**** narra Naru ****
Al despertarme en la mañana, vi como Sasuke me miraba con una cálida sonrisa, y eso me puso muy nervioso, la verdad, aun me incomoda su cercanía a pesar de que Sai es mi novio y todo.
- Emmm esto… ¿Sasuke? – le hablé.
- Ah, despertaste… no me había dado cuenta – me acarició la cabeza.
- ¿Qué hora es? – dije y vi como sacaba su celular del bolsillo de su pantalón, ya que se encontraba vestido para ir al colegio.
- Son las 6: 45 – se levantó de mi cama – vístete te espero abajo – salió de la habitación.
Me quedé pensativo por un momento ya que mi corazón no paraba de latir rápidamente y me maldecía por aun no poder olvidar por completo el amor que ciento por ese grandísimo teme. Después de un rato me levante y me fui a cambiar de ropa y alistarme para clases.
Al rato de 30 minutos salgo de mi habitación vestido y bajo al comedor donde encuentro a Sasuke con una gran sonrisa, a Gaara mirando preocupado a Sai y a este con unas ojeras monumentales, lo cual también me preocupa ¿Qué habrá pasado para que esté así?, me acerco y le pregunto el porqué de su estado y él me dice que padeció de insomnio, cosa que no creí en lo absoluto. Me quedé todo ese día a cuidarlo ya que en ese estado él no podía ir a clases y vi como Sasuke refunfuñaba por lo bajo, cosa que me causó mucha gracia.
Así pasaron los días, tranquilos y simplemente relajantes y entre Sasuke y yo bueno… se podría decir que ha progresado un poco ahora puedo decir abiertamente que mis sentimientos por él no han desaparecido es más ahora que Sai ha estado más unido a Gaara creo que los lazos entre Sasu y yo se han fortalecido y mucho, ya en los momentos más precisos la persona que más necesitaba no aprecia y como cuan ángel guardián, mi azabache amigo llegaba y me ayudaba y en casos, me animaba.
Y ni cuenta me di cuando ya estábamos en aquella fecha, el aniversario de la muerte de mamá y como era natural mi ánimo decaía y allí nuevamente estaba Sasu-chan para mí, me acompañaba a todos los lugares incluso cuando fui a ver la tumba de mi madre, día en el cual Sai al fin se dio cuenta de que realmente existía ya que me pregunto que a donde iba y porqué estaba así… tonto, es obvio el porqué de mi estado pero yo solo le dije que no era momento de hablar acerca de eso y me fui con Sasuke que me esperaba en la entrada.
Me decidí, aclararé las cosas con Sai y alfin podre estar más tranquilo, quiero que el sea feliz… para que mentir, no quiero preocuparme más de que mi propio novio me ha abandonado como me dicen en el colegio, suena egoísta pero no quiero sufrir, asique terminaré con el por eso, en este momento camino hacia el cuarto de Sai.
Abro lentamente la puerta de su cuarto y allí lo encuentro, el me queda mirando preocupado, -quizás que expresión tendré en mi rostro- y se levanta para acercarse a mí y antes de que lo logre le digo:
- Sai, tenemos que hablar – seria, mi voz salió totalmente seria.
- Si – vi que bajaba la mirada.
- Pero no aquí – le dije
- Está bien, vamos a tomar un helado – me ofreció a lo que yo asentí.
Fuimos entonces a una gran heladería que acababa de abrir hace poco y allí nos acomodamos a conversar, me mantuve en silencio un buen rato hasta que una de las camareras tomo nuestra orden, y allí fue cuando comencé a hablar.
- Al parecer, te llevas muy bien con Gaa-chan- dije sonriendo pícaro, cambio que alteró un poco a Sai.
- ¿Eh? – dijo un poco desorientado.
- Me eh dado cuenta de que tú has estado mucho más interesado en Gaara últimamente- dije mirando mis manos que entrelazadas se encontraban sobre la mesa.
- … - no dijo nada
- Por eso yo…
- No sé qué decirte – me respondió cortando mi oración – Naru yo…
- Sai… no te preocupes entiendo – vi como la mesera volvía con los pedidos y con esto se formó un silencio un poco incómodo.
Ninguno de los dos dijo nada y comenzamos a comer el helado, de manera pausada y sin mirarnos a la cara hasta que vi de reojos como Sai apretaba las manos y arrugaba el entrecejo, y me miró serio.
- Pero eso no debería preocuparte a ti… - lo miré sorprendido.
- ¿Eh?
- Si, si al fin y al cabo tú has estado de lo más amistoso con el Uchiha – y ahí comprendí su enojo.
