Lentamente, apartó de su rostro uno de sus mechones rubios con su mano diestra y se lo colocó con delicadeza tras la oreja izquierda. Sin ser consciente de ello, apretó los ojos para intentar leer mejor la palabra que se encontraba entre un mar repleto de letras ordenadas. Sacudió un poco la cabeza cansado liberando, sin querer, los mechones rubios que habían quedado atrapados tras la oreja. Un largo suspiro surgió de su boca mientras cerraba los ojos y se dejaba vencer por el cansancio.
¿Cómo pretendían que memorizara aquello si ni siquiera lo entendía? Protestó mentalmente mientras apoyaba los codos en la mesa. En verdad, también se sentía culpable púes apenas quedaban dos horas para el último examen del trimestre y se había puesto a estudiar una hora y media atrás. Las prisas y los nervios influían en el rubio sometiéndolo a una gran presión de la cual no podía librarse y que, para empeorar la situación del chico, le hacía leer borrosamente las letras del libro de texto.
Parpadeó varias veces intentando tranquilizarse y ocultando por segundos sus enormes ojos azules. Dándose un golpe con cada mano en una mejilla, se internó de nuevo en sus estudios leyendo la primera frase.
-......-el silencio se hizo evidente en toda la sala y, para su desgracia, también en su mente-....¡¡WAAAAAA!! -gritó el rubio alborotándose el pelo en un acto de desesperación.
-¿A qué vienen eso gritos tan de mañana?-Protestó su compañero de piso mientras salia del baño con apenas una toalla cubriéndole el cuerpo sin secar.
El rubio se giró al castaño haciendo pucheros mientras señalaba al libro de texto como si fuera un bichejo enorme. El chico no pudo evitar echarse a reír tras ver a su mejor amigo intentando estudiar lo que a él le toco estudiar un año antes.
-Mira que eres cazurro, Naruto.-dijo riendo fuerte-¡Te has vuelto a olvidar de un examen!
-¡Cállate baka!-protestó el rubio volviendo a fijar su vista en el libro masajeandose la frente.
El castaño se sentó al lado del rubio fijando sus ojos castaños en el libro que se situaba abierto entre ambos mientras intentaba recordar lo que Naruto estudiaba. Y se dió cuenta de que ni le sonaba. 'Benditas chuletas' pensó el castaño sonriendo interiormente.
-¿Estudiando de nuevo Naruto?-preguntó una tercera voz.
Sai salió también del baño en toalla y se dirigió hacia ellos sentándose de frente al castaño, justamente encima de su entrepierna.
Naruto solo gruñó al oír la voz del pelinegro. Ahora, además de estudiar, tendría que lidiar con una escenita pornográfica de Kiba y Sai. Y no s que estuviera en contra de que el pelinegro fuera el nuevo amante de su amigo, pero tampoco es que le agradara que tuviera que ver como se calentaban uno a otro.
Kiba lamió despacio los labios de su pareja y este le correspondió mientras apoyaba las manos en el pecho de este. Ambos compartieron un beso apasionado mientras Naruto gruñía intentando que le hicieran el mas mínimo caso. El rubio rodó los ojos algo sonrojado. ¿No podían ir a darse cariñitos en la habitación de Kiba? Las manos del castaño se deslizaron rápidas hacía el trasero del pelinegro y le levanto la toalla dejando ver mas de lo necesario y apretó las nalgas de su amante con fuerza entre sus manos.
-Ejem...-interrumpió Naruto muy rojo-¿no veis que sigo aquí?-protestó algo malhumorado.
-Bah...-protestó el pelinegro mirándolo pícaramente- Ya sabemos que te gusta...-sugirió lamiendo el oído de su amigo de manera que el rubio pudiera verlo.
-¡Sois unos cerdos pervertidos!-exclamó el rubio mientras lanzaba todo su material escolar al interior de la mochila y se incorporaba corriendo hacía la puerta.
-¡Sabemos que te excita mucho Naru-chan!-excalmó Kiba sonriendo de oreja a oreja.
