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Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Amo el yaoi" por Endou_Riku

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Notas del fanfic:

Holaa etto no estoy acostumbrada a subir fics T,T llevo tiempo que no lo hago y pues... espero que me den su opinión, agradezco reviews y gracias por haber entrado y darle una oportunidad al fic ^//^U

Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece, si así fuera la maldita peli ya estaría en español así como los videojuegos ^^U

 

¿Alguna vez habéis hecho algo que luego os ha hecho pensar: “maldición, ojalá no lo hubiera hecho nunca”? Bueno, pues esto es lo que le pasaba ahora al pobre Midorikawa.

Había sido una simple idea que había surgido de un simple problema. Se había estropeado su ordenador, por lo que había pedido prestado su ordenador portátil a una compañera de clase. Y en que momento se le ocurrió.

Por que en ese portátil había algo que no había pasado por su cabeza que alguien pudiera concebir… y ese algo era yaoi. Imágenes, doujinshis, fanfics y todo tipo de material que había descubierto por culpa de la curiosidad. Ahora entiendo eso de que “la curiosidad mató al gato” pensó, con su típica costumbre de acudir a los dichos.

Pero es que… su capitán, que solo pensaba en el fútbol, haciendo ¿QUÉ?... y Kazemaru vestido de chica… y Tsunami haciéndole “cosas” al pequeño Tachi… y también… sus compañeros Nagumo y Suzuno…

Tragó saliva, ya que eso no era lo peor. Lo peor era Hiroto… haciéndole a él… “cosas”… que ni siquiera se atrevía a decir pero que había visto suficiente como para traumatizarse de por vida… Es decir… ¿a qué clase de mente pervertida se le ocurre escribir un fanfic en el que Hiroto le… aaahg…?

Así que ahora estaba en su cuarto, delante del maldito portátil, con la cara más roja que el pelo de aquel en quien no quería pensar, y con un tic en el ojo.

Decidió salir al balcón para respirar algo de aire. Pero vio, en el jardín del edificio, a su amigo pelirrojo, Hiroto Kiyama, volvió a enrojecer de golpe y sin pensarlo entró de nuevo al edificio como una exhalación. Es que verle le hacía recordar esas… cosas.

Estaba tan nervioso que no se estaba quieto así que se fue por todo el edificio, pasando por delante de unos extrañados Nagumo y Suzuno, llegó hasta la cocina donde bebió agua y de paso se mojó la cara. Sintiéndose ya más calmado volvió sobre sus pasos, dándose cuenta esta vez de que Nagumo y Suzuno, que estaban en el salón, lo miraban como si fuera un marciano.

 

- ¿Se puede saber qué te pasa, helado verde? – preguntó Nagumo.

- Es que… es que… - estaba tan impresionado por lo que había descubierto que ignoró el insulto del pelirrojo y se sentó en un sillón cerca de los otros dos - ¿vosotros… sabéis lo que es… el yaoi? – preguntó con un sonrojo al recordar “eso”.

- Sí – dijo Suzuno con su frialdad inmutable.

- ¡¿SÍ?! – no pudo evitar exclamar Midorikawa ante esa respuesta dada como si nada, como si le hubiera preguntado si le dejaba un lápiz- ¿Pero es que no… os indigna lo que esas fans locas inventan sobre vosotros dos?

- ¡Claro que sí! – respondió Suzuno, y por un momento Midorikawa pensó “ah, menos mal”, eso hasta que oyó como seguía la frase -. Me ponen todo el tiempo como el uke acosado y que acaba siempre cediendo a las perversiones del tulipán… y eso nunca, yo tengo dignidad.

- Pues a mí me gusta imaginarte así, ¿no crees que podrías hacerlo aunque sea por un día? – dijo el pelirrojo pícaramente rodeando con sus brazos los hombros del albino, recibiendo como respuesta una mirada fría del mencionado, que significaba claramente “ni lo sueñes”. Midorikawa al ver esto se puso pálido.

- Esto, bueno, aún tengo que acabar un trabajo – se excusó el peliverde -, así que me voy ya…

 

Los otros dos se despidieron como si nada mientras Mido subía a su cuarto preguntándose si lo que acababa de pasar era broma o qué. Primero el yaoi, luego sus dos amigos resultaban unos pervertidos… ¿qué más podía pasar?

Cuando llegó a su cuarto vio lo que menos esperaba ver. A Hiroto, el mismo que ahora veía en su mente haciéndole… eso…, a él, en su escritorio, mirando en aquel portátil todas esas perversiones que las fans imaginaban entre ellos dos. “¿Por qué demonios no cerraría la carpeta?” se reprochó.

 

- Vaya, vaya, Mido-chan… – dijo volteando a verle el pelirrojo con una sonrisa. “¿Cómo puede actuar como si fuera algo de lo más gracioso?” se preguntó el peliverde -. No creí que tuvieras ese tipo de pensamientos hacia mí…

 

¿Qué qué qué? Genial, Hiroto se pensaba que había estaba viendo eso por gusto, ahora sí que el pobre Mido se puso como un tomate y deseó que se lo tragara la tierra.

 

- Y-yo… y-yo n-no… - intentó articular el pobre chico, pero no ayudó en nada que su amigo se levantase y se estuviera acercando a él.

- Mido-chan… - susurró de forma tranquila el excapitán del Génesis, acercándose peligrosamente a un paralizado peliverde – si eso era lo que querías… - dijo rodeando su cintura con los brazos y acercandose a su rostro – podías habérmelo dicho…

 

Y sin más rozó los labios del otro con los suyos. El otro abrió los ojos como platos de la impresión y se estremeció por el contacto, y aún más cuando Hiroto termino de posar sus labios sobre los del otro presionando más. El pelirrojo siguió con aquello ahora delineando los labios de su amigo con su lengua, saboreándolos y pidiendo permiso para entrar. Estas sensaciones estaban privando de su razón a Midorikawa, que abrió tímidamente sus labios para dejar paso a la lengua del otro, que rápidamente invadió su boca.