- Jee… si, pero lo mío solo ha sido porque prácticamente me has dejado “votado” – hice con mis dedos el signo de comillas – y él ha estado para escucharme
- … - se calló
- ¿Te gusta Gaara verdad? – más que pregunta parecía afirmación, pero él tampoco lo negó con el sonrojo que se formó en su rostro.
- Yo…
- Tranquilo – sonreí como hace mucho no lo hacía, con tranquilidad y calidez, inspirándole una gran confianza – se te nota a metros cuando estas con él
- Lo siento – bajó la mirada.
- No, no te preocupes, en este tiempo lejos de ti me eh dado cuenta de muchas cosas, y entre ellas, esa… - mi rostro cambio a uno serio – Sai, será mejor que terminemos.
- … - me quedó mirando con la boca abierta - ¿Qué?
- Eso, yo aún no puedo olvidar a Sasuke y tu… - miro por la ventana hacia afuera – tú ya tienes a alguien mucho más preciado de lo que era yo en tu vida.
- Naru… yo no sé, no te quiero dejar en manos de ese bastardo para que vuelvas a sufrir – me dijo con un poco de encono.
- Tranquilo, estaré bien, tu solo piensa en ti y si sufro pues…
- Yo voy a estar para protegerte cueste lo que cueste – dijo sorprendiéndome – Naru, yo te amo, pero no como pareja si no como amigo o quizás hermano, me di cuenta de eso y aun así no quería dejarte ir, pero si me dices que realmente quieres estar con el uchiha y que me aseguraras que con el vas a ser feliz y no sufrirás más yo… te dejaré ir – me dijo con una seriedad inmensa.
- … - sonreí para mí – Por dios, la clase de hombre en la que te has convertido, Gaara tiene suerte, pero si, te aseguro que seré muy feliz con ese idiota que me trae loco.
- … - sonrió – bien, pero si te hace algo no dudes en decirme para partirle esa cara de niño bonito que tiene, que con gusto lo haré
Ante ese último comentario no pude hacer nada más que reír y así seguimos comiendo y disfrutando de ese delicioso helado como amigos que éramos ahora. A la hora después decidimos volver a casa, pero yo si poder aguantar más fui a casa de mí hermoso azabache para decirle lo mucho que lo amaba ya que ahora si tenía el valor para hacerlo, pero como era día de semana, y más encima martes, Sasuke tenía practica de violín y llegaba más tarde a casa así que fui a la plaza por donde siempre pasa a esperarlo, estuve sentado más o menos una media hora cuando por una esquina lo diviso, venía con una bufanda enrollando su cuello y aquel uniforme que fijándome bien lo hacía ve mucho mejor.
Salgo corriendo en su dirección y lo abrazo, haciendo que ambos caigamos al piso, siento como sus manos se sujetan a mis hombros para apartarme un poco pero yo se lo impido, siento la preocupación en sus acciones, tal vez piense que estoy llorando, pero no, después de un momento levanto la mirada y le sonrío para que su rostro de relaje ya que tenía una mueca de preocupación, me siento junto a él ya que lo estaba aplastando.
- ¿Y ahora que pasa dobe? – pregunta con cierta incertidumbre.
- Nada, es que acaso no puedo abrazar a la persona que amo – le digo
- Ah… dobe no me asus… - se detiene al analizar la oración que acabo de decir y sonrío de manera zorruna - ¿Qué acabas de decir?
- ¿Sobre qué? – lo molesto un poco para ver como arrugaba su entrecejo.
- Vamos dobe no molestes
- Dije que “es que acaso no puedo abrazar a la persona que AMO” – lo miro y veo como se sonroja – Sasuke Uchiha estoy enamorado de ti – sonrío cálidamente solo para él
- … - veo como agacha la mirada y eso me preocupa ¿habré cometido algún error? Pero no, lo que sigue me deja sorprendido – dobe – levanto la mirada con lágrimas en los ojos y una sonrisa tan sincera de esas que no veía ya hace mucho tiempo
Lo miro y acerco mis manos a su rostro para secar sus lágrimas y seguidamente besar sus labios, un beso lento y cálido, que nos demostró a ambos lo mucho que nos amamos, nos fuimos separando lentamente y vi como mi moreno se levantaba para luego tenderme la mano y ayudar a levantarme, me tomo de la cintura y cerca de mi oído susurró: - “Yo también te amo Naru-chan”-. Esto me hiso el chico más feliz de la tierra, al fin me correspondía, lo abrace y así estuvimos hasta que me fije de la hora.
- Anda Sasuke pero si es muy tarde – le dije.
- ¿Y quién fue el que me atacó de repente? – me miró con simulado enojo.
- Jejeje – rasqué mi nuca despreocupadamente
- Vamos ya dobe se hace tarde – agarró mi mano en un cálido toque
- Si! – sonreí, al fin podre estar junto a mi amado Uchiha