A punto de enloquecer
Fue abriendo pesadamente los ojos, todo dolía, la luz del sol que entraba por algún lugar desconocido lastimaba excesivamente los ojos, y le causaba un dolor casi insoportable en su cabeza,
¿que demonios paso?, se encontraba confundido, aturdido y completamente desorientado, miró a su alrededor, estaba en su habitación, o al menos eso creía, pero ésta se encontraba enormemente desordenada, como si un huracán hubiera pasado por ahí, tirando cuanto papel se encontrara al suelo, esparciendo toda las cosas que guardaba celosamente ordenadas, cerró de nuevo sus ojos, le pesaban, su cuerpo se sentía totalmente débil, dolía el solo tratar de moverse, pero en eso un recuerdo se le vino a la mente...,
-Yuki-, he intento levantarse rápidamente, pero un dolor desgarrador en su muñeca se lo impidió, ocasionándole que el mismo impulso volviera a posicionarlo en el mismo lugar,
-que demonios????-,gritó, recuperándose del brusco movimiento, intentó ver que lo detenía pero debido su desconcierto y al recién despertar no podía ver con mucha nitidez, cuando pudo divisar su muñeca, se encontraba en ella una fuerte atadura ocasionada por unas esposas, que se ataban en el otro extremo a la cabecera de la cama,
-ah???- ¿¿¿que demonios estaba pasando???, no entendía nada y se estaba empezando a desesperar, tomó con su mano desatada, su muñeca y empujando con su pierna la cabecera de la cama,
empezó a jalar, intentando zafarse, zarandeando con fuerza una y otra vez las esposas, cada movimiento lastimaba, y hería mas su lastimada mano, ocasionando que varios hilos de sangre fueran bajando por ella, pero ignorando el dolor seguía jalando,
-Tranquilooo mi Zerito-, habló despreocupadamente una voz desde atrás suyo, haciendo que se sorprendiera y se volteara rápidamente, lastimándose nuevamente la muñeca.
-Kuran-sempai- habló asustadamente, el castaño se encontraba sentado en una silla, con su pierna cruzada sonriendo triunfalmente, realmente lo había tomado desprevenido, pero en seguida su expresión asustada se transformó, y una expresión de odio mezclado con furia, se adueñaron de su rostro
-ésto es cosa tuya, ¿no es cierto?-, le gritó,
-déjame ir bastardo!!! que demonios pretendes??- gritaba Zero alterado, Kaname lentamente se levantó y caminado elegantemente se acercó a Zero, hasta quedar de pie frente a él,
-a ti, eso pretendo-, le habló serio, Zero seguía enfurecido, e instintivamente buscó con su mano libre desesperadamente en su mesita de noche,
-¿¿¿buscabas ésto???-, lo interrumpió el sangre pura, señalandole su mano con la bloody rose que sostenía con su otra mano,
-Maldito!!!!-, le gritaba Zero enfurecido, su rostro se enrojeció violetamente de la furia, mientras miraba con odio a acompañante, seguía intentando romper las esposas, o la cama, o su misma muñeca,
pero estaba seguro que quería escapar en ese momento, pero esa violenta reacción se detuvo en el momento en el que el pura sangre se acercó al peliplata, y lo tomó fuertemente por los hombros, sorprendiendo a Zero,
-escúchame bien Zerito, de ahora en adelante eres mío y ahora no habrá nadie que pueda detenernos- Zero ni siquiera pudo reaccionar, cuando ya el castaño lo había arrojado violentamente contra la cama, aventándose encima suyo y besándolo salvajemente,
mientras con fuerza le sujetaba los brazos, y le aprisionaba las piernas con su cuerpo,
