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Sasuke por Mirelle

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Notas del fanfic:

Advertencias: Lemon, adulterio, violación no explícita…


 


Género: Narusasu


 


Dedicado a: Neusa (¡Feliz cumpleaños! =9)

Notas del capitulo:

Bueno, como sabéis los personajes no me pertenecen y este fik tampoco, es de mi amada Neusi que hoy cumple añitos ^w^

Espero que te guste... ÓwÒ

Sasuke Uchiha era un chico callado. Era dulce también, pero cuando le apetecía y estaba en confianza. No le gustaba demasiado estar rodeado de personas. Su aspecto físico era impresionante. Era un chico adolescente con el pelo negro brillante, los ojos opacos pero hipnotizantes y la piel blanca como la nueve. Tenía una voz dulce pero a la vez varonil y era imposible no pensar en cosas prohibidas cuando estaba cerca.

 

 

 

Sasuke nació en un pequeño pueblo cerca de la gran metrópolis que era Konoha. Sus padres tenían algunos ahorros con los que mantenían a la familia y su hermano trabajaba todo lo que podía para traer dinero a casa. Era una familia humilde que no deseaba más que lo que ya tenía.

 

 

 

Cuando el chico tuvo pocos años, la familia decidió, con todos sus esfuerzos, internarlo en una escuela para que pudiese estudiar. Así fue como Sasuke Uchiha creció, entre profesores, sin el amor y el apoyo de una familia de verdad. El único que le iba a ver muy de tanto en tanto era Itachi, su hermano mayor. Sus padres decidieron despreocuparse completamente de él. Sólo su madre le visitaba por navidad o por otras fiestas.

 

 

 

Cuando terminó los primeros estudios empezó la secundaria. Todo iba bien hasta que sus padres se declararon en quiebra. Sasuke ni enterado estaba, así que un día recibió una visita sospechosa de su padre, al que hacía años que no había visto.

 

 

 

-Sasuke, hemos entrado en quiebra. – informó el mayor. – Hemos intentado casar a tu hermano para solucionarlo pero nuestro beneficiario dice no estar interesado en alguien mayor de edad así que le enseñamos tú fotografía.

 

 

 

-¿Y eso qué quiere decir? – preguntó molesto el moreno.

 

 

 

-Que vas a casarte con Orochimaru. Es un hombre mayor, pero con mucho dinero. Estoy seguro de que en el futuro te acabarás enamorando de él.

 

 

 

Sasuke calló para evitar alguna mala contestación. Se sentía como un objeto al que sus padres podían vender para ganar dinero. Había visto algunas veces a Orochimaru, pero no le gustaba en absoluto. Evitó con mucho esfuerzo que las lágrimas descendieran de sus ojos como cascadas y se encerró en su habitación durante una semana. Dos meses después, se había casado con Orochimaru y su familia ya tenía el maldito dinero.

 

 

 

La primera noche después de la boda fue horrenda. Orochimaru quiso consumar el acto sexual y Sasuke no pudo negarse. El maldito hombre penetró en su ser, rompiéndole por dentro y por fuera. Después de eso, Sasuke dejó sus estudios y se dedicó por completo a servir a su marido. Apenas salía de casa y se comportaba amable con las visitas, pero cuando estaban a solas siempre estaba callado y distante.

 

 

 

Esta historia sucede un año después de la unión.

 

 

 

Orochimaru había decidido que la familia se mudaría a una pequeña villa cercana a la gran ciudad de la Arena. Ese lugar era denominado la villa del sonido. El mayor pretendía abrir un nuevo mercado en esa zona y nada mejor que moverse allí.

 

 

 

La villa del sonido era pequeña. Tenía pocos habitantes pero se conocían todos entre ellos. Cuando la pareja llegó en carruaje, fue la farmacéutica del pueblo el que se encargó de abrirles la puerta con una sonrisa. Se trataba de una muchacha de pelo rosado y bastante joven. Ayudó a Sasuke a bajar y saludó amigablemente a Orochimaru. Fueron muy bien recibidos. En un principio se alojaron en el hostal, que era llevado por un amante de las pulgas.