-Mucho, mucho...-coreó Sai con otra sonrisita.
La pareja explotaron en una sonora carcajada mientras el rubio salia lo más rápido posible del apartamento dedicandoles un corte de manga. Si seguía en aquella habitación aquellos dos eran capaces de introducirlos en alguno de sus jueguecitos sexuales.
-Panda de imbéciles...-protestó mientras bajaba por el ascensor- Menos mal..que ya es viernes...-suspiró pensando en que seria el último día de clase de aquella horrible semana llena de exámenes.
Y después de eso vacaciones. Sonrío para si mismo. Por fin llegaban las vacaciones de invierno.
-Oye...Sasuke...Saaaaasukeeeee...¿me escuchas? ¿Sasu? ¡Sasuke!-gritó Suigetsu mientras intentaba que su mejor amigo le hiciera caso.
-Que si...que si....-protestó el moreno- Que te gusta mucho...-suspiró cansado-¿Cuantas veces más me lo vas a repetir esta mañana?
-Hasta que me ayudes a conquistarle.-respondió el chico sonriendo de oreja a oreja.
-Tu sueñas...-bufó el moreno.
Desde hacía alrededor de un mes su mejor amigo se pasaba el día hablando de Naruto y de lo increíble que era este. ¿No le iba a dejar en paz nunca? A él, mas que a nadie en el universo, le importaba muy poco la vida de ese rubio y menos aún sus inexistentes cualidades. Naruto podía llegar a interesarle físicamente, pero su mayor defecto era que el rubio era la persona mas infantil y alborotadora del mundo. Y no había cosa en el mundo que Sasuke detestara mas que un niño pequeño. Naruto era, por así decirlo, un niño de seis años encerrado en el interior un adolescente de dieciséis. Y Suigetsu uno de nueve años. Si, realmente encajaban. En su interior, el moreno sonrió.
-Vamoooos...-insistió Suigetsu haciendo pucheros-Solo tienes que darme el pase que te sobra para la fiesta de mascaras de los Hyuuga...
-¿Naruto irá?-preguntó el moreno sorprendido.
-Por supuesto.-dijo sonriente-Como mejor amigo de Hinata no faltará.
Sasuke rodó los ojos. Lo que le faltaba. Naruto en una fiesta de la alta sociedad. Aunque en realidad, no pudo negar que la idea se le antojaba demasiado divertida. Además de que, si Suigetsu conquistaba al rubio en la fiesta se libraría de tener que escuchar a su amigo hablar de las cualidades de este.
-Vale, pero a cambio me haces el favor de alejarlo de mi durante la fiesta.-dijo con cara de resignación-No quiero que piensen que soy amigo del que seguramernte romperá las pertenencias más preciadas de los Hyuuga.
Suigetsu echó a reír mientras que Sasuke solo sonrío al imaginarse al rubio rodeado de jarrones caros echos trizas, tarta por encima y encima de una señora mayor a la que seguramente de habría llevado por delante.
-Has de reconocerme que por lo menos es gracioso.-apuntó el peliplateado mientras reía.
-Ya pero la mayor parte del tiempo insoportable.-protestó el moreno sonriendo.
-Hace unos años te enamoraste de él.-acusó su amigo enarcando una ceja.
Cada día se arrepentía más de haberle contado a su amigo que cuando tenían catorce años se había enamorado el rubio. ¿Se lo iba a repetir día si y día también? Además, no le gustaba que hablaran de ese tema, pues, Naruto fue su primer amor y le destrozó el corazón.
-Ya pero cuando creces te van gustando las cosas de calidad.-dijo el moreno con una media sonrisa enojando al peliplateado.
-Seguro que mas de una vez te masturbaste pensando en mi rubito....-dijo el chico haciendo caso omiso del moreno cosa que hizo que este se enfadara más.
-Y aún lo hago...-bromeó devolviendole la jugada a su amigo.
