Cerró su teléfono móvil, suspirando extenuado. A penas eran las diez de la mañana y ya creía haber experimentado todas las emociones existentes. Su profesor dictaba una extensa cátedra acerca de algo que no comprendía, ni deseaba comprender. Mientras, del otro lado del aula, con ojos electrizantemente azules, la razón de su infortunio le observaba perspicaz, destrozando de nueva cuenta los escasos restos de dignidad que le quedaban, tras la abrumante humillación que hace unos momentos le había hecho pasar.
Volvió a suspirar, apoyando fatigado los brazos en su pupitre y resguardando el rostro entre estos, dejando a la vista ssolo parte de su frente, recubierta por un lacio y cobrizo flequillo. El hombre delante continuaba monótono y hablador, al parecer por completo indiferente a que él no consiguiese retener aunque fuera una mínima frase de su relevante explicación.
Aunque… ¿Qué tanto importaba en realidad? Si ni siquiera aspiraba a atender aquel día.
Flash Back:
Una tras otra, pasaba las páginas del interesante y transgresor libro, poco faltándole ya para finalizarlo, siendo de los escasos que se animaba a terminar con real entusiasmo. A esas horas, entrada ya la tarde, la biblioteca del instituto se encontraba oportunamente desierta, perfecta a la hora de querer concentrarse sin mayores interrupciones.
-“Increíble…”-Una voz se oyó desde los repartidos estantes de textos, extraviándole de momento en su lectura-“No creí que en serio fueras a acabar de leerlo.”-
A modo de respuesta, tan sólo una lacónica sonrisa se trazó en los labios del aludido, al tiempo que su compañero se aproximaba sereno hasta la mesa donde se encontraba y posaba sobre la superficie un par de tomos de dura pasta y extremo grosor.
-“Pues, ya ves…”-Soltó un tanto risueño, pasándose distraído una mano por sus alborotados y pelirrojos cabellos-“Siempre hay una primera vez para todo.”-
En frente, el chico de ojos azules e intensos rió enigmático, escrutándole con fijeza y sagacidad.
-“Claro …””-Concordó, hablando en tono lo bastante intenso y bajo, como para alertar al otro a esperar lo que fuera.
Y, en efecto, así fue.
Pues, cuando menos se lo vio venir, su rubia contraparte yacía a ínfimos centímetros de distancia, habiéndose movido con un sigilo y agilidad demasiado indetectables, amedrentando la cordura del de ojos verdes, al atrapar bajo un azulado hechizo su mirada.
-“Siempre hay una primera vez para todo.”-Repitió, alejando cada vez más la coherencia en sus acciones, con su dulce aliento rozando deliciosa y tentadoramente los labios del menor.
Pero, al sentir como una calidez todavía más suave y adictiva reemplazaba tal efecto, entendió que hasta ahí había llegado su momento de lucidez. En especial, cuando una silueta agena se pegó a la suya y una húmeda intrusa irrumpió su boca sin darle tiempo a reaccionar.
End Flash Back.
Mordió sus labios, cerrando con fuerza los ojos. Sentía aún las secuelas que en su ser entero había dejado tal encuentro, estremeciéndole los sentimientos lo sucedido después.
A sus oídos llegaba dudosa información relacionada con el crucial examen que se efectuaría tiempo luego, a penas asimilando del todo la exacta hora y lugar. Pues, lo quisiera o no, en esos instantes era eso lo menos relevante en su presente, considerando los fatales y recientes hechos.
Mass todavía, asumiendo la magnitud de su último tropiezo con él.
Flash Back:
-“¿Qué demonios haces?”-Musitó con voz oscura y grave, apartándole de si sin miramientos.
Pues, al encontrarse de frente, y más por impulso que por real deseo, el oji-esmeralda se le había quedado viendo con ojos perdidos e ilusionados, posando por instinto sus brazos entorno a su delgado y atlético cuerpo.
Sin embargo, al oír la hostilidad en su tono, no pudo más que aspirar a sonrojarse abochornado, quebrándose al instante todo posible indicio de esperanza en su corazón.
