Érase una vez, hace mucho, mucho, pero que muuuucho tiempo, en un reino muy lejano vivía una reina la cual tenia a su pueblo totalmente asustado, pero no como se comportaba ya que solo con que dejaran de cuidarse y arreglarse no tenían a la reina molestándoles, la temían porque se creía la mas hermosa del planeta y cuando un chico le gustaba lo perseguía hasta que lo convertía en un chico de su propio harem particular, ya que la reina a pesar de tener muchos hombres nunca estaba satisfecha, sobre todo desde que el príncipe Sasuke del reino vecino la rechazo, la chica se volvió una gran amargada la cual necesitaba que un montón de chicos le dijeran lo hermosa que era aunque eso no fuera verdad.
El nombre de esta Reina era Sakura, la chica estaba amargada porque a pesar de su belleza, que no tenia ya que la chica era plana, tenia pocas curvas y su cabello tenia un extraño color rosa, lo único bonito eran sus ojos verdes, pero su carácter vanidoso y la poca inteligencia que tenia le quitaban todo su encanto, no había podido conquistar al príncipe Sasuke el mas popular entre las mujeres.
La reina como cada día se despertó al llegar la mañana, se ducho, vistió, maquillo, peino y se perfumo para después levantarse y acercarse a un gran espejo el cual le dejaba verse de cuerpo completo.
-espejito, espejito, ¿dime quien es la mas bella de este reino?-preguntó con voz melosa
En el espejo una forma comenzó a tomar en ella, un hombre bastante atractivo de cabello plateado, el cual se cubría la boca y uno de sus ojos, este Hombre ojeaba un libro cuando resoplo mirando a Sakura.
Su nombre era Kakashi y vivía en aquel espejo, el era un mago y por azares del destino o mejor dicho, su marido Iruka lo castigo a vivir en el espejo un tiempo y se lo mando a aquella reina para castigarlo aun mas.
Sakura todas las mañana antes de salir de su cuarto preguntaba a Kakashi quien era la mas hermosa del reino.
El pobre kakashi no soportaba tener que aguantarla todos los días pero tenia la esperanza que su querido marido se apiadara de el y le dejara volver.
Suspiro y bajo su libro para mirar a Sakura y con tono aburrido contestarle.
-Como siempre tu eres la mas bella del reino-Sakura sonrió a su respuesta y se fue de aquella habitación, kakashi comenzó a lloriquear-Iruka, cariño perdóname ya, no volveré a meterte mano en publico
A las entradas del reino al llegar el atardecer un rubio viajero comenzó a andar hacia las puertas de la aldea, el chico era muy lindo, mas bien hermoso, su cuerpo era un cuerpo que cualquier envidiaría, sus ojos de un azul como el cielo y sus cabellos dorados, sedosos y brillantes, su ropa era como el de cualquier campesino, pero estas estaban mas ciudades y les sentaban muy bien, se notaba que el chico pobre no era, lo mas seguro es que fuera uno de esos nobles que llegados a cierta edad viajaban para reunir experiencia.
A su lado andaba un gran zorro de pelaje rojizo, este llegaba hasta su cintura, era muy crecido para ser un zorro, pero el animal no se veía muy violento.
Iba a cruzar la puerta cuando un anciano le paro agarrándole el brazo, el joven alzo una ceja mientras miraba al anciano ya que este parecía muy nervioso.
-Hermoso joven no debería entrar a esta aldea, la reina Sakura reina aquí y captura a los jóvenes hermosos que encuentra en el poblado, si quiere seguir su camino no entre o ya no podrá volver a salir
El joven se quedó impresionado por las palabras del anciano el cual se adentraba a la aldea, aquellas palabras del anciano le hacían dudar en entrar en al aldea, pero necesitaba provisiones y no habría otra aldea cerca, además deseaba dormir en una cómoda cama hacia semanas que no disfrutaba de alguna y también debía admitir que deseaba compartir una buena conversación con alguna mujer y dejar a relucir un poco sus habilidades de conquistador, no por nada viajaba para encontrar una pareja con la cual compartir sus días.
Así que se armó de valor y entró en la aldea, intentaría no toparse con esa tal reina Sakura y así no se metería en problemas.
Al entrar en la aldea todo el mundo le miraba, las muchachas suspiraban al verle y los hombres le miraban impresionados, tal vez por haber tenido el valor de entrar allí.
