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¿Eso es todo lo que me puede ofrecer Itachi Uchiha? por misery_182

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Notas del fanfic:

Hey, se que no hace mucho publique algo por aquí, pero bueno ahora quisiera compartir este pequeño pero significativo texto con ustedes xD

Lo escribí cierto día escuchando la canción de Te espero sentada de Shakira xD

Espero les guste, y sin mas, ¡a leer!





Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.

Rubio, ojiazul, hermoso a los ojos de cualquiera. Su largo cabello estaba atado en una media cola. De no más de veinte años. Usaba tenis Converse negros, un pantalón vaquero, camisa lisa de color negro, un abrigo y bufanda que hacia juego. Se encontraba sentado en una pequeña barda de un metro aproximadamente.

Se veía bien, en especial ese día. Estaba nublado y hacía frío. Eran alrededor de las cinco de la tarde, por una calle bastante concurrida, y a pesar de eso, había muy poca gente. Sus azules ojos miraban constantemente su reloj de pulsera, un caro y fino reloj, grande para él. Luego iban directo a un charco enfrente de sí.

Giraba el rostro y se estiraba para tener mejor visión, parecía que buscaba algo o a alguien. De pronto veía al cielo esperando que no lloviera. Suspiro largamente. Y seguía buscando.

Junto sus manos y las llevo a su rostro, las posó en su boca sintiendo su cálido aliento para luego frotarlas, las escondió luego en las bolsas de su abrigo. Volvió a mirar la hora, había pasado más tiempo del que creyó, tenía más de una hora ahí, casi dos. Esta vez no lo vería, suerte para la próxima.

Pero eso no era posible, quería verlo, necesitaba verlo ese día, precisamente este día. ¿Aniversario? No. ¿Cumpleaños? Para nada. ¿Entonces? Lo extrañaba, sí, eso, lo extrañaba y mucho. Debía verlo cada día a cada segundo, sentía que moría si no lo tenía cerca. Volvió a mirar su reloj y antes de que pudiera leer la hora una gota callo en el. Levanto la cabeza sintiendo más en el rostro, miro al frente y vio a la gente correr, pero que buena suerte.

De un brinco bajo de la barda y, sin fijarse, comenzó a cruzar la calle corriendo, debía protegerse de la lluvia. Escucho el claxon de un auto y luego como rechinaban las llantas del mismo, se giro pudiendo notar como se había detenido justo unos centímetros antes de arrollarlo.
El conductor esbozo una siniestra sonrisa detallando su cuerpo, aun a pesar de los vidrios polarizados el menor pudo notar eso. Frunció el ceño molesto y abrió la boca para poder decirle lo que pensaba al tipo ese.

-Deidara- escucho a lo lejos, vio a un pelinegro llegar -¿Estás bien?- preguntó tomándole el rostro.

-Si- respondió intentando sonreír, el recién llegado limpiaba su rostro de la lluvia, aunque esta seguía cayendo sobre ambos.

-Vámonos- ordeno tomándolo de la mano, sacándolo del lugar. Él iba despacio y el otro caminaba rápido, queriendo escabullirse del agua que caía sobre la ciudad, pero entre más rápido iba el pelinegro el menor caminaba más despacio, molestándolo.

-Deidara- lo llamo -ya basta.

-Bésame- dijo sin más mirándolo a los ojos.

-No- se giro volviendo a caminar, jalándolo a su gusto. Llegaron a un edificio, dirigiéndose al elevador, marcando el número del piso en que vivía; apenas y se cerraron las puertas el azabache atrajo al ojiazul por la cintura para dedicarse a besarlo dulcemente en los labios. Mordiendo suavemente su labio inferior, sin querer que se tornara más profundo, se separaba. El elevador se había detenido.

-¿Qué hacías hay?- pregunto entrando a su departamento.

-Te esperaba.

-¿Esperarme?- el menor asintió viéndolo irse por el pasillo -¿Por qué no me llamaste?- regresó con una toalla, quito la liga que sostenía su rubio cabello y comenzó a secarlo.

-Tenía la intuición de que llegarías- respondió sonriendo, el mayor negó esbozando una sonrisa de medio lado.

-Ven- lo llamo entrando a la cocina, este se sentó en un banco de la barra esperando al moreno.

-Me hubieras llamado, habría ido de inmediato tontito, mírate, ahora estas mojado y seguro que te enfermas y tendré que cuidarte...- lo reprendió.

-¿Y no te gustaría cuidarme?- haciéndose el ofendido y de una manera muy sensual.

-Sabes que si...- trago grueso -mejor vete a cambiar...- ordeno dándole la espalda.

-Itachi- lo llamo melosamente -¿Por qué mejor no me ayudas... a cambiarme?- caminaba seductoramente hasta él, sin que pudiera verlo.

-Mañana tienes que ir a la escuela...- advirtió.

-No... se suspendieron las clases- corrigió girándolo lentamente.

-¿Prometes que terminaremos temprano?- pregunto en un susurro sobre sus labios, abrazándolo por la cintura. Deidara era un chico difícil de complacer en muchos aspectos, y en el sexo no era la excepción. Itachi sabía eso, suerte que podía llevarle el ritmo, sino, habría terminado botado como las anteriores parejas del rubio.

-Mph... si- dudo al responder y sonrió de medio lado. Veía la camisa de moreno, comenzó a desabotonarla lo más lento que pudo, acariciando su piel, chocando su aliento con el contrario. El azabache lo detuvo al sentir como intentaba quitarle la prenda.

-Aun no- le susurro tomándolo por las canillas para luego cargarlo. El menor enrollo las piernas en su cintura, y los brazos en su cuello, jugando con el negro y húmedo cabello de su pareja.

Casi era media noche, y el rubio seguía siendo embestido por el mayor. Sabía que sería una larga noche, como todas las demás que pasaba con él.

Podía, cabe decir que le gustaba, recordar la primera vez que estuvo con él en la cama. Seis veces. Cualquiera pensaría que son demasiadas, y lo son, él se encontraba... ¿Cómo decirlo? Complacido, pero el rubio no. Se recostó a su lado, con la intención de dormir, pero sintió un peso en su abdomen.

-¿Eso es todo lo que me puede ofrecer Itachi Uchiha?- pregunto burlón, el nombrado lo miró con el ceño fruncido.

-¿Más?- pregunto tomándolo por las canillas y levantándose levemente.

-Mucho más- respondió sonriendo. Siguieron el resto de la noche y por la mañana también. El Uchiha estaba exhausto, Deidara también, ¿y qué?

-Dijiste que terminaríamos temprano- dijo el azabache al menor.

-Es temprano...

-Son las cuatro de la mañana.

-Es temprano, ¿o no?- bromeo sonriendo.

-Nunca cambias- se recostó en su pecho.

-No, ¿Y tú sigues con la manía de dormir en mi pecho?- lo abrazó.

-Sí- quedándose dormido dos segundos después.

La lluvia seguía cayendo afuera, a ninguno le importó, truene o relampaguee, ellos seguirán amándose, tantas veces como les sea necesario.

-Oye- lo llamo sonriendo, al tiempo que jugaba con su cabello, el mayor bufo. -¿Eso es todo lo que me puede ofrecer Itachi Uchiha?

Notas finales:

¿Que tal? ¿Como estuvo? Neta, si les ha gustado haganmelo saber en un review, y si no, pues también xD Se aceptan críticas constructivas :D

No se que mas decir... se aceptan sugerencias para algún fanfic xDDDDD Broma... pero igual no habrá problema si quisieran que les dedicara alguno o algo por el estilo ñ.ñ

Nos veremos luego, cuídense mucho, besos.





misery_182


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