Este le dirigió una mirada asesina mientras entraban por la puerta del instituto. Sasuke le dedicó una de sus medias sonrisas antes de que, como de costumbre, Sakura se lanzara contra él apresándolo por el cuello y deseándole los buenos días.
-Buenos días a ti también Sakura.-dijo el moreno sin demorarse demasiado.
-Buenos días también ¿eh?-prostestó Suigetsu.
La pelirosa se limitó a sacarle la lengua agarrada del cuello de Sasuke.
-¿De qué hablaban chicos?-preguntó ella mientras separaba sus brazos del cuello de Sasuke y se situaba a su lado caminando hacía clase.
-De que a Sasuke ahora le da por espiar a los conejos de la clase de ciencias por si se ponen a coopular.-bromeó Suigetsu recibiendo la mirada asesina de su amigo-¡Ah! Y de la fiesta de los Hyuuga.-dijo sonriente-¿Naruto irá?
-Hinata tiene que pedírselo esta tarde pero...-la pelirosa agarró la oreja de su amigo y tiró de ella hacia abajo con fuerza-Si te acercas a Naruto pagarás las conseqüencias.-dijo amenazadoramente-Suficiente tiene Hinata con ser tan tímida como para que vayas pretendiendo que su amado se vuelva de la otra acera.
Sasuke no pudo evitar soltar una risita baja que ninguno de sus amigos oyó. Suigetsu se zafó de la mano de la pelirosa y le dirigió una mirada recriminatoria.
-Intenta detenerme marimacho-murmuró enfadado y echando a correr tras ver la mirada asesina de su amiga.
-¡¿Que has dicho?!-exclamó echando a correr detrás suya para asesinarlo y manchar todo el edificio con su sangre.
Sasuke río interiormente. Este par nunca cambiará pensó para si mismo y decidido entró en clase no sin antes mirar al rubio que entraba en la clase de al lado junto a una chica que no paraba de taparse la boca y un chico pelirrojo que parecía bastante ausente.
Los recuerdos de su primer y último amor entraron en su mente de golpe seguido de un torrente de emociones que arrasaron al moreno por dentro, pero aún así, su semblante siguió siendo de indiferencia.
Nunca había podido olvidar como el ojiazul le rompió el corazón cuatro años atrás, y podía ser que nunca la olvidara.
-¡Gracias Gaara!-exclamó el rubio lanzándose sobre su amigo una vez el profesor salió del aula.
El pelirrojo se sonrojó de mala manera cuando el rubio le abrazo por el cuello apretándose a él y frotando sus mejillas con las suyas propias. El corazón del pelirrojo comenzó a latir a mil latidos por segundo intensificando el rubor de sus mejillas.
No era ningún secreto que el menor de los Sabaku estuviera enamorado del Uzumaki. Es más, cada vez que su familia llamaba le preguntaba si había consigo conquistar a Naruto.
-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero....-repitió el rubio muy cerca del pelirrojo.
-Cuanto amor se respira por aquí....-señalo Sakura con una gran sonrisa mientras se acercaba a los dos chicos con Hinata siguiéndola incapaz de decir nada.
-¡Pues claro dattebayo!-exclamó Naruto separándose de su amigo-¡Gracias a Gaara aprobaré el curso!
-¿Eing?-exclamó la chica sorprendida.
-Le he ayudado a copiarse de mi en el examen de hoy.-Explico Gaara pinchando la mejilla izquierda de Naruto con la mano derecha.
-¡Para teme!-replicó este haciendo un pequeño puchero.
Sakura sonrío tapándose la frente con una mano.
-Nunca cambiarás Naruto.-afirmó-Seguramente ni te acordaste del examen hasta hace dos horas...
-¡No es verdad!-replicó sonrojado ¿Tan predecible podía llegar a ser?-Estudié duro pero no salió lo que estudié...
Sakura tomó uno de los asientos que se encontraban frente a los suyos apoyando los brazos en el reposaespaldas. Los dos chicos comenzaron a pellizcarse las mejillas como niños pequeños lanzándose insultos y gritando de dolor mientras no paraban de reír. La pelirosa sonrío en su interior, Gaara y Naruto eran un universo paralelo a Suigetsu y Sasuke, aunque le gustaba pasar el tiempo con ambos grupos por igual.