A paso apresurado ya que se sentía incomodo por tantas miradas hasta la posada del lugar.
Al mover la puesta esta rechino un poco, se notaba que no era muy usada, tal vez porque todo el mundo temía a esa tal Sakura, se acercó hasta la recepción donde un chico con coleta parecía dormir en el.
-¿Perdona tiene una habitación?-preguntó picando con su dedo índice al chico
-Mendosena…-suspiró el chico mientras alzaba la cabeza mirándole perezoso-Creo que con solo mirar el sitio se ve que hay habitaciones
-Perdón, jejejeje, la costumbre datebayo-se disculpó riendo nervioso mientras se revolvió los cabello, aun así avanzó su mano para estrechar la del chico-Me llamo Uzumaki Naruto tebayo
-Shikamaru-respondió mientras le estrechaba la mano-no entiendo como te has podido adentrar en este lugar, pero que valor tienes-alabó mientras le daba una llave- esta es tu habitación
Naruto sonrió mientras cogía la llave y se iba a soltar sus cosas, su inseparable kyuubi su zorrito le seguía a todas partes, en cuanto abrió las puertas Kyuubi entro corriendo a la habitación para hacerse un ovillo y tumbarse a dormir.
Naruto sonrió, dejo sus cosas y acarició la cabeza de kyuubi, saldría un rato a la taberna, tenía ganas de conocer gente de allí y divertirse un rato, además así conseguiría información para saber en donde comprar provisiones necesarias hasta la siguiente aldea.
La aldea le parecía bonita, tenía muchas flores, árboles, lindas casas y también se veía que la gente era amable, que pena que tuvieran una reina como la que le habían dicho.
Al entrar en la taberna vio como la gente se estaba divirtiendo y no le extrañaba era la hora donde la gente iba a la posada tras su duro día de trabajo.
Se adentro en ella y se sentó solo en una mesa, aunque su soledad no duro mucho ya que una hermosa rubia de ojos azules se sentó en sus piernas.
-¿Joven viajero que le trae a este lugar?-preguntó melosa mientras le acariciaba el rostro
-Me llamo Naruto hermosa dama y estoy de paso tebayo-sonrió coqueto a la rubia
-Yo soy Ino y es una pena que solo estés de paso, desde que le dieron en el orgullo a al reina no hay jóvenes hermosos en la aldea-se quejó mientras alzaba los brazos molesta
-Lo….lo que dice Ino-chan es verdad…por…por…por culpa de la reina no veo a mi primo Neji-kun desde hace tiempo-tartamudeó una joven pelinegra mientras frotaba sus dedos nerviosa y sonrojada
-Si esa tonta de Sakura se robó al prometido de Hinata, lo peor es que nadie puede hacerle frente, se dice que la reina es una bruja y sabe hacer maleficios-se volvió a quejar la rubia- Bueno dejemos de hablar del diablo a ver si se presenta aquí, y dime ¿no querrías que te acompañáramos mañana a comprar tus víveres? Podríamos hacerte de guía por la aldea
-Estaré complacido de que dos hermosas damas como ustedes me hagan de guía tebayo-sonrió complacido
Naruto comenzó a hablar con las dos muchachas, al cabo de un rato toda la taberna también se unió comenzando una agradable velada que duró hasta entrada la noche.
La mañana llegaba y de nuevo la Reina Sakura se despertaba y seguía todo el ritual que hacia normalmente, aunque hoy se despertaba algo molesta ya que últimamente no había encontrado ningún chico hermoso nuevo.
Se acercó al espejo y kakashi volvió a aparecer, estaba deprimido ya que había logrado contactar con su amado Iruka pero aun estaba enfadado.
Suspiro y se puso a responder a Sakura cuando abrió los ojos enormemente, desapareció y volvió a aparecer antes una extrañada Sakura.
-Manma mia, lo siento mi reina pero hoy no eres la mas bella, lo es un chico que a llegado a la aldea y se hospeda en la posada, por dios si esta mas bueno que el pan, diría que es el muchacho mas sexy que e visto nunca, además del príncipe Sasuke…y mi Iru-chan-susurró eso ultimo para que Sakura no le escuchara
-Así que hay un nuevo chico-gritó sakura feliz- ¡tiene que ser mió!
Sakura salió de su habitación y a gritos ordenó a sus guardias que la acompañaran a traer al nuevo muchacho que dormía en la posada.
Naruto sin saber que pasaba seguía durmiendo en su cómoda cama se despertó al escuchar la puerta abrirse de golpe.
