Capítulo 8. Ya te cansaste de esperar
Itachi embestía a un rubio ojiazul que se encontraba debajo de él, tocaba cada parte de él, degustándolo, de pronto el celular del mayor comenzó a sonar.
-No piensas ah, contestar ah...- gemía escuchando el aparato.
-No, lo creo- continuaba con lo suyo.
-Y si es ah algo importan... ah importante.
-Mph- bufó, detuvo las embestidas y sin salir del rubio tomo el celular, viendo el gesto molesto que tenía el rubio -tú insististe- lo miró, contestó -¿Diga?- reanudando las embestidas -¿Qué Sasuke qué?- preguntó tranquilo pero con la voz algo alarmada, trago saliva -está bien, voy en seguida- colgó y continuo, observando el rostro del rubio, con algo de preocupación lo miraba -tranquilo- le dijo, lo comenzó a masturbar, después de un par de embestidas más, ambos se corrieron, el Uchiha dentro del Namikaze y este en los abdómenes de ambos. El pelinegro salió casi con desesperación y comenzó a vestirse.
-¿Qué ocurre?- le preguntó el rubio sentándose.
-Tengo que irme, quédate si quieres- arreglándose el cabello, salió de su departamento con rumbo al hospital. Llego más rápido de lo que esperaba, entro y a la primera persona que vio fue a su madre a su lado su padre -madre, padre, ¿Qué paso?
-Sasuke tuvo un accidente en el auto- dijo preocupada.
-¿Y como esta?- igual de preocupado que la mujer, incluso más.
-Ya lo están atendiendo, no nos han dado información. Aquella muchacha de allá- señalando a una joven de no más de 17 años, cabello rosa y ojos verdes -fue la que choco con tu hermano, ella salió casi ilesa, pero su novio está siendo atendido, se encargó de llamar a la ambulancia y de avisarnos.
-Oh muy bien, iré para ver si no necesita algo.
-Si claro- respondió. Itachi se encamino hacia la chica, notando preocupación en su rostro.
-Hola- le dijo, esta lo miró.
-Hola- Itachi notó como tenía varios raspones y parte de la ropa magullada.
-Gracias por llamar a la ambulancia- le dijo -¿Te encuentras bien?
-Si estoy bien, no te preocupes. Y sobre lo de la ambulancia, ni agradezcas, fue nuestra culpa, íbamos manejando en dirección contraria- sonriendo forzadamente.
-Supe que tu novio...
-¿Novio? No, no, solo es mi amigo- sonriendo tímidamente.
-Sí, claro, bueno él, ¿Cómo está?
-Emm... pues no lo sé, no me han dicho nada sobre su estado- viendo a la nada, jugando con su bolso.
-Ven, te invito un café- intentando tranquilizarla, ella asintió y fue tras el Uchiha. Llegaron a la cafetería del hospital. -¿Cómo te llamas?- le preguntó.
-Sakura- dando un sorbo al café, temblando levemente, haciendo que poco del líquido cayera.
-Deberías tranquilizarte, no es bueno que estés así.
-Es que- trago saliva -estamos aquí de vacaciones, es por eso que íbamos en dirección contraria.
-¿Y tus padres ya lo saben?
-Ya se los dije, y a los de él, bueno ellos se encargaran de decírselos.
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-Emm... sí, yo le digo, si claro, seguro, adiós- una mujer pelirroja hablaba por teléfono. -Sasuke tuvo un accidente- menciono a un hombre rubio frente a ella.
-¿Que Sasuke qué?- preguntaba incrédulo Naruto bajando las escaleras lentamente.
-Naruto- dijo su padre asombrado, poniéndose de pie.
-¿Qué le pasó a Sasuke?
-Sasuke, tuvo un accidente en su auto- dijo su madre.
-¿Está bien? ¿Qué le paso?- desesperado.
-No lo sé, está en el hospital, ¿quisieras ir a v...?- no termino, sintió como su hijo menor la abrazaba.
-Fue mi culpa mamá, fue mi culpa, yo hice que se fuera así, enfadado.
-Naruto tranquilo, no fue tu culpa- viéndolo, limpiándole las lágrimas del rostro.
-Vamos- dijo el rubio mayor en la puerta principal, ambos lo miraron confusos -¿Qué no quieres ir a verlo? ¿Saber cómo está?- le preguntó a Naruto.
-De seguro no querrá verme- musito levemente bajando la mirada triste.
-Naruto...
-Madre, por favor vayan y díganme como se encuentra- dijo con lágrimas en los ojos.
-Está bien, iremos, te llamare más tarde- el rubio menor asintió, mientras la mujer salía junto a su esposo. Al llegar al hospital, Mikoto y Kushina se saludaron como buenas amigas, y lo eran.
-¿Naruto no vino?- preguntó extrañada.
-No... ¿Cómo está Sasuke?- preguntó la otra.
-Lo están atendiendo...
-Familiares de Uchiha Sasuke- decía un hombre con bata de doctor, en ese momento se acercaban Sakura e Itachi.