Mido rodeó el cuello del otro acortando aún más, si era posible, su distancia, indicándole que quería profundizar aquel beso. Sus lenguas se entrelazaban ahora en sus bocas, ambos se saboreaban y se exploraban dejándose llevar por esa sensación, hasta que la falta de aire les hizo separarse.

Midorikawa se encontraba ahora de espaldas a la cama. Espera… ¿cuándo fue que Hiroto lo había conducido hasta ahí? ¿Cómo se había dejado dominar tanto por ese beso, que había terminado por dejarse llevar sin oponer resistencia alguna?

El pelirrojo lo sacó de sus pensamientos cuando lo tiró sobre la cama y se posicionó sobre él. En ese momento fue consciente de todo y no pudo enrojecer más.

 

- Espera… Hiroto… ¿qué vas a hacer? – preguntó con dificultad.

- ¿No te lo he dejado claro antes? – respondió Hiroto con una de sus inigualables y tiernas sonrisas… ver a Mido así de sonrojado se le hacía adorable… y por supuesto muy violable.

- Hiro… yo… - balbuceó el peliverde, pero calló al notar la lengua del otro recorriendo su cuello, besando y lamiendo, y su mano colándose bajo su camiseta, acariciando su piel – nngh… - se le empezó a escapar algún que otro gemido.

 

A Hiroto le encantó escuchar la voz del otro gimiendo así, quiso hacerlo gemir más, así que le quitó la camiseta y bajó su boca a su pecho, donde comenzó a lamer sus pezones, moviendo su lengua en círculos para después succionarlos.

Midorikawa solo se aferraba a él queriendo sentir más y más esas sensaciones que ahora lo asaltaban. Intentó recordar el por qué había intentado resistirse a esto en un principio, pero su mente era totalmente incapaz de encontrar una sola razón por la que dejar ir estas sensaciones, así que al fin mandó todo al diablo. Llevó sus manos a la camiseta del pelirrojo y le despojó de ella. Éste solo sonrió y volvió a apresar los labios de ese chico que a partir de hoy sería suyo.

El peliverde deshizo el beso y empujó al otro para quedar sobre él. Comenzó a besar y dar pequeñas lamidas sobre el cuello del otro, imitando lo que le había hecho él antes. El pelirrojo consiguió, entre besos y gemidos, deshacerse por fin de la ropa que les quedaba a ambos, quedando ahora completamente desnudos. Comenzó a friccionar su miembro con el del peliverde, provocando placenteras descargas en ambos.

De nuevo Hiroto se posicionó ahora sobre Midorikawa, mientras lamía sus dedos para lo que venía ahora. Mido esperó con nerviosismo y pronto sintió el primer dedo de Hiroto abriéndose paso por su entrada. Sintió molesta la intromisión, pero ya sabía que quería seguir así que abrió más las piernas y miró a Hiroto con deseo, dándole a entender que no tenía por qué detenerse.

Al pelirrojo esta le pareció la visión más excitante del mundo, comenzó a adentrar un segundo dedo, jugando con ellos en la entrada del peliverde, arrancándole suspiros, luego sumó uno más y continúo con aquel movimiento tortuoso y divino, trazando círculos, bajando y subiendo…

Pronto los sacó y llevó entonces su miembro a la entrada del otro, comenzando a penetrarlo lentamente. Pero Mido no aguantaba que fuera tan despacio, de golpe tumbó al otro en la cama y terminó de penetrarse él mismo sentándose sobre el miembro del sorprendido pelirrojo, provocando un gemido de ambos al mismo tiempo.

Sin hacerse esperar comenzó a subir y bajar lentamente sin poder reprimir sus gemidos ya que el poco dolor que sentía ya casi desaparecía mientras que comenzaba a sentirse realmente bien…

 

- Ahh... Mido-chan… - gemía Hiroto – quien iba a decir… mmm… con lo tímido que estabas… que… resultarías tan pervertido… aah…

 

Mido no respondió, solo sonrió, realmente ambos estaban disfrutando aquello. El pelirrojo recostó de nuevo al peliverde sobre la cama y tomó el control de las embestidas. Éste enredó sus piernas en la cintura de Hiroto, permitiéndole llegar más hondo. El pelirrojo respondió tomando el miembro de Mido con su mano y comenzando a subir y bajar por él al ritmo de las embestidas, provocando gemidos más audibles en el peliverde.

El compás de las embestidas era cada vez más rápido y frenético, mientras se besaban y abrazaban sintiendo cerca el final…

 

- Aaah… Hiroto! – gimió el peliverde derramándose en la mano del mencionado.

- Ryuuji… ahhh!! – lo siguió momentos después el pelirrojo.

 

Ambos se desplomaron agotados y se abrazaron en silencio, sonriendo. Todo por culpa del yaoi.

Desde aquel día había empezado a salir con Hiroto. Desde aquel día cada vez que veía a Tsunami con Tachi, a Kazemaru con Endou, a Fudou con Kidou, a Goenji con Fubuki, y un largo etcétera, un pensamiento de sospecha se instalaba en su mente, y es que como se suele decir “donde hay humo, hay fuego”. Pero sobretodo, desde aquel día, estuvo seguro de algo que nunca penso: “Amo el yaoi”

 

Notas finales:

Bueno gracias por leer, espero que el lemon no haya sido tan malo o///o dejenme rw (suplicante *u*) Xd byee


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