-¿Que vais a hacer cuando comiencen las vacaciones de verano?-preguntó Sakura consciente de que estas empezarían apenas una semana después.
Naruto dejó de lado la discusión con el pelirrojo y se dirigió a Sakura con una gran sonrisa en la cara.
-Iré a Magome a ver a mis abuelos.-anunció-La semana pasada me mandaron el dinero para el billete de avión.
-Yo iré con él.-afirmó Gaara-No vaya a ser que lo secuestren y lo violen salvajemente.
-¡Oye!-protestó el rubio.
-Es tan despistado que lo violaran antes de coger el avión.-dijo a carcajada limpia Sakura.
-¡Eh!
-Seguramente le encularán en el baño del aeropuerto y le robaran su querida inocencia.-susurró Gaara a Sakura comenzando a reírse él también.
-Yo por lo menos soy virgen por detrás....-protestó Naruto besandole la mejilla al pelirrojo-Gaa-chan...
Gaara se sonrojo de golpe y golpeó la frente del rubio con los dedos.
-Por lo menos me he acostado con alguien.-le recriminó sacandole la lengua como los niños pequeños.
-¡Arrgh!-exclamó el rubio empezando a hacerle cosquillas a Gaara-¡Sufre teme!
Hinata miró a sus tres amigos y no pudo disimular una sonrisita. Siempre que estaban los cuatro juntos era la misma historia: Naruto y Gaara peleando tras haber hablado de sexo o de deportes y Sakura riendo a carcajada limpia observando a los dos chicos.
-¿Y que haréis vosotras dos?-preguntó Naruto con dificultad mientras reía.
-Y...yo...-empezó Hinata algo sonrojada.
-Yo y Hinata iremos a la casa de sus tíos en Osaka.-anunció Sakura agarrando por el brazo a Hinata-Y seguramente agotemos los articulos de las tiendas de allí ¿verdad, Hina-chan?
-C...claro...
-Necesitareis de un guardaespaldas.-dijo Naruto sonriendo.
-Tened cuidado de contratarle como guardaespaldas que si os despistáis nos violan a Naru-chan ¿eh?-dijo Gaara socarrón.
-E..etto...-dijo Hinata mas roja aún mientras Sakura soltaba otra sonora carcajada.
-¡Cállate teme!-dijo el rubio golpeando el hombro del pelirrojo.
-N..naru...n...naruto-kun...-tartamudeó la chica sacando algo de su mochila.
-¿Si?
-T...t...t....t...toma....-rápido depositó en las manos de Naruto tres papeles con dibujos morados, negros y dorados de formas abstractas y en los cuales había unas letras doradas que brillaban. Y a Gaara le entregó otro corriendo antes de taparse la cara con ambas manos a causa de la vergüenza del momento.
-¿Que son?-preguntó Naruto observando lo que parecían entradas para un evento importante.
-¿Invitaciones para la fiesta de mascaras de los Hyuuga?-exclamó asombrado el pelirrojo.
-Exacto.-dijo Sakura.
-Baile de...¿qué?-dijo Naruto abriendo los ojos.
-Es una fiesta de la mas alta sociedad.-anunció Gaara.
-En la cual te hacen escoger una mascara y un disfraz al azar y cambiarte en un probador individual.-dijo Sakura sabiendo que Hinata sería incapaz de explicárselo al rubio-Así tus amigos no saben como es tu mascara ni como es el traje que llevas y es mas difícil encontrarlos.
-Mas o menos te hacen conocer gente nueva.-contó el pelirrojo-Así no te sientes solo entre tanta gente...
-Y lo mas entretenido de la noche es la hora del beso.-afirmó la pelirosa-A las dos debes de besar en los labios a la persona a la que tienes al lado y quitarle la mascara...
-La gente realmente se desespera por encontrar a su amado o amada durante la fiesta...-explicó Gaara.
