Como quisiera contártelo todo en una carta, sería un plan perfecto, tú irías al club mientras yo finjo querer hablar con algún profesor y entonces pondría esa carta de amor en tu taquilla. Como una de esas fans incondicionales que tienes. Tú la tirarías diciendo que es una estupidez pero yo ya estaría tranquilo, porque te habría confesado lo que con tanto esmero guardo, en lo más profundo de mi ser.
Y es en estos momentos, cuando te veo correr, reír, jugar..., es cuando más ganas tengo de besarte, de decirte al oído todos estos sentimientos encerrados en mi corazón… pero no lo entenderías, ni tu ni nadie. Todos me dirán que estoy enfermo, ¿Por qué? Es amor, ¿acaso el amor tiene alguna regla?, ¿acaso elegí enamorarme de él? No… pero simplemente no lo entenderían. ¿Es miedo? Quizás, miedo al rechazo, miedo a que te apartes de mí aún mas. Antes solo éramos tu y yo, solos jugando y riendo, nuestra burbuja, pero llegamos aquí a este mundo infestado y abriste nuestro mundo a lo que eran unos verdaderos extraños.
Y aquí estoy, sentado bajo la sombra de este árbol viéndote correr y sonreír como nunca hiciste cuando estabas conmigo, solo quiero que me veas y que sientas mis sentimientos, que los comprendas, que los aceptes, que seas mío… eso nunca ocurrirá y debo resignarme. Pero duele, duele ver como la persona que amas se aleja de ti. Ojala me entregaras uno de esos besos como los que fingimos estando en el club, ojala eso pudiera ocurrir de verdad…
Quisiera que me miraras como a ella, ¿que tiene ella que no tenga yo?, eso es lo que me pregunto cada día al despertar junto a ti en la cama, sin poder tocarte ni besarte…
Me acabas de mirar extrañado, sientes mi tristeza, me llamas, te coge de la mano…dolor, te sonríe y se lo devuelves… tristeza, te besa… celos, temor, tristeza, desolación, te sorprendes, me miras, salgo corriendo, como siempre soy un cobarde pero no puedo más, las lágrimas salen de mis ojos sin que yo pueda detenerlas y sigo corriendo y corriendo a pesar de la fatiga porque oigo… oigo como corres detrás de mí gritando mi nombre, no puedo, si me enfrento te lo terminare contando todo… y te alejaras, me paro en seco, delante de un barranco, te paras detrás de mí, me pides que vuelva a tu lado. Te miro y te sorprendes al ver todas las lágrimas provenientes de mis ojos, y me imploras que me aleje del barranco y que vaya a tu lado, como un tonto hago caso de tus palabras y me quedo a unos centímetros de ti, me abrazas… siempre haces eso cuando me ves llorar y… ¿Qué ha pasado? todo se ha detenido… mi corazón, el tiempo, mis ojos se abren me aparto de ti y te miro fijamente, tu cara sonrojada… por fin esas palabras que tanto desee escuchar, no es un sueño es verdad, poco a poco te vas acercando a mí, y cuando solo nos separaban unos pocos centímetros suelto esas palabras que estaban encerradas… TE AMO… y nos juntamos en un profundo beso.
“Serás mi hermano gemelo, pero mi corazón siempre te ha pertenecido.”