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Las estrellas de Orion en la arena. por Lilim

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Notas del capitulo:

Me tarde un poquito en actualizar pero he estado un poco ocupada con la escula, tanto que no he podido ir a montar olas, pero ahi esta el segundo capitulo, espero les guste.

Así que Tom mando a su hermana a jugar, juguemos entonces.

-Mi nombre es Aimé Stiles, tengo 17 años pero pronto cumpliré los 18, soy de nacionalidad Australiana, la mayoría de mi familia vive en New South Wales, me gusta surfear, tocar la guitarra, a las demás chicas no les digo ni siquiera mi nombre, pero como te dijo Tom me encanta el color rojo y soy bisexual- le susurre todo esto al oído mientras quedaba encima de ella.

Ella sonrió pero quiso levantarse a lo cual yo la tome de las muñecas poniéndolas arriba de su cabeza. Acerque mi cara a la suya, tanto que nuestros labios casi se rozaban. Se sonrojo bastante y su respiración se agito. Con una mano subí un poco su mentón para  besar su cuello.

-Mhhmmm- gimió por lo bajo.

Entonces cerro los ojos para después decirme: -Se que te gusta el rojo, no me lo dijo Tom, lo se, desde que empezaste a salir en las revistas-

Esto me tomo con la guardia baja, yo empecé a salir en las revistas a los 14, cuando gane segundo lugar en un torneo de Surf, eso fue antes de que conociera a Tom, recuerdo que en la entrevista dije que me encantaba el color rojo, por eso mi tabla era de aquel color, que el hecho de haberme lastimado al caer de la tabla haciendo un Cut Back,  hacia que me gustara mas el color rojo mas que nada por la sangre que en ese momento me rodeo después de caer al agua.

- Fue respuesta un poco loca- era lo único que se me ocurrió decir.

Abrió los ojos y afirmo con la cabeza.

-Tengo un poster tuyo, bueno no solo tuyo, sales con las demás chavas que ganaron aquella vez, desde entonces te sigo la pista en las revistas de surf, cuando mi hermano me dijo que habías entrado a la escuela y estabas en su salón, yo no lo podía creer- dijo todo esto con las mejillas mas rojas pero muy segura.

Me levante de inmediato y camine hacia la cocina, al llegar ahí trataba de procesar toda la información que acababa de escuchar, también que había estado a punto de comerme a la hermana de mi amigo ahí en la sala, abrí la nevera buscando las sodas mas frías que hubieran, solo encontré bebidas energéticas, opte por dos Red$%#. Regrese a la sala y vi que Sarah había prendido la televisión mientras cambiaba de canales incesantemente.

-Solo tengo Red$%# y Mons. $%# o prefieres agua- Dije mientras le daba una de las bebidas que llevaba.

Se sorprendió un poco, pero la tomo, abrió la boca para decir algo, pero no lo dijo se callo.

Outside just killing time and making noise and outside the daylight comes, the daylight goes and weightless

-Si, Tom ya vamos- Conteste a la llamada de Tom.

-Tom esta afuera esperándonos.- Dije después de colgar.

Salimos de la casa, y desde lejos pudimos ver a Tom que estaba recargado en el BMW negro.

Al llegar a donde Tom inmediatamente me abrazo y me dijo:

-Mira te traje esto para animarte- saco una pequeña caja roja para después dármela.

La tome con un poco de desconfianza.

 -anda ábrela mujer- sonreía como un chiquillo en navidad.

La abrí y vi que dentro estaba un hermoso brazalete rojo, sonreí para después abrazarlo.

-Gracias, Broo, yo que dudaba de ti- le dije fingiendo que lloraba.

-Bueno, bueno ya vámonos, que ya es tarde y Mauricio si debe de estar llorando por no tener nuestra presencia- contesto quitándole las llaves a su hermana.

Las dos afirmamos con la cabeza y nos subimos al auto. En el trayecto íbamos hablando de cosas triviales y divertidas, cuando ya habíamos llegado y Tom aparcaba el auto le dije a este.

-Por un momento pensé que habías hecho que tu hermana se vistiera de rojo, para darme ánimos-

Vi que unió un par de piezas mentalmente y cayó en cuenta de que pasaba.

-No me había dado cuenta, es cierto, Hermanita, ¿por eso querías llegar antes tu sola a casa de Aimé?- Dijo Tom mirando a Sarah. >.<

-n...no, solo que yo si soy puntual- contesto Sarah con las mejillas sonrojadas.

