El mundo esta roto... si, roto.simplemente sucedió, nadie recuerda nada mas, solo el campo de batalla árido.. Y a los países, casi muertos encima. Nada mas que miedo
Italia aguantaba caminando con una mano presionando su herida en el pecho... no dolía, no sentía nada, solo lo buscaba, lo buscaba con la mirada: Alemania...”pensaba desesperado. Miedo y nada mas que miedo. Vio la figura inmóvil del alemán en el suelo, boca abajo en la tierra. Su perfecto pelo, siempre ordenado, esta vez, caía de manera alocada encima de su cara, ladeada hacia la el lateral derecho de su hombro.
I-Italia... -susurro, en las ultimas-Italia. boy a...
Doitsu¡ dijo intentando que su voz saliera de manera normal de su garganta, la cual pedía a gritos romperse-se que siempre esta cansado... más. ¿No puede... esperar... -la voz y el cuerpo, le fallaron a Feliciano, cayendo al lado del aleman. De su cuerpo, salía sangre, poco a poco, pero ninguno de los dos sentía nada.
-...a echarse una siesta conmigo, Alemania?-dijo fingiendo una sonrisa, continuando sus palabras.
Por quererte, por creer quererte, yo té e dado todo lo que sentía, yo no sabia que tu amor escondía, la soledad... y aunque grites ¡morena mía! Desde esta orilla no escucho tu voz, no sé quien era, no sé quien era no sé quien es... no sé quien es
-I-Italia... - y entonces se dio cuenta, de que el italiano sé auto convencía, que tenia mucho más miedo que el.
-Claro, Italia, una siesta muy larga, de esas que te dejan atontado asta media hora después de dormir, ¿eh?-dijo con una sonrisa, levantando un brazo para apartarle unos mechones ensangrentados de la para Italia.
-... sacro imperio romano..., ¿me puedes prometer, que no-te iras a ninguna parte mientras dormimos?-dijo Feliciano pegándose al cuerpo de Alemania y pasando el mismo brazo con el que le había apartado los mechones de la cara por la espalda-prométemelo...
-Italia... te prometo, que, vallamos donde vallamos, iré contigo.
Y así, Alemania e Italia, cayeron presas del cansancio... y tal vez de la muerte, pero, siempre juntos.
Suecia por Finlandia
Finlandia?-dijo en tono bastante bajo, un Suecia que apenas podía andar.
Hoyo un ladrido en la lejanía.”Hamatango?”-pensó antes de correr hacia donde havia oído el ladrido.
Y el agobio le inundo por dentro, al ver algo que le paro el corazón.
Finlandia... -gimió de manera desgarradora, mientras sus piernas le temblaban, intentando fallarle.
Y hay estaba su esposa, mirando al cielo, con la mirada perdida hacia el cielo... atravesado por su pecho, parte a parte, por una lanza de hierro completamente ensangrentada.
Rápidamente, casi sin esperanza, Suecia saca el arma del pecho del finlandés, tirandola a un lado y agarrando su cuerpo como si fuera el objeto más frágil del mundo.
Y es que, para él, lo era.
Fin... no pude... no supe... no creí... -abrazo el cuerpo inerte, con los ojos azules perdidos aun en el cielo- per-perdóname... no pude hacer nada... perdóname... y empezó a llorar, como jamás había llorado, porque jamás pudo o tuvo la mala suerte de llorar así.
Le fallaron las piernas, aun de rodillas y con el cuerpo de su amor entre sus brazos...
Y que ago aquí, mirando el cielo a cien mil kilómetros de tus besos, buscando banderas, abriendo fuego, cavando trincheras, si te echo de menos.
Comenzó a llover, espesas gotas de agua, calor, hacia bochorno y rápidamente sus lagrimas se gustaron con la lluvia.
No... no puedo, no puedo vivir en un mundo sin ti, fin... ves esas gotas? Es el cielo, que llora perderte ¿sientes ese calor? Es la tierra, que esta roja de rabia por dejarte ir.
Hamatango ladro una vez más. Suecia saco un chuchillo que tenia guardado. Y fue un acto rápido. Lo sentía, sentía que la muerte se le acercaba cerro los ojos del finlandés y se extendió a su lado, sintiendo como acababan todo y el mismo, cerro los suyos, esperando con impaciencia la muerte. Cuando los abrió, vio un ángel de pelo rubio, con las alas de los colores de su bandera
Y Finlandia susurro: su-san? As tardado mucho.
Grecia x Japón
Nunca... lo hubiera imaginado... dijo ha intervalos Grecia, caminando-me voy unos días y el mundo estalla en... ¿otra? Guerra mundial.
Vio una imagen difusa en la lejanía.y se acerco andando a paso rapiado, cuan mas cerca, mas reconocía el rostro de la imagen y más aceleraba su paso. Pero el no le veía.tenia los ojos anegados de lagrimas y cantava, si, cantaba entre llantos.
why?...ah...amo cu la Sohar di milla ke ru no , why? ...wara e insi yo , hiktori yo , saisiin ,...ah... e muni baquise menlaleru soundara , ba un la , la bisti te mi te...
-Japón... -al observarlo, se dio cuenta, estaba de rodillas, sujetando con ambas manos un puñal de acero, apuntando a su pecho, como contando, los segundos para acertar al corazón. Heracles simplemente se acerco ante la sorprendida y rojiza mirada del japonés, cogió la daga por el filo e hizo que la soltara. Luego de cogerlo con fuerza y cortarse , lo tiro lejos del.
Grecia-san...- dijo dubitativo, pensando que era un espejismo , por lo que se levanto y le toco el rostro con el reverso de la mano.
El griego no se movió , solo cerro los ojos para disfrutar del contacto.
Grecia-san...!Esta vivo¡-exclamo con verdadera felicidad y le abrazo , manchándolo de ceniza y sangre .
Heracles pasa los brazos por su espalda , atrayéndolo mucho mas a su propio cuerpo , susurrándole al oído.
-e fallado en mi promesa...
- Que promesa?
- Me prometí a mi mismo que jamás te aria llorar-dijo mineras besabas sus párpados dulcemente.-lo siento
- No pasa nada ...no es nada-dijo Japón , llorando de emoción. Su corazón sah muy débil , le obligo a desmayarse sobre Grecia.
El le dejo en el suelo , se tumbo con el y se durmió. Ambos con una sonrisa en la cara , ambos sintiéndose vivos y muertos a la vez