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Love the Way you Lie por Yori

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Notas del capitulo:

He escrito este fic por un reto que propuso Sakuriki, es la primera vez que hago algo así, así que no sé muy bien como va. Si hay algún problema o error, pues me lo dices! n.n

Mmm...no lo he hecho one-shot, porque soy incapaz de escribir una historia en un solo capítulo, así que estará en varios, pero serán pocos.

Espero que le guste tanto a la persona que propuso el reto, como al resto! ^^

A leeer!!

*Cursiva, pensamiento de Mao. Negrita: Mensajes de móvil*

'Love the way you lie'


 


 


 


 


Había sido una semana realmente horrible, no solamente en mi vida personal, que ya de por sí era un completo caos, sino también atravesábamos dificultades con la banda. Cada vez había más problemas, más rencores, más celos.


Estaba en el estudio, junto con mis compañeros de banda y amigos. Me había confundido en la última estrofa de la canción, fastidiándola completamente, pero es que no me podía quitar de la mente la última pelea con Kyo. El vocalista de Dir en Grey era mi pareja ya hace un año, todo había empezado bien y por casualidad.


 


 


Lo recordaba como si fuera ayer…


 


 Estaba en una de las numerosas fiestas que organizaba la discográfica cuando mi pareja, por esos entonces, rompió conmigo gritándome delante de todo los presentes, que ya no me aguantaba más, que me odiaba y que cualquier chico podría satisfacerle mejor que yo. Aquello provocó que saliese corriendo del lugar yendo lo más lejos posible de allí. Tras mucho correr terminé agotado, deteniendo mi avance frente a la barandilla de un puente, en la cual apoyé mi cabeza y sollocé con intensidad. Nuevamente esas palabras tan crueles dadas por la persona que más amaba, regresaban a mi mente como incesantes martillazos. “¡Eres basura, cualquiera lo haría mejor que tú! Me aburres, Mao”. Abrí los ojos, contemplando el vacío que se formaba debajo de mí, de repente la solución a todos mis problemas llegó a mi cerebro como una brillante luz. Acabaría con todo este sufrimiento en este momento, rápidamente, desaparecería de esta insulsa vida que llevaba. Me erguí y subí mis piernas por la barandilla, hasta llegar al filo y sentir esa suave brisa que me agitaba el cabello, desordenándomelos y otorgándome una transitoria paz. Contemplé el lejano suelo y una fuerte convicción se formó en mi pecho. Este era el fin, mi fin. Iba a dar un paso más, cuando una voz totalmente fría y seria me hizo detenerme.


 


-        Oh, ¿en serio saltarás?- preguntó curioso. Llevé mi vista a ese extraño sujeto, fumaba tranquilamente apoyando sus brazos en la baranda, su pelo rubio y llamativo y sus ojos oscuros demasiado profundos como para no sumergirse en ellos.- ¿Sabes lo que debe doler eso?


-        M-me da igual…creo que será lo mejor…Quiero acabar con esto- respondí, mirando nuevamente al suelo.


-        ¿Sabes? Hay gente que ha sobrevivido a caídas mayores, aunque claro, si lo que quieres es quedarte tetraplégico y no poder moverte… Entonces salta- animó con una lúgubre sonrisa.- Pero, si crees que hay una mínima posibilidad de que el dolor que sientes ahora, desaparecerá con el tiempo, no seas tonto y no te tires.- Pensé detenidamente en sus palabras, yo quería morir…dejar atrás todo, pero, ¿tenía razón ese sujeto? ¿el dolor desaparecería?


-        ¿Eres católico o algo? ¿Crees que mi alma será condenada por acabar con mi propia vida?- él soltó una irónica carcajada.


-        No, para nada. Creo que esta vida es dura, sí, pero hay que ser fuerte y resistirla- respondió seriamente.- Cuando has tocado fondo, las cosas solo pueden ir a mejor ¿no?


-        Puede…- murmuré. Mi convicción se evaporaba lentamente.


-        Venga, no seas tonto, baja de ahí- indicó, como si regañase a un niño por subirse en un columpio y ponerse de pie.


-        V-vale- obedecí.


-        Me llamo Kyo.


-        Yo soy Mao…


 


 


 


 


Otra vez me había confundido en la canción, tirando todo el trabajo de la semana y provocando la rabia de Aki.


 


-        ¡Eres un completo inútil! ¿En que coño estás pensando, Mao?- gritó, dejando caer el bajo al suelo- el cual provocó un fuerte ruido- y acercándose peligrosamente a mí.


