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Sta. Elena por lovelemon-SxN

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La tarde es glamurosa en la ciudad Konoha, los niños corren por las calles jugando con globos de agua, las niñas hacen burbujas, todo es tranquilo aquel lunes, en una casa de los suburbios, con su bello jardín, su excelente estructura, y una música de piano proviene de la escuela justo en la esquina de aquella calle, todo parece tranquilo, sin preocupaciones, sin alteraciones a este precioso paisaje.

 

 

 

-¡¿Qué?!

 

 

 

 

 

 

 

-Oto-san, por Kami, no tienes que gritar así…no es para tanto-decía un rubio muy apuesto mientras se cubría los oídos y desviaba su mirada como quitándole importancia al asunto

 

 

 

 

 

 

 

-es que no lo creo, de nuevo te expulsaron de la escuela Naruto, si dejaras de ser tan rebelde y peleonero no tendríamos este problema, y mira ahora ¡ESTAS BETADO EN TODAS Y CADA UNA DE LAS ESCUELAS!, ¡DIME! ¡¿Qué VAMOS A HACER AHORA?!

 

 

 

 

 

 

 

-ahh…ya habrá alguna escuela que me acepte, o iré a otro distrito y asunto arreglado…-el rubio menor se dejo caer sobre el sillón aparentando un cansancio extremo, mientras su padre con frustración se despeinaba su rubia cabellera

 

 

 

 

 

 

 

-eso no es una solución, la solución es que cambies tu actitud, al menos podrías dejar de buscar pleito cada cinco minutos-y se desplomo junto a el en el sillón, se oyó como alguien entraba y cerraba la puerta

 

 

 

 

 

 

 

-¡ya vine!- la mujer paso junto a la sala y miro confundida a ambos-¿Qué pasa?

 

 

 

 

 

 

 

-nada importante-dijo el rubio menor

 

 

 

 

 

 

 

-no nada importante- dijo con sarcasmo el mayor- solo que nuestro querido hijo fue expulsado y vetado en toda escuela, pero eso no importa- y su sarcasmo fue remarcado con sus ademanes

 

 

 

 

 

 

 

-¿Cómo…?, ¿Qué haremos Minato?, Naru-chan no se puede quedar sin escuela…-su tono y su rostro mostraban en absoluto su preocupación

 

 

 

 

 

 

 

-¡Oka-san!, ¡basta ya de llamarme Naru-chan!

 

 

 

 

 

 

 

-¡espera!...-grito el rubio mayor, parándose de un brinco de su lugar- ¡eso es!, ¡Kushina eres un genio!

 

 

 

 

 

 

 

-lo sé, lo sé…eto…¿en que soy un genio?

 

 

 

 

 

 

 

-pues en lo de Naru-chan, si, esa es la respuesta, está claro que ninguna escuela aceptara a Naruto, pero si es un colegio, y no uno cualquiera, si no uno de señoritas,¡ lo aceptaran de inmediato!

 

 

 

 

 

 

 

-sí, sí, claro, está muy bien tu idea- fue el turno del menor de usar el sarcasmo- pero ahm… no sé si recuerdas padre…¡¡SOY UN CHICO!!

 

 

 

-pues siento mucho si no te agrada la idea, debiste pensarlo antes de mandar al hospital a aquel chico y lograr con eso la expulsión y que te vetaran, así que, si para estudiar tienes que vestirte de mujer, así será-dijo firmemente

 

 

 

 

 

 

 

-¡sii!-grito emocionada la pelirroja-siempre quise una hija ¡Naruko!

 

 

 

 

 

 

 

-esto es malo para mi salud estoy seguro…-decía el kitsune en una esquina sombría

 

 

 

 

 

 

 

~ HORAS MAS TARDE DESPUES DE IR DE COMPRAS ~

 

 

 

 

 

 

 

-bien tenemos que agradecer que tu cuerpo es esbelto, bueno a la de la mayoría de los chicos, y que tienes un rostro preciosos, y esa peluca resalta tus ojos y…

 

 

 

 

 

 

 

-¡¡basta ya!!, no estoy de acuerdo con esto…-su sonrojo cubría todo su rostro, llevaba un vestido color verde  con un suéter corto y más claro del mismo color encima para cubrir su falta de pecho, el vestido le llegaba debajo de la rodilla

 

 

 

 

 

 

 

-¡¡wuooo!!, pero que guapa hija tenemos- y dibujo una gran sonrisa en su rostro- ni necesitaste el maquillaje, mírate, eres toda una señorita

