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Los Amantes Son Dementes por misery_182

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Notas del capitulo:

 

Hey you! A ver, se supone que estas son aclaraciones del capítulo, y les informo que este quedó bien pinche raro... disculpen por las ofensas, pero es la verdad, lo releí y no entendí la mitad de lo que escribí  xDD

En fin, espero que ustedes si lo entiendan ñ.ñ

Abajito les contare mis piña-aventuras :'3 Disfrútenlo, sin más, ¡a leer!

 

 

Capítulo 15. Todo está peor

¿Inglaterra? Muy bien, a ver si entendía: Deidara... amaba a Deidara, sí, todo bien hasta ahí. Y este se había ido a Inglaterra, justo el país en el que se había conocido, ¿sí? Eso era lo que estaba pasando, ahora debía de procesarlo, debía de aceptar que el amor de su vida estaba lejos de él y que jamás podrían estar juntos... eso sí que no, no iba a aceptarlo, no señor.

Ya se lo había dicho una vez a su hermano: si de verdad lo amaba, debía de arreglarlo. Y eso haría, encontraría la forma de poder estar con el rubio aunque tuviera que dar su vida en el proceso.

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Pero si él no conocía la palabra depresión, ¿cómo podría estar deprimido? En la vida se había sentido así, ni siquiera estaba seguro de cómo se sentía la depresión. Pero lo había escuchado de boca de Gaara aquella vez cuando los visito a las tantas de la madrugada.

También de Naruto y su hermano, cuando lo visitaron, en lugar de darle ánimos solo lo hicieron sentirse avergonzado consigo mismo.

Flash Back

-Tu departamento es un asco- berreo el Uchiha menor al ver todo el desorden.

-Sasuke- regaño el rubio. -Itachi, ¿te encuentras bien?- se dirigió a él con un tono amable, todo lo contrario a su pareja.

-Sí, no te preocupes- dijo mirando por la ventana, a la nada.

-¿Seguro? Te ves deprimido...

-Es porque está deprimido- hablo de nuevo Sasuke.

-No estoy deprimí...- intento decir.

-No digas que no es verdad...- el timbre de la puerta sonó y por asares del destino Naruto se dirigió a abrir, tal vez se dio cuenta que necesitaban hablar, como hermanos que eran, se tenían el uno al otro, lo sabía. Así como él contaba con Deidara, aunque estuviera al otro lado del mundo.

-Pues lamento decepcionarte, pero no estoy deprimido, ni siquiera conozco esa...

-¡Vaya! Que sorpresa, el gran Itachi Uchiha deprimido... ¿Quién lo diría?- intentaba convencerlo, no es que le gustara que su hermano estuviera así, pero cuando una persona tiene un problema, lo primero que debe de hacer es aceptar que lo tiene, y después buscar la manera para solucionarlo. Y si lo que ganaba con estar provocando a su hermano de esa manera, era una paliza o un par de golpes, los aceptaría, porque quería que él estuviera bien.

-Sasuke...- intentaba callarlo y controlarse a sí mismo.

-Y nada más que por un amor... es tan irracional...- seguía hablando sin tomar en cuenta el hecho de que lo estaba haciendo enojar, y mucho -pero si el amor es tan bonito- suspiro -lástima que cuando no es correspondido no lo es tanto...- y recibió un golpe, directo a su cara, Itachi tenía buen brazo, terminó en el suelo. Sabía que pasaría, pero en realidad le importaba tan poco, porque amaba tanto a su hermano que sería capaz de dar la vida por él. Sin quitar el hecho de que también lo haría por Naruto.

-Sasuke...- se lamentó el haberlo golpeado dos segundos después. El aludido se tocaba la quijada temiendo que algo pudiera estar mal, pero no fue así. Miro los ojos de Itachi y viceversa, pero en las orbes del menor no había molestia ni decepción, sino tristeza, no por el golpe, sino por no poder ayudarlo, sentía tanta impotencia, no podía serle de ayuda, como cuando él le había ayudado.

-No te preocupes- se levantó y limpio el hilillo de sangre que caía por la comisura de sus labios. -Preocúpate por ti y como harás para estar al lado de Deidara de nuevo...- y salió de la habitación. No quería que fuera así, pero lamentablemente no había nada más por hacer y el carácter de ambos no ayudaba mucho.

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¿Que si estaba bien? ¿Qué clase de pregunta era esa? Por supuesto que estaba bien, estaba perfectamente bien, con la persona que amaba a su lado, normalizando su respiración después de aquel orgasmo que noche a noche buscaban ansiosos, deseando que la noche nunca terminara, el tiempo se detuviera y dejarlos de ese modo para siempre.

