Ya había pasado una semana desde la desaparición de una estudiante de la academia, el director cross caminaba por el pasillo con paso firme, una persona lo tenía harto con sus incoherentes quejas y debía solucionar el problema,
-Yagari!!!!-, abre de golpe la puerta de la habitación para encontrarse con el sensei sentado cómodamente en un sofá, leyendo, -¿como te atreves a cuestionar mis ordenes??-
-¿de que hablas?, yo no tengo la culpa de que tomes decisiones tan imprudentes-, respondió el sensei sin moverse de su asiento,
-¿¿¿imprudentes???, no me vengas a decirme a mí que es lo mejor para mis estudiantes, ésta academia esta bajo mi responsabilidad y yo asumo las consecuencias, no tienes derecho a decirme que tomo malas decisiones-
gritaba el director, estaba mas alterado que nunca, aún así la persona con la que discutía parecía inmune a su carácter,
-aún así, poner a Zero bajo el cuidado de Kuran es una completa idiotez, como si no conocieras el odio que se tienen- respondió el sensei sin quitar su mirada del libro,
-Lo sé, yo lo conozco mas que tú, es por esa razón que lo hice, no existe otra persona más capacitada para lidiar con Zero,... por lo menos no en la academia.... ya no (se refiere a Yuki)-
su tono de voz cambió de enojo a dolor, y por primera vez Yagari lo alzó a ver, en raras ocasiones el ánimo del director se veía afectado por los problemas, sin embargo la desaparición de su "hija", lo afectaba de sobremanera, y él seguía tratando dolorosamente de mantenerse en pie, sin embargo a veces le resultaba casi imposible.
El profesor se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana,
-deberías aceptar ayuda, no podrás soportar mucho más en ésta situación- , le dijo Yagari mientras guardaba su libro en la gabeta de su escritorio, el director por el contrario le dio la espalda para intentar ocultar las lágrimas que escaparon de sus ojos y resbalaban por sus mejillas,
-Tú que sabes profesor idiota- le respondió con la voz quebrada mientras se limpiaba las lágrimas con la manga de su gabardina, sacándole una sonrisa al otro,
-Eres tan terco-, le agregó para caminar en su dirección y posicionarse detrás suyo, dejando así que la diferencia entre sus estaturas resultara más notable, principalmente por el hecho de que el director se encontraba encorvado y con la cabeza gacha,
-Quiero ayudarte-, le susurró al oído mientras lo abrazaba por la espalda, -así que por favor, acepta mi ayuda-
las lágrimas del director bajaban desesperadamente por su rostro, empapando todo lo que se encontraba en su camino, y sollozando se aferró a los brazos que lo rodeaban, por primera vez en mucho tiempo sentía que no se encontraba solo, el profesor delicadamente lo tomó por los hombros y le dio la vuelta para mirarlo de frente, sus ojos llorosos y su expresión adolorida lo hacía ver extremadamente vulnerable, y eso hizo que el corazón de Yagari se acelerara violentamente, intentó contenerse, intentando respetar la condición del otro, pero no lo logró y lentamente lo tomó del mentón intentando no asustarlo, lo miró seductoramente,
-Kaien-, le susurra mientras acerca su rostro al suyo, éste se quedo quieto, inmóvil, con los ojos abiertos como platos, su corazón casi se sale de su pecho cuando sintió los labios del cazavampiros sobre los suyos, posándose suave y dulcemente buscando con su lengua el permiso para la intromisión en su boca, la sensación era realmente para perder la cabeza, y ya no se encontraba con las fuerzas para contenerse a una demostración de cariño, así que cerró sus ojos y se dejó llevar mientras Yagari lo abrazaba por la cintura aferrándolo a su cuerpo, y con su otra mano le acariciaba su cabello e intentaba desatarlo de la coleta,
así lentamente ambos iban perdiendo el control, mientras jugaban con sus lenguas en un prolongado y apasionado beso, sus respiraciones se iban acelerando y sus manos recorrían sus cuerpos con deseo, pero desgraciadamente no todo es eterno y se tuvieron que separar debido a la falta de aire, así que se miraron por varios segundos,
