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Invitación a un nuevo mundo por gazerocksa

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Notas del capitulo:

Creo que tenemos que aclarar un par de cosas, y es que no sé que me pasa últimamente, que no doy pie con bola en las notas iniciales. El creador de Karasu es TATSURO, se que en las notas iniciales del cap anterior hago mención a Hiroto, pero es que cuando recién subí el capitulo puse Hiroto en vez de Tatsuro, por eso menciono a la ardilla, por que luego lo corregí. Así que espero que haya quedado todo claro, el creador de Karasu es Tatsuro, y lo podeis comprobar en el myspace oficial ¿ok?

Así que aclarado todo este embrollo causado por mi empanamiento de estás últimas semanas, os dejo con el capítulo. Disfrútenlo.

Tardó menos de lo habitual en plantarse delante del edificio en el que vivía Hiroto, y poco después ya estaba llamando al timbre del apartamento del más bajo.

♥♦♣♠

Se extrañó demasiado al oír el timbre de su casa, ya que le había dicho a Nao que no quería ver a nadie y que no se molestaran en ir a su casa, pero se dirigió a la puerta para ver de quien se trataba, y cuando estaba a dos pasos de bajar el escaloncillo de la entrada el timbre volvió a sonar, y por alguna extraña razón se arrepintió y decidió no abrir la puerta, quedándose parado delante de ella, mirándola fijamente como si se tratara de algún extraño ser venido de otro planeta.

Kenzo que había oído los pasos en el interior del piso, supo que Hiroto estaba allí, pero no entendía por qué no le abría la puerta.

-Hiroto ábreme, sé que estás ahí – le pidió calmadamente, pero el guitarrista por alguna extraña razón no se movía de su lugar, quizá fuera porque al oír la voz del batero las ganas de llorar volvieron a invadirlo. Llorar por sentirse incomprendido, por no sentir el apoyo del que consideraba uno de sus mejores amigos, por el trato que le venía dando estos últimas semanas… – Hiroto por favor… - le suplicó – sabes que soy capaz de quedarme todo el rato que sea necesario, hasta que me abras… - le advirtió. Hiroto se mordió el labio indeciso, desvió su mirada a un lado, como si pensara muy bien cuales serían sus próximos movimientos. Bajó el escaloncillo en una sola zancada silenciosa, para que el batero, al otro lado de la puerta, no pudiera adivinar sus movimientos. La mano derecha la apoyó en el picaporte, mientras que la izquierda la puso en el borde de la puerta, inspiró aire profundamente y…

♥♦♣♠

La tensión se había apoderado de todo su cuerpo, apretaba las mandíbulas fuertemente en un intento de desfogar con todo el nerviosismo que tenía dentro, mientras que Hiroto no se decidía a abrir la puerta. Lo sentía al otro lado de aquel “muro” de madera, sabía que estaba ahí, pero no le daba paso a su casa, no se mostraba ante él… apoyó su frente en la puerta, esperando a que el guitarrista decidiera abrirle, pero que lo hiciera rápido, no podía soportar aquella tensión. Sin embargo, cuando oyó el click de la cerradura cediendo ante la presión ejercida en el picaporte por la mano del más bajo, irguió su cabeza viendo al menor, con unas ojeras inmensas y los ojos hinchados y rojos junto con el pelo alborotado. El corazón se le encogió ante aquella imagen. Fue a darle un abrazo, pero se detuvo al ver que Hiroto se echaba hacia atrás, rechazándolo.

-No lo hagas… - le pidió poniendo las manos para que el batero no se le acercara demasiado

-¿Qué no haga el que? – preguntó en una mezcla de confusión y preocupación

-No te me acerques por favor… - le suplicó

-¿Por qué?

-Por que si lo haces voy a llorar, y no quiero que me veas así… – escondió su cara girándola a un lado, para luego darse la vuelta hacia el interior de su piso con un aire taciturno. Kenzo se quedó mirándole durante unos instantes, pero después reaccionó, cerró la puerta del apartamento, se quitó los zapatos con rapidez, e ingresó al hogar del guitarrista. Logró alcanzarlo antes de que se sentara en el sofá y lo abrazó por la espalda. Hiroto comenzó a retorcerse entre los brazos del batero pidiéndole, rogándole que le soltara, mientras sentía que las lágrimas querían volver a salir, y le desesperaba, se desesperaba al sentir que estaba a punto de llorar delante de alguien, ni siquiera una sola vez había llorado delante de algún alicio.

