo que había pasado.
-Te dejo trabajar- y se dirigió a la salida con bastante prisa- ufff…- pero no se relajo al ser arrastrado hacia atrás por una cuerda de arena.
-¿SAI, QUE DEMOÑOS ES ESTO?- grito el pelirrojo enfadado mirándolo enfadado.
-Amor… etto… ti… tienes un enfado de rango S o sea que no me salvo, ¿Verdad?-
-¿TU QUE CREES?-
-Estas exagerando… etto… no creo que las manchas de semen en papeles oficiales sean algo tan grave- no sabia como pero si no lo solucionaba iba a morir en manos de su amado pelirrojo.