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Invitación a un nuevo mundo por gazerocksa

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Notas del capitulo:

Aquí esta el último capi del fic

esepro que les guste, nos vemos mas abajo ^^

Aquella mañana llegó tarde a propósito quería asegurarse de que cuando llegara Tora ya estuviera allí. Y así fue, estaba en modo autista, ya que Nao y Saga estaban pasando de él como de la mierda misma, y no era para menos después de la que lió hacía dos días. Entró decidido a la sala. Y agarró la mano del más alto mientras decía…


-Tú, yo, hablar, ahora – eso era una orden y lo demás eran tonterías. Hasta un niño de tres años era capaz de entenderla. Y lo sacó de la sala bajo la atenta y sorprendida mirada del bajista y baterista.


Se lo llevó al baño y cuando llegaron casi de un empujón lo adentró a el.


-Yo ya sabía que eras un poco idiota – comenzó a decir – pero no tanto ¿Cómo se te ocurre pensar que yo voy a dejar Alice Nine por Karasu? En serio cómo se te ocurre semejante estupidez – Tora parpadeó varias veces incrédulo – Shou vino a hablar conmigo – le aclaró viendo que el mas alto no reaccionaba – en serio ¿por qué no me lo dijiste antes? ¿tanto te costaba? – Tora estaba un poco enfadado con Shou, pero en el fondo le estaba agradecido, ya que sabía que si hubiera dependido de él, aún no se hubiera animado a hablar con el menor


-… - suspiró – lo siento, pero es que… tenía miedo de que te gustara mas estar con Karasu que con nosotros y acabaras dejándonos… y lo único que pretendía era algo así como llamar tu atención y… conseguí que acabaras enfadado conmigo… - Hiroto sonrió de medio lado – es que tenía miedo de perderte, eres mi mejor amigo y…


-Lo que yo decía, eres tonto Shinji – dijo divertido – pero te voy a decir una cosa y espero que te quede clarito ¿ok? – el mas alto asintió – jamás, pero JAMÁS voy a dejar Alice Nine, como si viene los Luna Sea a pedirme que me una a ellos y tuviera que dejaros para entrar a la banda… bueno... en ese caso… - hizo como que dudaba – tonto, nunca dejaré Alice Nine ¿has entendido? – Tora asintió sonriendo y se dieron un abrazo…


♥♦♣♠


Llevaba largo tiempo intentado dilucidar la mejor forma de declararse Hiroto y pedirle que saliera con él, pero ninguna le parecía la adecuada, o eran muy sosas, o muy corrientes, o muy estrafalarias, o muy… El caso, que cualquier idea que se le pasara por la cabeza al final terminaba en el cubo de basura… estaba en frente de la pantalla de su ordenador mientras que su reproductor de música del mismo aparato estaba en modo aleatorio, comenzó a sonar LASTICA… y  fue cierta frase la que le dio una buena idea…


♥♦♣♠


Las cosas en su banda iban viento en popa a toda vela, ya solo faltaba grabar la parte de Shou para que el single estuviera terminado. Odiaba el periodo de grabación porque le obligaba a trabajar los sábados por la tarde incluidos… Estaban a diez minutos de irse cuando un aviso llegó al iPhone de Hiroto, diciéndole que había llegado un e-mail a su correo. El correo era desconocido para él, y en el asunto ponía “Invitación a un nuevo mundo”… le picó la curiosidad…


…Escarcha brillante en esta decimosexta noche


Las palabras son innecesarias, una invitación al nuevo mundo


Esbozo en un profundo beso para ti, que se disuelve


La palabra elegida está seca… Te amo…


Se sonrió… era un fragmento de la letra de LASTICA… no podía ser otra persona que Kenzo.