- ¿Aimé, no le hiciste cosas sucias a mi hermana mientras estaba en tu casa verdad?- ahora Tom me cuestionaba a mi ¬.¬

Las dos nos sonrojamos al recordar la situación en la que habíamos estado minutos antes.

-OMG, CUÑADA- Dijo extendiendo su brazos.

-No hicimos nada- me baje del carro y entre a la fiesta.

Pude observar de lejos que Tom se quedo con cara de y ahora esta, normalmente no se enoja, posteriormente algo le dijo a su hermana, la cual solo blanqueo los ojos para después caminar  hacia la fiesta como yo.

Al llegar vi a Mauricio que platicaba muy amenamente con alguien, me acerque para saludarlo.

-Hey guapo Mau, me extrañabas- Le dije con los brazos abiertos.

-Claro que si corazón, como no extrañar a una preciosura como tu- contesto como de costumbre.

Mauricio, el es de uno de mis mejores amigos, en realidad el es muy cariñoso conmigo, nos decimos cosas como novios, claro siempre jugando por que no lo somos, el es alto, ojos marrones, cabello rizado,  piel bronceada, es bastante sexy, muy guapo, tal vez en otras condiciones el seria mi novio.

-Aimé, ella es Lilith, Lilith, Aimé.- Dijo Mauricio presentándome a la chica con la que estaba platicando.

-Hola, Lilith, ¿como haz estado?, en realidad ya nos conocemos Mau- Le dije mientras miraba a la chica de enfrente mío. Lilith, es capitana de las porristas de la escuela, una barbie, es superficial, aspecto de muñeca, cabello liso, rubio, ojos grises, cuerpo bien torneado, estatura media, vanidosa hasta mas no poder. En realidad una hermosura, todos los chicos se morían por estar con ella, solo que ella no tenia novio y eso era algo que no parecía importarle.

-Aimé, ¿por que ya  no me haz llamado?, no he sabido nada de ti- reclamo la rubia

-Lo siento he estado ocupada- mentira, en realidad no es que estuviera ocupada, solo que no quería ver a la porrista.

Entonces me tomo del brazo y me llevo escaleras arriba, hacia la azotea de aquella casa que ya conocíamos.

Al llegar ahí soltó mi mano y suspiro.

-Fue una noche como esta ¿verdad?- dijo mientras veía al cielo.

-Si- Conteste fríamente.

-Aimé, me gustas mucho, somos novias, el hecho de que lo ocultemos no quiere decir que no te lo puedes tomar enserio, de que me puedes botar cada que estas satisfecha- ahora me veía a los ojos, note que los suyos expresaban tristeza y dolor.

Desvié la mirada, en realidad yo no soy un cacho de pan, si Lilith es mi novia, si estoy enamorada de Claudia, en realidad he tenido muchas novias pero todas han sido intentos para olvidar a Claudia, ninguna lo ha logrado, la rubia es mi novia actual, es mas bonita que Claudia físicamente, tal vez, solo tal vez, pero aun así, no llenaba del todo el espacio.

Estábamos en los regionales de basquetbol, nos había tocado jugar el mismo día que los chicos,  a diferencia de los chicos, nosotras las del equipo femenil, no teníamos porristas que nos dieran ánimos, en realidad no las necesitábamos, siempre ganábamos.

Aquella vez nuestro partido era antes que el de los chicos, por alguna extraña razón termine siendo compañera de habitación de la porrista, así que Lilith se ofreció a  darnos ánimos, yo le dije que no las necesitábamos bailando, que se guardaran su rutina para los inútiles de los hombres, ella se indigno mucho pero no dijo mas.

Los dos equipos ganamos, así que lo que seguía era la fiesta por la victoria, todos se pusieron full de alcohol, en todos los cuarto se escuchaba ruido, yo hastiada de todo, me fui a acostar enfrente de la piscina del hotel con mi IPOD, estaba sumida en mis pensamientos escuchando la música con los ojos cerrados, cuando sentí como unos labios se posaban en los míos, abrí los ojos y la vi con los ojos cerrados,  ahora yo la bese a ella, al separarnos. No dijimos ni una sola palabra, me levante, la tome de la mano y caminamos hacia nuestro cuarto. Cuando cerré la puerta del cuarto inmediatamente se volvió a adueñar de mis labios con los suyos, sus besos eran delirantes y su piel me producía un choque eléctrico cada que nos tocábamos.