Se frotó los ojos mientras miraba a los guardias que estaban de escolta en la puerta, alzó una ceja y mas al ver como una chica bien vestida, plana, sin curvas y de pelo rosa entraba en la habitación.
Esta al verlo se el iluminaron los ojos y se lanzó a darle un abrazo cosa que el rubio esquivó dando un salto de la cama y cayendo al lado de kyuubi, el cual tenia las cosas de Naruto en la boca.
-Vaya, vaya eres mas sexy de lo que imaginaba-habló melosa Sakura mirando de arriba abajo al rubio el cual estaba en ropa interior
-¿Qui…quien eres tebayo?-preguntó esperando que lo que pensaba no fuera cierto
-Oh, que maleducada soy-respondió aun con el tono meloso poniéndose en pose sexy, una que le dio arcadas al pobre rubio, ninguna mujer le parecía fea, pero aquella mujer de daba malas vibraciones-Soy la reina Sakura soberana de estas tierra y vengo a invitarte a que seas mi amante y disfrutes de todas las ventajas de ser mi favorito
-y….yo…..-su piel se puso de gallina con sólo imaginarse de amante de aquella persona-¡ni loco me hago su amante tebayo!-gritó mientras saltaba por la ventana de la habitación seguido por kyuubi con su ropa
Sakura abrió la boca impresionada para después lanzar un gran grito de rabia, un hombre le había vuelto a rechazar, pero eso no se quedaría así, furiosa llamó mandar al cazador de la aldea, el único hombre al que no le había echado el ojo ya que el Chico era gay y también por su carácter raro e insoportable para ella.
El joven pelinegro apareció delante de la pelirrosa la cual daba vueltas como león enjaulado en la sala del trono mientras retorcía el abanico que llevaba en la mano, el joven tosió ya que la reina no le hacia caso, solo maldecía sobre un chico que la había rechazado.
-¡Sai, quiero que mates a un joven rubio y lindo que me a rechazado!-miró a sai con una sonrisa retorcida-Si me traes su cabeza te devolveré a tu adorado Gaara
-Espero que cumplas tu palabra-tras hacer una reverencia salió de allí
Naruto se le volvió a poner la piel de gallina mientras estornudaba, se encontraba en mitad del bosque aun en ropa interior mientras kyuubi a su lado sostenía todas sus cosas en su hocico y la espalda.
Naruto cogió su ropa y comenzó a vestirse, dios si que le había dado miedo la bruja esa de pelo rosa, por dios si había intentado ponerse melosa, aunque mas que melosa parecía que iba a vomitar la comida del desayuno, también recordó como junto los brazos para parecer que tuviera mas pecho cuando era una tabla de planchar, no, mas bien las tablas tenían mas pecho que ella, también se había levantado el vestido enseñando sus piernas y wakala, por dios si eran piernas de futbolista, a este paso se hacia gay por recordar a la reina.
Ante esos pensamientos movió su cabeza rápidamente y se alborotó el cabello, el nunca seria gay, le encantaban los pechos grandes, las pieles femeninas suaves y sus estrechas cinturitas, aunque esa reina no tenia nada de eso, deseaba llegar lo mas pronto posible a la siguiente aldea y pasar ese trauma que tubo con la reina.
Estaba acariciando la cabeza de Kyuubi para agradecerle cuando un chico pelinegro apareció en aquel lugar, por su vestimenta le dio a entender a Naruto que era un cazador.
Alzó una ceja al mirar al pelinegro, este lo miraba de arriba abajo babeante, la verdad es que sentía que le desnudaba con la mirada, pero este de repente empezó a lloriquear y maldecir su suerte, Naruto acarició a kyuubi y comenzó a alejarse, no quería estar cerca de ese loco.
Pero un peso en su pierna le dificultó su huida, al mirar hacia abajo vio al mismo pelinegro en forma chibi mirándole con lagrimones.