Si quieres saber de que trata esto, te espero mañana a las 12’00 en las siguientes coordenadas, solo tienes que meterlas en el navegador de tu coche y te traerán a mi…


♥♦♣♠


Decir que estaba nervioso era poco. La noche anterior había tratado de contactar con el baterista, pero éste había desconectado el móvil.  Había hecho lo que le pidió metió las coordenadas en el navegador de su coche y este solito estaba conduciendo a ese misterioso lugar y se asustó un poco cuando su coche se metió prácticamente campo a través ¿dónde lo estaba llevando Kenzo? “Hemos llegado a su destino” le avisó la vocecita femenina de su navegador mientras que el coche prácticamente paraba solo. Y allí no había nadie, absolutamente nadie, solo veía un lago, vegetación y un par de árboles, nada más. Se apeó de su auto con un poco de miedo, cerró la puerta, le echó el seguro y se dirigió al lago.


-¡Kenzo!... ¡Kenzo! – lo llamó mirando a todos lados pero el nombrado no aparecía. De pronto se dio cuenta de que sobre las raíces del árbol que se encontraba a su izquierda había un sobre de color beige – como sean otras malditas coordenadas te las voy a meter por el culo… - farfulló entre fastidiado y divertido


Abrió el sobre y lo que se encontró fue una carta…


Te preguntarás que es todo esto ¿verdad? Bien, todo tiene una explicación, y esta es bien sencilla: Te quiero, te amo.


Me encanta todo de ti, todo lo que haces, tus gestos, tus palabras, tu forma de expresarte, de ser, de sentir. Me encantas con todo, tus cosas buenas y tus defectos. Adoro la forma en la que me sonríes, cuando estornudas porque te da el sol,  cuando te veo tocando la guitarra , cuando me miras con gesto expectante esperando a que te diga algo aún sabiendo que voy a permanecer callado …


Quiero invitarte a crear un mundo en el que puedas soñar, en el que podamos soñar, construir un mundo a nuestra manera, sin darle explicaciones a nadie, en el que nos sintamos libres del resto del mundo con la simple compañía del otro…


Date la vuelta… =)


Y ahí estaba Kenzo apareciendo detrás del otro árbol con esa sonrisa que tanto adoraba Hiroto. Y se fue hacia él con la carta en la mano y lo abrazó por el cuello y lo besó con dulzura para susurrarle un “yo también te amo” en aquel beso. Cuando se separaron Kenzo le mostró otro sobre que Hiroto abrió de inmediato


Entonces ¿aceptas esta invitación?


¿Quieres salir conmigo?


-Si – le abrazó y se besaron lentamente dejando que sus lenguas juguetearan en sus bocas…


♥♦♣♠


Desde luego hacía un día perfecto, el sol brillaba radiante en el cielo, el cual mostraba un azul celeste intenso, ni una nube en el cielo y corría una suave brisa muy agradable.


-¿Cómo descubriste este lugar? – preguntó Hiroto que estaba apoyado en el pecho del batero, quien tenía la espalda apoyada en el tronco del árbol. Ya habían comido y estaban sentados sobre el gran mantel del picnic que había preparado Kenzo


-Hace tiempo, antes cuando tenía tiempo, cogía el coche y me perdía y siempre encontraba lugares como este… - contestó mientras sus dedos jugueteaban con los cabellos rubios del menor


-Es precioso… - se quedó un rato en silencio, hasta que volvió a preguntar – oye Kenzo… - recibió un “humm” como respuesta, por lo que decidió continuar – no veo tu coche por ningún lado…


-Ah es que… bueno, verás… no vine en mi coche, me trajo Yumehito…


-¿Lo sabe? – preguntó moviendo su cabeza para mirarlo


-Nos vio… - contestó con un gesto apurado – hace unas semanas cuando fuimos al centro comercial que está al lado de mi casa - añadió


-Pues… Ko-chan también lo sabe… - confesó


-¿Y eso?


