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Errar es humano por misery_182

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Notas del fanfic:

 

¡Hey you! No sé que hago publicando este fan fic, hasta ahorita, cuando lo termine hace un buen tiempo. Hubiera querido subirlo el día del cumpleaños de Deidara, pero no se pudo, cosas del destino xD

 

Para quienes siguen el fic de Los Amantes Son Dementes, la conti está lista, no os desesperéis xD es solo que quiero actualizar cada lunes sin falta, y no quisiera adelantarme, ustedes entienden, ¿no? Hehe

Y para quienes no lo leen, pues léanlo xD

 

No me despido porque nos vemos en las notas finales ;D

 

Espero que disfruten, sin mas, ¡a leer!

 

 

 

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad del señor  Masashi Kishimoto.

 

 

Deidara se ha levantado más que feliz el día de hoy. Y por qué no lo estaría, era su cumpleaños número 17, probablemente solo otro cumpleaños más, pero este día lo pasaría con Itachi, sería lo mejor que le podría pasar.

Se arregló muy bien para ese día tan especial, estaba seguro que recibiría bastantes regalos, pero el único regalo que le interesaba era el que le iba a dar su Itachi, no podía olvidarlo, tenía muy buena memoria. Un día antes había quedado de verse con él en el pequeño parque que estaba junto al lago.

La comida la paso junto a sus padres y hermano. Eran casi las cinco de la tarde, estaba obscureciendo rápido, debía de salir pronto si no quería llegar tarde a su cita con Itachi. Al momento de salir su madre lo detuvo.

-Deidara, ¿podrías cuidar de Naruto? Vamos a salir y no quiero que se quede solo- le pidió.

-Pero mamá, voy a verme con Itachi hoy- renegó.

-Por favor, cuídalo, será solo un rato- le pidió.

-Está bien- tomo al niño de la mano y salió de la casa caminando lentamente. Al llegar al parque se encontró con el pelinegro, y de casualidad también tenía a su hermano menor de la mano. Naruto se soltó del mayor para ir con Sasuke a jugar.

-¿Cómo está mi novio consentido?- le preguntó Itachi tomándolo de la cintura.

-Espero que con eso te refieras a que soy el único- le dijo bromeando, el otro sonrió.

-Claro que sí, eres el único- le dijo para luego inclinarse para besarlo en los labios. Al separarse Deidara esperaba que Itachi le dijera algo por su cumpleaños, pero nada, estuvieron abrazados un momento, el rubio lo miraba aun con esperanza, pero el otro no decía nada, solo lo tenía abrazado. -¿Pasa algo?- le preguntó cansado de su silencio -estas muy callado- le dijo.

-No, nada- contestó algo triste y decepcionado, bajando la mirada.

-Ya, dime, ¿Qué pasa? Sabes que estoy y estaré para ti- tomo su rostro e hizo que lo mirara.

-Pues...- comenzó a hablar, pero el teléfono de Itachi lo interrumpió, no dudó en responder, sin alejarse del rubio.

-Diga- miraba al rubio, suspiro agotado -está bien, si, si, ya voy, ok, adiós- corto la comunicación.

-¿Está todo bien?- le preguntó preocupado.

-Sí, es solo que tengo que irme, ¿puedes cuidar de Sasuke un rato?- le preguntó, el rubio volteo a ver a los menores como jugaban alegremente.

-Claro- dijo acariciando las manos del moreno en sus mejillas, el otro lo besó en la frente y se fue corriendo del lugar, se detuvo de pronto, se giró para ver al rubio.

-Te vez bien hoy- le dijo con una sonrisa, el otro le correspondió, siguió corriendo hasta perdérsele de vista al ojiazul. Suspiró derrotado y comenzó a caminar detrás de Sasuke y Naruto.

-¿Cómo se atreve?- pensaba molesto -después de todo, él fue quien me cito aquí, y de pronto se va, así como así, dejando a su hermanito encargado- su mirada estaba triste, pero sentía coraje, enojo, frustración de que su novio hubiese olvidado su cumpleaños, no se lo perdonaría -yo si le di un buen regalo el día de su cumpleaños- recordaba el regalo que le había dado, un precioso reloj de pulsera -y todo para que él me deje aquí botado, a la mitad del parque, y con el sol que hace- seguía ensimismado en sus pensamientos.

-¿Qué le pasa a Dei, Naruto?- le preguntó Sasuke viendo al mayor.

-Lo que pasa es que Ita es un tonto, y se ha olvidado del cumpleaños de él, por eso esta triste- explicó.