-¡pero que demonios!, suéltame tebayo-gritó mientras movía su pierna intentando que el cazador le soltara
-No puedo soltarte, aunque estés tan bueno, si no te llevo…por lo menos tu cabeza, no me devolverá a mi gaa-chan la loca esa de pelo rosa –seguía lloriqueando mientras manoseaba lo que podía
-¡Esa bruja esta loca!, deja de manosearme tebayo-gritó mientras seguía intentando quitárselo de encima con una rama utilizándola de palanca- tal vez podamos llegar a un acuerdo, pero suelta tebayo
-¿Acuerdo?-El pelinegro se soltó volviendo a la normalidad y mirando a Naruto expectante- soy Sai, ahora dime que has pensado
-um, según escuche la bruja esa es muy tonta, ¿no? –Naruto sonrió zorrunamente se acercó hasta un gran maderote y comenzó a tallar su cara, con paja le hizo el cabello y se lo entregó a Sai- llévale esto, seguro que la muy tonta se cree que es mi cabeza
Sai le miró con brillitos mientras cogía la escultura de la cabeza de Naruto, se inventaría alguna excusa para lo dura que estaba, así se aseguraría que fuera más creíble, antes de irse a ver a la reina y llevar su pedido se volvió a acercar a Naruto colocando su mano en su hombro mientras le miraba seriamente.
-Mas adelante esta la casa de unos enanitos, te aconsejo que pases un tiempo allí antes de ir a la siguiente ciudad, la reina vigilara todo durante algo de tiempo –avisó seriamente
-Pues vaya con la bruja…-susurró molesto naruto
-Te invitaría a casa, así nos montamos un trío, gaa-chan, tu y yo, pero allí seria peligroso, pero si quieres no soy quien para decirte que no-terminó de decir la mar de feliz
A Naruto le salió una vena en la frente y de un puñetazo tumbó a sai en el suelo mientras el se iba andando hacia la casa que el había indicado Sai muy molesto y maldiciendo a los pervertidos que había en aquel lugar, desde la reina hasta sai.
Siguió andando junto con kyuubi hasta que dio con la casa, le parecía bastante grande para ser de unos enanitos, por afuera se veía bien cuidada y linda.
Se armó de valor, que mas le podría pasar en aquel reino que no le hubiera pasado ya, abrió la puerta, todo se encontraba a oscuras, ¿acaso los enanitos no estaban en casa?, se adentró en ella pero tras dar un paso calló de bruces contra el suelo por haber tropezado con algo.
Por el ruido que armó, la sala se alumbró completamente, tres chicos se habían levantado de un salto de la cama, uno era pelirrojo y había que decir que de rostro infantil, otro era pelinegro con unas ojeras debajo de los ojos, de cabello largo, atado en una coleta y el tercero era rubio, de cabello largo, ojos azules y media coleta.
Pero lo que más llamaba la atención no eran los tres atractivos chicos si no lo desordenada que estaba la casa, por dios si hasta comida pasada y en descomposición había por la mesa, kyuubi dio unos pasos hacia atrás y sin que Naruto se diera cuenta salió corriendo hacia el bosque, ni loco el zorro se quedaba allí.
-¿per…perdonad…so..sois los enanitos que conocen a sai, tebayo?-preguntó dudoso-kyuubi hijo de la gran….,mira que huir-maldijo al zorro en sus pensamientos
-Si, nosotros somos esos-dijo orgulloso el pelinegro adelantándose
-Em…¿los enanitos no eran siete?, además vosotros…no es que seáis enanitos tebayo-respondió con un tic en la ceja, ese reino estaba lleno de locos y lo peor es que aun no podía irse
-Esos son nuestros vecinos, los muy suertudos hicieron una película para disney hace muchísimo tiempo y ahora se pavonean por todos los sitios creyéndose los reyes-murmuró el pelirrojo molesto y cruzado de brazos
-y sobre la altura….es que nos alimentamos bastante bien desde pequeños, no tenemos nada pequeño-terminó de decir el rubio alzando mas la voz en el nada
-em…-naruto se encontraba mas nervioso estaba prefiriendo arriesgarse a ser descubierto a quedarse con esos tres locos
-Tu debes ser la nueva sirvienta que le pedimos a Sai que nos mandara, te tenemos ya el uniforme, vamos a ponértelo-dijo itachi mientras se acercaba con un corto vestido de maid, cofia incluida
Tras un gran forcejeo entre Naruto y los tres “enanitos”, estos tres lograron colocarle el uniforme a Naruto, sonrieron satisfechos ya que el uniforme le quedaba a las mil maravillas.
Naruto exhausto se sentó en el suelo mientras los tres “enanitos” se cambiaban de ropa, el pobre rubio maldecía a ese reino, a la gente loca que vivía allí, a su mala suerte y en el día que pisó esa aldea con la loca reina de pelo rosa.