-        Y-yo…n-no…


-        ¿Acaso quieres joder al grupo con tus tonterías? ¡Ya es hora de que dejes de ser un llorica y seas un hombre trabajador!


-        L-lo sien…


-        ¡No me vengas con disculpas, no me valen, solo fastidias todo!- vociferaba ahora sujetándome fuertemente por los hombros y zarandeándome con intensidad.


-        Aki, déjale, ¿no ves que está mal?- salió en mi defensa Tsurugi. Yo había comenzado a llorar.


-        ¡Vete de mi vista!- gritó, alejándome de un empujón.


 


Salí de allí corriendo y no me detuve ni siquiera con las llamadas de Tsurugi, tampoco esperé a que llegase el ascensor; sino que tomé las escaleras mientras que salía corriendo de allí y sacaba el móvil para marcar el número de Kyo.


 


-        ¿Sí?


-        K-Kyo…- murmuré entre sollozos.


-        ¿Qué pasa Mao? Estoy en los ensayos…- lloriqueé un poco más.- ¿Ha pasado algo?- interrogó y pude notar su tono preocupado.


-        …N-nada…- mentí.


-        Sí, ocurre algo. No te muevas de los estudios, iré inmediatamente- respondió rápidamente. Pude oír como comenzaba a recoger las cosas y las quejas de sus compañeros.


-        P-pero…


-        Nada, espérame en la puerta- dijo antes de colgar.


 


Llegué a la entrada y me senté en el borde de la acera, sin dejar de llorar. Da igual las fuertes peleas que tuviese con Kyo, incluso cuando este se descontrolaba y comenzaba a golpear todo lo que tenía a su alcance. A pesar de todos esos problemas, Kyo siempre estuvo y estaba cuando peor me encontraba.


Esperé realmente poco, cuando vi aparecer el coche del vocalista por el final de la calle a gran velocidad, el cual se detuvo frente mía. Salió rápidamente del vehículo y se acercó a mí, nervioso.


 


-        ¿Estás bien?- preguntó, levantándome del suelo y examinándome de arriba abajo.- ¿Por qué lloras?


-        Estoy bien físicamente, Kyo- respondí en un murmullo.- Es Aki, otra vez la he vuelto a fastidiar y se ha cabreado conmigo…


-        ¿Esta dentro?- inquirió con voz controlada, observé como apretaba fuertemente los puños hasta que sus nudillos quedaron completamente blancos. Temía muchas veces lo violento que llegaba a ser Kyo.


-        N-no…se fue…- mentí. Él me miró más calmado y me abrazó, juntándome contra su cuerpo.


-        Vámonos a casa, pequeño- sonrió en mi oído, antes de depositarme un delicado beso en el cuello.


 


Me llevó abrazado por la cintura hasta el vehículo y me abrió cortésmente la puerta del copiloto para que entrase. Durante todo el camino le fui contando sobre una película muy divertida que había visto esta mañana en la televisión, realmente no quería quedarme callado y a él le parecía gustar escucharme. Si todo pudiese ser como en estos momentos, cuan buena sería la existencia transitoria que llevo en este mundo. Miré su torcida sonrisa, que realmente me recordaba a la de un pequeño niño travieso.


 


Llegamos al apartamento que compartíamos, no era gran cosa, ya que solo siendo dos no necesitábamos más espacio. Saqué las llaves bajo su atenta mirada y entramos al interior del lugar, ya era la hora de la comida, así que opté por ir a la cocina y sacar los utensilios necesarios para cocinar algo. Kyo me siguió y sacó una cerveza de la nevera, sin dejar un segundo de mirarme, sentado desde una de las sillas que había.


 


-        ¿Qué quieres de comer? Yo había pensado en hacer unos fideos o tal vez lasaña, aunque unos spaguettis también estarían bien ¿verdad?- comencé a hablar mientras que me movía de un lado a otro de la habitación.


-        Yo había pensado en hacer otras cosas más divertidas…- se levantó y me abrazó la cintura por la espalda.


-        ¿Cosas más divertidas?- pregunté con una ingenuidad falsa, mientras que dejaba la sartén sobre la repisa.- ¿Qué hay más divertido que cocina, mmm?


-        Créeme, puedo hacer que te disfrutes mucho más- dijo en mi oído, antes de tomarlo entre sus dientes.