-Tengo que irme- le dijo luego de estar viéndose a los ojos por quien sabe cuánto tiempo.

-Bien, te entiendo- sonrió tristemente al saber que así tenía que ser. Su relación era formal, pero a la vez no; sus familias jamás estarían de acuerdo, aun querían que se casara con Itachi, de no ser porque este se enteró de su relación con Sai y porque seguía esperando a su Deidara, tal vez, solo tal vez, estarían "felizmente" casados.

Flash Back

Las cuatro de la mañana, ¿en serio? ¿A quién demonios se le ocurría ir a buscarlo a las cuatro de la mañana? Se levantó pesadamente de la cama para ir a abrir, aun a pesar de que su pareja le hubiera dicho que no fuera y que se quedara ahí para cubrirlo del frío de la mañana. Maldiciéndose y a quien estuviera del otro lado, abrió la puerta, encontrando a su amado primo mayor.

-Demonios Itachi, ¿estas ebrio?- sosteniéndolo, haciendo que entrara a su departamento. ¿Ebrio? ¿Itachi, ebrio? Por supuesto que no, aguantaba muy bien a la hora de beber, quien lo tenía así no eran las copas, sino cierto rubio.

-Te estabas divirtiendo, ¿cierto? Déjame pensar con que linda chica estabas ahora...- se decía, simulando lo que Sai pensaba.

-Sai... ¿qué pasa?- decía el pelirrojo tallándose los ojos, a medio vestir y más dormido que despierto.

-Gaa...

-¿Gaara?- interrumpió sin poder creer con quien estaba.

-¿Itachi?

-¿Que está pasando aquí Sai y por qué estas con quien se supone me voy a casar?- pregunto aunque le interesaba en lo más mínimo, con quien estuviera o dejara de estar.

Luego de una larga expoliación por parte de los dos menores, Itachi comprendió todo. En verdad, Sai en verdad se había enamorado. No lo podía creer, pero el hecho de lo que le estaban diciendo era verdad o no, le venía importando muy poco, por él mucho mejor que estuviesen juntos.

Pero aun había un pequeñísimo problema, Gaara y él seguían comprometidos. Y no es como si pudieran llegar con sus padres y simplemente decirles que no querían casarse. Implicaba eso y una muy, pero muy, buena explicación de porqué no lo harían, y ninguno estaba dispuesto a decir la verdad, aun no.

-Bien chicos, me tengo que ir, tengo cosas que hacer- se despedía el Uchiha, saliendo del estudio.

-Pero... entonces...- cuestionaba Sai un tanto preocupado por lo que fuera a pasar con su relación con el pelirrojo, ahora que Itachi la conocía.

-No me interesa lo que hagan o dejen de hacer, yo amo a otra persona ajena a su relación, les deseo suerte- sonrió y camino a la salida. En verdad que quería que estuvieran bien, no pretendía que otras personas sufrieran lo que él.

-Espera Itachi- llamo el pelirrojo, aún quedaba ese detalle... -¿qué pasara con nuestro compromiso...?

-No te preocupes... el día de la boda, tu solo, no vayas... yo tampoco iré- sonrió despreocupado, para irse de ese lugar.

-¿Soy yo, o Itachi se veía algo deprimido?- le pregunto a su pareja luego de que la puerta estuviera cerrada.

-Sí, se veía algo mal...- respondió preocupado. Era su primo, lo consideraba como su hermano, al igual que Sasuke, ya que cuando sus padres le dieron la espalda, ellos no lo hicieron, y estuvieron a su lado, y tal vez era el momento de devolver aquel enorme favor.

End Flash Back

Si, y aun a pesar de que ambos faltaron a la ceremonia, sus padres aun querían que se casaran, después seis meses si no es que más, aun querían "unir" a las familias, como si de verdad les importara que sus familias se unieran. Tonterías, maldijo Gaara al escuchar el sermón de su hermana, para irse como alma que lleva el diablo, y poder verse con Sai, y entonces, volver a ser como solía ser, calmado, sereno y por supuesto, despreocupado.

-No me refiero a mí solo- aclaro, seguía en la misma posición. Y él que ya lo hacía de camino a donde quiera que fuera a ir. Y fue entonces cuando comprendió a que se refería con irse, en serio que estaba loco, pero si eso quería, y pensaba que era lo mejor, entonces lo seguiría, hasta el fin del mundo, como había dicho en alguna ocasión.

Irse de la ciudad, juntos. Y entonces formarse una nueva vida, con otras personas, sin descuidar a las que ya conocían. Y por supuesto, siempre conservándose el uno al otro.

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Hampstead, Londres.

