Corría rápidamente por las calles de la cuidad, con una pan tostado en la boca y aun arreglándose el uniforme, tenia que llegar a tiempo para alcanzar el tren que lo dejaría enfrente de su institución, no quería ir a dar la vuelta completamente y para acabarla tarde.
Llego justo a tiempo entrando apenas, suspiro fuertemente habiendo logrado su objetivo, termino de acomodarse el cuello de su camisa, en el cual tenia un broche dorado, denotando su grado y la escuela a la que pertenecía.
Suna era una de las más prestigiosas escuelas que había en Japón. El había logrado ingresar con una beca completa que le ayudaba, después de todo era un joven brillante, tenia ya los 17 años y pronto cumpliría los 18, el tenia un esplendido futuro dentro de ramo de la economía, pese a que era habilidoso en muchos ámbitos ese fue el que mas le gusto además por alguna razón siempre había sido muy bueno en ello.
Estaba complacido con sus logros, estaba viendo el fruto de su esfuerzo y demostraría que en verdad se había ganado un lugar en aquella institución.
Pronto llegaría a su estación y con tiempo suficiente como para ir tranquilamente.
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Un par de hombres estaban dentro de un auto lujoso y negro, uno de ellos tenia el cabello plateado y una mascada que se apegaba al contorno de su rostro y a la vez le cubría la mayoría de este, miraba sin atención a los jóvenes estudiantes que pasaban por ahí. El otro era uno de aspecto amable, castaño y piel ligeramente bronceada, una cicatriz se apreciaba en su rostro por en sima de su nariz, sus ojos cafés también miraban a los alumnos que pasaban.
-ahí esta-se escucho del hombre de cabello plateado al mismo tiempo que se removía en su asiento y señalaba al joven rubio que comenzaba a caminar entre la demás gente. El castaño asintió con la cabeza y ambos bajaron del auto siguiendo sigilosamente al rubio.
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Había llegado a tiempo, caminaba ya con tranquilidad, las chicas a su alrededor le miraban con evidente lujuria, la verdad nunca entendió el por que, pero bueno, prefería ignorarlas, algunos chicos también le veían así y eso en definitiva, le hacia sentirse mas nervioso.
-pero miren nada mas, el adonis al fin llega-
-no empieces Kiba-
-vamos Naruto, tu eres la personificación de los sueños húmedos de toda Suna, ¿Por qué tanta modestia?-el rubio solo rodo los ojos ante el comentario de su amigo, si bien, sabía que era algo popular, no era para que exagerara a tal grado. Mientras caminaban, el castaño con apariencia algo perruna se deleitaba con las miradas de sus lujuriosos compañeros.
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-si señor, ya lo encontramos-el castaño del auto hablaba por teléfono con alguien, mientras observaba a su compañero que hablaba con la directora del plantel-lo llevaremos en seguida señor-con eso ultimo dio por terminada la conversación justo a tiempo que su compañero salía en compañía de la señora que los guiaba hacia unos de los salones
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-muy bien señor Uzumaki puede sentarse-Naruto con algo de pesadez volvió a su asiento mientras que el profesor recitaba el nuevo problema de calculo que habrían de resolver
-eres un genio amigo-Kiba lo felicito en un susurro mientras Naruto se daba el lujo de sonreír
-disculpe profesor, ¿podría salir un momento?-la mujer que irrumpió en la clase que de inmediato reconocían como la directora fue la atrayente de las miradas curiosas mientras el profesor salía del salón.
-¿Qué crees que quiera la directora?-pregunto el blondo a su amigo que seguía resolviendo su ultimo ejercicio
-ni idea-decía aun sin mirarle y escribiendo las formulas-pero debe ser algo importante-termino por decir
-si supongo-se recargo en su asiento viendo a la ventana donde observo a varios autos color negro y varios hombres de traje, definitivamente era extraño.
-Uzumaki Naruto-llamo el profesor a lo que todos comenzaron a cuchichear, de por si la situación era algo extraña lo era aun mas cuando le hablaron al estudiante numero uno de Suna
Él, con un cierto mal presentimiento salió del salón, algo cohibido, no muy propio de el que siempre tenia una gran seguridad que se notaba a leguas, llego al lado del profesor que lo invito con la mirada a salir al pasillo cosa que hizo de inmediato.
