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LOCURA por Mirelle

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Notas del fanfic:

LOs personajes no me pertenecen.

Advertencias: GORE (leve)

Notas del capitulo:

Bueno, ya me tocaba intentar probar un gore ^^


Resumen: Naruto es un loco encarcelado que nos explica su historia de amor en este fik. Amor, amor, no sé si hay demasiado, pero os aseguro que este fik no os dejará indiferentes.

LOCURA

 

 

 

“No importa lo que haga mientras lo que sienta sea amor”

 

 

 

Eso es lo que solía repetir cuando estaba en el instituto, libre. Lo recuerdo perfectamente. El uniforme de color negro, las amistades, los estudios, los exámenes… ese olor característico… Ah, parece que todavía lo huelo…

 

 

 

-¡A dormir ya, desgraciado! – me grita el guardia. Maldito… cuantas ganas tengo de acabar con su vida. Si tan solo pudiese… ¿y porqué no? Cuando vuelva le arrancaré los ojos lentamente mientras sus gritos me penetran en las orejas. Luego le cortaré poco a poco cada una de las venas de su cuerpo hasta que se desangre y se quede seco… Sí… cuánto placer…

 

 

 

Pero supongo que antes de presenciar la deliciosa escena que acabo de imaginarme, querréis saber qué hago yo en la cárcel, ¿no? Bueno, supongo que podríamos empezar por el principio…

 

 

 

Mi nombre era Naruto. Gracias a mi fortuna, me habían aceptado en una de esas escuelas de alta categoría para mentes dotadas. ¿Es que acaso me interesaba estudiar en uno de los mejores institutos para ganarme un buen futuro? Para nada… Había ido porqué era el único instituto mixto de la ciudad. Me apetecía jugar un poco con las chicas – como a cualquier buen adolescente que se precie.

 

 

 

El primer día de instituto me encontré rodeado de chicas. Me estaban pidiendo información sobre mí – para ligar, no hace falta que os explique la mente tan sencilla que tienen las mujeres. Fue entonces cuando olí algo que olía extremadamente bien. Sí, era un olor característico… pero no era perfume, era piel. Piel humana.

 

 

 

Rápidamente me giré para encontrar al dueño de tan atrayente olor. Resultó ser un chico. El chico. El chico que lo empezó todo. Su nombre era Sasuke. Su apellido no me esforcé en recordarlo. Su piel era blanca, su pelo oscuro, sus ojos negros y su voz fría y atrayente. Inconscientemente, me relamí en ese momento y me relamo ahora al recordarlo. Un cuello terso, un cuerpo magnífico… La persona a la que había estado buscando toda mi vida. Pasó por mi lado sin saludarme siquiera. Mis ojos azules le siguieron por toda la clase. Él lo notó y se tensó. Su vello se erizó. Se giró hacia mí para pedirme una explicación con la mirada y yo solo le sonreí.

 

 

 

-Mi nombre es Naruto. – alegué mientras me acercaba lentamente. Él intuyó el peligro e intentó retroceder, pero fue tarde. Alcé mi mano hacia su mejilla y se la acaricié. Cómo me río ahora, se tensó todo él. - ¿No vas a decirme tú nombre? ¿Te ha comido la lengua el… gato?

 

 

 

-Suéltame. – gruñó. Negué con la cabeza pero me alejé.

 

 

 

Desde ese momento, no pude parar de pensar en él. Me pasaba las noches tocándome pensando en él, le olía cuando pasaba cerca de él, le observaba durante las seis horas que estábamos juntos en clase… Pero sobretodo, lo que empecé a hacer fue a escuchar las conversaciones de las chicas. Tenía apuntados en una libreta todos los nombres de las chicas que le iban detrás. Las perseguía para asegurarme que no tuviesen una cita con él, para comprobar que ni siquiera le observasen.

 

 

 

Pero todo me resultaba inútil. Ellas no se olvidaban de él. Empecé a encontrarme con ellas para hablar.

 

 

 

-No puedes decidir por él. – solían repetir. – Una no elige de quién se enamora.

 

 

 

Qué razón tenías las putas… Finalmente, después de muchos intentos para que se olvidasen de él, un día, mientras estaba cocinando, recibí una visita en casa. Salí con el cuchillo en la mano. Sakura me venía a pedir que no la acosase más, que nunca olvidaría a Sasuke y que llamaría a la policía.

 

 

 

-Sasuke nunca amará a un marica como tú.