-Itachi no es un tonto, y no se ha olvidado de su cumpleaños- lo defendió.

-Claro que sí, es un tonto, igual que tú- dijo un molesto Naruto.

-Te digo que no, ¿y por qué me dices tonto?- reclamó el azabache. A los oídos del rubio mayor llegaban los agudos y, hasta cierto punto, molestos gritos de los menores, aumentándole el calor y el enojo, estaba a punto de darle un terrible dolor de cabeza.

-Dejen de pelear, niños- les dijo con un gesto de molestia, tocándose la sien, tratando de evitar el dolor que sabía llegaría.

-Tranquilo, Deidara- le dijo alguien detrás de él, el aludido se giró para ver quien lo llamaba, vio a un chico pelirrojo, que lo estuvo pretendiendo, el rubio lo ignoraba olímpicamente, evitándose la pena de rechazarlo y también que hacerle falsas ilusiones, iba en el mismo colegio que él e Itachi, pero diferente curso.

-Hola, Sasori-san- lo saludo sonriendo falsamente.

-Pasaba por aquí y te distinguí entre la gente, y de pronto se me vino a la mente comprar una caja de chocolates, ¿te gustan cierto?- le dijo mostrándole el obsequio.

-Sí, mucho, gracias Sasori-san, no tenías porque...

-Sí, si tenía, si mis matemáticas y mi memoria no me fallan, hoy es tu cumpleaños, corrígeme si me equivoco- dijo siempre con esa determinación y seriedad, también acercándosele peligrosamente al rostro.

-No, no te equivocas, tu memoria y tus matemáticas están muy bien- le dijo tomando el regalo. -Muchas gracias de nuevo- le dijo.

-No hay de que, ¿y qué?- sugirió la pregunta, pero el rubio lo miró interrogante -¿Qué te ha regalado Itachi de cumpleaños?- le preguntó, sabiendo que la respuesta seria tal vez, un ramo de rosas, o un gran oso de peluche, o incluso un viaje a cualquier parte que el rubio eligiera. La familia del pelinegro tenía bastante dinero, y les cumplirían casi cualquier capricho a sus hijos.

-No...- dudo en responder -no me ha regalado nada- dijo triste y con la mirada en el suelo.

-¿Cómo dices?- lo miró sorprendido -¿se ha olvidado de tu cumpleaños?- le preguntó.

-Eso parece- trago grueso, un nudo se formaba en su garganta.

-Lo lamento, no debí preguntar- se disculpó apenado, aunque por dentro se sentía algo feliz. -Tal vez después de esto nunca más quiera verlo, y por fin me dé una oportunidad- pensó triunfante.

-No, está bien, no lo sabías- le dijo batallando para hablar. Su vista se posó en los dos menores, Sasuke le pegó en el brazo a Naruto y este se molestó de sobre manera, haciéndolo correr y el rubio detrás de él. -No se alejen mucho- les grito intentando cambiar un poco el tema.

-¿Te ha dejado cuidando de su hermano menor?- le preguntó.

-Algo así, pero no quiero hablar de eso, por favor- le pidió.

-De acuerdo- miró su reloj -lamento no poder seguir acompañándote, pero tengo que irme, se me hace tarde.

-Claro, está bien, y gracias por los chocolates- dijo sonriendo. El pelirrojo de acerco para abrazarlo y de paso darle un beso en la mejilla, Deidara no se movió, solo respondió al abrazo e ignoro el beso. El pelirrojo se fue rápido, mientras que el otro caminó por donde se habían ido los dos menores, buscándolos con la mirada.

Ahí estaban, recargados en la cerca de madera gastada que iba alrededor de todo aquel lado, lanzándole piedras a los patos, los animales salieron volando y fueron detrás de estos corriendo.

Deidara llego a donde minutos antes estaban los dos menores, sentía calor, quería meterse a bañar al lago, pero no podía. Vio a su alrededor y encontró un árbol que daba una deliciosa sombra, se acercó y se sentó debajo, puso el regalo a un lado, recordando la primera vez que estuvo ahí.

FLASH BACK

-Apresúrate Dei- le decía su pelinegro novio, corría delante de él, era de noche, unas cuantas farolas aluzaban el pequeño parque.

-No es justo, tu eres más alto y además tienes más condición física que yo- se excusaba el rubio de apenas 15 años, parado a la mitad del lugar.

-No grites tanto, vas a despertar a toda la colonia- le decía bromeando el azabache, acercándose a él. El rubio hizo un lindo puchero y cruzo los brazos mirando con desaprobación al mayor, este rio y lo cargo al estilo nupcial.

