Hiroto Kiyama se acercaba con paso decidido a la secundaria Raimon repitiéndose mentalmente “Este es mi año. Este año será diferente”. No quería seguir permaneciendo grabado en la mente de sus compañeros como el chico que solo ocupaba espacio, elocupa sillas, el que succionaba el tan preciado oxígeno, no, este año sería diferente y empezaría con otro pie. Uno calzado de los zapatos más hermosos y apretados que el dinero pudiera comprar.
El año anterior solo se había logrado sentir como una cosa rara al ser rechazado por toda la secundaria Raimon, y este año no pensaba repetir lo mismo. Este año, el primer día de clases será el primer día de su nueva vida.
Al acercarse a la entrada pudo ver como destellaban flashes, eran los flashes de las cámaras de los reporteros del anuario de la escuela que tomaban incansables fotografías a Natsumi Raimon y su pandilla quienes entraban, altivas, al vestíbulo. Siempre llegaban de últimos y después succionaban a los demás tras ellos en una especie de vórtice de popularidad.
Su entrada marcaba el comienzo del nuevo año escolar, uno para el cual ya iba retrasado, pues la campana de la secundaria sonando se lo acababa de recordar.
Su primer paso en la secundaria, había evitado quedar afuera, debía poner en marcha su plan. Se preguntaran cual plan, al igual que muchos estudiantes se la paso trabajando en verano, pero no un trabajo cualquiera, estuvo estudiando los antiguos anuarios como un loco, solo para saber que hacia tan popular a Natsumi, y averiguar cómo agradarle de una vez por todas a Mamoru Endo, este año dejaría de ser invisible para todos y haría que el chico de sus sueños se le olvidara de Natsumi quien era su “linda” novia y se le declarara.
Para poder acercarse a él tenía 2 opciones:
1) Hacerse amiga de Natsumi y los hermanos Fubuki-Shiro y Atsuya-,quienes eran sus mejores amigos y luego acercarse a Endo
2) Acercarse directamente...
sinceramente veía lo segundo como algo muy lejano así que había optado por lo primero ya que como había dicho anteriormente, los había estudiado muy bien.
Lo primero en su lista era inscribirse para las pruebas de porrista (N/A: lo se suena horrible pero si no lo escribo así no sirve -.-), si eres porrista, las puertas de la popularidad se habrían para ti (N/A: ven, se los dije u. u). Llego a las hojas de inscripción, ya estaba listo para escribir su nombre en la última casilla disponible, no había terminado de escribir la "H" cuando sintió una mano posarse en su hombro, giro su rostro y habían unas chicas que parecía que hacían cola desde la noche anterior. Una de ellas le arrebato el lapicero de sus manos y escribió el suyo tachando el de él, luego se fueron burlándose. La humillación era algo terrible, pero eso no tenía importancia muy pronto vería a esas chicas detrás de él lambiendole los pies por ser aceptadas en su vínculo, claro cuando fuera popular.
Tacho las inscripciones de porrista de su agenda y se dirigió a hacer lo segundo, buscar su casillero. Ojala este año le tocara al lado de Endo, eso era lo que más quería. Llego a la lista y busco su apellido por orden de lista, hasta que lo encontro “Hiroto Kiyama locker 7”
-siete, es un numero se suerte- se decía a si mismo lo anoto y después busco el de Endo, se dio cuenta que quedaba al otro lado del edificio, se dio ánimos interiormente y se fue en busca del suyo.
Mientras caminaba vio como un montón de gente se juntaba como si le estuvieran dando la bienvenida a una estrella, y hay lo vio, era Endo, quien entraba, al igual que Natsumi todos querían verlo y saludarlo, él lo intento pero cada vez que se acercaba era lanzado asía atrás, y así sucesivamente hasta que cayó al suelo y veía como se alejaba por el corredor.
Así en su primer día Hiroto se vio así mismo ocupando el mismo lugar: en el exterior mirando lo demás.
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