Zero se retorcía intentando zafarse pero era inútil, no importaba lo fuerte que éste se resistiera no lograba mover ni un centímetro el cuerpo del pura sangre, si antes le dolía su cuerpo ahora le dolía diez veces más, Kaname no era nada delicado, lastimaba más el débil cuerpo del peliplata, sin darle la oportunidad de defenderse, y con esa actitud violenta también fue que le arrebato fuertemente la blanca camisa de manga larga que traía puesta, y empezó a lamerle el pecho, Zero se tensó y estremeció al sentir eso,
-que haces maldito detente!!!!-, se resistía con mas fuerza, el castaño literalmente le arrancó los pantalones mientras Zero pataleaba con fuerza intentando botarlo de la cama,
-definitivamente te va a gustar ésto-, y con fuerza el castaño lo tomo del torso y le dio la vuelta bruscamente, dejándolo boca abajo,
lamía la imponente espalda de Zero, y acariciaba con su mano derecha sus piernas de éste, mientras con la otra le sujetaba a Zero la mano que no tenía atada a las esposas,
no puede estar pasando ésto, pensó el peli-plata cuando el Kaname retiró de un cruel movimiento el boxer de Zero, dejándolo al descubierto y a punto de poseerlo, y él sin poder hacer nada,
pero... un glorioso sonido interrumpió el acto, como un enviado del cielo se escuchó la voz del director cross detrás de la puerta,
-Zero, estás ahí???- eso bastó para llamar la atención de ambos chicos, y distrayéndoles, Kaname se incorporo, arrodillándose sobre la cama, con su rostro en dirección a la puerta y expresión de enojo,
ese acto de distracción basto para que Zero en un movimiento rápido, tomará de vuelta la bloody rose que el pura sangre guardaba dentro de su chaleco,
intentó reaccionar, pero en un abrir y cerrar de ojos Zero tenía la pistola en la mano, apuntando directamente a la cabeza del vampiro,
-fuera de mi vista maldito chupasangre- , Kaname estaba sorprendido pero aun así no se movió ni un centímetro de donde se encontraba,
-Zero???- llamaron de nuevo a la puerta al no recibir respuesta,
-sí!- gritó el peliplata,
-bajaré en seguida- respondió sin quitarle la vista al castaño, no pediría por ayuda!!!
suficiente humillación pasaba al haber sido casi violado por su peor enemigo, nadie tenía porque enterarse,
-¿Porque crees que esa arma me hará daño a mi, Zero?- preguntó engreído el castaño una vez que se escucharon los pasos del director alejarse de la puerta ,
-No lo sé, pero puedo intentarlo-, Zero lo miraba con expresión de odio, Kaname se levantó rápidamente con una sonrisa en su rostro,
-está bien, lo terminaremos en otra ocasión, de cualquier manera la interrupción me quito el impulso- y caminó despreocupadamente hacia la puerta,
-nos vemos Zerito-,
-oye maldito espera, quítame ésto- dijo Zero refiriéndose a las esposas sin dejar de apuntarlo aún con su pistola,
-No esperes que haga todo por tí, Zerito-, y dando una irresistible sonrisa, se retiró rápidamente dando un fuerte portazo,... que demonios había sido eso???,
dejó a Zero completamente desconcertado, desnudo y atado a su cama, con las emociones revueltas, que ni el mismo entendía, acaso se encontraba abatido con la desaparición de Yuki,
pero que fue ese sentimiento que lo había envuelto hacía solo unos momentos, acaso el miedo y la desesperación del momento había hecho que el corazón de Zero se acelerara, o tal vez lo había causado alguna otra cosa, tal vez en algún punto muy recóndito del corazón de Zero, le repetía que...
le había gustado???... imposible!!!, lo que pasó fue que tenía los sentimientos a flor de piel, y se encontraba muy alarmado por la serie de acontecimientos que acababa de vivir, eso fue!!! solo eso!!!, así que lentamente se levantó pero...
demonios!!! seguía esposado a la cama....