-Naruto-kun, ellos son Umino Iruka y Hatake Kakashi, son enviados del señor Namikaze Minato
-¿Namikaze?-pregunto algo asombrado, después de todo ese apellido era más que conocido. Incluso a nivel internacional-¿Qué es lo que desea de mi?-pregunto ahora mas desconfiado, aquella situación no era de su agrado
-creo que deberías ir con ellos-interrumpió la directora al ver la tensa situación
-perdonaran mi imprudencia, pero yo no tengo nada que hacer con esos hombres, no los conozco y no me agradan-
-Naruto-san-intervino ahora el castaño-en verdad necesitamos hablar contigo, por que es sobre Kushina-san-el rubio abrió de sobre manera sus ojos, ¿Qué tenia que ver su madre en esto? Arrugo el entrecejo con evidente molestia, se metió al salón sin decir palabra alguna
-lo lamento, Naruto es el mas brillante de nuestros alumnos pero también el mas terco-se disculpo la mujer ante el evidente desplante del menor
-no se preocupe ya veremos que hacer-hablo nuevamente el castaño
-no creo que haga falta- Kakashi que todo el tiempo se había mantenido callado, hablo y justo después de eso salió Naruto con sus cosas sobre el hombro aun con la molestia que no intentaba ocultar-muy bien vámonos-emprendió el camino siendo seguido por Iruka y Naruto dejando a los titulares algo sorprendidos
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Hace como dos horas que habían salido del instituto y nada que el decían, se estaba desesperando de manera evidente, movía su pierna constantemente y miraba por la ventana aun con el entrecejo arrugado
-bien-comenzó Kakashi captando la atención de los otros dos-empecemos
-¿Qué tiene que ver mi madre en esto?- ambos hablaron al mismo tiempo, siendo observados por el algo confundido Iruka
-Naruto ¿sabes quien es tu padre?-pregunto el Hatake ante la molestia del menor
-primero, no hay tanta confianza como para que me llame tan a la ligera, segundo, no me responda con una pregunta, tercero, mi vida no le incumbe en lo absoluto
El mayor suspiro, eso iba a ser complicado
-solo contéstame y después responderé todas tus preguntas
-no lo se-respondió cediendo ante lo dicho por el otro
-te contare una historia-continuo el mayor
-¿eso que tiene que ver?
-por favor se paciente- el castaño puso una mano en el hombro de Naruto haciendo que este accediera levemente sentándose de lleno en el asiento de la limusina en la que ahora viajaban
-hace 19 años que Kushina conoció a un hombre que cambiaria por completo su vida, un hombre que la cautivo y la llevo a ser la mujer mas feliz…
-un hombre que desapareció y se desobligo de su hijo aun sin nacer
-por favor no interrumpas
-solo digo la verdad
-se paciente
-¡¡No puedo!! Mi madre esta muerta si eso es lo que querían saber, no conozco a mi padre y no me interesa conocerlo, si he salido adelante por mi mismo todo este tiempo, no lo necesito-respondió de un solo golpe, se estaba conteniendo y muy bien, pero no le interesaba que le dijeran alguna excusa tonta para saber de su madre y/o padre.
-lo sabemos-respondió Kakashi ante la negativa del menor-lo que queremos decirte es que tu padre es Minato Namikaze y que te ha estado buscando, ahora mismo el esta esperándote
-¿es una broma cierto?-pregunto incrédulo ante lo dicho-si mi padre en realidad me hubiera buscado, hace años que me hubiera encontrado, en todo caso ¿Por qué hasta ahora? ¿No cree que es demasiado tarde par eso? A mi no me interesa, no me importa, y además si en verdad le importara el me hubiera ido a buscaren persona ¿no?, a mi no me vengan con esos cuentos, que si quiere hacer el papel de responsable ahora. que se vaya muy lejos, o busque a alguien que si se lo crea-
-Naruto-san espera--Iruka trato de calmar al muchacho que en verdad se estaba enojando
-¡¡No!! Es suficiente me largo ¡Detén el auto!
-¡No lo detengas!
-¡¿sabían que eso es secuestro?!
-tu aceptaste primero venir con nosotros no te obligamos
-estas loco, déjame salir de este auto ahora mismo o me las arreglare para bajarme-ante la repuesta el castaño ordeno que se detuviera el auto y en ese momento preciso Naruto bajo muy enojado saliendo a toda velocidad
-¿Por qué lo dejaste bajar?-pregunto con un tono bajo pero bastante molesto el de cabello plateado
-sabes que no podemos obligarlo
-pero es su hijo
-pero el tiene razón, a pesar de todo Minato nunca se preocupo por saber sobre Kushina aun después de que ella se marcho
-ella lo abandono
-no lo sabemos, si apenas nos enteramos de la existencia de su hijo, menos sabemos sobre la razón por la cual Kushina se fue
-maldición-espeto Kakashi ante la lógica de su pareja, definitivamente tenia que hacer que Naruto viera a su padre, después de todo no quería segur viendo la agonía existente en la cara del que alguna vez fue su protector.
-lo lograremos-
-eso espero- vencido por fin ordeno al chofer emprender de nuevo la marcha hacia la gran mansión Namikaze
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Estaba molesto y eso era poco, caminaba pesadamente y la gente a su alrededor se le quedaba viendo de alguna forma extraña que ciertamente poco le importaba.