-Bájame Itachi- le ordeno.

-¿Seguro?

-Si- Itachi hizo el ademan de soltarlo, lo que obligó al rubio a aferrarse al cuello del otro.

-¿No que te querías bajar?- le preguntó sonriendo. El rubio bufó y se dejó llevar por el otro. Hasta estar debajo de ese árbol el azabache se sentó al pie de este, aun con el rubio en brazos.

-¿Por qué?- le pregunto acariciando su pecho.

-Por qué, ¿qué?- pregunto  confundido.

-¿Por qué habiendo tantas chicas y chicos detrás de ti, me has elegido a mí? Yo ni siquiera mostraba interés en ti, sin embargo conseguiste sacarme el número de teléfono y llevarme a pasear, y ahora te me has declarado, y como ya no puedo estar sin ti te acepte.

-Te elegí a ti porque...- nunca se había formulado esa pregunta, no tenía idea de porque lo había elegido a él, solo sabía que lo quería demasiado para tenerlo lejos.

-No lo sabes, ¿cierto?- le aseguro, Itachi sonrió y negó con la cabeza. Intento levantarse de las piernas del azabache, pero antes de que pudiera hacerlo, fue abrazado por el mayor, evitando que se moviera.

-Es cierto que no sé porque decidí salir contigo, pero te puedo asegurar que te quiero, demasiado como para dejarte ir...- le decía.

-Déjalo... no importa- su voz se quebraba. Tomo las manos del azabache para quitarlas, pero este lo abrazó con más fuerza. Lagrimas comenzaron a salir de sus ojos azules, Itachi podía sentir como la respiración se acompasaba, entendió lo que pasaba: Deidara pensaba que, como con parejas anteriores del azabache, había jugado son sus sentimientos, enamorándolo para poder besarlo libremente y tal vez quizás, hasta el punto de hacerlo suyo y después botarlo, cambiarlo por otro y hacer lo mismo, pero no era así, Itachi iba en serio con él.

-Dei... nunca me había hecho esa pregunta porque no le veía necesidad, me gustaste desde que te vi, tus ojos azules, tu rubio cabello, tu sonrisa, me gusto todo de ti desde la primera vez, me sentía algo extraño, nunca había sentido eso por nadie, pero siempre hay una primera vez para todo, y cuando llego me asuste, no sabía cómo reaccionar, me sentía confundido, y cuando vi que ese pelirrojo se te acercaba con claras intenciones sentí celos, fue cuando me di cuenta de todo y me acerque a ti...- le había tomado el rostro para verlo a los ojos, le limpio las lágrimas -ya no llores más por favor, te ves más lindo cuando estas feliz, sonriendo.

-Ita- se abalanzó contra él, tumbándolo en el césped, quedando abrazados. El azabache sonrió feliz, correspondiendo al abrazo de su rubio novio.

END FLASH BACK

Tenía los ojos cerrados y no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor, sintió una mirada sobre él, pensando que era Itachi abrió los ojos, encontrando a... nadie, no había nadie, solo era producto de su imaginación, suspiró cansado, tomo la caja de chocolates y decidió abrirla. Tomo un chocolate y se lo llevó a la boca, saboreándolo al máximo, cerrando los ojos en el acto.

-¿De dónde has sacado esa caja de chocolates?- pregunto delante de él, en cuclillas un ojinegro, el ojiazul se sobresaltó abriendo los ojos a más no poder, detallando al ser delante suyo.

-Itachi- dijo viéndolo a los ojos.

-¿A quién esperabas? ¿Al rey de Roma?- bromeo molestando al menor. -Dime ya, ¿de dónde sacaste los chocolates?- sentándose a su lado, tomando la caja.

-Deja ahí, me la ha regalado Sasori- tratando de quitarle la caja.

-¿Sasori?- pregunto mostrando sus celos.

-Sí, ¿Por qué?- orgulloso, deteniendo su intento por recuperar su regalo. El mayor no dijo nada, le entrego el obsequio, el rubio lo tomó tímido, aun en espera de algún obsequio por parte del Uchiha.

-¿Dónde están Naruto y Sasuke?- pregunto cortándole.

-Del otro lado del lago, jugando- respondió con los ojos clavados en el agua.

-Excelente- susurro llamando la atención del menor. -Dei- lo lamo -ven- estiro un brazo para poder abrazarlo.

-¿Para qué?

-Obedece- ordeno. El rubio se acomodó de mala gana en su hombro, aun mirando al agua. -Oye, ¿qué te pasa? Has estado muy serio hoy- mirando al lago tratando de visualizar algo. Torció los labios, cerró los ojos, respiró hondo para contenerse y no gritar...