-“Sólo…”-
-“No, Matt.”-Le interrumpió con frialdad e indiferencia, dibujando en su angelical y perfecto rostro una mueca de desagrado total-“Ni siquiera pienses en hacerte ilusiones conmigo.”-
-“Pero tú…”-Intentó volver a hablar, no obstante el oji-azul volvió a interrumpirle.
-“No, no.”-Dejó escapar una suave y sardónica risa, apuñalando sin reparo alguno las emociones del otro-“Una cosa es habernos besado en la biblioteca ayer, pero otra muy distinta es que, debido a eso, tú de pronto empezaras a gustarme.”-
Golpe bajo.
Eso, definitivamente, le había cortado la respiración.
Y es que, vamos… ¿Cómo rayos era posible que su actitud se transformara tanto en tan poco tiempo? Ciertamente no estaba del todo seguro si deseaba comprenderlo.
-“Te recomiendo que lo olvides, en serio.”-Retomó la palabra todavía hiriente-“Para mí ese beso no fue más que práctica, ya sabes…”-Sonrió altanero, minimizándole con la mirada-“En caso de que alguien realmente interesante aparezca.”-
Matt tan sólo tornó neutra su expresión, evadiendo esos congelantes orbes.
Fatídicamente destruido y humillado por dentro.
End Flash Back.
-“¿Matt?”-Un suave llamado le sacó a tiempo de sus masoquistas recuerdos, forjándole a encausar su sombría y esmeralda mirada hacia un punto delante, donde, con tinte preocupado, alguien le escudriñaba receloso.
Hebras castañas, irises marrones y penetrantes, junto a un porte altivo, Light Yagami había pronunciado su nombre.
-“Hola…”-Saludó estúpidamente, no eludiéndole a sus labios un imperceptible y extenso suspiro.
Durante semanas, el chico había estado tratando de invitarle a salir, buscando Matt mil y un pretextos para evadir el deber darle una respuesta. Sin embargo, teniendo frescas aún las desagradables y poco favorables sensaciones que Mihael Keehl, actual causal de su más oculto rencor, le originase en el pecho recientemente, comenzaba a hallar pronta y especial cabida a sus insistentes invitaciones.
-“Veo que estás lo suficientemente distraído, como para notar que el receso inició hace cinco minutos.”-Comentó con simpleza, posando sin reparos sus manos sobre la dura superficie del pupitre, recibiendo un desconcertado vistazo por parte del menor.
-“Así parece.”-Confesó avergonzado, entrecerrando cansino los ojos.
Light asintió, retirando el cuaderno que yacía ubicado descuidadamente sobre la mesa, ojeándolo interesado.
-“Tan ido estabas, que ni siquiera tomaste apuntes.”-Semi-reprochó, cerrando la libreta y observándole suspicaz-“¿En qué tanto te distrajiste?”-
Matt se encogió de hombros, guardando en su mochila el delatador objeto, tras habérselo arrebatado cauteloso.
-“Nada relevante.”-Afirmó neutro-“Sólo idioteces.”-
Yagami sonrió.
-“¿Sabías que esta noche comienza el festival de bandas?”-Inquirió tentativo, encaminándose juntos a través de los amplios corredores del instituto-“Dicen que este año estará mejor que nunca.”-
-“Algo escuché.”-Asintió el pelirrojo.
Sin embargo, antes de que pudiesen alcanzar la siguiente desviación, justo hacia los casilleros, Light se volvió hacia él, escrutándole con total determinación en sus cautivadores ojos.
-“En verdad me agradaría que aceptaras ir conmigo, Matt.”-Manifestó dulce y seguro, aunque con ligeros matices nerviosos surcándole la voz-“¿Qué dices?”-
Y, como interesante jugada del travieso destino, cierto arrevatado rubio de ojos azules apareció de lado opuesto, al parecer habiendo oído a la perfección la reciente propuesta, a todas luces esperando una respuesta casi tan ansiosamente como el mismo Light.
-“De acuerdo…”-Matt sonrió encantador, regalándole al castaño una dulce mirada-“Es una cita.”-
Y es que, a pesar de que no lo parezca, siempre es posible hallar nuevos motivos, por los cuales enterrar el pasado e intentar ser feliz.