 


Sus manos fueron bajando por mi cuerpo, acariciándolo todo desde esa posición con una delicadeza increíble, tanto que ya hacía que pequeños gemidos escapasen de mi boca. Realmente no me quería dejar dominar tanto, con ninguna de mis parejas anteriores había sido tan sumiso, pero con Kyo todo era distinto. Creaba en mí el ansío de ser dominado, que me tomase entre sus fuertes brazos y nunca me soltase.


Un fuerte gemido de sorpresa y placer se escabulló de mis labios, cuando sentí como mis pantalones junto con la ropa interior, habían desaparecido y Kyo trabajaba con sus manos en mi entrepierna, a tiempo que sentía sus besos por mi espalda…


 


 


 


Amanecimos entre las sábanas de la cama, realmente estaba exhausto, ese momento solo había sido el comienzo de una larga e intensa noche de pasión. Me moví entre las mantas y miré el cuerpo desnudo del rubio durmiente apenas tapado por las sábanas, le tapé un poco más y le di un suave beso en el pecho antes de levantarme de la cama y caminar hasta la ducha.


El agua me quitó toda la pereza y el cansancio que tenía acumulado en mi cuerpo, había amanecido realmente feliz y todo era por Kyo. Teníamos peleas muy extremas donde nos tirábamos todo a la cabeza y él muchas veces se pasaba de la ralla, pero luego las reconciliaciones eran de lo mejorcito. Mientras salía de la bañera y me rodeaba la cintura con la toalla, el alto sonido del móvil me provocó susto.


 


-        ¡Kyo, tu móvil!- grité. Aunque conociendo a este, estaría tan profundamente dormido que ni un terremoto le despertaría.


 


Solté un suspiro y salí del baño para tomar el móvil del bolsillo del pantalón del rubio. Pulsé la primera tecla y la pantalla se iluminó dejando ver un mensaje abierto. “Espero repetir esta noche lo del otro día, tengo una sorpresa para ti. Shou”


¿Qué cojones era aquello? Mi mente lo tenía claro, pero aun así no me lo quería creer. Miré con furia su figura tranquila y durmiente sobre la cama, me engañaba con otro, eso era lo que hacía y luego venía a mí buscando más. Llenó de ira le tiré el móvil, golpeándolo con el en pleno pecho, haciendo que se despertara bruscamente. Miró a todos lados, confuso, incluso a su teléfono, hasta que encontró mi furibunda mirada.


Le dediqué una mueca y comencé a rebuscar en el armario algo que ponerme, hasta que encontré unos vaqueros y una sudadera, que me coloqué velozmente.


 


-        ¿Qué coño te pasa, Mao? ¿Por qué me tiras el móvil?- preguntó, levantándose de la cama y poniéndose los pantalones.


-        ¡Tú sabrás porqué lo hago!- inquirí, dolido. Cogiendo mi móvil, las llaves y todo lo necesario para salir de allí.


-        Te he hecho una pregunta y eso no es una respuesta- dijo con voz dura, sujetándome ya por el antebrazo con fuerza.


-        Me haces daño…- solté un gemido de dolor, intentando alejarme, aunque aquello resultó imposible.


-        ¡Responde!- gritó, aumentando la presión y así mi miedo. Le había visto realmente cabreado, pero nunca había llegado a ponerme la mano encima, siempre se dedicaba a golpear las paredes y los espejos.


-        ¡Que te responda Shou!- indiqué, sacando fuerzas donde no las tenía para grita. La sorpresa por mi revelación, hizo que sin querer aflojase la fuerza de su amarre, lo que aproveché para retirar mi brazo y alejarme de allí corriendo.- No me esperes, no sé cuando volveré- grité antes de cerrar la puerta del apartamento y salir corriendo por las escaleras.


 


No debía esperarse esas palabras, ya que no me siguió y lo prefería así. No me podía creer que me hubiese engañado con otro, sé que teníamos nuestras peleas, pero nunca pensé que podría descargarlas acostándose con otro. Y encima el comportamiento de esta mañana, todavía sentía el dolor latente del brazo, el cual estaba realmente rojo y se iba amoratando por momentos.


Saqué el móvil y marqué el número de Tsurugi, necesitaba hablar con alguien y el era mi mejor amigo. Nunca le contaba de mis problemas en la relación, pero aún así él siempre me preguntaba cuando me veía llegar llorando al estudio.


 


-        ¡Mao! Hola, estaba muy preocupado por ti. Disculpa al imbécil de Aki, pero sabes que a veces se pone insoportable- dijo todo del tirón, una vez descolgado el teléfono.


-        M-me da igual lo de Aki…- respondí, intentando detener las ganas de llorar.