Lloriqueaba cuando una mano se posó en su hombro, el rubio le miraba con una gran sonrisa y llevaba una bolsa a sus espadas.
-Bueno rubio nosotros nos vamos a trabajar tu encárgate de limpiar la casa
-Am….yo……me llamo Naruto….-Soltó aun sin saber que demonios estaba pasando allí
-Vale naru-chan, yo me llamo Deidara, el pelinegro es Itachi y el pelirrojo es Sasori-nombró a todos sonriente para luego salir de la casa-¡llegaremos mañana al medio día Naru-chan!-gritó desde afuera
Naruto no sabía a que se dedicaban esos tres pero no quería saberlo y mas si es un trabajo el cual se van al medio día y vuelven al día siguiente para la misma hora pasando toda la noche fuera.
Se levantó apoyándose en la escoba para luego ver el desastre de casa que tenían, ropa por todos lados, comida descompuesta, cajas vacías de comida, platos sucios y un largo etc, Naruto no pudó evitar volver a lloriquear, además de tener que limpiar tenia que portar ese traje que no dejaba nada ala imaginación.
Comenzó a tirar las cajas vacías, algunas estaban hasta pegadas en el suelo, después barió el suelo por lo menos para poder moverse tranquilamente sin tropezar, tras eso se puso a limpiar los muebles, fue de lo que mas le costó ya que había cosas de dudosa procedencia.
Tras lograr limpiar los muebles lavó toda la bajilla, metió toda la ropa para lavar ya que no había ninguna limpia y después colocó sabanas nuevas en la cama, por suerte había algunas limpias, tendió la colada y exhausto se tumbó en una de las camas a dormir.
En el castillo Sai había llegado con la escultura de la cabeza de Naruto hasta la reina Sakura, este al verla se alegró y rió como maniática.
-Jajajajaja, tengo la cabeza del chico que me rechazó, y es un detalle que la hayas recubierto de sabia para que este duro como un árbol y pueda mantenerla de trofeo-reía mirando aquello-como prometí te doy a gaara de nuevo-chasqueo los dedos y unos guardias traían a un joven pelirrojo de ojos aguamarina
-¡Gaa-chan!-grito Sai abriendo sus brazos
-¡Sai!
El pelirrojo corrió hasta los brazos de Sai el cual le abrazó fuertemente para luego irse los dos antes de que Sakura se diera cuenta de la mentira, huirían muy lejos de aquel reino, seguro que los dos podrían vivir de actuaciones ambulantes o algo, Sakura seguía riendo desquiciada mientras bailaba con la escultura de la cabeza de Naruto, kakashi que desde el espejo veía todo le resbalaba una gota por la cabeza, vaya tipa mas loca era la reina de aquel reino.
El día llegó de nuevo y Sakura volvió a realizar todo el ritual mañanero, al llegar al espejo kakashi volvió a salir en el espejo antes de que le preguntara, pero esta vez no apartó la vista del libro mientras apoyaba en un lateral del espejo uno de sus brazos en pose aburrida.
-si, si, ya se que vas a preguntar, pero déjame decirte que no eres la mas hermosa, Naruto se salvó, vive en el claro del bosque con 3 enanitos y no intentes perseguir a Sai están en un lugar seguro-kakashi seguía leyendo el libro sin prestar atención a la cara de enfado de sakura- te doy un consejo gratuito, deja todo de lado y hazte lesbiana, a lo mejor con las mujeres tienes mas popularidad
Tras decir aquellas palabras Kakashi desapreció dejando a una muy furiosa Sakura.
Esta comenzó a andar por los pasillos con paso firme, cada paso que daba se escuchaba por todo el castillo, lo raro es que no temblara de la fuerza que ponía en sus pisadas.
Esta llegó hasta el sótano, en el no había nada solo muebles viejos para cualquiera que entrara, pero esa sala tenia un secreto, Sakura se acercó hasta un candelabro el cual giró y el muro se abrió.
Se adentró por esa abertura hasta una sala llena de libros y en medio un gran caldero al fuego.
Sacó un gran libro el cual comenzó a pasar las páginas, en el lomo se podía leer el título “mil y un maleficios para tontos”, llegó hasta una de las paginas y sonrió macabramente mientras se frotaba las manos orgullosa, nadie que rechazaba a Sakura, excepto Sasuke, podía salir con vida.
Comenzó a introducir ingredientes en el caldero mientras removía y reía, cualquiera que la viera, si antes le temían ahora huirían de aquel reino.
