Capítulo 7. Palabras mágicas.
"Entonces arréglalo" la voz de Itachi resonaba es su cabeza. Era cierto, si lo amaba tenía que arreglarlo. Pero la pregunta del millón: ¿Cómo? Necesitaba una especie de plan, o por lo menos encontrar las palabras indicadas para pedirle perdón y que lo aceptara. Pero es que su discusión había sido, como siempre, por una idiotez... por parte del Uchiha menor.
-Lo siento... yo fui un tonto- decía -nunca debí de... no eso no- estaba en frente del espejo, "practicando" como debía de pedirle perdón. -Ahora si... por favor perdóname...-
-Eso sonó bien- dijo una chica detrás de él, desde la puerta de su habitación, cabello largo y negro, ojos blancos.
-Hinata- musito enrojeciendo. -¿C-cuanto tiempo llevas a-ahí?- preguntó apenado.
-Lo suficiente- rio. ¿Los papeles se habían invertido o qué? El que tartamudeaba era Sasuke no la chica, y ella se mostraba autosuficiente y orgullosa, hasta cierto punto.
Suspiro -Ya te lo dijo ¿cierto?- pregunto él, refiriéndose a su rubio novio.
-Si... pero no me dijo porque...- contesto ella entrando.
-¿No te lo dijo? Es extraño...
-¿Me dirás?
-Solo si prometes aconsejarme...- dijo él sonriendo de lado.
-Sabes que siempre lo hare- le contesto con una linda y a la vez, tímida sonrisa. Escucho con interés todo lo que su amigo le decía. Eran amigos desde que tenían memoria, sus padres tenían negocios en común, y siempre estaban juntos mientras ellos hacían cosas de adultos. Cuando Sasuke se fijó en Naruto, y se dio cuenta que a ella también le gustaba, fue todo un lio, su amistad estuvo a punto de irse a la basura, todo por un rubio revoltoso, que logró cautivar a ambos muchachos. Pero gracias a Neji, el primo de Hinata y que la amaba en secreto, lograron arreglar sus diferencias, y el chico aprovecho la oportunidad para declarársele a su amada prima. Claro, tenía la guardia baja por que el rubio prefirió a su sexy amigo en lugar de a ella.
-Así que eso fue lo que pasó ¿eh?- el chico asintió -solo tengo algo que decirte- el pelinegro la miro interrogante -eres... un... completo... idiota- dijo.
-Pero... ¿Por qué dices eso?
-Pues no lo culpo, si Neji me hiciera algo así, ten por seguro que no lo dejaría ni siquiera que me viera- dijo algo seria pero a la vez divertida por ver la cara de su amigo.
-Eres... muy mala Hinata...- dijo riendo. Ella sonrió y se levantó de la cama.
-Arréglalo- dijo antes de salir, cerró la puerta de tras de sí, mientras Sasuke reflexionaba sobre lo que iba a hacer, la chica volvió a abrir la puerta, lo miró y él a ella. La pelinegra le mando un beso de forma muy coqueta, lo que hizo que Sasuke se sonrojara.
-Has... cambiado mucho- se dijo a sí mismo, luego rio.
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-Es un idiota- lloraba un ojiazul, abrazándose a una almohada, recostado boca abajo en su cama, su antigua cama, ahora la compartía con el Uchiha.
-¿Quién?- preguntaba su madre entrando a la habitación, Naruto se giró y sentó para verla. -Deja de llorar, mira como estas- limpiándole las lágrimas -a Sasuke no le gustaría verte así.
-Al diablo con Sasuke- dijo molesto volviendo a acostarse.
-¿Peleaste con él?- preguntó, el otro solo bufó. -¿Qué paso?
-No lo entenderías- dijo volviendo a verla.
-Tal vez te pueda aconsejar- sonriendo escucho lo que decía el rubio menor. -¿Por qué no lo hablas con él?
-No se puede hablar con él- dijo.
-Inténtalo- insistió.
-No, es un orgulloso, no aceptara que se equivocó, nunca pediría perdón.
-Pero... olvido su orgullo por ti...- Naruto la miro interrogante -si no hubiera olvidado su orgullo por ti, no estarías con él ahora.
-Sí, y yo fui un tonto por aceptar sus sentimientos- susurro.