-Kenzo… Kenzo!!! Suéltame!!! Suéltame… joder!! – le pedía mientras intentaba aguantarse el llanto, pero le era prácticamente imposible

-Llora si es lo que necesitas – el batero no cedía ante los reclamos del menor, incluso lo sostenía mas fuerte que antes. Hiroto sin querer, soltó un quejido.

-No!!! Suéltame!! – otro quejido que no pudo retener… En esos instantes se estaba arrepintiendo un montón de haberlo dejado entrar… - Ken-kenzo… por un… - las palabras empezaban a entrecortarse a causa del llanto que adquiría fuerzas por momentos – de-monio… - se retorcía, pero no con la misma intensidad que al principio, se odiaba a sí mismo por estar cediendo a la debilidad – su-suel… - los sollozos costaban cada vez mas retenerlos – sueltam… - y el llanto logró salir por fin sin obstáculos, las lágrimas caían con fuerza por sus mejillas y los espasmos se apoderaron de todo su cuerpo…

Kenzo escondió por unos instantes su rostro en el cuello del mas bajo transmitiéndole así su apoyo, mientras éste se cubría la cara con sus manos… Después el batero se puso delante del mas bajo y lo abrazó dándole su calor, su cariño, sintiendo como le guitarrista le correspondía el abrazó luego de unos instantes, provocando que sus lagrimas mojaran la camiseta que llevaba puesta, pero eso no le importaba al mas mayor, lo único que quería era que Hiroto se sintiera mejor, por eso le había “obligado” a que llorara.

Los brazos del pelinegro lo reconfortaban enormemente, se sentía tan bien en ellos, los sentía como si fueran el antídoto mas poderoso contra su malestar, lo estaban calmando tan rápidamente… Se aferró más fuerte al cuerpo de Kenzo como si fuera una tabla de salvación para él. Sintió como el mayor le besaba el pelo… y cada vez se sentía más calmado, mas aliviado, más liviano de toda la frustración que había estado cargando desde hacía semanas, pero que en los dos últimos días se había incrementado en cantidades enormes… Poco a poco los sollozos se fueron silenciando, mas el abrazo en el que ambos se encontraban seguía exactamente igual. Durante unos instantes estuvieron en silencio, compartiendo calor, cariño, agradecimiento sin decir una sola palabra. Cuando el rubio se sintió mejor, fue que se separó del mayor, y le dijo “gracias” en un susurro, mientras le cogía la mano y lo guiaba al sofá con él.

-¿Qué pasó? – preguntó el batero acariciándole el pelo al mas bajo

-Volví a pelearme con Tora… pero esta vez fue peor… - dijo en tono bajo. Realmente la última “discusión” con el cara de tigre le dolió mucho al guitarrista. Kenzo lo miró y con sus ojos le pidió que continuara – compuse una base para empezar a componer la parte instrumental… y no quiso escucharla… por que dijo que para qué iba a opinar si siempre hago lo que quiero… - dijo con tono molesto. Su labio inferior volvió a temblar, pero se contuvo – Kenzo no soporto esta situación… me está machacando… no lo aguanto mas, está siendo cruel conmigo sin motivo – dijo con voz frustrada, reprimiendo alzar la voz mas de lo debido. Kenzo lo abrazó de nuevo para calmarlo, Hiroto se afianzo en el abrazo, no sabía exactamente por qué, pero le estaba gustando estar así con el de AYABIE. Desde luego el batero estaba empezando a enfadarse con Tora, Hiroto no se merecía que lo trataran así y sin ninguna razón. Poco a poco se fue separando de aquel abrazo, que por otra parte no quería que se acabara, y cuando levantó su vista se dio cuanta de que ambos rostros estaban muy cerca. Inevitablemente ambas miradas chocaron intensamente, tanto, que no eran capaces de moverse un ápice.

Tenía esos labios tan cerca, le resultaban tan tentadores, muchas veces se había preguntado el sabor de aquellos carnosos labios del guitarrista. Por el contrario Hiroto no se movía, parecía que estaba esperando que Kenzo le besara, y si iba a ser así, no le importaba en absoluto que lo hiciera, es más, estaba ansioso y nervioso nada más que de pensarlo… Pero el sonido del timbre provocó que se separaran bruscamente, el guitarrista abrió los ojos exageradamente como cayendo en la cuenta de algo.