-¿Qué por qué estoy así? Eres un infeliz, todavía tienes el descaro de preguntarme por qué estoy así...- estallo a los gritos, no lo soportó más.

-¿De qué estás hablando? No te entiendo Dei, tranquilízate- intentaba, bien dicho, intentaba hacer que bajara la voz y se tranquilizara, pero cuando estaba molesto era difícil hablarle y más importante, que escuchara.

-Idiota, ¿en serio no te acuerdas que día es hoy?

-¿Sábado...?- respondió, agitando la cabeza a los lados y encogiéndose de hombros, denotando lo poco especial que era ese día para él.

-Es mi cumpleaños, idiota- le grito con lágrimas en los ojos, dándole la espalda después, cruzando los brazos a la altura de su pecho, manteniendo ese gesto en los labios y las lágrimas recorriéndole las mejillas. Itachi sonrió como hacía mucho no lo hacía, tuvo que contener la carcajada, para no molestarlo aún más.

Saco su cartera de la bolsa delantera de su pantalón, tomo un calendario de bolsillo y luego la guardo de nuevo. Se acercó al ojiazul por detrás, recargando su barbilla en su hombro izquierdo, y pasando sus brazos por su cintura.

-Mira- le pidió amablemente mostrándole su mano izquierda.

-Es un calendario.

-Fíjate en el primer sábado de mayo- volvió a pedirle. La sorpresa se vio reflejada en su rostro, las lágrimas dejaron de caer y ahora un exquisito color rojo adornaba sus mejillas. -Tu cumpleaños es mañana- confirmo, besándole luego la mejilla.

-Pero...

-Estabas tan preocupado por los exámenes y los trabajos de fin de curso que olvidaste que día se celebra tu cumpleaños- explicó con la voz comprensiva.

-Lo lamento Itachi- intento girarse para verlo de frente, pero su abrazo se intensifico más, dejando nulas sus posibilidades.

-No te preocupes, errar es humano- se tumbó en donde había estado con él en brazos, sentándolo entre sus piernas. Siguieron abrazados el resto de la tarde hasta que se obscureció.

-En serio lo siento- volvió a hablar luego, aun un poco sonrojado, viéndolo al rostro. -Me porte mal contigo, no debí.

-Te dije que no te preocuparas...- sus ojos habían dejado de verlo, estaban clavados en el reloj que él mismo le había regalado, movió su mano hasta tocar su mejilla y elevarle el rostro.

-¿Me perdo...- sus labios estaban siendo presionados por los del mayor, sin poder hacer nada más, correspondió a su beso, aun sintiéndose mal por haberlo tratado así.

-¿Cómo puedo hacer que te sientas mejor?- le pregunto cuando se separaron, limpiándole un lágrima del rostro. -Lo que quieras, pide lo que quieras- ofreció.

-Dime que me perdonas.

-Ok, te perdono...- dijo simplemente aún sin conseguir cambiar su mirada triste -porque eres mi novio, y eres humano, lo que significa que puedes cometer todos los errores que sean necesarios y así poder aprender de ellos y hacerte aún más fuerte- dijo ganándose una sonrisa.

-Gracias...- lo abrazó.

-¿Alguna otra petición?- le correspondió sonriendo levemente.

-Llévame a pasear en tu auto...- bromeo.

-De acuerdo, vamos- haciendo el ademan de levantarse.

-Itachi, solo bromeaba...- jalándolo para que se sentara de nuevo, riéndose luego.

Sin duda, los humanos cometemos errores, y también somos el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, o tres, o cuatro, o cinco, o muchísimas. Y es que es necesario equivocarse para mejorar, siempre y cuando sepas aprender de tus errores. Y mucho más importante, debes de saber aceptarlos o seguirás siendo la misma persona ignorante y orgullosa, sin tomar en cuenta que puedes lastimar a las personas que quieres y que puedes hacerlas sentir mejor si tan solo aceptas que te equivocaste y pides perdón.

 

Notas finales:

 

¡Jo! ¿Les gusto?

Si la respuesta es si, déjame un review.

Si la respuesta es no, déjame un review.

Si la respuesta es diferente a las anteriores, déjame un review con tu respuesta :D

 

¿Qué les parece? Venga, que como no me pagan en esto, pues sus reviews me alimentan ;D

Les propongo algo, si me dejas un review yo te presento a mi leoncito, ¿va?

 

Me fugo, Dios muero de hambre D:

 

Cuídense mucho, besos. Smuak´s.

 

 

 

 

 

misery_182

 


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