¿Qué había pasado? No, la pregunta no era "que", sino "cuanto". ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había llegado a Inglaterra, que había dejado su vida y había encontrado una, tal vez mejor o tal vez peor, que la anterior? ¿Cuánto tiempo hacia que no veía a Itachi y que no pensaba en él? Pero si no había día en el que no pensara en él. Cada mañana, al despertar, debía recordarlo, y luego recordarse a sí mismo que él ya no estaba ahí, y que no lo volvería a ver, tal vez, nunca.

Habían pasado alrededor de 6 meses lejos de casa, o por lo menos de su familia, su casa ahora estaba ahí, en Londres.

Hacía calor, y su cumpleaños se acercaba. Le hubiera gustado tanto poder celebrarlo cerca de su hermano y de sus padres, y luego por la noche, tal vez, con Itachi. Pero no, seguía ahí, en aquel país al cual aún no terminaba de acostumbrarse totalmente. Tenía amigos y no hacía nada en especial excepto pasar el tiempo libre, que tenia de sobra, con ellos.

Un extraño grupo de chicos que solía pasar el día en una vieja casona abandonada, pero adecuada para poder "vivir". Se tenía que cruzar un puente de madera desgastada, para poder llegar, luego de andar un largo camino pavimentado, entre otras tantas casas viejas y abandonadas, obviamente. Y aunque pareciera un lugar lúgubre y sombrío no había hora del día en que no llegara la luz del sol y por la noche la luz de la luna era ideal.

Entre esos chicos había una chica gótica, y su novio lleno de perforaciones, y otros dos, uno responsable y con una carrera hecha, y el otro sin saber que estudiar o a que dedicarse, con problemas con sus padres además de inmaduro, había acudido a aquel lugar en busca de algo a lo que llaman cariño. Solían organizar fiestas, que eran bastante buenas por cierto.

Ahora se debatían entre si hacerle o no una fiesta de cumpleaños al rubio, que habían aceptado de la mejor manera.

-No insistan, no quiero una fiesta...- decía negándose rotundamente.

-Sí, te haremos una fiesta y vendrá mucha gente que te traerán muchos regalos muy bonitos y te la pasaras muy bien- añadió aquella chica gótica, Konan. De cabello azul adornado por una extraña rosa azul hecha de papel.

-Sí, hay que hacerte una fiesta, habrá muchas chicas lindas- dijo el menor de los cinco jóvenes, Hidan, un tanto extraño por sus ojos violetas y su cabello plateado, y muy religioso. Por cada cosa que cualquiera hacia decía algo sobre un tal Jashin o algo por el estilo.

-¿Y si mejor le damos un regalo más conveniente y que si quiera?- opino, esta vez el mayor de los presentes, Kakuzu. Aunque en lugar de "conveniente" quisiera decir "económico" no es que no le gustara gastar en los demás, o en Deidara en especial, era solo que no le agradaba gastar. Si todo un contador y uno muy tacaño por cierto, pero de buen corazón y muy bueno dando consejos, aunque sonara femenino, lo era. Además de apuesto, ojos verdes y castaño.

-O podemos darte tu iniciación- insinuó Pein, a quien consideraban "El Líder", el más inteligente y sabia tomar buenas decisiones, todo un político, se repetía constantemente Hidan en burla. Cabello de color anaranjado, por lo que se había ganado varios apodos y burlas por parte de los dos menores, Hidan y Deidara, por supuesto. Y la mitad de la cara perforada, nada apuesto a decir verdad, pero Konan no estaba con él por eso, sino por ser como era.

-¿A qué se refiere con iniciación?- pregunto un poco asustado el, próximamente, cumpleañero.

-Ah- recordó el peli plateado -¿te refieres a la "iniciación"?- recalco acercándose peligrosamente por la espalda.

-Si, a "eso" me refiero, Hidan- confirmo.

-¿Q-q-q-qué quieres decir?- tartamudeo sintiéndose incómodo.

-Bueno Dei...- hablo la chica -mi querido Dei- sonrió macabramente -se refieren a...- se le acerco de la misma manera que el peli plateado, lo abrazo de la cintura y le susurro algo sensualmente en su oído. Pein rabio. Y el rubio enrojeció a más no poder.

-¡Ka-ka-kakuzu!- lo llamo nervioso, pidiendo ayuda divina o por lo menos de él.

Kakuzu salió de la habitación apresurado, algo distante, lo pudo notar porque había hecho caso omiso a su llamado. Primero quería que le ayudara a salvarse de esos tres, pero ahora estaba molesto, ¿Cómo se atrevía a ignorarlo tan vilmente? Ahora iría a reclamarle atención, de por sí ya se sentía avergonzado y había alguien que lo hacía sentir, prácticamente a propósito, ignorado.