Mientras mezclaba todo maldecía al muchacho rubio, aquel que la había rechazado delante de sus guardias, la reina era demasiado rencorosa, no había nada en el mundo que no odiara, hasta cualquier lindo pajarito que se posara en su ventana acababa siendo odiado por la reina, todo el pueblo pensaba si es que la reina no tubo infancia de lo amargada que podía llegar a ser, por eso no le extrañaban que la gente le rechazara y nunca encontrara marido.
Tras terminar toda la poción cogió una manzana roja y la metió en el caldero recubriéndola de aquella poción que era un potente veneno que mataría a la persona con un solo mordisco.
Sonrió mirando la manzana rojiza para luego introducirla en una cesta llena de otras manzanas rojizas, así es, la reina introdujo la manzana roja en una cesta llena de ellas.
-buf, hecho todo el conjuro ahora solo tengo que cambiarme con al ropa de una viejecita para dársela, aunque con mi belleza no podré hacerme pasar por una, pero lo intentare-rió Sakura maniáticamente
En la casa de los enanitos donde se encontraba Naruto hacia rato que había despertado, llegaba del pequeño mercado que tenían en aquel lugar entre los que vivían en aquellas pequeñas casas, por suerte había podido ponerse ropa normal, había conocido a aquellos pequeños siete enanitos y era verdad lo que le había dicho Sasori, la fama se les había subido a ala cabeza.
También se encontró con un hada del bosque bipolar, llevaba una mascara que le pareció con forma de pirueta naranja, le acompañaba una especia de planta carnívora mutante la cual la mitad era blanca y la otra negra, el hada se paso todo el tiempo intentando que se uniera a el para conquistar el mundo, por dios, que hada pensaría eso, después de esos dos seres extraños le abordaron un loco de la religión que quería que entrara a no se que secta, mientras su compañero le decía que debía pagar una cuota desorbitarte, por dios quien en su sano juicio llevaba lo que el pedía en el bolsillo.
Cuando llegó a la zona del pescado, el primo de la Sirenita esa tan famosa de disney, que tenia pinta de tiburón le atendió, al principio le dio miedo, pero el tritón o lo que fuera se comportó bien con el, mientras estuviera allí le compraría a el todo pescado que necesitara.
En el puesto de verdura se encontraba un hombre perro el cual se presento como kiba, el también el atendió amablemente, incluso se hicieron amigos, le habló de su pareja, un humano que sabia como controlar a los insectos y que hacia una miel muy rica, le prometió que al día siguiente le llevaría algún tarro.
Al acercarse al puesto de la carne se topó con un chico lleno de piercing y otro con el cabello rojizo ademas de ojos extraños, al lado había un puesto lleno de flores la cual llevaba una chica de cabello azul, la cual hacia papiroflexia de formas diferentes, a pesar de su aspecto atemorizante eran una buenas personas y agradables.
La verdad haber ido al mercado no había estado mal, es verdad que había seres extraños, pero también gente agradable, como el chico que decía que era el hermano de peter pan y que podía volar aunque solo daba grandes saltos y exclamará “que si el poder de la juventud esto y que si aquello”, la chica malabarista con traje chico y los dos coquitos, o si, y el gracioso gordito bonachón que estaba en el puesto de la panadería el cual le regaló un dulce por su compra, sin duda volvería a ir al día siguiente aunque solo fuera para hablar con ellos.
Estaba preparando la comida para los cuatro con todo lo que había comprado cuando tocaron a la puerta, se limpio las manos y fue a abrir.
Delante de el había una viejecita, bastante fea por cierto que portaba manzanas, alzó una ceja mirándola ya que le parecía conocida.
-¿nos conocemos de algo?-preguntó cruzándose de brazos
-Que….que va muchacho-respondió nerviosa la ancianita-solo soy una vecina que vive unas cuantas casas mas allá y pensé darte la bienvenida regalándote esta jugosa manzana de mi huerto-terminó de decir mientras posaba la manzana delante de el
-¡OH!, ¡gracias!-exclamó agradecido mientras la cogía y le daba un mordisco-que rica
-Em…no sientes algo extraño-preguntó dudosa
-Que va, si esta muy rica la manzana tebayo-respondió dándole otro mordisco
-¿Me deja ver la manzana?-pidió mientras extendía la mano y Naruto le daba la manzana, miró como en su cesta había mas rojas y la de su mano también era roja y ninguna se diferenciaba de la otra-Mierda….deberían decir en las instrucciones de no meter la manzana envenenada con otras normales-bufo mientras pensaba lo ultimo-pues de perdidos al rió….-terminó de decir mientras le estrellaba la manzana en la cabeza a Naruto y lo dejaba inconsciente en el suelo
La reina Sakura se fue contenta, estaba segura que con ese golpe había matado al chico rubio, lo que la reina no sabia es que de un golpe tan flojo no se mata a alguien, pero ella estaba tan feliz que ni de eso se había dado cuenta.
