El trinar de los pájaros los despertó a la mañana siguiente. Esa había sido de las mejores noches que hubieran tenido en bastante tiempo, sin embargo ya era hora de volver a la realidad.
- B-buenos días Nowaki-san – saludo un poco rojo el oji gris al ver tan cerca el rostro del otro.
- Muy buenos días – contesto con una encantadora sonrisa que hizo sonrojar más al menor. “De verdad que es lindísimo y mas sonrojado. Esas mejillas tan rojas que parecen dos manzanas bien maduras, dan tentación de acariciarlas se ve que son muy suaves… ¡Pero que estoy diciendo!... yo… yo tengo a Hiro-san… aunque él sea tan frio y distante”
Se levantaron lentamente, se estiraron y acomodaron la ropa con total calma, como si quisieran retrasar el momento en el que tuvieran que salir de aquella pequeña casa. Pues sería regresar a la lastimosa vida. De pronto, el mayor tomo delicadamente la mano de Shinobu desconcertándolo.
- ¿Sucede algo Nowaki-san?
- No solo quería ver como seguía tu herida, ¿te duele?
- Algo, tengo medio entumecida la mano… - el otro vio con gesto serio la mano que sostenía - ¿eso es malo?
- Es normal que la zona de la herida se endurezca un poco, pero, ¿sientes toda la mano adormecida?
- Si, no completamente pero lo siento en toda la mano.
- Mmm… supongo que se debe al frio, pero lo mejor es que vallas al hospital.
- Pero…
- Vamos, y te acompaño – soltó la mano herida y agarro firmemente la otra para salir de la casita con el castaño.
“Sus manos son grandes y cálidas, además es muy amable, no como Miyagi que es un desconsiderado… Nowaki-san me conto que tenía problemas con su novio… ¿y si él y yo…?... no, como puedo pensar eso…. Nowaki-san es pediatras y nunca se fijaría en mi… yo no soy nadie interesante y nadie, me aprecia, como dice Kaito-sensei” pensó Shinobu mientras caminaba junto al oji azul
Durante todo el trayecto hacia el hospital, Nowaki no soltó al menor de la mano, se sentía tan bien ese ligero contacto y que el otro no lo rechazara, no le gritara que lo soltara y el tierno sonrojo en el rostro de Shinobu lo hacían aun mejor.
“Parecemos novios” - por un segundo el pelinegro imagino que el castaño a su lado era su pareja y sonrió para sus adentros, eso sería muy lindo, pero luego rectifico – “no que estoy pensando, ambos tenemos pareja y… pero sufrimos por la fría y cruel indiferencia” al recordar como era su vida con Hiroki entristeció repentinamente, detalle que no fue pasado por alto por el otro chico.
- ¿sucede algo Nowaki-san? – La voz del menor lo trajo a la realidad – de pronto se puso triste, ¿dije algo malo?
- No, no pasa nada… Shinobu-kun, ¿tu familia sabe cómo te trata tu pareja?
- No – bajo la mirada tristemente – a ellos yo no les importo, solo mi hermana Risako.
- Eso te lastima, ¿cierto? Que ellos no se ocupen de ti.
- No tanto, siempre fue así. Solo se preocupaban por ella. Se la pasaban comparándonos aunque mis notas fueran más altas y mi disciplina excelente.
- Ya veo, no te notaban, solo te veían como la sombra de tu hermana. Eso debe ser muy duro.
- Ya estoy acostumbrado – susurro tristemente con la cabeza agachada.
“Pobrecillo, yo no tuve familia y por lo tanto no me lastimaron, e incluso fui feliz sin ella, pero el que la tiene sufre peor a que si fuera huérfano. Se ve tan triste”
Sorpresivamente Nowaki abrazo al menor en un intento de consolarlo, pues había visto que había bajado la vista para ocultar algunas lágrimas.
“¿Por qué hace esto? El no tenia porque… aun así… se siente muy bien” pensó el oji gris al corresponderle el abrazo.
Minutos después se separaron y llegaron al hospital, ahí revisaron a Shinobu y después de limpiarle y vendarle la herida ambos jóvenes salieron a comer algo.
- Shinobu-kun, ¿quisieras pasear conmigo un rato? – pidió esperanzado al menor.
- Claro porque no. “de todas formas aun no quiero regresar a “casa” con Miyagi”
Los dos caminaban tranquilamente por la ciudad, cosa casi imposible ya que estando cerca navidad la gente inundaba las calles buscando todo lo que necesitaban.
- Es curioso ver a todos esforzarse por una celebración tan material – comento el castaño a su acompañante.
- Entiendo lo que dices, la navidad se ha vuelto tan comercial que las personas ya no recuerdan su verdadero significado.
- Por eso prefiero no celebrarla – dijeron los dos al mismo tiempo sorprendiéndose de que el otro hiciera lo mismo.
- Aunque claro, no todos hacen eso y si celebran el verdadero motivo – dijo el oji gris.
- Si, pero son pocos.
Detuvieron su andar un momento viéndose frente a frente, ¿Cómo era posible que pensaran parecido?, ¿Por qué estaban pasando tanto tiempo juntos?, ¿Por qué no se soltaban de las manos? ¡Si apenas y se conocieron la noche pasada!
Mas en ese momento aprendieron que no debes quedarte parado en medio de un mar de gente, ya que si lo haces las personas apresuradas te empujan… y eso fue lo que les paso… alguien empujo a Shinobu y este por el impacto se estrello contra en mayor, solo que, se estrello contra sus labios (nota: si no lo entendieron o no me explique bien recuerden la escena donde Naruto y Soquete, digo Sasuke se besan por accidente n_n).
“¿Qué sucede, porque no me separo de él?”
“Sus labios son tan suaves”
“¿Por qué le correspondo el beso?”
“No debería hacer esto, yo tengo pareja… pero el…”
Segundos después ambos se separaron por oxigeno ya que les era imposible seguir con aquel apasionado beso, y la duda de porque lo hicieron seguía en la mente de los dos sin ninguna explicación. Solo sabían una cosa… les había encantado, había sido el mejor beso de sus vidas.