 

 

 

Me sentí tan mal con esa frase. Tan mal… Tan mal que cogí el cuchillo que tenía en la mano y le arranqué de un cuchillazo la cabeza. Sin un grito, sin una exclamación. Simplemente cayó al suelo la cabeza primero, generando un pequeño golpe. Luego, se desplomó el cuerpo. La sangre empezaba a empaparlo todo en la entrada de mi casa. Observé alrededor. No había nadie que me estuviese viendo. Esa tarde cogí el cuerpo y lo enterré en el cementerio más cercano. Los demás crímenes fueron más sencillos.

 

 

 

Les escribía cartas a las chicas de su parte. Las citaba en lugares alejados – alegando que Sasuke quería quedar con ellas en lugares íntimos. Luego, me acercaba sigilosamente por detrás y las degollaba tal y como había hecho con Sakura. Quince habían caído. Quince estaban ya en el cementerio. Pensé que ya había matado a suficientes… Me era más difícil matar a las mujeres cuando estaban asustadas por las desapariciones.

 

 

 

Decidí que era el momento de hablar con él. Le cité anónimamente en uno de mis lugares favoritos: el acantilado. Cuando le vi aparecer, con esa apariencia seria e indiferente… Corrí hacia él y le enseñé el cuchillo.

 

 

 

-He sufrido mucho para tenerte a mi lado… - susurré mientras mi lengua pasaba por la hoja del arma. – Seré suave… - No pensaba en absoluto matarle. Nunca se me habría pasado por la cabeza. Él se asustó. Me observó con miedo y tartamudeó… La expresión que puso todavía me volvió más loco de lo que estaba…

 

 

 

-Eras… ¿tú, el asesino?

 

 

 

-¿No te parece obvio? Pero no debes temer, Sasuke, todo lo he hecho por amor… - sonreí. – Todo lo he hecho por ti… - me acerqué a él y aspiré profundamente el olor de su piel pasando mi nariz por su cuello. – Pero a ti no voy a matarte… eres la joya de mi colección…

 

 

 

-¡Estás loco!

 

 

 

-Por ti. – alegué mientras le tumbaba en el suelo y me posicionaba encima de su cuerpo.

 

 

 

Empezó a gritar. Yo repartía besos por su torso pero él todavía se asustaba y gritaba más. No lo comprendía. Estaba cegado por el amor. ¿No es el amor una justificación obvia? ¿Por qué nadie quiso entenderlo nunca? Para que callase, cogí el cuchillo y rocé su mejilla, causándole sangre sin querer. Sus labios se inundaron con ese líquido y fue entonces cuando le besé con pasión. Intentó revolverse y apartarme, pero empecé a morderle para que se estuviese quieto e incluso le hice sangrar los labios.

 

 

 

Entonces, el maldito guardia que ahora vigila mi prisión me apartó de mi amado. Sabía que Sasuke lo disfrutaba a pesar de sus gritos, sangre y dolor. Las lágrimas caían por sus mejillas, estaba tan hermoso… No soporté que un maldito guardia nos separase así que empecé a clavarle mis dientes en los brazos. Gritó de dolor mientras la sangre empezaba a salir fluida de sus brazos y me soltó. Salté sobre Sasuke de nuevo, pero se apartó y caí al suelo. Los compañeros del policía se abalanzaron sobre mí. Uno de ellos posaba sus manos sobre Sasuke, como si quisiera protegerle.

 

 

 

Grité de rabia. Nadie podía tocar a Sasuke. Al comprenderlo, el hombre se apartó y entre seis personas me agarraron y me llevaron a la celda de la cárcel más cercana.

 

 

 

-Naruto Uzumaki, quedas detenido por el asesinato de quince personas con acoso y alevosía, el intento de asesinato de una más y el desacato y agresión a la autoridad. – Esas palabras. No paraban de repetir esas palabras. Yo no era un asesino, sólo era un pobre diablo enamorado… ¿Por qué nadie lo llegó a comprender jamás?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quince son los años que llevo pudriéndome en esta celda y todavía me quedan muchísimos más por cumplir. ¿Creéis que estoy contento? En absoluto. Sasuke se casó con una maldita mujer que se aprovechaba de él. Os prometo que cuando salga de aquí, ella se va a enterar y él me va a amar. Por la fuerza, si es preciso.

 

 

 

¿No es hermoso, el amor?

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

FIN

Espero que les haya gustado ^^


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