Seguía caminando y cantando mientras daba saltitos contenta por su proeza que a la joven reina le dio hambre.
Introdujo su mano en la cesta y de allí sacó una rojiza manzana, se lamió sus labios y tiró un mordisco de ella, cosa que la manzana le supo rara.
-Oh, oh…..-dijo para luego caer en el suelo con espuma por la boca
La reina Sakura se había comido la manzana envenenada que ella misma había creado, muriendo cerca de la aldea en mitad del bosque, El cuerpo de Sakura se abría quedado allí para siempre, pero el hada bipolar apareció en el claro con su acompañante la planta carnívora.
-Mira zetsu carne-señaló a la pelirosa
-No gracias Tobi, esa chica no me parece comestible-respondió con cara de asqueo
-Ya se, como Tobi es buen chico la congelara y la usara para espantar a los enemigos cuando vayamos a conquistar el mundo-respondió orgulloso mientras cogía el cuerpo-Que mal huele, esa cosa debía haber sido bueno como Tobi y darse baños
-No toda la gente es limpia Tobi-terminó de decir mientras ayudaba a cargar el cuerpo de la reina
En la casa de los enanitos los tres volvieron mientras sonreían por el gran tesoro que habían logrado extraer de las minas tras entrar cuando los siete enanitos se tomaron las vacaciones de una semana, si los tres chicos aprovechaban la noche para irles a robar a sus vecinos, de todas maneras unos pocas joyas no se iban a dar cuenta.
Al entrar vieron a Naruto en el suelo, se pusieron blancos y comenzaron a correr por todos lados sin saber que hacer.
-Por dios quien mato a Naru-chan y nos dejaron el muerto, que nos caerá una gorda-gritaban los tres mientras se echaban las manos a la cabeza
-Solo nos queda dejar el cuerpo en el bosque y hacernos los desentendido-susurró Itachi mientras acercaba a Sasori y Deidara para que le escucharan
El rubio y el pelirrojo asintieron, el pelirrojo salio de la casa mientras Itachi y Deidara alzaban a Naruto, tras volver Sasori este traían una carretilla y en el posaron a Naruto.
Antes de salir miraron de lado a lado para ver si alguien estaba por allí y lo más rápido que podían correr se adentraron al bosque.
Anduvieron hasta que encontraron un claro iluminado, posaron a Naruto y comenzaron a enterrarlo en flores, pensaban que si le daba mucho el sol se descompondría antes y por si acaso lo enterrarían en flores vaya que alguien pasara y descubriera el cadáver.
Los tres se fueron del claro escondiéndose en los arbustos, no querían ser descubiertos y acusados de asesinato.
Mientras se iban, un Príncipe que vestía se negro, portaba una Katana, su pelo era azabache, al igual que sus ojos, pero su pelo estaba elevado por detrás, bastante apuesto, del cual todas la chicas caían desmayadas por el suelo en cuanto posaba una mirada en ellas paraba por aquel lugar.
Al ver como tres personas huían escondiéndose de los arbustos le llamo la atención, así que acudió al mismo claro donde parecía que habían salido esos tres, allí solo veía un gran bulto cubierto de flores, se acercó a el y comenzó a quitar flores dejando al descubierto una cara muy hermosa que le dejo impresionado, así que apresuroso quitó todas las flores que cubrían a ese ser y como el azabache imaginaba, el chico era hermoso, sonrió de medio lado y se acercó a sus labios los cuales beso.
Comenzó a acariciar el pecho por debajo de la ropa de Naruto cuando este abrió poco a poco sus ojos.
El pelinegro sonrió de medio lado al ver somos su hermosura por fin abría aquellos ojos y que ojazos poseía, el muchacho no tenia desperdicio.
