Que se supone que debo hacer?...
Como tendría que reaccionar ante esto?...
Que estoy haciendo mal?...
El amor de mi vida… Al único hombre que realmente he llegado a amar…
Al igual que todos los días, me levanté unas cuantas horas más temprano con el simple objetivo de verlo dormir plácidamente, para imaginarme, aunque sea mentira, que el hecho que ambos compartamos habitación significara algo más para él que una simple casualidad.
Lentamente me acerqué a su cama. Su rostro angelical reposaba tranquilamente sobre la almohada, ahogando unos leves ronquidos con ella. Sus facciones perfectas me hipnotizan… Todo en él es perfecto… Hasta lo que no lo es sigue siéndolo.
Estiré mi mano para posarla en su mejilla. Estaba fría.
Contuve mis ansias de besarlas para calentarlas con mis labios… Pero sabía y sé que no era posible.
Continué mi recorrido, bajando hasta sus labios, donde las ganas de besarlo incrementaron. Acerqué mi rostro al suyo, hasta que nuestros labios quedaron a tan solo un milímetro de rozarse…Pero me detuve y alejé. Típico.
Mis dedos siguieron hasta quedar sobre sus brazos perfectamente ejercitados. Ningún indicio de que no los haya conseguido en el gimnasio.
Varias veces ya van en donde me imagino yendo con él, con el simple objetivo de verlo ejercitarse… Pero soy muy débil como para intentarlo…
Y digo débil, no porque no posea el valor necesario… Sino por el hecho que no puedo levantar la mitad de mi peso, cosa que no es mucho.
Dejé reposar mi frente sobre su hombro, imaginando como se sentiría que me abrazara de la manera en que yo lo quiero a él, mientras que un largo suspiro escapaba de entre mis labios.
Rápidamente me incorporé al sentir un movimiento. Sus oscuros ojos se abrieron despacio y se enfocaron en mi rostro, regalándome una de esas miradas que me dejan sin aliento- y esa vez no fue la excepción.
-Que sucede? No puedes dormir, Taem?
-Emm.. N.no…- dije entre cortado mientras sentía mi rostro arder.
Estaba a punto de levantarme e irme corriendo hasta el baño cuando una de sus manos se aferró a mi muñeca, jalando levemente de mí, y guiándome hasta un espacio que había dejado libre en su cama.
Antes de darme cuenta siquiera, ya me encontraba acostado a su lado, siendo rodeado por sus brazos y acunando mi cabeza sobre su pecho. Besó suavemente mis cabellos antes de dormirse de nuevo. El sueño empezó a vencerme, a pesar de que traté por todos los medios de no hacerlo para así poder apreciarlo más de cerca…
Pero mi niño interior no se resistió mucho tiempo, y me dormí a su lado, aspirando su dulce aroma, sintiendo como el calor que emanaba su cuerpo calentaba cada fibra de mi ser, y sintiéndome totalmente protegido por la persona más importante para mí…
Desperté cuando la luz del sol empezó a pegarme con rudeza sobre los ojos.
Bostecé, estirándome en el lugar, mientras que Jonghyun Hyung jugaba con mi cabello enredándolo con sus dedos.
Me dejé caer sobre su pecho, e inconscientemente lo rodeé con mis brazos.
Nos mantuvimos en esa posición, en medio de un silencio relajante, hasta que se escuchó la voz de Key Umma llamándonos para el desayuno.
Nos levantamos- por mi parte bastante molesto-, sabiendo que hasta allí llegaría mi momento junto con él.
Pero más valía aprovechar los últimos momentos…
Tomé su mano y recargué mi cabeza contra la suya mientras que bostezaba nuevamente, hasta llegar a la cocina…
Donde me soltó, dejándome parado y con la vista fija sobre él, mientras que avanzaba junto a Key, rodeaba su cintura con amor y depositaba un suave beso sobre sus labios.
En esos momentos era cuando más deseaba morirme. Ya dejaba de importarme absolutamente todo y todos.
Salí corriendo tratando de no llamar la atención ni de Minho Hyung ni de Onew Hyung, que se encontraban ambos con la mirada fija en el café delante de ellos como si fuera la cosa más interesante del mundo.
Llegué a mi habitación y me encerré, dejando salir todas las lágrimas que se habían acumulado en menos de cinco minutos de verlos juntos… Tan tiernamente juntos que me daban nauseas…
En vano era jurarme a mí mismo que trataría de olvidarlo. Ya muchas veces lo había intentado, pero en todas fracasé y terminé nuevamente rendido a sus pies, aunque él mismo no lo supiera…
Respiré profundo, limpié mi cara, y fui junto con mis Hyungs antes de que se dieran cuenta de mi ausencia… aunque que importaba ya eso?
…En la vida va a haber buenos y malos momentos, pero lo importante es saber seguir adelante…
…Aunque ese avance termine de destruirte por completo…