-Muchas parejas famosas en el país se conocieron en la fiesta.-afirmó Sakura. "Y yo este año besaré a Sasuke-kun y nos volveremos la pareja mas famosa de todas..." pensó la pelirosa.
Naruto observó las invitaciones con detenimiento. ¿Él en una fiesta de la más alta sociedad? ¿Él? No se sentía capaz de rechazar la invitación de su amiga pues no podía decirle que no a Hinata después de haberle invitado a una fiesta sabiendo que le había costado mucho reunir el valor de invitar a los dos chicos.
-¿Y las dos entradas que sobran?-preguntó el rubio agitándolas enfrente suyo.
-Para Kiba y su pareja.-contestó Sakura rápidamente.
-Sigue con Ino, ¿no?-preguntó Hinata mirando a Sakura.
-No ahora sale con un chico que se llama Sai.-anunció Naruto con cara de agobio.
-Kiba cambia de amante como Sakura su vestimenta: cuatro veces al día mínimo.-opinó el pelirrojo haciendo que Naruto riera a carcajadas.
-¡Oye baka!-protestó la pelirosa.
Los cuatro rieron hasta que sonó el timbre de nuevo y las chicas se separaron de ellos para sentarse en sus asientos al principio de la clase.
Kakashi entró en la clase dirigiéndose hacía su mesa depositando en ella su bolsa y los libros que llevaba en la mano.
-Bueno chicos, como ya sabéis a la vuelta de las vacaciones...
-Iremos a la fiesta ¿no?- le susurró el pelirrojo.
-Como Sabaku yo tenía que ir igualmente-bufó el rubio poniendo mala cara.
-Va a ser algo extremadamente aburrido....
El pelirrojo asintió girándose hacía el profesor dispuesto a atender en clase. Pero este año te besaré Naruto... pensó con una gran sonrisa.
-¿Naruto irá?¿Naruto irá?¿irá?¿irá? ¡Dime que si! ¡Anda! ¡Anda! ¿Irá?-preguntó el peliplateado zarandeando a Sakura mientras las agarraba con fuerza de los hombros.
-Si, si...-dijo la pelirosa zafándose de su amigo y suspirando-¿No te dije que te olvidaras de él?
-Esto...
Sasuke iba dos metros por delante de sus amigos escuchando música a todo volumen por los cascos de su ipod. No quería oír hablar más de Naruto, simplemente lo odiaba más. Por culpa de Suigetsu se había pasado todas las clases pensando en el rubio e incluso había llegado a escribir su nombre en la libreta en vez de los apuntes de la pizarra. ¿No sabía hablar de otra cosa? Y para empeorar las cosas Sakura también era amiga del rubio, por lo que Suigetsu se ponía el doble de pesado cuando ella estaba cerca. Además, si le recordaban que existía el rubio no hacían mas que evocar viejas heridas que parecían curadas.
-¡Deja a Naruto en paz!-amenazó la pelirosa a su amigo-¿No ves que a él no le interesan los hombres?
-¡Yo haré que le gusten!-afirmó el peliplateado plantandole cara.
-Naruto es para Hinata.-dijo la chica dirigiéndole una mirada asesina.
-Naruto es mío...-afirmó Suigetsu.
-Ni lo sueñes...-replicó ella.
-¡¡SASUKE!!-gritaron ambos-¡¿A qué yo tengo la razón?!
El moreno intento subir el volumen de su reproductor de bolsillo todo lo que pudo pero la pantalla no daba para más barritas. Deseaba tanto el día en el que a Suigetsu se le pasara la obsesión por Naruto...y no es que odiara al rubio...tanto....pero por lo menos cuando se obsesionaba con otros chicos descansaba en compañía de Sakura...
-Al que vuelva a hablarme de Naruto le lanzo a la carretera.-amenazó el moreno quitándose un auricular del oído.
Sus dos amigos se señalaron y se echaron la culpa al otro al instante, cosa que origino otra pelea entre ambos. Una pelea que no iba del rubio. Suspiró aliviado y se colocó el otro casco rezando para que tardaran semanas en acabar esa pequeña discusión.