¡¡Con un demonio!! El estaba bien, ¿Por qué tenían que llegar a joderle la vida? Su madre nunca le había dicho nada de su padre, pero tampoco fue como si le importara tanto, y ahora venían esos tipos diciéndole que el señor Minato era su padre. ¡JA! Claro, ¿No pudieron encontrar a alguien mas ingenuo? El no era idiota, y en todo caso de que fuera cierto, ¿Por qué hasta ahora? Ahora que ya estaba conformando una vida estable, donde vivía, no con lujos, pero al menos bien , donde estaba concentrado en sus estudio y en superarse, ¿Por qué no se preocupo antes por su madre o por el? ¿Por qué jodidos no fue el mismo, en persona a buscarle? Y no le podían salir con que “estaba ocupado” ó “estaba de viaje” que se fueran al carajo, eso definitivamente no era cierto. Su padre fue un idiota mal intencionado que se burlo del buen corazón de su madre, que los había abandonado, seguramente al instante que se entero de que su madre estaba embarazada, seguramente solo fue un juego para el, que como era rico pensaba que era intocable. Por eso odiaba a los ricos, malditos degenerados.
Pero nuevamente una pregunta rondaba por su cabeza
¿Por qué buscarlo?
Fácilmente ese hombre pudo haber conseguido a otra mujer se su calaña y formar otra hipócrita familia ¿no? ¿Por qué buscarlo? ¿Por compasión? ¿Curiosidad? Por tratar de enmendar sus errores o ¿Por qué?
Teniendo esos pensamientos se detuvo estrepitosamente
-¿y si no sabia de mi?-se dijo a si mismo en una forma sublime de justificación, pero era cierto ¿Qué tal que no sabia de el hasta después? ¿Y si su madre no le hubiera dicho? Pero de inmediato descarto esa idea, su madre siempre fue alguien responsable, alguien que desaprobaba las mentiras, por eso mismo es que él apreciaba a la gente sincera, definitivamente eso no era. Siguió su camino; se había dirigido directamente al subterráneo más cercano que había para poder regresar a su casa, por que ya a esas horas seguramente varios ya estaban saliendo de la escuela, y su suposición fue la acertada por que en las grandes centrales del metro se juntaban cientos de personas que en su mayoría eran alumnos de las diferentes instituciones de los alrededores.
Llego a donde tenían que esperar el transporte, varias niñas un poco menores que el soltaban grititos mientras se arrejuntaban y le miraban, rodo los ojos, ¡serán! El viento pronto se hizo presente removiendo de una manera realmente sensual sus cabellos y ropas y mientras el despreocupadamente subía después de que se abrieron las puertas, varias personas, hombres y mujeres se habían quedado con una magnifica visión y todavía habían quedado en su ensoñación de aquel perfecto rubio.
Por ahora tenia una sola cosa en mente, llegar a su casa y al día siguiente seguir como si nada de eso hubiera pasado, aunque de sobra sabia que Kiba no lo iba a dejar en paz por lo menos un par de días era mejor.
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Un hombre bastante mayor, de cabellos largos y blancos, recogidos levemente por una coleta baja que aprisionaba de una sutil manera todos, caminaba por la larga y pulcra alfombra roja, en sus ojos se veía la ansiedad, después de todo, ese día conocería a su nieto, una sonrisa adorno su rostro al recordar la imagen del muchacho, que en definitiva, se parecía bastante a su hijo; sus manos se volvieron a mover toscamente mientras removía parte de su elegante traje para ver el reloj, contaba los minutos para por fin verlo, llego a pensar incluso que estaba mas ansioso que su propio hijo.
Escucho como las puertas se abrían por una de más mucamas dando paso a los hombres de más confianza que tenia, pero algo andaba mal, venían solos…
-¿Qué paso?-su madura, pero aun así atrayente voz se escucho llamando la atención de los otros dos – ¿Dónde esta el muchacho?
-no quiso venir-respondió en un suspiro Kakashi
-¿Por qué?-pregunto de inmediato acercándoseles
-en cuanto le dijimos de su padre dio una negativa rotunda y dejo el auto-respondía ahora el castaño
-¡¡pero que testarudo!! Lo hubieran traído a la fuerza-objeto el mayor mostrando clara decepción
-no podíamos obligarlo Jiraiya-sama-volvió a decir el castaño
-esto va a desilusionar a Minato-dijo el hombre bajando la vista y dando un sonoro suspiro-anden vamos, necesitamos hablar con el y que nos expliquen bien como paso- los otros dos asintieron y se encaminaron al despacho de Minato, donde seguramente aguardaba la visita de su hijo
Un joven de piel nacarada, cabellos rojos y ojos agua marina un tanto delineados bajaba por las escaleras, pero al escuchar la voz de Jiraiya se detuvo optando por esconderse detrás de una de las columnas cercanas, escucho detenidamente las palabras de los mayores e inmediatamente regreso sobre sus pasos una vez que los adultos terminaron su charla rápida.