 

 

 

-Shino. – se presentó el amo del hostal. Sasuke le hizo una reverencia y Orochimaru sonrió perversamente. – Espero que puedan relajarse de su viaje. Estoy seguro de que fue muy largo.

 

 

 

Orochimaru asintió y acompañó a Shino hacia el restaurante mientras hablaban de mujeres. Sasuke subió a la habitación que les habían dado y observó el pueblo por la ventana.

 

 

 

-Una nueva vida, supongo…

 

 

 

Sasuke se sintió muy cómodo en ese pueblo. Salía a pasear por las mañanas y cada día conocía a algún nuevo habitante que le iba a saludar entre alegrías. Orochimaru se pasaba los días encerrado en su despacho y por las noches le pedía al moreno acción y Sasuke tenía que ceder.

 

 

 

-Y entonces cogí al niño de la farmacéutica y le dije que no me podía hablar así, que era una mujer mayor que él y que me debía respeto. – explicaba la florista, una mujer rubia con los ojos azules. – El pequeño me respondió que me podía hablar como quisiera porqué sería el rey, y entonces yo le di una bofetada. ¿Te puedes creer que el muy granuja fue a quejarse a su madre? Sakura me echó fuera de la farmacia y… - Sasuke se mostraba muy poco interesado en eso. Simplemente la escuchaba por entretenerse ya que los días en la villa del sonido eran extremadamente aburridos.

 

 

 

Pero ese día era diferente, un nuevo habitante había llegado.

 

 

 

-¿Un nuevo habitante? – se preguntó el moreno al ver llegar un carruaje.

 

 

 

-Ya lo creo. – alegó la rubia con una sonrisa. – Tengo entendido que se llama Naruto y que es pintor. Ha venido a estos lugares en busca de inspiración. – la mujer rió pero Sasuke ya no la escuchaba, estaba demasiado interesado en el carro. – No creo que por aquí la encuentre, esto es de lo más aburrido. ¿Sabías que es soltero? Pues sí, he oído que mi prima de la ciudad le pidió casarse con él y él la rechazó. No lo comprendo, porqué la verdad es que mi prima es hermosa, pero Naruto le había dicho que buscaba el amor de una persona que le amase toda la vida y yo que sé qué más. Sasuke, ¿me estás escuchando…? – Pero el moreno ya estaba lejos.

 

 

 

Sasuke corrió a recibirle con una sonrisa. Le apetecía conocer a gente diferente, que no estuviese todo el día explicándole los chismes del pueblo.

 

 

 

Del carruaje salió un joven más mayor que él, pero no demasiado. Era rubio y tenía unos hermosos ojos azules. Sasuke se acercó a él y le saludó con una sonrisa.

 

 

 

-Tú debes ser Naruto, ¿verdad? Te esperábamos con ganas. Acompáñame, que te conduzco al hostal. ¿Vas a quedarte por mucho tiempo?

 

 

 

Sasuke empezó a andar, pero el rubio estaba parado, sin moverse, contemplando embobado al moreno.

 

 

 

-Vine aquí hace algunos meses para saber si este pueblo era adecuado para encontrar mi fuente de inspiración. – explicó. A continuación, le acogió del brazo y le besó el dorso de la mano, acción que provocó un sonrojo en Sasuke. - ¿Por qué no te había visto antes?

 

 

 

-B-Bueno… - tartamudeó, sorprendido. – Vinimos hace poco…

 

 

 

-Ah, de modo que no estás solo… ¿Has llegado con tu hermoso hermano, acaso? – preguntó coqueto Naruto. Si no fuera porqué parecía imposible y había perdido sus esperanzas, Sasuke pensaría que el rubio estaba intentando ligar con él.

 

 

 

-No, vine con mí… - se apenó. –…marido…

 

 

 

Naruto abrió los ojos como platos y se apartó rápidamente del menor.

 

 

 

-Te ruego que me disculpes, no tenía ni idea de que estabas casado, en serio, no pretendía ligar contigo ni nada parecido, por favor, no me malinterpretes… - alegó rápidamente y santificándose. Sasuke sonrió y negó.

 

 

 

-Aún así, me gustaría que fuéramos amigos. Quiero saber muchas más cosas del exterior…

 

 

 

-Será un placer pasar más tiempo contigo.