-La otra tarde, la de antes que me arreglara con Shinji… pues como me llamaste al teléfono, él estaba conmigo y tal y bueno… al final se lo conté… - dijo volviendo su cabeza a una posición mas cómoda mientras que jugueteaba con el botón de la camisa que llevaba el mayor – Oye Kenzo… todo esto que has hecho… - se incorporó – ha sido precioso


-… - Kenzo le sonrió con dulzura – te quiero – se acercó al menor y lo beso


-Oye una pregunta – dijo cuando se separó del beso, sentándose en las piernas del batero con una rodilla a cada lado de sus caderas


-Dime – contestó mientras agarraba las manos del guitarrista haciendo que sus dedos se entrelazaran


-La noche de año nuevo… no hemos hablado de ella en todo este tiempo y… me dijiste que te gustaba, pero no se si era por que estabas borracho o qué… y luego al día siguiente…


-Me gustas desde hace mucho, y se que fue una manera cobarde de hacerlo, pero usé el alcohol como “escudo” para acercarme a ti, es decir, que si me rechazabas, podría usar la excusa del alcohol… - confesó algo avergonzado, Hiroto le dio un largo beso – Y yo ¿desde cuando te gusto?


-Mmmm no lo sé, pero me di cuenta de que me gustabas mucho cuando fui a ver a mis padres, allí tuve mucho tiempo para pensar, y ahí me di cuenta… - respondió.


Kenzo separó sus manos para rodear con sus brazos las caderas del menor atrayéndolo más a él. Hiroto sonrió ampliamente mientras ponía sus manos en las mejillas del pelinegro para besarlo a continuación, y luego rodearle el cuello con sus brazos. Sus cavidades pronto quedaron expuestas a la lengua del otro. Estuvieron así por un largo rato, ya que el beso era calmado, tranquilo, aún así no le restaba ni una pizca de pasión a aquella escena.


Pronto Kenzo sintió la necesidad de invadir la piel del guitarrista con sus manos, por lo que Hiroto cortó el beso, y es que sentía como el baterista, al igual que él, se había excitado con aquello.


-Kenzo para… - le dijo con una pequeña sonrisa


-¿Qué pasa? – preguntó extrañado pero con gesto dulce


-… - Hiroto rodó los ojos mirando a su alrededor - que aquí… - contestó con tono dubitativo, poniéndose un poco rojo


-¿Qué pasa? – el batero seguía sin entender


-Y si viene alguien… - dijo simplemente, y ahí el pelinegro entendió todo


-Tranquilo aquí nunca viene nadie… - le dio un pequeño beso – y si viene alguien está el coche… - el rubio lo miró desconfiado – de verdad, que aquí no viene nadie, hazme caso – le volvió a dar un corto pero intenso beso, aún notaba la duda del menor – créeme – le volvió a decir, y lo volvió a besar para hacer que no pensara, para tratar de nublarle los pensamientos y que se le entregara… La verdad es que le excitaba pensar que podrían llegar hacerlo allí, en un lugar tan privado y tan público al mismo tiempo…


Su lengua inmediatamente invadió la cavidad del menor mientras que sus manos conquistaban cada pedazo de piel que se le ponía por delante, subiendo y bajando por su espalda, recorriendo su torso, y pellizcando suavemente los pezones del menor, quien luchaba por mantener oxigenados sus pulmones, y es que Kenzo con aquellas caricias lo estaba dejando sin aire. De un momento a otro el pelinegro abandonó la boca del más bajo para marcar y besar su cuello, pero el pelirrubio no se quedó quieto y comenzó a desabrocharle la camisa mientras suspiraba y respiraba entrecortadamente.


No tardó mucho en quitarle la camisa a Kenzo, pero este tampoco perdió el tiempo, y tan rápido como pudo le quitó la camiseta al más bajo y otra vez se lanzó a su cuello con la clara intención de dejarle marcas, mientras que sentía como los labios de Hiroto paseaban por su hombro libremente. Sus manos hacían y deshacían caricias a su antojo y sin darse cuenta se fueron recostando en el mantel, quedando Kenzo debajo y el pelirrubio encima, quien no dudó un momento en inundar el pecho del batero de suaves besos excitándose por los suspiros que este dejaba escapar al sentir aquel contacto.