Yagari observó al director directo a los ojos, y ahí estaba, con el cabello suelto, como tanto le gustaba observarlo, la imagen de su rostro sonrojado, y su mirada cristalina, le recordaba lo bella que era la vida,
lo tomó por el cuello y la espalda y lo abrazó, haciendo que el director hundiera la cara en su pecho, para poder aspirar su aroma, a perfume y jabón, era tan agradable!, una extraña sensacion invadía su cuerpo, se sentía "preocupantemente" bien junto al cazavampiros y en lugar de molestarle le agradaba,
-Kaien... -le susurró en su oído mientras acariciaba su espalda, - Yo te quiero.... -
y se alejó un poco de él, para volver a besarle la boca, apasionadamente, los cuerpos de ambos empezaron a responder a las caricias del otro, Yagari separó el beso para quitarle los lentes al ya agitado director, lo miró un momento...,
ambos lo deseaban y no iba a desaprovechar la oportunidad que había esperado durante tanto tiempo, así que deseosamente se dirigió a su cuello y empezó a besarlo y lamerlo mientras introducía una de sus piernas entre las del director, que respiraba entrecortadamente y mordía sus labios, intentando contener los gemidos,
Yagari lo tenía aprisionado con sus brazos, besando y lamiendo su cuello, mientras movía suavemente su pierna, rozando su semierecto miembro, logrando que despertara del todo,
-ahh , Ya..gari... basta-, volviste a la realidad, realmente temías ésto???,
-¿que pasa?-, pregunta el desconcertado profesor deteniendo su labor,
-No te burles de mí-, pronuncia casi en un susurró el excitado director,
-¿burlarme?-, lo mira tiernamente, -Nunca lo haría, siempre estaré a tu lado-,
y así fue como el director Cross Kaien terminó de perder la cordura, y descontroladamente pasea sus manos por el torneado cuerpo del cazavampiros, las prendas vuelan, ni siquiera recuerda en que momento fue que ambos quedaron sin camisas, y recostados en la cama, Yagari sobre él, apoyado en sus brazos, esos fuertes y protectores brazos, se observan lascivamente, mientras Yagari baja lentamente y empieza a besar suavemente sus labios, sus mejillas, su cuello, bajando por su clavícula, lamiendo, haciéndolo suspirar, el cazavampiros sigue bajando llegando a sus pezones, acariciándolos, besándolos, lamiéndolos, logrando así que el director arquee su espalda y se aferre a su cuello,
-Ahh... yagari...- hasta logra hacerlo gemir su nombre, provocando en el nombrado una enorme sonrisa de satisfacción, y una incitación para continuar, así que traza con su boca un camino desde sus duros pezones hacia su abdomen, lamiéndolo, mientras con sus manos desabrocha, con toda la paciencia del mundo el cinturón del director, para introducir su mano dentro del pantalón y acariciar su erecto miembro, mientras volvía a su boca y lo besaba, ahogando así los constantes y sonoros gemidos que le venían a éste, la excitación alcanzaba limites incomparables y fue por ésta razón que el director se vio en la obligación de separarse de la boca de Yagari para respirar, ese momento fue aprovechado por éste para descender hasta el miembro que acariciaba y retirar la ropa que impedía su atención y de un solo golpe lo introdujo en su boca,
-ahhh yagari... basta-, eso decía el director mientras el otro degustaba una y otra vez su miembro, succionando, haciendo al director perder la cordura, con cada lamida que daba lograba un gemido notablemente sonoro, que enloquecía al sensei, la imagen que podía observar en ese momento era incomparable y lo mejor que había visto en su vida, el director apretaba con sus manos las sabanas de la cama, su pecho subía y bajaba rápidamente en busca de oxigeno y arqueaba su espalda, empujando inconscientemente su cadera hacia la boca de Yagari, mientras apretaba cada vez mas sus piernas que se encontraban encima de los hombros del cazavampiros, permitiendole así una posición mas cómoda, fue con un fuerte gemido que terminó corriéndose en la boca del sensei, que sin dudarlo tragó todo el líquido,