 

 

 

Así, Sasuke conoció a alguien que le apreciaba de verdad. Salía todo el día con Naruto; iban al río y pasaban allí el día, a veces observando el cielo y otras tirándose agua mutuamente.

 

 

 

-Es precioso, ¿no crees? – preguntaba el moreno.

 

 

 

Naruto asentía frenéticamente, observando el paisaje que tenía alrededor. Sasuke negaba con la cabeza y señalaba el dibujo que Naruto estaba haciendo.

 

 

 

-Me refería a tu dibujo.

 

 

 

-Y yo me refería a ti.

 

 

 

Muchas veces Naruto bromeaba así. Esos comentarios ya no hacían mella en Sasuke.

 

 

 

Comían lo que preparaba Sasuke (la comida que Naruto no se cansaba de alabar) y por las tardes paseaban por el pequeño lago que estaba en medio del bosque. Muchas de esas veces Sasuke se entretenía huyendo de las gotas de agua que él mismo provocaba chapoteando. Naruto se le quedaba viendo desde lejos, sonriendo como un auténtico tonto.

 

 

 

Las noches de sexo fueron sustituidas por noches en vela jugando a cartas con Naruto. Orochimaru también le había cogido mucho cariño al joven pintor.

 

 

 

-Creo que has vuelto a ganar. – sonreía Naruto mostrando sus cartas. Orochimaru sonrió y le guiñó un ojo a Sasuke, quien se encontraba de pie, apoyado detrás de la silla del rubio. Sasuke le devolvió la sonrisa y besó la mejilla de Naruto, como para felicitarle.

 

 

 

Orochimaru y Sasuke se reían con lo fácil que era hacer sonrojar a Naruto.

 

 

 

Así los días fueron pasando y Sasuke creyó que eso era la felicidad absoluta.

 

 

 

El moreno creía que todo seguiría así de perfecto para siempre, pero un día recibió una mala noticia. Su sueño utópico se vio desmoronado.

 

 

 

-Sasuke, debo partir a la ciudad por asuntos personales. Mi madre se está muriendo y debo ayudarla. Volveré en unos meses, pero quiero que me esperes, ¿de acuerdo? Te prometo que soñaré contigo cada día que pase fuera del pueblo y que cuando vuelva, te habré idealizado tanto que verte me parecerá el mejor sueño del mundo…

 

 

 

-Pero… no puedes…

 

 

 

Sasuke lloró entonces entre los brazos de Naruto. Estuvieron así unas cuantas horas hasta que Sasuke se durmió y Naruto pudo marcharse con el corazón partido y cara de sufrimiento.

 

 

 

En el pueblo se comentaba que cuando Naruto se fue, se llevó también la vida de Sasuke. El moreno pasó muy mal esos meses. Los días los pasaba encerrado en casa, llorando o gritando, y las noches dicen que se oían aullidos de dolor en la habitación.

 

 

 

Cuando se lo preguntaban al mayor, Orochimaru solo respondía que eran gemidos de placer de Sasuke, pero todos sabían que Orochimaru no aceptaba respuestas negativas a lo que sexo se refería.

 

 

 

 -¡He dicho que me sueltes! – Sasuke dejó de callarse en el mismo instante en el que Naruto se había ido. - ¡Odio que me pongas los dedos encima!

 

 

 

-¡Cállate!

 

 

 

Luego se oían golpes y cuando parecía que volvía la calma, empezaban los desgarradores gritos de Sasuke y los de Orochimaru, que le pedía que se callase mientras parecían a punto de romper la cama matrimonial. Por la mañana ambos parecían haber olvidado lo de la noche anterior y se comportaban como una pareja normal. Orochimaru fingía preocuparse por su pareja y Sasuke se encerraba como siempre.

 

 

 

Así pasaron los días. Naruto volvió seis meses más tarde, como había prometido, pero el sonriente moreno que había dejado en el pueblo había desaparecido, en su lugar estaba un sombrío chico sin gota de emoción en su cuerpo.

 

 

 

-Sasuke, ¡volví! – gritó eufórico el recién llegado. Sasuke se dejó abrazar, mas no hizo nada. Naruto lo observó, interrogante. Orochimaru apareció por el pasillo.