 

 

 

 

 

 

 

-¡basta!, no quiero…-e hizo un puchero

 

 

 

 

 

 

 

-lo siento Naruto, es la única salida, si lo piensas, es tu culpa que esto suceda

 

 

 

 

 

 

 

-pero no resultara Oto-san…nadie se lo va a creer…

 

 

 

 

 

 

 

~ UNA SEMANA DESPUES~

 

 

 

 

 

 

 

-claro que si, su hija es muy hermosa Namikaze-san, será un placer para nuestro colegio tenerla entre nuestro alumnado-decía una profesora de cabello rubio largo, con un traje verde esmeralda, parecía muy refinada- aquí le enseñaremos cómo comportarse como una verdadera señorita, aunque sabiendo que viene de estudiar de Inglaterra, creo que no será necesario –y sonrió a los dos rubios que estaban sentados frente a su escritorio

 

 

 

 

 

 

 

-si…¬///¬u, pero no estaría de sobra que repasara un poco jejejeje- y se rasco la nuca en un reflejo de nerviosismo

 

 

 

 

 

 

 

-bien, bueno…pues puede empezar a partir de mañana si les parece bien

 

 

 

 

 

 

 

-ahm…¿cree que sería posible que fuese a partir de hoy?

 

 

 

 

 

 

 

-seguro…

 

 

 

 

 

 

 

-pero Oto-san yo…-se dio cuenta que usaba su habitual tono de voz y carraspeo suavizándola un poco- yo…no he empacado y creí que quizá me darías tiempo de pensarlo y…

 

 

 

 

 

 

 

-no hay nada que pensar, y tu madre te hizo las maletas, por cierto…¿las habitaciones son compartidas?

 

 

 

 

 

 

 

-o no, en este colegio no lo son, son personales, no lo compartirá, además le aseguro que aprenderá más cosas que en cualquier otra escuela, nuestros profesores son de la más alta calidad

 

 

 

 

 

 

 

-le creo, y me alegra escucharlo, bueno…

 

 

 

 

 

 

 

-oh, si, si, -apretó el botón de intercomunicador- Shizune haz el favor de venir

 

 

 

 

 

 

 

-en seguida Tsunade-sama- y unos instantes después la pelinegra entro a la oficina- dígame

 

 

 

 

 

 

 

-lleva a la señorita Namikaze a su dormitorio, está en la parte norte, junto al jardín-y le dedico una tierna sonrisa a la rubia

 

 

 

 

 

 

 

-síganme por favor

 

 

 

 

 

 

 

-con su permiso Tsunade-sama, y ha sido un placer

 

 

 

 

 

 

 

-igualmente

 

 

 

 

 

 

 

Salieron y una vez ubicado el cuarto, Minato dejo sobre la cama la maleta, y giro hacia su hijo que parecía muy enfadado

 

 

 

 

 

 

 

-se que no te agrada la idea hijo…ehm…hija…pero…hasta que no resuelva tu problema tendrás que estar aquí, tu madre te empaco ropa que ocultara bueno…tu sabes…y por sobre todo, recuerda Naruto….ehm…Naruko…desde hoy serás una chica, así que no puedes ir golpeando a la gente, mucho menos porque ellas son señoritas, y deberás cuidar tu tono de voz y…-suspiro algo cansado al ver que su hijo se deprimía- por favor esfuérzate, te juro que hare lo posible por que sea el menor tiempo, solo…esfuérzate…pronto vendré por ti para meterte a una escuela normal…hijo…-se acerco y le rodeo en un afectuoso abrazo- te amo y tu madre también, solo queremos lo mejor para ti…

 

 

 

 

 

 

 

-lo se…-dijo en un leve susurro y correspondiendo al abrazo no tardes mucho…y juro…que me esforzare…

 

 

 

 

 

 

 

Después de despedirse, su padre se marcho y el rubio suspiro al ver su habitación, no era muy grande, el baño era privado y tenía un escritorio y un armario, su cama y un librero, se asomo por la ventana, miro el jardín cubierto de rosas rojas, era hermoso, pero el se sentía inseguro, triste, arrepentido de su actual comportamiento, un par de golpecitos lo sacaron de su pensamiento.