-Mizuki… - susurró simplemente. Luego se levantó del sofá yéndose rápidamente al baño, mientras que por el camino le pidió al batero que abriera la puerta. Y es que con todo lo sucedido, se había olvidado que días atrás había invitado al de Sadie a su casa para pasar un rato…

-¿Kenzo? ¿Qué haces aquí? ¿También te invitó Hiroto? – preguntó entrando a la casa del guitarrista.

-El mismo. Vine a hablar con él. No me invitó – respondió a cada una de las preguntas hechas por el guitarrista pelinegro, ante lo que el recién llegado sonrió divertido.

Apoyado en el lavamanos de su baño, intentaba procesar lo que podía haber pasado si Mizuki no hubiera llegado… ¿Se habría besado con Kenzo realmente? Lo único que sabía era que ante tal pensamiento su corazón le latía como loco, sólo de imaginarse los labios del batero sobre los suyos un ligero cosquilleo se apoderaba de su estómago… ¿No sería que…? No, ¡eso ni soñarlo! Así que dejando aquellos pensamientos a un lado se dispuso a intentar disimular aquella cara de zombi que tenía… Si, a intentarlo, porque dudaba bastante que lo lograra…

♥♦♣♠

Por lo menos lo había intentado, pero ni modo, sus ojeras era bien visibles y sus ojos hinchados le ganaban la batalla a cualquier maquillaje que intentara disimularlos. Así que, sabiendo que poco podría hacer, decidió salir de una buena vez al salón para saludar a Mizuki, quien se sorprendió de ver la cara del menor, pero no dijo nada, ya le abordaría mas adelante.

-Hola Mizu-chan!! – saludó Hiroto poniendo su mejor cara, interrumpiendo la conversación que Mizuki y Kenzo estaban manteniendo mientras esperaban al sueño del apartamento

-Hola Pon – saludó sin mas – Cómo estás?? – preguntó sacando un cigarrillo de la cajetilla

-Bien – respondió con una sonrisa forzada, que lejos estaría de creerla cualquiera que la hubiese visto

-Me alegro… - Mizuki sabía bien que Hiroto le estaba mintiendo pero quería esperar un poco antes de preguntarle realmente, o lanzarle alguna indirecta… Se recostó en el sillón viendo como Hiroto se sentaba al lado de Kenzo, aunque dejando un hueco entre ellos – que bien se queda uno después de llorar a moco tendido ¿verdad? – un comentario mordaz, una indirecta que le hacía poco honor a su nombre y una cara de póker por parte del guitarrista rubio adornaron aquel salón. Mizuki, que siempre parecía que iba al margen del mundo, a su bola, pasando de todo lo que no fuera él y poco más, resultaba que se daba cuenta de las cosas y del estado de ánimo de sus amigos…

-… - Hiroto dejó escapar un suspiro resignado. Por su parte, Mizuki sonrió con autosuficiencia mientras expulsaba el humo del tabaco

-Interesante, bien ¿qué te pasa ardilla? – preguntó incorporándose del sillón apoyando sus codos en las rodillas. Hiroto miró a Kenzo con un interrogante en la mirada, quien le asintió levemente para que le contara al guitarrista de Sadie

-Nada, que tengo problemas con Amano… - se dejó caer pesadamente sobre el sofá

-Por??

-… - suspiró pesadamente, y luego se incorporó para mirar a Mizuki – ¿me prometes que no le contarás a nadie? – este asintió firmemente – bien… Se que es por Karasu, pero no se bien la razón de fondo… no me quiere contar que le pasa exactamente…

-Acaso has descuidado Alice Nine?? – inquirió Mizuki, y es que si quería ayudar al menor necesitaba tener todos los datos

-Que va!! – exclamó el rubio indignado de que pusieran en duda su profesionalidad – ahí está el problema, que mi desempeño con la banda no ha disminuido, ni se ha visto afectado… no se por qué me trata así… - Mizuki se mordió el labio inferior como analizando bien la situación que el menor le planteaba.