-Naruto- la mujer lo abrazó protectoramente, el otro recibió el abrazo gustoso y comenzó a llorar de nuevo.
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Itachi y Hinata tenían razón, si de verdad lo amaba tenía que hablar con él, debía de arreglarlo. Tomo las llaves de su auto y condujo a la casa del Uzumaki, cuando llego toco insistentemente el timbre, una mujer encargada de la limpieza y de confianza de la familia abrió la puerta.
-Necesito ver a Naruto- dijo apenas abrieron la puerta.
-Claro joven Uchiha, pase, en seguida lo llamo- la mujer subió la escaleras lentamente. -Joven- llamo a la puerta de la habitación y en seguida la abrió -lo buscan- dijo asomando la cabeza.
-¿Quién es?- preguntó viendo a la muchacha.
-No dio su nombre- contesto, se había vuelto cómplice del Uchiha, sin que este lo pidiera.
-Está bien, que suba- contestó. Ella asintió y salió cerrando la puerta.
-Puede subir a la habitación de Naruto-san- dijo la muchacha sonriendo.
-Gracias- subió casi corriendo, por el pasillo se encontró con la madre del rubio.
-Sasuke- dijo sorprendida.
-Hola- la saludo con un beso en la mejilla y siguió su recorrido. Se paró en la puerta para tranquilizarse un poco, toco y recibió autorización por parte del rubio, entro y lo encontró sentado, dando la espalda a la puerta, la cerro para tener privacidad. - ¿Desde cuándo dejas que cualquiera entre a tu habitación?- Naruto reconoció la voz de inmediato, no se giró.
-Siempre tan simpático, Sasuke- dijo frívolo.
-Naruto, necesito hablar contigo...
-Entonces habla- con voz fría.
-Te pido que me perdones... jamás pensé que alguien saldría lastimado, y menos tú.
-¿Qué? Vienes a decirme que te perdone y que jamás pensaste que podía salir lastimado, pero si tú no piensas en nadie que no seas tú- se levantó y lo enfrento, Sasuke pudo ver sus ojos azules, estaban rojos e hinchados del llanto, le dolió verlo así, pero más le dolieron las palabras tan secas, eran como dagas que daban directo a su corazón. Estaba punto de gritar, tenía que contenerse, solo un momento, un segundo más.
-¿Qué solo pienso en mí?- grito, no se contuvo.
-Si- respondió el otro -solo en ti- habían comenzado a gritar.
-¿Crees que si solo pensara en mi estaría aquí? ¿Pidiéndote perdón?- debía intentar contenerse, si de verdad quería ser perdonado por el rubio debía tranquilizarse, no, demasiado tarde, era una bomba y Naruto la había hecho estallar. -Si solo pensara en mi ¿crees que me habría quedado en vela cuando mi hermano se accidento? ¿Crees que me había quedado de brazos cruzados cuando me di cuenta que habían golpeado a Sai?- se quedó callado, ahora las dagas iban dirigidas al rubito. -¿Y crees que si solo pensara en mi me habría atrevido a decirte que te amo? Y sabiendo que tu padre no me quería, aun así me atreví a decirle que me dejara salir contigo ¿crees que alguien que solo se interesara en sí mismo haría eso?- ya no gritaba, estaba más tranquilo, o eso aparentaba.
-Sasuke, yo...
-Está bien, déjalo- salió caminando tranquilamente, aunque por dentro se estaba quemando. Naruto lo miró salir, quería detenerlo, algo le decía que debía hacerlo, pero lo dejo irse.
Sasuke subió a su auto y arranco a toda velocidad, salió de la ciudad, se detuvo a la orilla de la carretera, bajo del deportivo, se recargo en el cofre y encendió un cigarrillo, le dio una calada, no sabía cómo su hermano y su padre podían fumar esa cosa, pero ahora lo entendía, te relajaba. Termino el cigarro, subió a su auto, lo puso en marcha y regreso a la ciudad, al entrar vio un auto que conducía en dirección contraria, esperen, esa calle era de un solo sentido, al momento que se dio cuenta ya estaba demasiado cerca, inevitablemente choco con el otro auto.
-¿Joven, está bien?- una voz femenina lo llamaba, se escuchaba lejana, perdió la conciencia.