 

 

 

-No hemos pasado unos buenos meses y Sasuke se ha cerrado más en sí mismo. – comentaba, como si la culpa no la hubiese tenido él. – No te preocupes demasiado, estoy seguro que volverá en sí dentro de poco.

 

 

 

Durante varios días, Naruto se esforzó por repetir las acciones que él y Sasuke llevaban a cabo antes, pero todo había cambiado. El moreno no parecía disfrutarlas en absoluto y en lugar de eso prefería encerrarse en su habitación. Naruto lo comprendió todo cuando una vecina le contó lo que Orochimaru le había estado haciendo a Sasuke por las noches. Una llama interior le quemó y Naruto no volvió a jugar a cartas por las noches con Orochimaru. Sino que se llevaba al marido del joven a beber por ahí para que no estuviese en casa y que al llegar se durmiese sin querer hacer nada.

 

 

 

Los momentos en los que Naruto llevaba al borracho marido a casa de Sasuke, eran los mejores para el rubio. Seguía a Sasuke por media casa arrastrando a su marido hasta llegar a la cama. Luego, los dos depositaban al borracho en la cama y se observaban a los ojos. Era el único momento en el que Naruto estaba serio y Sasuke volvía a ser su Sasuke.

 

 

 

-Parece que cada día gane más peso, ¿no crees? – preguntó Naruto una vez dejó a Orochimaru en la cama. Su mirada parecía penetrar completamente a Sasuke aunque solo le observara a los ojos. El moreno asintió.

 

 

 

-Gracias por traerle de nuevo. Siempre eres muy amable.

 

 

 

-No me cuesta nada entretenerle para evitar el sexo. – susurró. Comprendiendo que había hablado demasiado, el rubio optó por cambiar de tema. – A todo esto, ¿qué tal te van las cosas? Últimamente no me parece que disfrutes demasiado el estar a mí lado. ¿Es que acaso te soy molesto? – Sasuke negó con la cabeza.

 

 

 

-Es que no quiero vivir, Naruto… - susurró el moreno.

 

 

 

-Eso sí que no. No permitiré que pienses así. – gruñó el pintor. Luego se lanzó sobre Sasuke y le abrazó. – Tú vales mucho y tienes muchos motivos para vivir así que no quiero que te dejes morir, ¿de acuerdo? Como me entere de que haces algo para sacarte la vida, prometo que me suicidaré, ¿sí?

 

 

 

Sasuke asintió y correspondió al abrazo.

 

 

 

-Eres la única persona importante para mí, Naruto. – murmuró. Naruto se sonrojó y oculto su cara en el hombro del moreno. – No me dejes nunca más, por favor…

 

 

 

Fue entonces que Sasuke sintió el cuerpo tenso de Naruto y el pequeño bulto que apretaba su estómago. Sus labios se acercaron a los del rubio y ambos se besaron, con pasión, con amor, con ternura… unos sentimientos que Sasuke nunca había experimentado.

 

 

 

Ante el cuerpo dormido de su marido, Naruto empujó a Sasuke al suelo y siguió con el beso. El moreno empezó a desabrocharle el pantalón y a bajárselo, de la misma manera en que el rubio le desvestía a él en tiempo récord. Naruto llenó de saliva su dedo índice y lo introdujo en la entrada de su amante, lentamente, con cuidado. Lo sacó y ensalivó el mismo dedo y el corazón, adentrándolos de nuevo en la estrechez  del moreno.

 

 

 

El tercer dedo no tardó en acompañar a los otros dos. Sasuke se montó literalmente sobre el miembro de Naruto y gimió de placer por primera vez en su vida. Esa fue la primera vez que no tuvo sexo sino que hizo el amor.

 

 

 

-Ah… Naruto… Ah… Si te hubiese conocido antes… - gemía el moreno mientras movía su cuerpo. Naruto hacía auténticos esfuerzos por mantener su miembro bien duro y erecto dentro del moreno, ya que el pequeño Naruto amenazaba con eyacular. Finalmente, el líquido blanquecino inundó la entrada de Sasuke, que no pudo contenerlo y lo dejó derramarse por sus piernas. Sasuke eyaculó en el estómago del rubio, disculpándose por el destrozo.