-        ¿Qué sucede? ¿Estás bien? Parece que vayas a llorar.


-        ¿Podemos vernos?- pregunté suavemente.


-        Claro, quedamos en el restaurante de la esquina del estudio en media hora. No he comido y tengo hambre- soltó un suave carcajada.- Hasta ahora.


-        Nos vemos- me despedí antes de colgar.


 


Ni siquiera había reparado en que eran las dos y media de la tarde, hasta que no había mencionado lo de la comida Tsurugi. Cogí el metro que me llevase hasta la zona donde estaba el estudio y respectivamente el restaurante. Llegué antes de tiempo, así que entré en el interior y me senté en una de las mesas para esperarle. El camarero llegó en poco tiempo, pedí tan solo un zumo, no creo que mi estómago aceptase nada sólido en estos momentos. Puntualmente apareció mi amigo, dándome un cálido abrazo y sentándose frente a mí, mientras que llamaba al camarero.


 


-        Quiero unos fideos con carne, gracias- pidió sin siquiera mirar la carta.


-        En un momento- respondió el susodicho, tomando nota.


-        No tienes buena cara- observó Tsurugi.- ¿No es por lo de Aki?


-        No- contesté antes de dar un sorbo a mi bebida.


-        Deberías comer algo, pareces cansado sin contar tu evidente mal estado anímico…


-        No tengo hambre…- confesé a tiempo que le entregaban su comida.


-        ¿Qué ha ocurrido, Mao?


-        Después de lo de Aki, me encontraba fatal por sus palabras y llamé a…- La musiquita de mi móvil interrumpió mi relato, lo saqué del bolsillo y miré la pantalla, donde salía una foto de Kyo y mía abrazado en un parque, era él quien llamaba. Observé la imagen distraídamente, sin ser consciente verdaderamente del sonido, en aquellos momentos éramos felices.


-        ¿No lo vas a coger?


-        No- negué, pulsando el botón de rechazar llamada.


-        ¿Qué sucedió con Kyo?


-        Bueno- retomé. A pesar de que el móvil volvió a sonar, pero lo puse en silencio, cansado.- Le llamé, siempre parece darme consuelo cuando todo a mí alrededor parece ser una mierda. Tuvimos una tarde y noche realmente buena, ya me entiendes, pero cuando me desperté… Estaba saliendo de la ducha cuando sonó su móvil, ya sabes como es, no se despierta con nada así que fui yo. Cuando iba a parar el sonido, la pantalla mostraba un mensaje- otra vez las lágrimas intentaban salir.- Me está engañando con otro…


-        ¿Qué? ¿Le habrás dejado, no?- exclamó Tsurugi, cabreado con el vocalista de Dir en Grey.


-        No…yo…tuvimos otra pelea. Se puso algo violento, pero me fui y te llamé- murmuré, mirando el líquido anaranjado de mi vaso.


-        Mao, debes dejarle. ¡Encima que se acuesta con otro se pone violento! ¡No tiene ningún derecho a tratarte de esa forma!


-        Ya, pero yo…le quiero…Es lo mejor que me ha pasado en mi vida- respondí, convencido de mis palabras.


-        Mira esta noche nos vamos a un bar a beber, ya verás como todo te parece mejor. Hay mucha gente mejor que te quiere Mao, que estaría dispuesta a dejarlo todo y protegerte de todo lo malo- anunció, mirándome a los ojos cariñosamente.


-        G-gracias- respondí con una sonrisa. Miré nuevamente pantalla de mi móvil, un mensaje. Lo abrí y pude ver que era de Kyo. Siento mucho lo de esta mañana, no debí ponerme así, perdona por todo…Yo…No soy capaz de decirte nada, pero realmente estoy arrepentido. Te quiero, pequeño. Tan solo fue un error tonto. ¿Podemos vernos?


 





Notas finales:

En fin, ahí está la primera parte, no quedé muy contenta con lo escrito, pero no me gusta rehacer las cosas, así que espero que no os haya parecido tan aburrido como a mí.

Tengo, que confesar una cosa, realmente no me gusta nada poner a Kyo de esa forma, siempre dará su imagen de duro, pero no me gusta ponerle de esa forma tan violenta de ahí el principio del capítulo donde no solo muestra su lado malo. Pero el desafío indicaba que Kyo debía ser así, así que espero que realmente le haya parecido bien a quien propuso el reto!

Ya no me enrrollo más! Ja ne!!^^

ojala den sus opiniones de fic *o*


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