-Nosotros- dijo la madre del nombrado, caminando rápidamente hacia el doctor. -¿Cómo está mi hijo?- preguntó.
-Le seré franco señora, Sasuke se encuentra en muy grave estado, está siendo atendido, pero tendrá que ser intervenido quirúrgicamente de emergencia.
-¿Qué? No puede ser posible- decía asombrada.
-Señora, necesito que alguien firme esta autorización para poder realizar la operación de inmediato- decía el doctor.
-Madre- Itachi se la llevo lejos consolándola.
-Yo firmare- dijo Fugaku, tomando la forma.
-Dígame doctor ¿cómo se encuentra Lee?
-¿Eres su familiar?- la chica dudo pero asintió, el doctor la aparto del resto y comenzó a decirle un par de cosas. Después la peli rosa seguía al doctor por un pasillo.
-Llamare a Naruto- dijo Kushina a Minato, él asintió y la vio alejarse, hacia uno de los teléfonos públicos.
-¿Diga?- contestó el rubio.
-Naruto.
-Mamá, ¿qué pasó? ¿Sasuke está bien?
-...
-¿Mamá?
-¿Seguro que no quieres venir a verlo?- le preguntó.
-Dime como esta Sasuke- la presiono.
-No... no está bien- contestó con un deje de tristeza.
-Fue mi culpa...- dejando fluir las lágrimas libremente.
El tiempo pasó lentamente para todos, incluso para Minato, que aún no terminaba por querer a Sasuke, estaba preocupado. Una enfermera salió.
-Disculpen- se dirigió a los padres del pelinegro. -Necesito la forma- pidió amablemente.
-Claro- el padre del menor se la entrego ya firmada. La enfermera se retiró. Paso el tiempo y no había noticias de Sasuke, el doctor que atendía al azabache salió y se acercó a Kushina y Fugaku.
-La operación será llevada a cabo mañana por la mañana, a las nueve- les informo.
-Gracias doctor- dijo Fugaku.
-Sera mejor que vallan a descansar- Kushina iba a protestar pero Itachi la interrumpió.
-Yo me quedare madre, no te preocupes- le dijo su primogénito.
-Gracias hijo- dijo su padre, sacando a la mujer del hospital.
-Nosotros también nos vamos- dijo Minato acercándoseles.
-Adiós- se despidieron y dejaron solo al pelilargo.
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-¿Dónde estás Itachi?- se preguntaba mentalmente un rubio ojiazul, seguía esperándolo en su departamento, se hacía tarde pero el moreno no regresaba -¿Y si le pasó algo?- preocupado -no, no, no-agito su cabeza para alejar los pensamientos. Tenía el teléfono móvil en las manos, jugaba con él, abriéndolo y cerrándolo continuamente. -¿Lo llamo?- lo habría -mejor no- lo cerraba.
El tiempo pasaba, Deidara seguía esperando al pelilargo, se desesperó y decidió regresar a su casa. Al entrar se dirigió directamente a su habitación, pero cuando vio a Naruto encerrado en la propia se preocupó, ¿No se suponía que debería estar en su casa con Sasuke? Pidió permiso a su hermano para entrar, lo encontró acostado dándole la espalda, se sentó delante de él.
-¿Qué pasó?- le preguntó cuándo lo vio con los ojos rojos e hinchados.
-Sasuke...- las lágrimas regresaban -Sasuke tuvo un accidente y está muy grave, y fue mi culpa- el mayor lo abrazó consolándolo, cuando se tranquilizó se separó de él.
-¿Cómo que tú culpa?- le preguntó.
-Yo hice que se molestara y se fuera- decía.
-Pero no fue tu culpa, fue eso, un accidente.
-¿Podrías ir al hospital para ver como esta?- le pregunto Naruto.
-¿Cómo?- extrañado.
-Por favor, ve a ver como esta y me llamas para avisarme...
-Pero...- iba a protestar, vio a su padre en la puerta -está bien, iré... pero me debes una hermanito- le revolvió el cabello y le sonrió, sacándole una pequeña risita al menor, después salió de la habitación y se encontró con su padre en el pasillo, cerró la puerta detrás de sí para que Naruto no escuchara nada.
-No me has presentado a tu enamorado- le dijo divertido.
-No molestes- tajante.
-¿Iras al hospital?
-Si- le respondió y siguió su camino. Tomo las llaves de su auto y se fue.
Cuando entro al hospital, choco con una chica peli rosa, haciéndola caer de sentón.
-Lo lamento tanto- se disculpó -¿estás bien?- ayudándola a pararse.
-Si estoy bien, lo lamento, venia distraída.
-Descuida, yo tampoco venia en mis cinco sentidos- le sonrió divertido, ella le regreso el gesto, después ambos continuaron su camino. Deidara caminaba por los pasillos, buscando a alguna enfermera que pudiera ayudarle, lejos de él, diviso lo que parecía ser la sala de espera. Llego hasta ella, le sorprendió no encontrar a ningún enfermera, pero lo que más le sorprendió fue encontrar a Itachi ahí, sentado, con preocupación en el rostro.