-No deberías hacer eso-, habló por fin el director cuando pudo recuperar el aliento,
-¿porque no? sabes muy bien-, sonrió al pronunciar ésto mientras se volvía a acercar a su boca para besarlo, y lentamente empezar a introducir un dedo en la estrecha entrada del director, lo que provocó un quejido de dolor,
-Lo siento, pronto pasará, relájate....- susurró seductoramente Yagari en el oído del otro para luego empezar a lamerlo, el dolor fue desapareciendo, y ya los tres dedos no eran suficientes para satisfacer el deseoso cuerpo del director, así que lentamente Yagari se posicionó en la posición adecuada, y lo miró a los ojos,
-No tengas miedo-, pronunció mientras lo besaba suavemente el la mejilla, y empezaba a introducir su miembro dentro del director, éste aguantaba el dolor, después de todo estaba acostumbrado al dolor, aunque no en ese lugar específicamente, así que una vez que Yagari se introdujo dentro del castaño por un corto lapso de tiempo hasta que éste empezó a moverse indicándole al cazavampiros que era hora de las estocadas (XD),
y así empezó despacio, empujando lentamente, haciendo que ambos empezaran a gemir con cada vez mas volumen e intensidad, y aumentaran el ritmo de las embestidas, Yagari podía sentir las uñas de Kaien incrustarse en su espalda, haciendo que éste empujara mas profundo, las estrechas paredes del director lo enloquecían y también la sensación de su descontrolada respiración en su cuello,
-Ka..ien... Te..quiero- decía jadeante el pelinegro, mientras lo levantaba con uno de sus brazos apegándolo a su cuerpo, el sudor recorría el cuerpo de ambos, haciendo que las sabanas y el cabello de ambos se aderiera a sus cuerpos, queriendo fundirlos en uno solo, las caderas de ambos se movían a un mismo ritmo, hasta que ambos presintieron su final, logrando que el primero en correrse fuera Yagari y el Director al sentir esa increíble sensación del semen de Yagari resbalando dentro suyo, no pudo soportar mas y se corrió también, cayendo los dos rendidos sobre la cama, intentando regular sus respiraciones, el director avergonzado se dio la vuelta, dándole la espalda a Yagari, y encogiéndose en un puño,
-Te quiero- le susurró el peli negro en el oído mientras lo abrazaba y cubría su cuerpo con una sabana, -descansa, yo te protegeré-, le dió un suave beso en su espalda, -nunca dejaré que nadie te toque-, y cerrando los ojos perdió lentamente la consciencia...
...Era media noche, se despertó por un ruido proveniente de algún lugar, así que se levantó lentamente, vigilando que el castaño dormido a su lado no se despertara, buscó algo de ropa que estaba esparcida por el suelo de su habitación, y salió de la habitación, ¿¿¿que demonios era ese ruido???, ¿llanto?, ¿quejidos?, ¿gritos?, caminó por el pasillo de la academia en dirección a donde creía que provenía el ruido, al pasar frente a una habitación que se creía vacía el ruido aumentó de intensidad,
Bingo!!!! y abrió la puerta de golpe....
la imagen que vió lo dejó terriblemente consternado, su estudiante estaba siendo cruelmente sometido por el sangre pura que habitaba en la academia, lo tenía de encadenado, de cuatro patas sobre el suelo mientras lo penetraba violentamente, no logró reaccionar, se quedó inmóvil, observando la escena,
-¿que haces aquí?, ve a follarte al director bien que te fascina-, le dijo Kaname mientras seguía penetrando a Zero, que al escuchar la presencia del profesor levantó su rostro para verlo, su expresión dejaría en shock a cualquiera, las lágrimas empapaban su rostro, que destilaba dolor...
-Ayu..deme ..sen..sei... - apenas pudo pronunciar....
continuará...