Miraba por millonésima vez las dos fotografías guardadas celosamente en una carpeta negra, ambas pertenecientes a una sola persona, en la primera se veía a aquel rubio de unos cuatro o cinco años con una sonrisa sosteniendo entre sus manos una pelota roja, con sus ropas algo sucias, esa causaba ternura. Pero con la segunda……fantaseaba, y eso no era muy propio de el, paso sus blancos dedos por sobre la cara del rubio, sonriendo sutilmente; la foto era reciente, o al menos eso creía, por que se veían claramente sus facciones varoniles, bien definidas, sus cabellos un tanto largos pero igual de rebeldes y brillantes, tenia los labios juntos, pero curveados, con la clara muestra de una sonrisa, era tan sensual su mirada, tan penetrante, tan intensa y azulina, no creía que esos ojos fueran realidad, su cuerpo, a pesar de que solo se veían sus hombros, se veía como tenia una espalada algo ancha y apostaba que su cuerpo era en definitiva el mejor que vería. Cerro la carpeta dejándola a un lado, sus ojos negros se fijaron en la entrada donde vio como llegaban los autos que habían seguido al de Kakashi e Iruka cuando fueron en busca del rubio. De inmediato sus ojos se abrieron aun más y su corazón se acelero, arreglo un poco sus cabello negros con toques azulinos y sacudió un poco sus ropas para quitar las arrugas, se miro en el reflejo del gran reloj que tenia enfrente, viendo su perfecta figura, una estilizada sin tener que envidiarle nada a nadie. Pero en cuanto callo en cuenta de lo que hacia, arrugo en entrecejo, hizo una mueca de molestia y revolvió sus cabellos.
¡¡Se estaba comportando como una chica!! ¡Por dios! ¡El no era ninguna chica! Así que más relajado suspiro determinado, poniendo su orgullo nuevamente en su lugar se sentó en uno de los sillones que había en aquella estancia. De pronto escucho como la perilla de la habitación se movía, tal vez era Minato-sama que quería que conociera a su hijo, pero en cuento vio a su pelirrojo compañero entrar, sus ilusiones se fueron al caño.
Miro detenidamente al chico, su semblante estaba serio y se veía ¿decepcionado?, aquel chico lo miro y sonrió ligeramente, caminando hacia el y sentándose en un sillón que quedaba en su contra parte.
-¿Qué?-pregunto secamente mientras lo veía
-la espera resulto en vano-respondió al tiempo que lo miraba- al parecer el hijo de Minato-sama dio un rotundo no para conocerlo-
-¿no lo trajeron?
-no, iba a la cocina, pero antes de siquiera llegar a la mitad escuche a Jiraiya-sama hablar con Iruka y Kakashi-san, ellos le dijeron que al parecer el chico no quiso venir con ellos, por que en cuanto le dijeron sobre Minato-sama el abnegó a la visita y se marcho sin que ellos pudieran detenerle……a mi….me hubiera gustado mucho conocerle-respondió con una mirada sincera mientras agachaba la vista
-¿Gaara?-pregunto al verlo en ese estado
-Sasuke, ¿sabes? Esto te sonara tonto, pero en cuanto vi la foto de Naruto-san….me gusto, de verdad que quería conocerle-suspiro derrotado, y Sasuke no le veía, si supiera que él mismo sentía eso.
-¿Por qué no habrá querido venir?-prosiguió omitiendo por completo la reciente confesión de su compañero
-no lo se, quizá no le agrado la idea
-no creo que sea eso…después de todo, ¿Quién no se sentiría dichoso de saber que Minato-sama es su padre?
-al parecer, él-respondió algo burlón recibiendo una mirada fulminante
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-¿de…de verdad?- un hombre bastante atractivo ante los ojos de cualquiera daba la espalda a los tres hombres que había en la habitación, su mirada se perdía en el cielo azul pero no ocultaba su preocupación ante lo contado por Kakashi.
-lo lamento Minato-respondió seguidamente el peli plateado
-tal vez necesite tiempo-sugirió el moreno ante el obvio ambiente
-si quizá-la voz de Minato se escuchaba un tanto mas apagada, no tenia idea de que su hijo, su único hijo, no quisiera verle, aquel chico que era fruto del mas grande y único amor que jamás experimento. Ahora que sabia de su existencia se había jurado encontrarle y estar con el, pero…..no se le había ocurrido aquella situación tan apremiante…
-tranquilo Minato….de verdad que solo necesita tiempo- Jiraiya se acerco a su hijo y deposito su mano en el hombro de su hijo en señal de apoyo, el otro solo correspondió ante el gesto con un asentimiento. Después de todo ¿Quién dijo que seria fácil?
Continuara………………