-¡Kakuzu!- lo llamo de nuevo cuando lo diviso recargado en la barda de aquel puente por el que, obligatoriamente, tenía que pasar para llegar a aquel lugar. El aludido no respondió. -Kakuzu- lo llamo un poco más calmado.

-La puesta de sol de Inglaterra es hermosa, ¿no crees, Deidara?- le dijo viendo al horizonte, como precisamente, el sol se ponía.

-La puesta de sol es hermosa en cualquier lugar del mundo- respondió parándose a su lado, viéndolo con interés.

-¿Ya has estado en cualquier lugar del mundo?- le pregunto viéndolo a los ojos.

-Bueno, no, pero...- tartamudeaba por tenerlo tan cerca, de su rostro, de su cuerpo, sintiendo aquel aroma tan varonil que día a día, no hacía más que recordarle a cierto azabache.

-¿Eres feliz?- cuestiono volviendo la vista al frente, el rubio lo miro confundido -¿Qué si eres feliz? Aquí, lejos de Itachi- completo.

A pesar de no haber convivido tanto tiempo como se pensaba, había sido el suficiente para darse cuenta de porque se había ido a vivir ahí, claro que no se necesitó de mucho ya que gracias a las preguntas indiscretas del peli plateado, que además lo hacían sentir incómodo, se pudieron dar cuenta que estaba completamente enamorado.

Pero de lo que Deidara se tuvo que dar enterar por su propia cuenta, fue de que Kakuzu estaba enamorado, perdidamente enamorado de la persona quien menos pensaba.

-Soy feliz, pero no completamente, no es la felicidad que esperaba encontrar- imitándolo. -¿Y tú? ¿Lo eres?- ahora fue el turno del de ojos verdes de mirarlo confundido. -¿Qué si te gusta la forma en que estas con Hidan?

¿Hidan? Si, Hidan. Tampoco lo creía, no podía procesarlo, era ilógico, ¿Cómo es que alguien como Kakuzo se podía enamorar de una persona tan... bueno, tan... tan Hidan?

-Bueno, si Hidan es feliz, yo también lo seré.

-¿Estás seguro de eso? ¿Estás seguro de que él es feliz?- no respondió, en cambio un incómodo silencio se formó. -¿Qué tal si él espera que tú le digas lo que siempre has callado?

-Tu y yo sabemos que Hidan es muy inmaduro respecto a las relaciones de pareja, y también sobre su comportamiento y su forma de pensar...- respiro hondo -no sabe que quiere estudiar, ni en que va a trabajar, ni siquiera sabe con quién quiere estar o si va a formar una familia, ni siquiera es capaz de mantener una relación estable con nadie...

-¿Eso es lo que piensas de mí? ¿Qué soy un inmaduro sentimental y psicológicamente?- pregunto el nombrado justo detrás de ellos, mirándolos con desaprobación y desprecio, sobre todo al mayor.

-Hidan, yo no...

-Olvídalo- y se fue. Dejándolo con la palabra en la boca. ¿Qué si pensaba eso de él? Sí, pero también que era la persona más increíble y sincera del mundo, aunque rayara en lo cínico; que era la persona de la quien menos esperaba enamorarse, sin embargo lo estaba, profundamente enamorado de él. Y ahora, gracias a un par de preguntas indiscretas, lo había alejado, más de lo que ya estaba.

 

Notas finales:

Jo jo, ¿ven? Quedó raro xD Waah, muero de hambre :S

En fin, a falta de alguien que se digne a escuchar mis anécdotas, y con alguien me refiero a una persona que las escuche sin artarse, ya que suelo decir las cosas en repetidas ocasiones... pues les contaré que ha pasado en mi vida últimamente hehe.

Bien pues el jueves 8 me lancé a la feria de mi ciudad a un festival de rock que estuvo con madres (Y) Y creo que me enamore ♥.♥ si, de un chico muy lindo que es el vocalista de una de las bandas que se presentó, me regaló una flor de plástico pero está lindísima :D está en mi peinador, solo para poder verla todos los días, cosa que nunca hago porque siempre ando a madre, pero ahí está xDD Ese día terminé con un gran dolor en el cuello de tanto cabecear -.- pero igual estuvo con madres xD Yuari sabe a lo que me refiero :3

Y luego el viernes, me volví a ir a la feria a ver a Saúl el Jaguar Alarcón, see :3 Un tipo bien bueno que canta bien genial, del estilo banda o norteña o no se xD pero igual estuvo muy genial :DD xD

Y ya, creo que fue todo, deseo que para el siguiente año se repita lo del festival de rock, yeah!

Ahora me voy, cuídense mucho, suerte, buen inicio de semana, buena vibra, éxito gente, besos. Smuak´s.

 

 

misery_182


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