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“¿Qué debo hacer? Ya no quiero sufrir pero tampoco quiero alejarme de Miyagi, él fue el único que se… no, yo lo acose hasta que acepto tener algo conmigo. Supongo que en realidad nunca pase de ser el hermano de su ex que se obsesiono -con él, Miyagi no ha olvidado a su maestra. Su primer y único amor. ¿Por qué me tomo tanto tiempo entenderlo? ¿Qué no pude notarlo desde el principio? Eso me hubiera ahorrado muchas lágrimas y dolor…. Tengo que hacer algo, ¡no puedo seguir así! ¡Tengo que seguir con mi vida! Aunque sea solo.
Después de todo siempre estuve solo, nadie quiso estar conmigo y acompañarme en mi dolor. Bueno solo dos: mis abuelos, aquellos que aunque sus cabellos se tiñeron de blanco y sus cuerpos se debilitaron por el tiempo olvidaban todas las molestias que traía consigo la edad y me sentaban en sus rodillas para contarme las muchas historias que sabían y me alegraban. Ah, cuanto los extraño. Quisiera que siguieran aquí conmigo pero desgraciadamente la vida no son complacencias y abandonaron este cruel mundo hace un par de años, justo cuando más los necesitaba.
Todo lo que amo perece.
¿Por qué? ¿Quién se beneficia con mi dolor?... nadie, eso es lo peor. ¡Sufro en vano a nadie le importa lo que me pase o deje de pasarme!, ¡¿Por qué no puede terminar esta patética comedia de una vez?!... ¿Comedia? No. Las comedias tienen finales felices; nada en mi vida lo ha tenido y esto no será la excepción.
Aunque… ¿no podría ser feliz con… con Nowaki-san? Él ha pasado por cosas similares a las mías, podría entender mi dolor y aminorarlo… p-pero tiene… ah que tonterías pienso. Nunca se fijaría en un mocoso como yo. ¿Pero y el beso?
¿Fue un accidente o…?
Y-ya recuerdo, si fue un accidente. El mejor que he tenido en mi vida.”
Shinobu no podía dormir, le había dicho a Miyagi que prefería terminar antes que seguir con aquella “vida” pero en realidad no sabía lo que quería. O más bien no podía decidirse. Una parte de si quería alejarse del profesor y de esa ciudad con todo lo que lo dañaba, quizás volver a Australia y empezar de nuevo; pero otra se negaba abandonar todo lo que tenía. Quería mantener esa fachada de estudiante e hijo modelo que la sociedad creía porque en realidad eso y más lo era su hermana, la hija perfecta que no cometía errores, que todo lo que hacía era maravilloso y él debía estar orgulloso y agradecido por tenerla como hermana mayor. Como ejemplo a seguir.
“Oh Shinobu porque no eres como Risako, ella es tan buena, tan linda, tan inteligente. Siempre está ayudando a los demás…
Si claro, y yo soy el rey de Inglaterra. Si tan solo mis padres supieran las porquerías que le sé, tal vez se les caiga de una buena vez la venda que tienen en los ojos y verían a la gran Risako Takatsuki como es en realidad.
Pero si pudiera mostrarles el monstruo que es por dentro, ¿no me creerían y me odiarían? ¿Risako me odiaría y cumpliría su promesa?”
OoOoOoOoOoOo
-Shinobu, ¿de verdad quieres que terminemos?, ¿acaso no vez lo mucho que te amo? – Miyagi había tocado desesperadamente la puerta de la habitación poco después de que el menor se encerrara y ahora le hablaba al pedazo de madera, algo ilógico pero sentía que el pelimiel lo estaba escuchando -.Tu lograste que olvidara a sensei, es contigo con quien quiero estar ¡no quiero separarme de ti! Se, que te hice daño pero dame la oportunidad para enmendarlo.
»Entiende, te amo con todo mi ser y eso no va a cambiar. Quiero recompensarte por el daño que te cause, dame otra oportunidad, ¿lo harás, verdad? Vamos, sabes que no te miento ¡no podría engañarte…!
Miyagi detuvo su desesperado –y cursi- discurso ya que la puerta se entreabrió para mostrar el rostro fastidiado del menor. Pensó ilusionado que su pequeño se había conmovido por las dulces palabras y en cualquier momento saltaría a sus brazos diciéndole que lo perdonaba y olvidaran la pelea de esa noche, pero…
-Por favor, ¿podrías callarte? Trato de dormir – dijo sin abrir del todo la puerta y después la cerro fuertemente y con seguro.
-¿¡!? – eso sí que lo sorprendió, ¿desde cuándo Shinobu se comportaba así? Nunca había hecho algo parecido. ¡¿Qué estaba pasando con su pequeño?! ¡Jamás lo había visto así!
“¿O será que más bien no lo note?, quizás… en realidad no sé cómo es Shinobu. ¡Rayos! Digo amarlo pero ni siquiera sé si esta es una parte de sí que no me había mostrado o está cambiando. ¿Qué más me ocultas Shinobu Takatsuki?, ¿Qué secretos se ocultan tras tu infantil rostro, que perversas pasiones se encuentran encerradas tras tus grisáceas pupilas?... ¿¡Por qué no te muestras tal y como eres!?
Sabes que no me gustan las mentiras Shinobu-chin y si tú me mientes, pues tendré que castigarte por ser un niño malo”