Se concentró en su ombligo, no sabía por qué, pero simplemente adoraba aquella parte de la anatomía del mayor, mientras que poco a poco le iba desabrochando los pantalones y luego muy lentamente y ejerciendo un poco de presión, fue bajando la cremallera, haciéndolo gemir débilmente, ya que por fin había liberado aquel prominente bulto. Le quitó los pantalones, junto con los bóxer, dejándolo completamente desnudo. Se sonrió maliciosamente mientras desabrochaba sus pantalones con tal de aliviar la presión que sentía en su entrepierna…


-Ni se te ocurra quitártelos – le advirtió el batero – por que quiero hacerlo yo… - se incorporó, puso una mano en la nuca de Hiroto y lo atrajo hacia sí para besarlo, y con un rápido movimiento dejó al menor debajo de su cuerpo.


Se sentó sobre las piernas de este mientras acariciaba aquel torso que tanto le gustaba, le encantaba tocar aquellos abdominales delicadamente delineados… Metió su mano entre la tela del vaquero y el bóxer masajeando suavemente el miembro del menor quien se retorció de placer por aquellas caricias. Poco a poco le fue quitando las últimas prendas de ropa y en cuanto lo hizo se apoderó de los muslos del menor, lamiéndolos y besándolos a su santo antojo, haciendo desesperar al guitarrista cuando se acercaba a su miembro y lo ignoraba completamente. Y lo volvió a ignorar cuando comenzó a besar y marcar el abdomen de Hiroto subiendo por su pecho hasta su cuello donde tenía claras intenciones de dejarle visibles marcas, pero no podía evitarlo adoraba el cuello del menor, bueno en realidad adoraba cada parte de la anatomía del pelirrubio.


Cuando Hiroto tuvo de nuevo los labios del mayor sobre los suyos aprovechó para cambiar las posiciones. Enredaron sus piernas con las del otro, su lengua con la del otro, dejándose embriagar por las sensaciones que se provocaban mutuamente. Lentamente, Kenzo fue bajando sus manos por la espalda del menor hasta llegar a su trasero, lo agarró fuerte con sus manos y presionó hacia abajo haciendo que sus miembros se rozaran; gimieron de placer e Hiroto se sonrió en el beso, ya que se había percatado de la impaciencia del pelinegro. Poco a poco fue descendiendo por el pecho y abdomen del mayor hasta que llegó a su miembro que primero lamió, sacándole gemidos impacientes a su dueño, después presionó, metiendo y sacando de sus labios solo el glande…


-Aaaah – gimió Kenzo. Y tras eso Hiroto se metió el miembro en su boca todo lo que pudo y lo metía y sacaba primero lento, luego rápido, otra vez lento, muy lento y presionando con su lengua el pene del mayor y luego volvió a acelerar la succión. Kenzo estaba delirando de placer, hasta que poco a poco sentía que el orgasmo se acercaba – Hiro… hiroto nnngh ya… me… me vengoo mmmmgh – el guitarrista sintió el miembro palpitar en su boca por lo que se preparó para recibir el semen del mas alto segundos mas tarde, tragándolo todo, pero aún seguía duro y el guitarrista se sonrió por aquello


-Hoy tenemos aguante ¿eh? – preguntó divertido mientras se acercaba al rostro del mayor


-Es que esto me está resultando demasiado excitante… ¿a ti no? – dijo después de haberlo besado