Poco a poco los besos se volvieron más intensos, nuestras respiraciones empezaron a acelerarse, mi cuerpo se calentaba al igual que el suyo, sin pensarlo mas la tome de las caderas a lo cual ella gimió, subió sus piernas alrededor mío, yo mantuve su peso y el  mío  caminando hacia la cama, al llegar ahí la caí de espaldas en la cama con suavidad, quedando ella encima de mí. Comenzó ese incesante e inconsciente movimiento de caderas de su parte, rozando su cuerpo con el mío, no aguante mas, subí mas manos por su abdomen, acariciando sus pechos después  le quite la blusa y el sostén, estaban de mas para lo que seguiría, con sus pechos ya descubiertos empecé a masajear lenta y suavemente.

-Mhhhhhhmmmm- Gemía ella de placer, cambie los papeles y ahora ella esta debajo mío, con la bese en la boca, para después bajar por su cuello y llegar a sus redondos, bellos, suaves y blancos pechos, eran casi perfectos, sus pezones estaban duros, me metí uno a la boca para juguetear con el un rato, mientras que la otra mano masajeaba el otro pecho.

Ella arqueaba la espalda cada vez más y gemía más fuerte,  sin darme cuenta ella ya había desabrochado mi camisa al igual que mi pantalón, por donde quería ir su mano escurridiza e impaciente, me separe un poco y me quite la camisa con todo y sostén.

-Ahora estamos a mano-le dije para besarla de nuevo y ahora llevar una de mis manos a su entrepierna, estaba bastante excitada, tal vez mas que yo, sin pensarlo dos veces mas empecé a masajear su sexo, haciendo que gritara de placer.

-Ahhhh, siii, Ahhhh siii.- repetía incesantemente

Sus gritos me excitaban cada vez mas, ella ya estaba bastante excitada al igual que mojada, fue entonces cuando la penetre, arqueo la espalda y clavo sus uñas en mi espalda, comencé a mover mis dedos dentro de ella y empezó a revolcarse desesperadamente del placer.

-Aimé, Aimé, Aimé…- repetía  mi nombre, llego minutos después al placer total, donde solo pude ver como se encogía y temblaba todo su cuerpo, retire mi mano de su entrepierna, y me tumbe a su lado, en realidad podía darle mas, solo que  pensé que era suficiente.

Al terminar de temblar, se abrazo fuertemente a mí y me beso, con tanta ternura que hice lo mismo que ella. Desde la ventana se veía una gran luna que iluminaba nuestro cuarto, siendo cómplice de lo que había pasado aquella noche, las estrellas parecían vernos curiosas.

-Me gustan las estrellas- susurro antes de dormirse en mis brazos.

En realidad la porrista tenia otra cara conmigo, ante el mundo se portaba como una barbie heterosexual, vanidosa, tonta, sin cerebro,  pero no era así, para nada, por que de serlo, por muy buena que estuviera, no me hubiera acostado con ella, ni mucho menos seria mi novia actual.

Se acerco a mí para besarme tiernamente, yo le correspondí el beso, sus besos me hacían olvidar a Claudia, son embriagantes, suaves, llenos de algo inexplicable, algo que hacia que todo mi cuerpo sintiera cierta chispa.  

Nos separamos y le dije.

-Lo siento, como recompensa, mañana vamos a donde tú quieras-

- te amo.- fue su respuesta, ese te amo me dolió, ya llevaba dos meses con la rubia pero  yo aun no le podía decir te amo. Espero mi respuesta a lo cual yo solo me acerque para besarle,  ahora fue un beso profundo y apasionado.

Nos despegamos por falta de aire pero nos abrazábamos efusivamente.

ENTIENDO QUE NO PUEDO SUPLICARLE UNA VEZ MAS, PERO NADA SE DETIENE SOLO VIVO PARA TI…

-Es un mensaje de Mauricio, dice que me esta buscando Tom, ¿bajamos a bailar my lady?- le dije a mi novia mientras la pegaba mas a mi cuerpo.

-Preferiría quedarme toda la noche contigo aquí, pero supongo que tenemos que bajar- me dijo esto para después darme un fugaz beso.


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