Andé disgustado hacia la base intentando ignorar las estúpidas palabras de aquel inútil.
-¿Como puedes ser tán ... así?-decía a cada rato.- Por tu culpa hemos fracasado esta maldita misión...
-¿Mi culpa? -contesté de mala forma.- eres tú quien intentaba hacerle el estúpido ritual a nuestro rival... que encima no tenía sangre normal... ¿Como cojones querías hacerle tu puto ritual?
-¿Desde cuando hablas así? Ya eres mayorcito para estas cosas.-contestó.- Además, si tu no hubieses estado todo el rato contando dinero podrías haberme ayudado.
-¿Que hacer cuando se te mete entre ceja y ceja que no te ayude?
-Yo no te dije que no me ayudaras.-contestó.
-Oh , claro que no, solo me lo gritaste como unas ocho veces... idióta
-Te las repetí por si la edad te afectó a la audición, viejales.-dijo llendose a su habitación.
-Idiota...-susurré.
Entré en la base y ví a Deidara, Itachi y Sasori sentados en frente de una mesa perdiendo el tiempo.
Ignoré sus palabras y fuí a mi habitación
Cerré la puerta de un portazo y me senté en mi cama.
-Ese gilipoyas... ahora tendré que hablar con Pein ...-dije para mí.
Suspiré.
Salí de mi habitación y fuí al despacho de Pein.
Él me estaba esperando con la puerta abierta
-Pasa, Kakuzu.-dijo.
Entré decidido y le miré.
-¿Que tal la misión?-preguntó sin ninguna expresión en su cara.
-Fracasamos.-dije.
-Oh... Me resulta un poco raro oír de tí la palabra ''fracasar''...-comentó.
-Sí... Con su permiso...-Dije llendome de su despacho.
Ande de nuevo hacia mi habitación, donde esperaba en mi puerta Kisame.
-H-hola Kakuzu.-saludó.
-... Si vienes a pedir dinero ya puedes largarte.- contesté de mala forma
-Oh, no vine para eso...-dijo sonriendo.- simplemente ví a Hidan un poco... raro, y pensé que tenías algo que ver.
-Ese inútil no sabe nisiquiera disimular.-dije para mi mismo.
-Ya veo que pensaba bien...
Hubo un largo silencio.
-¿Y que pasó?-preguntó interesado.
-Pues... fallamos una misión por su...culpa.-dije pensativo.
-No creo que él lleve toda la culpa...-dijo.
-Cree lo que te venga en gana, no necesito un hombro en el que llorar, y menos el tuyo, así que largo...-contesté de mala forma.
-Pero, solo quería...-intentó decir.
-¡Largo!-le corté.
Kisame se fué y yo entré a mi habitación cerrando la puerta más suave que la anterior vez.
Me quedé un rato pensativo apoyando mi espalda en la puerta.
<<-No debo pensar en ello, sería una tontería.-pensé.- todo se arreglará... Ese inútil no puede estár sin mi ni cinco segundos, vendrá corriendo hacia aquí a pedirme disculpas...>>
Enrealidad sabía que, por mucho que esperara, no lo haría...
Me senté nuevamente en mi cama y esperé unos minutos, que para mi fueron horas, sin exito.
Decidí ir a buscarle yo, aunque enrealidad no quisiera arrastrarme.
Salí de mi habitación y me dirigí a la suya.
Por el pasillo percibí unas miradas intrigadas por la situación, las cuales ignoré, claramente.
Llegué y toqué la puerta de Hidan