Era un día soleado de verano para el club de música ligera, pero esta vez no estaban juntas. Ya eran vacaciones y como siempre Mugi-chan se fue a una de sus tantas casas de verano, Yui y Azusa casi siempre se veían porque al parecer Azusa es la mejor amiga de su hermanita Ui.
Aun faltan 2 chicas...¡¡el duo dinamico Ritsu y Mio!!
Ritsu como siempre decidía donde ir mientras que Mio solo era su acompañante, en ocasiones para detenerla por si era una inmensa locura pero en otras deseaba no haber estado pues Ritsu la involucraba totalmente.
-Hey Mio!!- dice con una sonrisa Ritsu.
-¿Ahora que quieres?!- Parece que el limite de Mio ya estaba llegando. Esa alegría la reconocía, siempre usa ese tono de voz cuando quiere algo. Su amiga trataba de calmarla aun con esa sonrisa divertida en su rostro, la otra paro su hiperactividad para preguntar cual seria su ultima parada el día de hoy.
Su casa fue ese lugar, muy sorprendida trato de pedir explicación y todo lo que obtuvo fue un "por que quise elegir tu casa" eso significaba que se quedaría a dormir con ella esa noche.
En el camino Mio se la pasaba lamentándose un poco y Ritsu solo podía reír como siempre de sus desgracias, no paso demasiado cuando por fin llegaron a su destino, Ritsu estaba muy emocionada, tanto que dejo extrañada a su compañera.
-¿Cual es tu emoción? has venido millones de veces-
-Pero hoy me quedare a dormir~- el brillo en sus ojos se intensifico y esa respuesta dejo en claro el porque llevaba una mochila "tan bien equipada".
Abren la puerta y entran; Mio se va a su habitación a seleccionar la ropa con la que dormirá mientras que la chica de cabello corto esta abajo observando la casa, era como si fuera su casa pero a la vez como si le faltaran rincones que debiera conocer, su inspección fue interrumpida al oír que alguien bajaba de las escaleras pero al ver a su amiga en tales ropas se ruborizo un poco así que decidió romper el silencio.
-Vamos a ducharnos- ella se refería por separado pero parece que no lo dio a entender de esa manera.
-Solo tengo un baño...aunque...- recordó que era lo suficientemente grande para las dos.
-¿Aunque?-
-Nada, vamos- Mio tomo de la mano a Ritsu y la lleva consigo al baño.
La castaña se desviste normal pero la pelinegra lo hacia con cierto nerviosismo, nunca se habían bañado juntas, ni de pequeñas.
Ambas en la gran tina guardan silencio hasta que...
-¡No!, ¡¡Suéltame!!- pide a gritos Mio.
-¡Noo!, hasta que me digas porque estas tan bien dotada- Jugueteaba un poco los pechos de su amiga hasta que esta le dio un golpe para que se detuviera.
Se pasaron más de la mitad del baño platicando y jugando y lo que sobro en bañarse. Llego la hora de ir a la cama, ambas chicas se vistieron y de tan rendidas que se encontraban, más Ritsu, por el agitado día de hoy no ponían mucha atención a su camino. La chica más cansada tropezó con sus propios pies llevándose a quien tenia enfrente con ella, quedando a unos escasos centímetros del rostro de Mio.
Ambas solo se veían, como si esperaran a que algo más sucediera pero ninguna comenzaba. Hasta que cayeron en cuenta después de unos segundos, se levantaron y fingieron que no paso nada.
-Lo siento...- dijo algo apenada.
-Descuida...- tratando de normalizar el ritmo al que latía su corazón.
En la habitación ambas estaban paradas en la puerta observando en silencio que solo había una cama, pues ¿para que querría más si solo vive ella ahí?.
-Creo que tendremos que dormir en la misma cama...-
-Si quieres duermo en un futón-
-No, no...- el segundo "no" fue con duda pero sabia que a su amiga no hacia falta que le insistiera más de dos veces para que aceptara.
-En ese caso...¡¡Pido la almohada!!- se aventuro corriendo a la cama de Mio, tomo su almohada, se tapo con la sabana y veía con una sonrisa a la pelinegra, esperando a que ella fuera a su lado.
-Buenas noches~- dijo divertida Ritsu y se dispuso a dormir.
-Buenas noches...- Mio no estaba muy a gusto pero no quería dormir en el suelo. Despertó a media noche y noto que algo la aprisionaba y no la dejaba moverse, Ritsu la tenia abrazada totalmente.
"Creo que hubiera estado mejor en el futón" pensaba, sentía muy raro que ella la abrazara de esa manera; de repente una calidez invadía su cuerpo y cerro los ojos para poder aclarar su mente pero en eso la castaña comenzó a hablar entre sueños...