-Tú para Tora-san qué eres?? Digo si te considera un amigo, un hermano, su mejor amigo… - comenzó a enumerar, a lo que Hiroto se quedó pensado un poco la respuesta

-De sus mejores amigos… - contestó

-Y todavía no te das cuenta?? – preguntó con una media sonrisa el mas alto. Hiroto lo miró confundido – Es sencillo, Tora-san lo que tiene es miedo

-Sigo sin entender – dijo Hiroto mirándolo con los ojos bastante abiertos mientras negaba ligeramente con su cabeza

-… - Mizuki suspiró divertido – A ver Pon, es fácil. Tora tiene miedo de que abandones Alice Nine. Puede que piense que si estás en otra banda dejes Alice Nine – Ahora empezaba a verle sentido a la actitud de Tora… ¿pero no hubiera sido más fácil hablarlo a montarle aquel numerito?

En ese momento, el timbre de su casa sonó. Le resultó muy extraño ya que no esperaba a nadie. Aún así se disculpó con sus invitados y fue a abrir la puerta, encontrándose con el líder de su banda frente a él.

-Nao… - dijo sorprendido

-Hola Pon ¿puedo pasar? – preguntó tímidamente

-Claro, adelante – dijo haciéndose a un lado para que el batero pasara. Nao se quitó los zapatos y junto con Hiroto se fueron al salón

-Oh, no sabía que tenías visita, sino, hubiera venido en otro momento – dijo quedamente

-No te preocupes, no pasa nada – dijo simplemente

-¿Podemos hablar? – dijo desviando su mirada a varios puntos del salón.

-Si eso, nosotros nos vamos eh – dijo Kenzo levantándose del sofá

-No es necesario, solo será un momento, a parte, Reita me está esperando abajo así que… - dijo Nao tímidamente

-Estamos en la cocina – dijo Mizuki - ¿te importa si te robo una cerveza ardilla?

-Sírvete tu mismo – le dijo con simpleza, mirando luego a Nao. Tras eso pasó por su lado y se sentó en el sofá – Siéntate – le dijo a su líder quien se acercó al rubio – Tú dirás – dijo el guitarrista

-Bueno, primero de todo, decirte que tanto Takashi, Kohara como yo estamos de tu parte. Sabemos que Shinji se ha pasado muchísimo contigo, de hecho ayer le echamos un buen sermón

-Gracias por vuestro apoyo – le sonrió de medio lado

-Mira a mi me parece fantástico que tengas otro proyecto por otro lado y si tu estás bien con Karasu, por mi parte todo está perfecto – le dijo con franqueza – siempre que no descuides a la banda, como has venido haciendo

-Gracias – le dijo con sinceridad

-Pero, tal y como están las cosas ahora mismo, no podemos componer si estamos todos de esta manera, así que le he pedido al manager unos días de vacaciones, por lo que hasta después de año nuevo no tendrás que aparecer por la compañía si no quieres – Hiroto asintió dando a entender que estaba de acuerdo – creo que lo mejor es que las cosas se enfríen, porque tratar de solucionar las cosas en caliente va a ser peor para todos. Pero eso si, tenéis que solucionar las cosas en cuanto volvamos, por favor – le rogó

-Nao, yo soy el primero que quiere que todo esto se arregle, pero si Tora no me dice qué le pasa… - la frustración se apoderó de su rostro – poco puedo hacer – añadió

-Bueno eso era todo – dijo levantándose del sofá

-Gracias – volvió a repetir. Nao le dio un abrazo y le susurró un “de nada”

-Bueno te estaré llamando ¿si? – el guitarrista volvió a asentir – me marcho, pásatelo bien con los otros – le dedicó una sonrisa y se perdió por el pasillo, apareciendo instantes después Mizuki y Kenzo a quienes les contó la conversación que había tenido con Nao.

 

Notas finales:

Bueno… ¿qué os pareció el capi? ¿Os gustó? Aunque solo sea un poquito muy pequeño =) ¿Qué creéis que pasará ahora? Pues siento deciros que tendréis que esperar al cumple de la ardilla para saberlo. Si, lo habéis adivinado, actualizaré el 4 de mayo, hasta entonces podéis ir dejándome vuestras opiniones y demás en un lindo y hermoso review =) y de paso me hacéis un poquito feliz ¿si? Nos vemos dentro de poco mas de una semana  ^^


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