-También – reconoció mientras que Kenzo cambiaba las posiciones, llevándose después tres dedos a su boca para ensalivarlos. Se despegó del más bajo quien le expuso su entrada para que le preparara. Pero eso no sucedió, sino que vio como el batero se lamía la palma de la otra mano y lo comenzaba a masturbar – haaa – gimió el mas bajo al sentir la mano de Kenzo bombeando su miembro – aaaah – ahora le estaba presionando ligeramente el glande con su pulgar. Los gemidos empezaron a hacerse incontrolables y ahí fue cuando Kenzo comenzó a dilatarlo y el menor ni cuenta se había dado a causa del placer que el batero le estaba provocando con la masturbación. Un segundo dedo ingresó al interior de Hiroto, su entrada se contraía rítmicamente al compás de la mano que atendía el pene del más bajo y Kenzo se estaba comenzando a desesperar con aquella visión tan jodidamente sexual. Un tercer dedo y a los segundos encontró la próstata del pelirrubio arrancándole un sonoro gemido que no se molestó en reprimir, y es que era lo bueno de estar teniendo sexo en un sitio como aquel, podían gemir sin pudor alguno y sin temor de que alguien los oyera. Kenzo aceleró el ritmo de su mano mientras presionaba la próstata del menor – Aaaaaaaah!!!! – Hiroto se vino en un intenso orgasmo haciendo que su espalda se arqueara de forma sensual. El batero se sonrió satisfecho por el ser causante y luego se lamió la mano, limpiando así el semen del guitarrista. Se acercó al menor y lo comenzó a besar apasionadamente mientras que se posicionaba entre las piernas del más bajo, pero este cortó el beso y dijo…


-Mejor vamos a hacerlo de otra manera – sonrió pícaramente, y bajo la atenta mirada del pelinegro se puso a cuatro patas. A Kenzo estaba a punto de darle una sobre excitación con aquella imagen delante de sus ojos… Y no dudó un momento en colocarse detrás del mas bajo, agarró su miembro y lo condujo a su entrada penetrándolo lentamente – nnnnngh – gimió mordiéndose el labio inferior sintiendo como el miembro del mayor le llegaba bien adentro. Kenzo empezó a acariciar la espalda del menor esperando a que este se acostumbrara a la intromisión, después se echó sobre su espalda para besarle los hombros y acariciarle el torso y poco después el menor ya estaba moviendo sus caderas.


Lo mas seguro es que fuera por el ambiente y el paisaje que les rodeaba, que les hacía sentirse como animales en celo y eso les resulta muuuuuuuuuuuuy excitante. Gemían sonoramente, tanto como querían, o mejor dicho, sentían, sin miedo a que nadie les escuchara o quizá también por la emoción de saberse con la posibilidad de ser pillados. Kenzó le lamió el borde de la oreja arrancándole un gemido al menor. Salir y entrar, entrar y salir, para volver a entrar y luego otra vez salir y chocar contra la próstata del menor, llenándose ambos de placer. Pero todo llegaba a su fin, y Hiroto no aguantaba mas en aquella posición, las piernas y los brazos le flaqueaban por el placer…


-Aaah Ken-zo ca-cambio… - el batero salió de su interior, esperó a que el menor se acomodara en otra postura, bocarriba, se colocó entre sus piernas y lo penetró de una. Hiroto abrió más sus piernas y Kenzo podía llegar mas profundo. Se miraban a la cara mientras gemían y aquello les provocaba todavía mas, cruzaron sus rostros, se jadeaban en el oído y aumentaban su placer hasta cotas insospechadas…


-Hi-ro… Hiroto joder… aaaaaah


-Kenzo… me… ya… es-estoy… nnngh – Kenzo lo embistió con fuerza un par de veces mas y sintió el cálido semen de Hiroto en su vientre… unas cuantas estocadas mas y él se corrió en su interior…


Trataron de recuperar la respiración durante unos instantes mientras que Kenzo abandonaba con delicadeza el interior del guitarrista, para recostarse a su lado dejando que sus piernas se entrelazaran creando un complicado nudo que ninguno pretendía deshacer.