 

 

 

 

 

 

 

-adelante…

 

 

 

 

 

 

 

-hola…entro una chica de cabello azul y largo, con un leve sonrojo, llevaba entre sus manos el uniforme, consistía en una larga falda negra, lo que por cierto alivio al kitsune, una camisa blanca de manga corta, y un gran moño que cubriría su falta de pecho, y una especie de delantal blanco, y un par de botas de agujeta negras- eto…encantada…soy….Hinata Hyuuga…

 

 

 

-hola…yo soy Narut…Naruko Namikaze jejejeje- y rio nerviosamente imitando el ademan de rascarse la nuca igual que su padre- encantado…eto…encantada…*esto será más difícil de lo que creí…*

 

 

 

 

 

 

 

-Tsunade-sama me envió para dejarte tu uniforme…y…puedes ir a recoger tus libros a la biblioteca…

 

 

 

 

 

 

 

-gracias…Hina-chan- la chica se sonrojo de sobremanera y solo asintió y salió rápidamente así que el rubio se dedico a vestirse con el uniforme

 

 

 

 

 

 

 

~Sta. Elena~

 

 

 

 

 

 

 

Un chico apuesto de unos 23 años caminaba por el colegio, con aire despreocupado, un par de libretas en su brazo, se detuvo en medio del pasillo para sacar su celular, al ver el nombre en la pantalla suspiro cansado.

 

 

 

 

 

 

 

-diga…

 

 

 

 

 

 

 

-¡Ototo!, acabo de hablar con Zuki-chan, me dijo que la trataste muy mal ayer por la noche, que la ignoraste y la abandonaste en el restaurante, sabiendo que ella no llevaba coche, ¿es verdad?

 

 

 

 

 

 

 

-si…-dijo secamente

 

 

 

 

 

 

 

-¿cómo se te ocurre?, ¡eso no se le hace a una señorita!, me costó uno y la mitad de otro conseguirte esa cita, y tu ¡¡vas y la hechas a perder!!

 

 

 

 

 

 

 

-primero, no grites o colgare el teléfono, segundo, yo no te pedí tal cosa, tercero, no estoy interesado en ningún tipo de romance y lo sabes, así que si eso era todo con tu llamada, hasta luego…

 

 

 

 

 

 

 

-Ototo, eres un caso perdido, allá tu, espero y encuentres a alguien para que te quite lo amarga…”pi-pi-pi-pi”-sonido de llamada cortada- ¡¡OTOTO BAKA!!

 

 

 

 

 

 

 

El azabache de piel clara, joven, de cuerpo atlético, estatura perfecta, bien vestido, suspiro fastidiado, y se digno a seguir caminando pero justo en ese momento choco con alguien

 

 

 

 

 

 

 

-¡ah!, ten más cuidado…- y miro a la chica frente a el, llevaba el uniforme, era más alta que las chicas de la escuela, pero no rebasaba su estatura, de cabello rubio y largo, ojos azules, piel ligeramente bronceada, tres marcas adorables en sus mejillas, y un cuerpo esbelto a pesar de su falta de pechos- ¿estás bien?- su amabilidad no tenía nada que ver con la belleza de esa desconocida alumna, era simplemente que no podía ser grosero con ellas, por ser “señoritas”, cosa que el dudaba, pues varias se le insinuaban de una forma muy descarada

 

 

 

 

 

 

 

El rubio parecía ausente, creyó haber visto a un ángel justo frente a el, esos profundos ojos negros le robaban el aliento, se sentía nervioso, avergonzado, las piernas le temblaban por alguna extraña razón, y su aroma, ¡oh dios mio!, ¡era alucinante!, y su voz…¡era perfecto!, ¡si!, ¡UN PERFECTO ANGEL CAIDO DEL CIELO!, pero, se sintió estúpido

 

 

 

 

 

 

 

-*¡¿qué diablos estoy diciendo?!, ¡¡es un hombre…y yo también!!, jamás me había sentido así…ni siquiera con una chica…bueno…jamás me han llamado la atención las chicas pero…¡¡no significa que sea gey!!*

 

 

 

 

 

 

 

-oye…-le toco el hombro y la chica pareció volver en si, y lo miro fijamente- ¿estás bien?- la chica asintió gravemente, el sonrió falsamente, lo que noto Naruto y le incomodo- bien, ten más cuidado la próxima vez- y sin más se alejo…

 

 

 

 

 

 

 

-*no…no…¡no soy gay!...pero…entonces ¿Por qué?...¿por que late así mi corazón?-y se toco el pecho sintiendo su corazón latir fuertemente y sabia que un sonrojo marcado cubría su rostro

 

 

 

~Continuara…~

 

 

 


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