 

 

 

En ese suelo ambos se entregaron al amor.

 

 

 

Al día siguiente, se esforzaron por no hacerle notar a Orochimaru que algo había cambiado. Naruto y Sasuke pasaban más ratos juntos. Sasuke se dejaba coger las pocas veces que Orochimaru lo deseaba, sin quejas, porqué sabía que por cada vez que el mayor tenía sexo con su cuerpo, su corazón hacía tres veces el amor con Naruto.

 

 

 

Todo parecía ir bien pero eso era la calma antes de la tempestad. Una noche, Orochimaru volvió antes a casa, dispuesto a darle una sorpresa a su marido, pero el que se llevó la sorpresa fue él. Al llegar al cuarto, se encontró a Sasuke en cuatro siendo preparado por Naruto, su amigo. Sintió tanta rabia que apartó a Naruto y empezó a pegar a Sasuke con su bastón. El amante intentó impedirlo, pero varias veces fue apartado. Orochimaru le rompió esa noche a Sasuke una costilla y un brazo, le provocó muchos moratones y le dejó ciego de un ojo.

 

 

 

Naruto nunca se supo perdonar el no haber podido defender mejor a su amor.

 

 

 

Orochimaru le prohibió a Sasuke salir de casa y a Naruto estar en las proximidades de su casa. Todo había acabado mal para los dos amantes que se amaban más que a su propia vida. Para empeorar las cosas, Orochimaru consiguió una orden para que Naruto no volviera a pisar el pueblo. El rubio tuvo que marcharse y sin poder despedirse del que había sido su gran amor.

 

 

 

Los años fueron pasando. Sasuke era como un pájaro para su marido. Un pájaro herido al que debía dejar encerrado dentro de una jaula. Durante los tres años siguientes comentan que nadie vio a Sasuke Uchiha salir de la casa. Al cuarto año, por suerte o por desgracia, Orochimaru enfermó. Los médicos creían que tenía tuberculosis.

 

 

 

Orochimaru murió completamente solo el 18 de abril de 1870. Los vecinos de la villa del sonido cuentan que Sasuke no quiso pasar con él ni un segundo.

 

 

 

En el funeral, Sasuke lucía más blanco que una hoja de papel. Hacía varios años que la luz del sol sólo le entraba por la ventana y estaba falto de vitaminas. Se mareó unas cuantas veces pero se le veía feliz de poder salir al aire libre por fin. En la ceremonia, hubo un invitado inesperado. El joven rubio apareció vestido de negro. Se saltó todos los invitados y saltó a abrazar al moreno.

 

 

 

-He venido lo más rápido que he podido al enterarme. Cuentan que ese viejo asqueroso ha muerto y que ahora estás libre. – Sasuke negó con la cabeza.

 

 

 

-No estoy libre, siempre te he pertenecido.

 

 

 

Naruto sonrió y besó sus labios.

 

 

 

-¿Podrás perdonarme todo lo que te he hecho sufrir, Sasuke? – susurró el rubio rozando el ojo ciego del moreno. Sasuke cogió la mano de Naruto entre las suyas, la besó y sonrió.

 

 

 

-Hace muchos años que te perdoné. Naruto, ahora solo quiero estar contigo…

 

 

 

Durante aquella noche, ambos hicieron de nuevo el amor, pero esta vez sin ocultarse de nada ni de nadie. Ambos se casaron cuando pasó el tiempo de guardar recuerdo del muerto y se mudaron a otro pueblo, a uno al que nunca pudiesen seguirles. A un pueblo lejano en el que pudieron obtener por fin la felicidad que se merecían.

 

 

 

Por eso, el 18 de abril es el día favorito de Sasuke, porqué es el día en que murió su maldito marido impuesto por su familia.

 

 

 

FIN

Notas finales:

Bueno, aquí termina.

¿Qué tal está? ¿Les gustó? Bueno, después de tanto tiempo sin pasarme or aquí, espero que me pueda pasar más pronto....

Muchos besos, gracias por leer y por su (futuro) review!! >wO


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