-Bienvenido a nuestro nuevo mundo –le susurro el mayor para luego darle un tierno beso…


♥♦♣♠


Al día siguiente…


-Kenzo te odio – dijo fastidiado el pelirrubio viendo el estado de su cuello reflejado en el espejo del baño de su casa


-¿Por qué? – preguntó con simpleza mientras se secaba el pelo con una toalla


-Mira – dijo autoritariamente volteándose, girando un poco el cuello y señalándoselo, para que el mayor viera el gran moretón que ocupaba la mitad de su cuello y llegaba, casi, hasta el pecho


-Bonito tatuaje – dijo con sorna mientras se ponía la toalla en la cadera dirigiéndose al más bajo


-No tiene gracia Kenzo – este rió socarronamente y después le dio un beso en el hombro – en serio, eres un salvaje, un bestia


-Tú tienes la culpa, me provocas demasiado… - contestó con autosuficiencia saliendo del baño no sin antes haberle dado una palmada en el trasero


-… - Hiroto abrió la boca indignado - ¿Qué yo qué? – preguntó incrédulo


-Anda no te enfades, si quieres esta noche te termino el tatuaje, por mi no hay problema – contestó con claras intenciones de hacerlo rabiar un poco mas


-Si hombre, ¿que te has creído? si acaso, el tatuador seré yo esta noche – le contestó molesto


-¡Ah! Pues por mí, encantado – dijo desde la habitación mientras se cambiaba de ropa.


-Kenzo, en serio, no tiene ninguna gracia – le dijo entrando a la habitación – Dime cómo voy a aparecer por la compañía con… esto - le reclamó señalándose de nuevo el cuello – ¿es que no tenías otro sitio menos visible donde hacerme el chupetón? Aunque bueno se le queda pequeño el nombre


-Es que tienes un cuello muy sexy… no podía resistirme – le contestó con sorna y gesto pillo mientras terminaba de abrocharse los pantalones


-Vete a la mierda Kenzo – le espetó malhumorado con claras intenciones de salir de la habitación, pero el batero le retuvo por la espalda, abrazándolo.


-Lo siento Pon, no te volveré a hacer chupetones… - dijo con tono arrepentido mientras apoyaba su barbilla en el hombro del menor


-… - suspiró cansado – no me importa que me hagas chupetones, bueno un poco si, pero hazlos en sitios menos visibles, y encima si me enfado no me lo tomes a broma – dijo fastidiado


-Lo siento… - se disculpó mientras se ponía delante del guitarrista – lo único que pretendía era quitarle hierro al asunto – le dijo mirándole a los ojos, Hiroto simplemente arrugó sus labios a un lado – ¿me perdonas?


-Si – contestó haciendo como que no estaba muy convencido pero luego le sonrió de medio lado recibiendo a continuación un beso del pelicastaño oscuro


-Te quiero – le dijo el batero


-Y yo a ti, pero esta noche te vas a enterar – contestó, y mientras que decía las últimas palabras pinchó con su dedo índice el pecho del mayor


-Uuuu estaré esperando ansioso esta noche… - anunció con mirada lujuriosa para después devorar aquellos labios que lo traían completamente loco, mientras que el menor se sonreía divertido en aquel beso a la vez que intentaba corresponderle, y es que adoraba los ataques de “locura” que a veces se adueñaban del batero.


Desde luego, Hiroto estaba encantado de haber aceptado aquella invitación.


Notas finales:

Y.... fin!!! que les pareció??

bueno es el primer fic largo que acabo, y siento penilla jaja bueno simplemente espero que durante estos capis hayan sentido algo a través de mis palabras, hayan disfrutado con cada parrafo, y les haya hecho olvidarse durante un ratito de sus problemas diarios. a sido un placer haber escrito para ustedes, y gracias por leer y tambien a los que me han dejado review, me han sacado una sonrisa con sus palabras y me han animado a seguir.

sin mas me despido. y si se han quedadao con las ganas de leer mas historias mias pasense por mi cuenta y ahí tiene 9 fics con los que pasar el rato

nos vemos en otra ocasion. BYE ^^


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