Al cabo de un par de manzanas, Sakura se separó de ellos y Suigetsu se acercó a él para comenzar a hablar con él, sorprendentemente, del partido de fútbol que fue a ver el día anterior con Juugo. Se ve que los jugadores comenzaron a liarse a hostias en el campo cuando el arbitro no señalo dos faltas seguidas del mismo jugador.
-Y el que era el defensa grandote del equipo local le practicó una llave al delantero mientras el otro defensa le golpeaba en el torso a base de patadas....
Sasuke río. No le interesaba lo mas mínimo los partidos de los niños pequeños ni ningún pero si le gustaba como se molestaban los niños por si ganaban o perdían y lo estúpidos que podían ser como para ponerse a golpearse un equipo a otro.
-Y el arbitro se ve que tiene vendada hasta la entrepierna porque una jugadora le golpeó con la pierna y era bastante fuerte la tipa...
-Hasta mañana por la noche.-anunció Sasuke al llegar a su casa.
-¿Tan rápido se ha pasado el tiempo?-preguntó confuso su amigo.
Sasuke solo río levemente. Suigetsu se unió a él en seguida. En pocas ocasiones el moreno reía como lo hacían los demás y cuando llegaba a hacerlo la gente a su alrededor se contagiaban de aquella alegría.
-¡Nos vemos mañana si logro encontrarte!-gritó el peliplateado mientras corría hacia su casa.
-¡Mas te vale o será un coñazo!-gritó el moreno.
Dicho esto el chico se internó en su casa suspirando.
-¡Ya estoy en casa Oniichan!-gritó dirigiéndose, como siempre, directamente hacía las escaleras que le llevarían a su habitación.
Entonces pensó en lo que ocurriría la noche siguiente y suspiró alicaído. La noche del día siguiente sería muy, muy larga....
Naruto se tumbó de golpe en su cama suspirando. Los días escolares podían llegar a parecerle eternos, sobretodo cuando faltaba poco para las vacaciones de verano.
-¿Que quieres comer?-gritó Kiba desde la cocina del apartamento.
Y aunque sabía que su amigo lo sabía a la perfección levanto la voz para gritar 'ramen' con todas sus fuerzas. Al momento, el olor de que alguien estaba cocinando inundó el apartamento haciendo rugir de hambre al estomago de Naruto.
Hace apenas unos minutos le había dado la invitación a la fiesta de la familia Hyuuga y este la había recibido con una gran sonrisa. ¿Qué tenía de interesante la fiesta esa? ¿Por qué la gente se alegraba tanto de estar invitado? Solo era una estúpida fiesta a la que tendría que ir...
Con cariño, miró todas y cada una de las fotos que tenía en la mesita de noche: Gaara y él en el parque; Hinata, Sakura y él en el instituto; Kiba, Gaara, Sakura y él en el parque de atracciones; y por último, una foto de él con el resto del equipo de fútbol cuando tenían trece años.
No pudo soltar un suspiro cuando vio en la foto a Sasuke agarrándolo del hombro y sonriendo junto a él. Por aquel entonces, cuando acababa de llegar a la ciudad, Sasuke fue su mejor amigo y confidente.
La gente decía que eran inseparables y que siempre estarían juntos. Pero todo aquellos comentarios resultaron ser simplemente una sarta de mentiras. Sasuke se olvidó de los sentimientos de su mejor y sedujo a Sakura rompiéndole el corazón al rubio cuando recibió la negativa de la pelirosa.
Aparto la mirada de la foto y enterró su rostro en la almohada. En realidad no odiaba a Sasuke por ello, lo odiaba porque él le sustituyó como si nada y no le afectó el echo de que dejará de ser su amigo. Suigetsu ocupó su lugar como mejor amigo de Sasuke y Naruto se quedó solo.
Y en realidad sabía que, aunque el moreno fuera un insensible y un estúpido, le echaba de menos con toda su alma...