-¿Que demonios crees que estas haciendo?-gritó mientras se quitaba al pelinegro de encima
-Pues tocar a mi futuro esposo-sonrió de medio lado-Si no me equivoco eres el noble Uzumaki Naruto, no te e visto mucho pero tu cabello rubio es inconfundible-cogió el rostro de Naruto mientras le miraba enfadado-Debes de estar orgulloso que el príncipe Sasuke quiera hacerte su esposo
-Ni loco, ¡yo no soy gay tebayo!-gritó mientras se alzaba de pie y comenzaba a correr, de verdad que desde que había entrado a ese reino tenía muy mala suerte
-¡No escaparas!-gritó Sasuke mientras le lanzaba una cuerda atrapando al rubio, amordazándolo y llevándoselo cautivo sin que el rubio pudiera oponer resistencia.
En la aldea la noticia de que Sakura había muerto alegró a los aldeanos, los chicos pudieron volver con sus familias, parejas y esposas, la vida en la aldea comenzó a ser mas alegre.
Kyuubi consiguió pareja con una kitsune igual que el y tuvieron una gran familia.
Los tres enanitos se hicieron ricos, famosos y consiguieron muchas sirvienta que les limpiaran su gran casa.
Tobi y zetsu siguieron intentando conquistar el mundo hasta que consiguieron una serie de animación basada en ellos dos pero en ratones.
Los locos de la religión siguieron intentando conseguir adeptos y dinero.
El mercado siguió tan animado como siempre, pero la gente de la aldea los visitaba bastante ya que tenían cosas de muy buena calidad.
Sai dejo de ser cazador y se dedicó a la pintura haciéndose famoso mientras su marido gaara le cuidaba bastante bien.
Kakashi por fin fue perdonado por Iruka y lo saco del espejo pero lo tuvo en abstinencia por algún tiempo ya que volvió a meter la pata nada mas salir de su castigo.
Por otra parte tras muchas persecuciones Sasuke consiguió conquistar a Naruto y se casaron, viviendo en una noche eterna de bodas, si Sasuke no le dejaba descansar y Naruto menos quería parar, ahora el pobre castillo sufría de insomnio por culpa de sus dos nuevos reyes pero estaban feliz al ver lo mucho que se amaban, así que por eso les perdonaban…por eso y el poder disfrutar de aquellas dos bellezas juntas, ahora muchos aldeanos entendieron por que su príncipe nunca se fijo en una mujer.
Así que todo el mundo vivieron felicites y comieron perdices fin.
-wow papa era una historia extraña pero muy linda-decía un pequeño niño de cabello negro y ojos de un azul hermoso
-jum, no por nada soy escritor mi pequeño Susumu-respondió orgulloso un adulto de cabellos negro mientras arropaba a su hijo para después salir- buenas noches mi pequeño
-Sasuke porque siempre pones de mala a Sakura, tebayo, que el beso que nos dimos en la secundaria fue accidental, deja de pagarlo ya con la pobre-bufó un rubio el cual estaba apoyado en la pared de afuera con los brazos cruzados
-Nunca perdonare a Sakura por haberte robado tu primer beso, aunque fuera accidental, tu primer beso debía ser mió, como las otras cosas Naruto-gruñó Sasuke
-Anda ve a terminar las páginas que te quedan del manuscrito, te preparare un te-suspiró mientras abrazaba a Sasuke
-Esta bien, pero después hagamos lo mismo que los reyes del cuento dobe-ronroneó meloso mientras apretaba el trasero de su esposo
-Hentai-gruñó mientras hacia un puchero
-Pero así te gusto amor-bromeó mientras lo alzaba a estilo nupcial y lo llevaba a la habitación
Esta noche tendrían otra noche movidita, suerte que habían insonorizado la habitación para no molestar a su hijo, la editorial tendría que esperar por otro bet-seller del gran Uchiha Sasuke, primero el escritor debía “comerse” a su dulce maridito, su gran imaginación solo estaba con el y en que hacerle esa noche y porque no, encargarle un hermanito a Susumu, seria lindo tener un bebe parecido a su dobe.
Mientras tanto el dulce Susumu soñaba con el maravilloso cuento que le había contado su padre, con el noble Naruto el cual se imaginaba como su mami y el príncipe sasuke como su padre, aunque no entendía porque a sus tíos, Deidara e Itachi hacían de ladrones con su amigo Sasori, ni porque de muchas cosas, solo entendía que su padre era muy rencoroso y vengativo, siempre lo decía su mami.