intentó liberarse y jalo su cuerpo con todas sus fuerzas hacia atrás,
ah???... zas!!!! calló sentado en el piso, al parecer, el cerrojo de las esposas se encontraba abierto!,
mierda! en que momento abrió las esposas ese maldito!, así con su estomago hecho un revoltijo, se limpió la sangre tenía en su mano, y se sentó en el suelo, buscando algo de ropa,
pero antes de que se diera cuenta las lágrimas empezaron a recorrer su rostro, se llevo sus manos a su cara, dejando caer la ropa que tenía en ellas, se quedo sollozando silenciosamente, se recostó en el suelo, haciéndose un puño, abrazando sus rodillas, que estaba pasando??? porque no podía detener las lagrimas???,
ni él mismo podía contestar esas preguntas, su corazón y su cuerpo se encontraban terriblemente frágiles en ese momento, como si se pudieran quebrar con cualquier movimiento en falso, y ahí se quedo por varios minutos, observando el cielo en el exterior, a través de la ventana, que se hacía cada vez más y mas borroso a causa de las lagrimas,
-kiryu! Kiryu!!!-, creyó escuchar una voz muy lejana,... tal vez su imaginación, estaba ido, cada vez más, hasta que unos brazos lo rodearon en el piso, colocándole una gran manta que le cubría gran parte de su cuerpo, e intentando que se incorporara,
-estás bien???-, Zero miró desconcertado a esa persona, esperando que fuera Yuki, que viniera a molestarle como hacía cada mañana, pero no, ahí estaba de nuevo ese maldito castaño chupasangre,
Zero retrocedió bruscamente asustado, se expresión desbordaba miedo, eso era?? miedo???, y abrió los ojos como platos, que hacía él ahí???,
no solo se encontraba él, habían varias personas, en lo que pudo distinguir a través de sus cristalinas lagrimas, el director Cross, y Yagari-sensei???
eran ellos, se sintió aliviado al saber que no se encontraba solo con el retorcido sangre pura,
-¿que demonios haces de nuevo en mi habitación?- le gritó Zero ahora incomodo al percatarse de su desnudez, intentando cubrir su cuerpo con la manta con la que antes lo habían cubierto,
-de nuevo???, de que hablas Kiryu?- Kaname se encontraba agachado en el suelo a su altura, mirándolo a los ojos con expresión inocente, y sonriendo con... como decirlo... lastima???, todos se miraron en busca de una explicación,
-Zero-, habló el director Cross,
-¿estás bien?-, lo miró confundido,... no recibió respuesta,
-Kuran-san, estuviste con él???-,
-no- se volteo Kaname para responderle al director cross, -no lo veía desde ayer-, volvió a ver de nuevo al peli-plata que seguía enroscado en el suelo, cubierto con una manta, mirándolos desconfiadamente, con sus preciosos amatistas abiertos a más no poder, como a punto de sufrir un ataque al corazón, mientras él solo se hacía cada vez mas un enredo mental, acaso había sido un sueño???, no!!!
estaba seguro que había sucedido, la sangre en su muñeca lo probaba!, entonces en ese caso el sangre pura estaba mintiendo???,
ya no entendía nada, acaso se estaba volviendo loco, no puede ser, pensó mientras las lágrimas empezaban a brotar nuevamente de sus ojos, el director se acercó a el, y lo abrazó, Zero solo se aferró a el y cerró fuertemente los ojos, permitiendo así, que el director le hiciera una seña, a Yagari que se acercó lentamente y en un momento, con un movimiento casi imperceptible,
Yagari introdujo en el cuello del peli-plata una jeringa, y la inyectó rápidamente, ocasionando que el peli-plata cayera dormido inmediatamente, en el regazo del director,
-Lo siento, Zero, es por tu propio bien-, dijo el director cross, que había tomado, la mano del peli-plata observando las heridas en su muñeca,
-no dejaré que te hagas más daño-, lo miró y acarició dulcemente su cabello,...
había un sangre pura presente en la habitación, éste solo se dirigió a la puerta, mientras sus labios intentaban contener una sonrisa macabra, de esas que escalofrían la piel...
-Serás mío, Zero-, susurró para sí mismo, tan quedo que nadie a parte de él, lo escuchó... y se retiro...
continuará...