‘‘-Hermano te quiero, pronto volveré- Esas palabras fueron su despedida, justo antes que tomara ese avión y se fuera a estudiar a Inglaterra, 4 años han pasado desde la ultima ves que lo vi ¿cuanto habrá crecido? ¿por fin habrá conseguido una niña con quien salir? No puedo esperar más para verlo’’
Estos eran los pensamientos de Miguel, un chico de unos 20 años pelo castaño y ojos verdes, que se encontraba esperando en el aeropuerto a que el vuelo de su hermano menor Andrés llegara, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el altoparlante, que anunciaba que el avión había llegado. Espero más o menos media hora, buscaba la tierna cara de su hermano por todas partes, pero antes que pudiera encontrarlo una mano tocó su hombro, se dio vuelta y se encontró con un hombre mas alto que el, antes de poder decir o hacer cualquier cosa, el hombre lo abrazó.
-¡Hola! Tanto tiempo ¿Cómo has estado? ¿Cómo está mamá?
Miguel no entendía nada ¿Quién mierda era este hombre? Se apartó del los brazos del extraño.
-¡¿Qué mierda?! - cuando se fijo bien, el hombre era más alto que el, de pelo color castaño, un poco más claro que el suyo y de unos ojos cafés oscuros.
-Jajaja a que he cambiado, por fin logre pasarte Miguel.
-Que bien por ti, ahora dime ¡¿Quién coño eres?!
-Jajaja aun no logras reconocerme, soy Andrés tu hermano, ahora si me reconoces?
-O.O eso es imposible! Como cuanto mides! Solo tienes 18, no me puedes haber pasado!
-jajajajajajjaj!
-Deja de reírte!- Lo miro de manera acusadora.
-ya, tranquilo je, mido como 1.90 y tu, creciste aunque sea un poco?
-siiii!! Mido 1.82- dijo mostrándose orgulloso- ya pero eso dejémoslo para después, ahora… dame tus maletas, que este lugar esta lleno de gente, me está apestando.
Agarró la maleta azul que su hermano tenia al lado y comenzó a caminar en dirección al auto, Andrés simplemente lo siguió llevando la otra maleta del mismo color. Se subieron al auto y partieron en seguida, al inicio todo fue silencio, pero Miguel decidió romper el silencio.
-Y como te fue en Inglaterra? Hacia mucho frío? Alguna ‘‘amiga’’ por ahí? Jajjajaja
-Me fue muy bien, las cosas aya son muy distintas y me congelaba por el frío los primeros meses, pero luego me fui acostumbrando- Sonrío muy tiernamente ¿y tu? ¿Qué has hecho? Aun no me respondes ¿Cómo está mamá?.
-Mamá esta muy bien, cuando me fui estaba haciendo comida, para cuando llegaras, yo estoy estudiando arquitectura, todo ha estado tranquilo en la casa.
- ¿Y esa novia tuya? ¿como se llamaba?…Laura
- Con ella terminamos hace mucho, se volvió aburrido, era demasiado celosa jeje.
-Mmm.....
-¿Qué pasa?
-Es que… tu jamás duras mas de un mes con una chica, terminaras solo.
-No es mi culpa, es que ellas jamás son lo que espero.
-Excusas ¬¬
-¡Es verdad! ¡Mira ya llegamos!.
El auto estaciono en una casa bastante linda de color ladrillo, los dos hermanos se bajaron del auto, caminaron hacia la casa y Miguel sacó las llaves para abrir la puerta, pero no pudo hacerlo porque Andrés lo había abrazado haciendo que se le cayeran las llaves.
-¡¿Pero que..?! ¿Qué demonios estás haciendo?
-Perdona, pero te extrañe mucho, no puedo creer que por fin nos vemos de nuevo :D.
-Si, yo también estoy feliz, pero por lo menos déjame abrir la puerta de la casa.
-Si, perdón- Andrés se mostró un poco triste al tener que soltar a su hermano, Miguel no notó nada de esto, así que recogió las llaves como si nada y abrió la puerta.
-¡Hola! ¡Mamá, ya llegamos!
-¡Miguel, estas con Andrés!- Se escucho la voz de una mujer gritar desde la cocina.
-¡Si!
-¡Bien, tráelo a la cocina!- Sin más, Miguel y Andrés se dirigieron a la cocina, apenas llegando a la cocina, una mujer adulta, de pelo castaño, más oscuro que el de sus dos hijos, abrazó fuertemente a el menos de sus hijos.
-Oh Andrés, que alto y guapo te has puesto, eres todo un hombre-dijo mientras abrazaba más fuerte a su hijo.
-¡Mamá! Te he extrañado mucho- Devolvió el abrazo.
-Debes tener mucha hambre, después del viaje- La mujer se separo de su hijo y se sentó en una mesa, llena de comida.
-Demasiada- Esta ves fue Miguel quien respondió, el cual se sentía apartado de toda la escenita familiar de abrazos y cariños.
-Jajaja yo también tengo mucha hambre.
-Bien, entonces vengan a sentarse.
La comida pasó muy tranquila, Andrés tenia que responder todas las preguntas de su madre y Miguel simplemente comía. Se volvió de noche y los dos hermanos se fueron a dormir, dormían e la misma pieza, Miguel se cambiaba a pijama mientras Andrés se lavaba los diente para dormir.
-¿Cual cama quieres ocupas?- Comentó Miguel al ver salir a su hermano del baño.
-Cualquiera, a ti te gusta estar cerca de la ventana, así que duerme en esta de aya- Apunto a la cama que se encontraba al lado de la ventana.
-¡Gracias!
Se acostaron y apagaron la luz, dejando solo la luz de la luna para poder ver algo.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
Miguel se encontraba medio dormido cuando sintió como alguien se metía en su cama, al abrir los ojos vio a su hermano acostado al lado suyo.
-¿Puedo dormir con tigo?- Cada ves se pegaba más a su hermano.
-Esta bien- Al decir esto, se pego más a la muralla para darle más espacio a su hermano, pero Andrés lo abrazo, pegándose aún más a el, Miguel no se apartó, se sentía bien volver a estar como cuando eran chicos, casi instanstáneamente se quedó dormido.