Lección 1.- Resiste y respira… Ser hermano mayor no es sencillo.
Cuando eres hermano mayor debes ser más estricto contigo ya que serás el ejemplo de tu pequeño aprendiz, deberás cuidarlo, amarlo y controlar tu ira cuando llegue a arruinar tu vida social, después comenzara a crecer y te copiara – contrólate - luego te pedirá consejos con mujeres y serás su súper héroe si lo defiendes de las víboras de tus padres.
Esto se aplica si tu hermano es un HOMBRE, recuerda un HOMBRE.
Algunos nacieron con el don de ser un modelo a seguir, pero otros no son tan queridos por dios – me incluyó – un hermano menor conlleva mucha dedicación y responsabilidad – dependiendo de que edad se lleven – en mi caso mi trabajo se duplica, si, se “duplica”, y la palabra “duplicar” no se refiere a dos menores, si no que a uno solo, una siendo exacto.
La acción inicia cuando tus padres dicen “hijo vamos a tener un bebe” y tu a tus cinco bellos años pones cara de ¿WTF? lo peor de estos casos es que algunas inocentes almas – pequeños precoces- comienzan a preguntar cosas parecidas a: “¿Cómo se hace un bebe mami?” con sus inocentes miradas, en esos momentos es cuando conocemos la deficiencia de nuestros padres para mentir.
Muchas abuelas discriminan al hermano mayor, razones; las abuelas son unas maldi#4@ pe~ - omitamos lo último – la realidad es que según ellas mientras más jóvenes mejor, así podrán manipular a los pequeños para joder a los padres el resto de sus días, he ahí la primera misión del hermano mayor:
1º Aleja a tu abuela de tu hermanito, si no sufrirás con un pequeño dependiente a los adultos, sin olvidar que tus padres te amaran por la eternidad – aunque no lo demuestren -
Si, lo mejor es que el primer hermano sea de tu mismo sexo, es decir si eres hombre tendrás un pequeño soldado, y si eres mujer… ok no se que abogar aquí.
Pero cuando realmente te comienza a cabrear el asunto es cuando estas en el hospital, y la enfermera te dice “Felicidades tienes una hermanita” en ese momento llegas a maldecir desde el esperma hasta al condón fallido que no te ayudo a ser hijo único.
Claro que este es mi caso, algunos otros han logrado comunicarse con el mundo femenino a través de sus hermanas.
Al principio no me desagradaba la idea, una hermanita me haría el hombre de la casa, cuando no estuviera papá, pero las hermanitas son distintas; son como pequeños angelitos poseídos con alguna clase de mal dentro. Una vez crecen llega una etapa mucho peor que la del ¿Porque?*, la etapa de la que hablo es cuando comienzan a abusar de su poder de princesitas, si tu hermanita de cuatro años dice que robaste es verdad para tus padres, si tu hermanita llora es tu culpa, si tu hermanita te muerde o pega también es tu culpa, pero al pasar los años llegan otras diferentes etapas que te hacen añorar aquellos tiempos, como cuando comienzan a salir al cine, o se comienzan a vestir con minifaldas y diminutos vestidos con exagerados escotes que atraen a pestilentes pulpos.
Y lo peor del caso si tu hermanita es linda desarrollas un complejo de hermano.
Pero mi vida no es tan sencilla, aparte de esos típicos problemas apareció un trauma peor, “El anime” si aquellas caricaturas japonesas – según tus padres – que pudren tu mente.
Llegas a ver una u otra pero descubres que la acción esta en los videojuegos, pero tu hermanita no es así… La pequeña se trauma de una manera espeluznante, no me refiero al cosplay, oh al shojo, no, la verdadera batalla comienza cuando tu hermanita es fan del Yaoi…
Cuando te enteras de esto, tu vida se viene abajo.
Todo era normal un fin de semana cualquiera: sin escuela o molestos quehaceres, disfrutaba una cálida tarde jugando videojuegos, sin los molestos carceleros denominados Padres. Me encontraba cómodamente recostado en mi cama, con unas cuantas galletas en la boca y la atención en el juego, cuando de pronto un agudo grito me hizo saltar, reconocería esa aguda y chillona voz donde fuese, mi hermana.
Camine con tranquilidad por el pasillo, esa niña gritaba hasta por ver una mosca, pero siendo buen hermano mayor iría a revisar. Para mi sorpresa – oh desgracia – mi hermanita no estaba, aunque su computador seguía encendido con una pagina abierta, en ese momento sentí el vibrador del teléfono en mi bolsillo por lo que conteste con rapidez.
— Onichan voy a casa de Rin es urgente, si papá y mamá llegan diles que fui a la tienda… oh mejor invéntales algo de todos modos regresare antes de las siete – mi cerebro proceso con lentitud la información recibida, esa niña solía hablar mas rápido que mi profesor de filosofía, de todas formas daba igual.
“La curiosidad mato al gato” - un dicho muy cierto, nunca, repito ¡¡Nunca!! Duden de el.-
Estaba apunto de retirarme cuando me llamo la atención la curiosa pagina que había sido dejada abierta, y como buen hermano mayor decidí ver en que sitios vagaba mi “inocente” hermana.
Estaba decorada con fondos rosas e imágenes de pasteles chillones y esas niñerías, estuve apunto de perder el interés cuando por casualidad me tope con un video, lo acababan de terminar de ver por lo que supuse que fue la causa del grito, me dedique a mirar de nuevo ese pequeño detalle.
Lo primero que apareció fue una nota diciendo “alerta material fujoshi”, ni siquiera sabia que era eso por lo que lo ignore y seguí mirando.
Era un tipo de manga, llamado Beso de sakura, un tanto intrigado comencé a leer.
El protagonista era un joven niño de doce años, de apariencia anormalmente femenina, se desarrollaba en la era Meiji, lo habían culpado de una injusticia, según la policía era el asesino de una joven mujer de la aldea cercana, fue llevado a juicio y después a prisión, el joven escapa y es acogido por un yakusa(*) de apariencia fría y calculadora, comienza siendo su sirviente pero cierta noche comete el error de romper un valioso jarrón del amo, por lo que paga con su cuerpo después es violado flagelado y explotado en extraños ritos sexuales y tiempo después el yakusa se enamora del él.
Me quedé shoqueado, temiendo desmayarme de la impresión, fue la manera más irreal de ver sexo entre dos hombres -no es que tenga experiencia- e igualmente me asquee al ver la extraña exageración de semen, no importa cuantos afrodisiacos tomes no puedes expulsar tanto, era aterrador, asustaba que todos los detalles del pene estaban curiosamente bien dibujados, pero ¿Cómo demonios la mente de mi hermana se infecto con esto?
En ese momento perdí mi complejo de hermano y comencé a adquirir un ligero temor hacia mi hermana menor.