Hay una benevola escondida en el espejo.
Hacia tiempo que se sentia perseguido, rogaba estar siendo paranoico.
Todos y cada uno de los espejos de la casa estaban cubiertos por mantas y sabanas. Todo aquello que mostrara algun pequeño reflejo de si mismo debia desaparecer. Sentia que lo miraban atravez de ellos. Hades aun estaba en su interior y el lo sabia podia sentirlo, lo unico que hizo Atenea fue quitarle fuerzo a su posesion. Pero en el momento en que destruyeron su cuerpo regreso a el. Tenia que huir, no queria volver a sentir aquello. Su corazon llenandose de obscuridad, aquel sentimiento de odio que venia de la nada. El resentimiento, el dolor, el enojo, tantos sentimientos llenandolo por completo. Peleo, pero no fue suficiente, aquello habia sido terrible. Nunca supo de donde saco fuerzas para seguir adelante siendo el caballero mas debil de la orden.
Un extraño ruido lo saco de sus cavilaciones, provenia del estudio. Bajoo las escaleras lentamente y cruzo la estancia.Llego frente a las grandes puertas de madera tallada y las miro fijamente, no habia entrado ahi desde...desde hace bastante. Poso su mano sobre la manija de la puerta...
Y la abrio.
Al entrar sus ojos verdes se abrieron de par en par. Frente a el, justo detras del escritorio habia un gran espejo. Miro con terron como detras de su reflejo aparecia una sombra gigante. Miro tras de si por inercia sin encontrar nada. Regroso su vista al espejo, sus manos comenzaron a temblar. Una enorme figura demoniaca salio del espejo, una figura imponente.Su rostro estaba deformado, su piel parecia muerta, tenia grandes alas negras y sostenia un latigo en sus garras.
-Quien eres?..-dijo con apenas un hilo de voz, aun sorprendido por la aparicion de la bestia.
Como respuesta, esta solto un grito atroyador. Cubrio sus oidos con sus manos, el sonido lo hizo estremecer. Salio corriendo de aquel lugar, pero la criatura agito su latigo y lo tomo por la muñeca jalandolo. Cayo de espaldas al piso, intento soltarse por todos los medios, aquel latigo quemaba como fuego. Logro soltarse pero apenas alejandose un poco de la bestia esta agito su latigo de nuevo y lo tomo esta vez por el tobillo jalandolo hacia ella. Sus uñas rapaban el suelo, rasgandolo y dejando marcas. La bestia solto otro grito y el dejo de resistirse para proteger sus oidos. Pronto la criatura habia lograrlo llevarlo de regreso al estudio. El la miro una vez mas. Volvio su vista a las puertas abiertas de aquella habitacion y vio como se cerraban fuertemente. Llevandose toda posibilidad de escapar. Ya no habia escapatoria, nadie vendria a salverlo y cuando descubrieran lo que le habia sucedido ya seria muy tarde. Un fugaz pensamiento llego a su cabeza. Habrian sus amigos pasado por lo mismo? quizas...
La criatura lo solto y el la miro de nuevo, aun sin creer que aquello estuviera pasando.
-Ikki... Ayudame.- Susurro a sabiendas de que su hermano no apareceria como otraz veces. Por que lo habian abandonado. Todos. Estaba solo.
La criatura solto otro grito, aagito su latigo y lo tomo del cuello, quemandolo aun mas. Lo jalo hacia si y con una voz terrorifica le hablo.
-El cuerpo del Señor del infierno nos pertenece, castigaremos a Atenea cuando el despertar de nuestro señor se de denuevo. Y esta vez, nosotras las furias intervendremos.
Las fuerzas escaparon de su cuerpo, se vio arrastrado dentro del espejo y sintio que aquella obscuridad lo consumia.